Capítulo 36, destino
implacable
Las horas volaron en las estepas australes
y quedaron totalmente saturadas de agua debido al fuerte aguacero que se cernió
sobre la pampa magallánica y tiempo más tarde la madre naturaleza divina tuvo
clemencia de sus moradores y con un aliado como es el viento disipó muchas
nubes en el firmamento ya bien entrada el alba. No olvidemos que entrabamos de
lleno en la fase final de la etapa estival.
A diferencia de muchas regiones del país que las aves de
corral como gallos suelen dar la bienvenida al nuevo día. Aquí con suerte
algunas aves podían ser escuchadas y más que nada las que estaban cerca de la
costa u a orillas de algún lago cercano.
Por lo que es bueno aclarar que el silencio es muy sobrecogedor al igual que la ventolera y con el tiempo te acostumbras quieras o no y la belleza del lugar tiene un precio y ese es el silencio y la soledad.
Dentro de…
─ Es hora de comenzar el día ─ murmuró adormilada una rubia que había
detenido la alarma de su celular.
Estiro la mano y encendió su lámpara de la mesita junto a
su cama. Comprobó que ya marcaban las 6 en punto de la mañana y le quedaba solo
treinta minutos para alistarse antes de ir al casino y comenzar con su jornada.
De inmediato se puso en marcha y ser la primera en usar el
baño compartido con sus otras cinco compañeras de casa. Si bien ella como
segunda al mando tenía el privilegio de tener un habitación individual. Las
enfermeras compartían habitación doble y las encargadas de mantenerlas en
formas, preparadoras físicas también una doble y la otra afortunada era Bianca,
que tenía el cuarto más pequeño sin tener algún closet u otra comodidad pero lo
mejor era su baño individual. Su ventaja y ganancia.
Solo en dadas circunstancias se reunían todas porque todo
dependía de los roles y por lo general siempre estaban cuatro.
Si bien le gustaba su trabajo a veces le encantaba pasar
tiempo con su familia y solo la compañía de la joven Rangel que era la única
que no debía abandonar el campamento hasta que cumpliese el año y esto hacia la
diferencia ya que realmente era muy agradable compartir con ella tanto por su
energía y pasión en el trabajo como lo directa que era para decir lo que
pensaba y varios en los pocos meses le tenían un cierto grado de respeto como
admiración. En especial los más duro de Enap y se los ganó a punta de trabajo,
cordialidad y tesón.
Así era su compañera de trabajo, casa y la mujer que
terminó conquistándola con su forma de ser más que cualquier otra cosa. Sabía
que la belleza no lo es todo pero en muchas cosas es tomado en cuenta como un
requisito y Bianca Rangel, no es una mujer con una belleza deslumbrante que te hace
quedar parado como tonto. Era de una hermosura común a los ojos de los
expertos, muy sencilla, nada extraordinario que pudiese impresionar o destacar como sí lo era en su caso y en el
de su acérrima rival que contaban con esa belleza más que potenciada. Nunca
pasarían inadvertidas ante los ojos de los demás.
Habría que ver si eso era un factor decisivo para quedarse
con el corazón de aquella jovencita porque lo era. Apenas contaba con 23 años
en su haber y cumplidos hace no muy poco y en cambio sus pretendientes ya
pisaban fuerte los treinta y tantos como lo dijo una vez Valeria, había una
diferencia no menor a diez años y sin mencionar que la experiencia con la cual
contaban era muy amplia en relación a la joven Rangel.
Muchas cosas cuentan a la hora de tomar decisiones para el
futuro y aunque pueda haber una historia en el pasado no garantiza éxito aquí
en el presente. Al contrario podría jugar muy en contra. Cada tiempo viene
definido por las circunstancias que lo acompaña y las vivencias puedan resultar
similares pero dictan mucho de ser exactamente la misma copia. Un claro ejemplo
es la familia.
Fuera de esta controversia mencionada, tendrán que verse
obligadas a encontrar razones de peso para conquistar un corazón de que por sí
ya viene predispuesto a dejarse gobernar de buenas a primeras. La pregunta aquí
era ¿realmente cuál era la razón de amar a esta mujer? Y ¿qué significa amar?
Todos creemos amar realmente pero la cuestión es ¿Por qué se fracasa tanto
entonces?
Es hora de que ellas diluciden este enigma antes de
profundizar en un camino de no retorno porque las expectativas pueden discrepar
con referencia a su contra parte y salir profundamente lastimado. Si bien es
cierto que quién no arriesga no sabrá jamás qué pudo haber sido pero siempre es
bueno analizar muy bien antes de embarcarse en un proyecto tan importante como son
los sentimientos. Una persona puede ser resiliente pero le toma un tiempo
recuperarse.
La rubia inspectora puede contar con una agudeza visual
entre sus cualidades pero nadie es infalible y mucho menos imparcial en temas
del amor.
Es hora como se dijo a sí misma de comenzar el día y tenía
un buen presentimiento de que hoy se reencontraría con la mujer que estaba
ansiosa de volver a ver y descubrir si había avances o no.
Tomando en cuenta algunas cosas que le advirtió Alejandro,
tomó las llaves de su camioneta que tuvo que ir a recoger en la noche al taller
porque cuando van con descanso el personal pasa el vehículo a mantenimiento.
Pero antes de salir de la casa alcanzó a cruzar algunas
palabras con Fernanda que quedo cubriendo el
puesto de Valeria y se iría dentro de un día a su descanso. Luego de esa
charla, salió con rumbo al casino a desayunar.
Por su parte otros miembros de Enap ya se alistaban en
salir al casino desde las diferentes casas en que estaban albergados. Uno de
eso era el moreno alto que llegó con la inspectora.
─ Bueno es hora de presentarme con la jefatura
y los involucrados─ dijo Román
listo para partir cuando el aire frío lo saludo calándole hasta los huesos. ─ ¡Miércale!
Sacudiéndose la sensación del cuerpo también se aventuró en
ir en busca de los demás pero alimentarse era primordial así al casino era la
primera parada.
En eso…
─ ¿Vienes
en camino? ─ Preguntó
de frentón Alejandro Miranda.
─ Voy saliendo en este momento ─ respondieron al otro lado de la línea. ─ Llegaré como cerca de las diez a más tardar.
─ Trata de no pasarte, Héctor ─ exigió Alejandro. ─ Esto
es importante.
─ Lo tengo muy presente ─ respondió éste. ─ No
quiero más problemas de los que ya tengo encima.
─ Veremos
con qué sale el auditor ─ mencionó
Miranda. ─ Nos vemos dentro de un rato más.
─ OKa ─ fue la respuesta de parte de Héctor y cortó.
Sabía que la estanciera estaba detrás de la venida de un
auditor a Gregorio y en honor a la verdad no quería verla después de lo que
sucedió fue muy humillante para él como hombre y le dejó la sensación que
escapó por poco de la muerte. Esta vez, no iba a equivocarse y mantendría las
distancias al máximo.
Por su parte, el mandamás de Posesión también estaba
convencido que el hombre de asuntos ganaderos estaría fuera de apoyar a la Quintrala
porque podía ser un lame botas como dijese Bianca pero estúpido no era cuando
se trataba de su propio pellejo.
─ Nos está quedando solo Bianca ─ dijo Miranda saliendo de su casa hacia su
camioneta. ─ Para
que todos los actores estén presente en este circo que orquestó Carlos. Espero
que sepas en que te estás metiendo porque la respuesta de la estanciera se va
dejar sentir en tres tiempos amigo mío y que Dios nos ampare.
Dicho esto subió su vehículo y enfilo hacia el casino en
una camino bien jabonoso por la lluvia.
A su vez en…
La mañana también comenzaba bien temprano en la estancia
los pozos y muchos peones estaban arreglando sus cosas para alimentarse como es
debido y salir a los campos a revisar los rebaños y cambiar posiciones con los
que estaban en los diversos puestos. Tan solo una ruca dónde había un catre y
una estufa magallánica para calentarse como prepararse los alimentos.
En la casa patronal también se veían movimientos de las
sirvientas como las cocineras que daban los últimos detalles para el desayuno
de la patrona, su esposa e invitados.
Estaba claro que ella era muy exigente en cuanto a la
calidad del trabajo y todo debía estar perfecto y hacerse bien. No escatimaba
en pagar buenos salarios a sus trabajadores pero satisfacer sus requerimientos
era indispensable y sumado a la confianza, no cualquiera trabajaba en su
estancia o demás empresas sin haber tenido su aprobación.
Era bien sabido por todos que la dueña de la comarca tenía
un buen ojo para los negocios así como para formarse una idea de una persona
con solo verla y tenía una reputación de haber hecho quebrar varias empresas
que intentaron competir y otros tantos, simplemente se lamentaron haberle
conocido porque de nada les sirvió invertir tanto en palabrerías y estrategias
de negocios como formación cuando a la hora de demostrar en terreno su
efectividad se fueron por el atolladero. No había forma siquiera de burlar a
una mujer como Ariza Pedrales con un olfato y ojo de Águila para los negocios
agrícolas como otros que tenía en la ciudad de Punta Arenas como Puerto
Natales.
Por eso que los que ya tenían un lugar dentro de lo que era
su capital humano, se esmeraban por cumplir con las peticiones de la estanciera.
Ella tenía de ambos mundos desde profesionales como personas con oficios y
estos últimos contaban con gran respaldo de parte de la estanciera porque
valoraba el compromiso, dedicación y hacer un trabajo de calidad. Eso era un
punto importante en la estancia los pozos.
De este modo todos tenían muy claro sus obligaciones y eso
se notaba apenas despuntar el alba, dónde iban y venían dentro de la casa
patronal como en los demás inmuebles del lugar.
Y hablando de…
─ Es un poco temprano para presentarnos con
esta gentuza ─ especuló
la propia Ariza mientras daba un sorbo a su taza de café.
No hubo respuesta en el lugar y es que la estanciera
llevaba más de una hora en pie y es que estaba algo intranquila y derivo en que
a las cinco de la mañana estuviera paseando por la cabeza y ocupaba su tiempo
en ajustar algunos detalles con sus empleados antes de partir rumbo al dicho
campamento.
No había querido ir a la habitación de Bianca por varias
razones y una de ellas es que fue clara y sincera en decirle que no
compartirían un lecho hasta que la joven estuviese firme en sus convicciones y
es que ella tenía por mucho amor propio como para seguir combatiendo las
inseguridades de su Romí y a estas alturas no era indemne a tales desprecios y
vacíos. Habían hecho mella en ella y no estaba dispuesta a recibir migajas de
quién amaba.
Aún le quemaba en lo profundo que no tuviese respuesta a lo
que había solicitado a la joven Rangel de comprometerse asegurar una garantía y
eso había sido el detonante de su cambio de actuar y decisión.
─ Para
ti las cosas no se fuerzan ─ musitó
Ariza que le supo un poco amargo su bebida. ─ En cambio para mí debe ser toda regla con más reglas y cuánto
pidas. Estás equivocada si piensas que puedes salir bien librada sin
comprometerte en nada.
Mientras desayunaba y meditaba en lo que debía hacer y en
la joven que siempre ocupaba sus pensamientos desde que se toparon en el
camino. Reconociendo su viejo amor del pasado, le costaba en ese momento tener
una cierta tranquilidad mental por las circunstancias que estaban viviendo.
Los alimentos le resultaban un poco insípidos hoy era por
lo que se mencionó y estaba a punto de levantarse cuando se abrió la puerta del
comedor y entró ella.
─ ¡Buenos
días! ─ Saludo
Bianca al ingresar pero sus pies se detuvieron abruptamente al contemplar la
mirada fiera de la morena.
─ ¡Buen
día! ─ respondió al saludo Ariza que se percató de
inmediato del nerviosismo de la joven e indicó. ─ ¡Adelante Romí! Les pediré que te sirvan el
desayuno.
─ Puedo
hacerlo yo misma ─ solicitó
Bianca que estaba sonrojada de tomarse algunas atribuciones que no le
correspondían. ─ Iré a
la cocina a prepararlo.
─ De
ninguna manera. ─ contradijo
Ariza que la tomó de la barbilla y le quedo viendo. ─ Mi esposa será atendida como corresponde y de
eso me ocuparé ya mismo.
Acomodó a la joven un su propio lugar y fue a buscar a una
de sus empleadas ya que no uso la distintiva campanilla porque estaba
procurando no incomodar más a su Romí con sus hábitos.
─ Adelaida
traiga ya el desayuno de mi esposa ─ ordenó Ariza y volver al comedor hacerle compañía
a su romí.
─ De inmediato mi señora ─ respondió la empleada.
Al cabo de unos segundos estaba de vuelta con ella y al de
unos segundos entraban con los alimentos para Bianca.
─ Desayuna
como es debido porque nos espera un largo día y aún no sé si la alimentación de
esa empresa es saludable para ti ─ indicó Ariza viendo la figura de su Romí y
sacando sus propias cuentas. ─
Puedes
tener una contextura delgada pero se nota que hay falta de balance de minerales
que no estás adquiriendo.
─ No es
mala las comidas ─ defendió
Bianca que no dejo de observar la cantidad de alimentos sobre la mesa. ─ Aquí exageran un poco.
─ ¿En
serio? ─ cuestionó Ariza y estudiando el semblante de
la joven, continuó. ─ Entonces
detállame en qué consiste un desayuno normal en Enap.
¡Ahí estaba! Lo que es conocido como su ojo observador. Era
difícil que se le fueran las cosas sin siquiera invertir en una investigación
muy profunda.
─ Bueno
¡Veamos! ─ empezó
Bianca en recordar la supuesta cadena alimenticia de su empresa. ─ Leche o café, yogurt y un sándwich o fruta si
quieres también. Eso.
Tras escuchar los argumentos de la joven, le quedo más que
claro que había una gran diferencia de opinión entre equilibrado y saludable.
─ ¿Y a eso llamadas una buena alimentación? ─ refutó Ariza mientras ella misma preparó una
tostada con jamón, queso y lechuga para la joven. ─ Eso dicta mucho de ser buena para iniciar una
jornada y si les diera eso a mis trabajadores estarían desmayados antes del mediodía
y eso no es más que un golpe de azúcar que no alimenta en nada. ¡Toma! (Entregó
la preparación a su Romí)
─ Gracias
─ Dijo Bianca que aceptó lo que se le daba. ─ No todos pueden contar con una alacena como
la tuya y más si son muchos a los que alimentar.
─ Estamos
de acuerdo pero para una empresa como es Enap, recursos no les falta─ objetó Ariza que preparó una compota de
frutas y semillas. ─ Y con
mayor razón no les voy a dejar en sus manos tu alimentación.
Apenas su romí hubo terminado de comer lo anterior, le
entregó la compota y estaba viendo la mesa.
─ Creo
que ya es mucho, Ariza ─ señaló
Bianca que no perdió de vista las acciones de la morena. ─ Es mucho para mí y no quedará espacio para un
café.
─ Te
alimentas pésimo ─ reclamó
ésta y en un platillo aparte puso unas aceitunas, quesillo y tocino junto con
vaso de jugo natural. ─ no
pretendas que te deje así como así. No nos moveremos de esta mesa hasta que hayas
desayunado como es debido y si tengo que darte los alimentos en la boca lo haré
sin asco. Así qué tú eliges Romí…Comes por las tuyas o lo hago yo.
La joven tragó grueso al percatarse de lo acerado de la voz
de Ariza y sabía que era capaz de cumplir con su amenaza y no deseaba ser
alimentada. Por lo que asintió con la cabeza.
─ ¡Disculpa!
─ exclamó Ariza viéndola fijamente a los ojos y
agregó. ─ Creo que no te oí o ¿Estoy equivocada?
─ ¡Dios
Ariza! ─ chilló Bianca roja como la grana. ─ Tú ganas. Voy a comerlo todo.
No hubo respuesta sola una sonrisa ladina de parte de la
gitana que le gusto la mortificación de su Romí. Adoraba esa oportunidad de ver
nuevamente a su amor ser sometida tan vergonzosamente y era entrañable vivir
estos momentos.
Al cabo de unos minutos de silencio y miradas a hurtadillas
de parte de Bianca, que no tuvo suerte y tuvo que servirse todo cuánto
prometió.
─ ¡Hay Dios
creo que voy a reventar! ─ se
quejó Bianca que sobó su panza horrorizada. ─ No seré capaz de moverme y menos trabajar.
─ Es
solo el comienzo y cuando estés bien equilibrada en tu alimentación no tendrás
este pequeño problema y es que tu estomago está muy reducido y pesimamente
nutrido ─ Aclaró Ariza que se dispuso a levantarse para
ayudar a su Romí, exagerada. ─
Además
con la quema de energía que tendrás conmigo, dudo que sea suficiente.
¡Zuacate! Un golpe directo al colon y algo más. La
insinuación por si sola sacaba una gota de escalofrió a la muchacha porque no
había que ser muy listo para saber lo que implicaba el mensaje.
Las mejillas de Bianca estaban en su punto llamativo por no
decir colorido. Ella sabía para dónde iba ese tema y no es que le complicará ni
que fuese mojigata pero por momentos olvidaba que estaba tratando con una mujer
con sangre gitana y los tapujos no iban con ella. ¡Directo al grano y a la
medula!
─ “¿Qué
hice para merecer esto?” ─ musitó
entre dientes Bianca para no ser oída.
Antes de que pudieran salir de ese comedor, Ariza ladeó un
poco la cabeza con dirección a su romí y la vio con una sonrisa pícara.
─ ¿Y aún
no lo tienes claro mi Romí? ─
murmuró
Ariza antes de salir del lugar.
Aquí quedo la joven Rangel, abrumada y con la boca abierta.
Sabía que era terca como una mula pero decirlo en voz alta no estaba aún ella
admitirlo.
─ ¡UF! ─ exhaló Bianca votando todo el aire. ─ Es mejor que me ponga en marcha.
No era tiempo de buscar la quinta pata al gato si no de
continuar con su vida e iba con ese propósito aunque lejos estaba de vislumbrar
lo que se le venía encima.
En…
─ ¡Buenos
días don Alejandro! ─ Saludó
un moreno al momento de ingresar a su oficina. ─ Mi nombre es Daniel Román y he venido para
hablar con usted para iniciar con el sumario interno que pidió la gerencia
desde Santiago.
Una ceja se levantó al momento de que una mano fue
extendida a modo de presentación y le quedo claro al mandamás que sería un
largo día.
─ Tomé
asiento ─ indicó Miranda y fue de lleno al grano. ─ Usted dirá ¿en qué puedo ayudarlo?
─ Vera ─ Comenzó Román con sus primeras indagaciones.
Partía así la segunda ronda de acciones en posesión,
producto de la siembra de las primeras que daban como resultado este nuevo
escenario.
¿Qué? ¿Quién? Y ¿Por qué? Saldrían a colación en una
concertación de involucrados en esta trama.
Nuevamente acompañada por Loreen y su tema “verytime”
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