mujer y ave

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domingo, 11 de febrero de 2024

Un solapado

 

Capítulo 34



Rodar y rodar por esta larga carretera que por espacios de tiempo parecía eterna tal como las que hay en Australia y aquí estaba su versión sudamericana, larga y solitaria por grandes tramos.

Llevaban en ella casi tres horas de conducción en esa oscuridad borrascosa de lluvia tan finita que era mucho más que una garúa, era intensa de esas que en unos minutos te dejan bien mojado y con más frio que la lluvia torrencial. Así era el clima de esta región, abrumador e implacable con todo tipo de habitantes.

Hacer soberanía en tierras alejadas de todo lo que conecta a un país, es realmente por momentos desconsolador. Es una zona de una belleza sobre natural y sobrecogedora, hostil, salvaje e indomable. Bien lo saben todos cuanto habitan aquí. Es una lucha cada día por salir adelante y triunfar.

Una tierra hermosa, cubierta de montañas nevadas, glaciares, lagos, extensas estepas cubiertas de coirones y algunos otros arbustos. Eso te da una idea con estas condiciones extremas donde el viento suave de ochenta kilómetros tiene completamente sometido a los árboles tan agazapados que es muy característico ver postales con ellos doblados por las jugarretas de los ventoleras australes y sumado a la breve estación estival o mejor dicho cálidas, no permiten cultivar nada que no sea por medio de invernaderos y por eso todo viene del centro del país, haciendo de esta tierra morena dependiente en su totalidad y eso no es placentero para su gente oriunda y orgullosa de sus costumbres.

Así como todos pensaban, incluso los dos únicos ocupantes de ese vehículo que luchaba a su manera con los vientos y esa llovizna intratable.

Al parecer nos llevará algo más de tiempo llegar a Gregorio comentó el chofer que hacia una mueca porque el viento le complicaba mantener toda la estabilidad de su coche.

Así veo coincidió su acompañante viendo por la ventanilla de su asiento.Siempre hay un pero en todo cuando tiene relación contigo.

─ ¡Disculpe! se quejó el chofer que se ofendió con el comentario.Yo no tengo nada que ver con las inclemencias del tiempo señorita Paredes.

No me refería a usted explicó Marcela. estaba pensando en otra persona. Siento el mal entendido.

Usted disculpará mi atrevimiento en lo que voy a decirle dijo el hombre viéndola por segundos por el retrovisor.Aunque llevo unos pocos años en la empresa, he observado que todos los que trabajan en Gregorio llegan con las pilas bien recargadas, pero cuando regresan bien cabreados hasta la tuza (colmo) y es como si allí hubiera una energía negativa los poseyera y le hace cambiar el genio y el caracho (rostro) en un parpadear de ojos.

¿Cuántos años tienes en Enap, Román? preguntó la inspectora.

Tres años Respondió éste.

Es poco tiempo para saber que cada uno de los que trabajamos en Posesión tenemos un gran dolor de culo, llamado Ariza Pedrales que realmente nos hace la vida a cuadritos cuando se le da la gana explicó Marcela.Pero fuera de eso por lo general nuestra rutina laboral es como en todas las otras plantas de Enap.

Se nota que la cabrea  mucho dicha mujer comentó Román al percatarse del tono pesado con la que habló la enapina.

En honor a la verdad antes me importaba un rábano lo que hiciera o no, todos habíamos sido advertidos antes de venir a trabajar a este campamento y hacíamos la vista gorda a sus arrebatos para no calentarnos la sangre con ellaconfidenció Marcela en un momento de vulnerabilidad.

Pero ahora instigó Román que deseaba saber que se cocinaba en estas tierras alejadas de la mano de Dios.

Todo cambio respondió Marcela frunciendo el ceño antes de proseguir con sus descargos.  Desde su llegada y aprendimos de ella que no todo en la vida puede ser ceder a ciegas sin importar nuestras vidas, necesidades. Que no somos títeres de esa mujer infernal. Que podemos aprender a llegar acuerdos si decidimos hacernos valer.

¿Tanto les pudo afectar esta nueva persona? Cuestionó Román admirado que una simple persona tuviese tanta influencia en otros empleados que llevaban años bajo la gobernación de los más poderosos de la empresa como las estancias.Qué pueda hacerles cambiar años de costumbres arraigadas y dígame una cosa ¿todos piensan igual?

Lo referido por el hombre hizo clic en la mente de la inspectora que se percató que había algo más en el chofer. Su curiosidad iba más allá.

Si mal no recuerdo, tú nunca has trabajado haciendo esta ruta refirió Marcela con los ojos entrecerrados sopesando unas cuantas cosas.¿Para quién trabajas Román?

Para Enap, por supuesto contestó de inmediato el hombre.¿Acaso no llevo el uniforme de la empresa? De lo contrario no podría siquiera estar aquí con usted.

No me mal intérpretes, Román   Corrigió de inmediato la inspectora. Lógicamente eres parte del personal de Enap, pero no me vengas que no fuiste puesto como chofer justo conmigo hoy. Vuelvo a preguntar y lo haré mejor ¿Quién te puso aquí?

Señorita Paredes iba aclarar él cuando fue interrumpido por esta misma que se acercó mucho al chofer que casi le respiraba en la nuca.

¡Ahórrate darte vueltas por las ramas! Y dime ¿Quién fue?exigió Marcela con una vena asomando en su cuello.

Don Carlos respondió Román

Porque no me extraña admitió Paredessiempre está actuando detrás de escena. ¿Desde cuándo espías a tus compañeros o es solo a mí?

Como ya tiene una idea de cómo va esto, la pondré en antecedentes en que no soy un simple chofer repuso RománEstoy aquí por órdenes de Santiago y hacer un sumario interno no sólo es usted señorita Paredes, sino también Miranda y Rangel.

¿Cuáles son las causas de este sumario? preguntó Marcela que estaba atando cabos y sopesando que si les hacían una auditoria, la cosa era muy seria.

Digamos que eso es secreto, pero simplifiquémoslo de la siguiente manera. Conductas inadecuadas laboralmente hablando y que pueden poner en riesgos a los demás miembros del personal aclaró Román.

¿Estás de broma verdad? cuestionó Marcela que no le pareció justo lo que esto implicaba.llevó más años en esta empresa de lo que te puedes imaginar y jamás he puesto en riesgo la vida de ninguno de mis compañeros y mucho menos que afecte a la empresa en su rendimiento o producción.

Hay antecedentes en que atento usted contra la vida de una persona inocente al invadir propiedad ajena y en horarios fuera del trabajopuso en conocimientos el hombre.

¡Ya! Y dime ¿qué sucedió contra el intento de homicidio al intentar volcar el auto de Bianca Rangel o el disparo qué se me dio y qué me está dejando secuelas en mi audición y el irrumpir en las dependencias de una casa enapina y destruir dicha propiedad  junto con un  tiro que se le dio al encargado de asuntos ganaderos enumeró Marcela .¿sabías eso señor Román? O me dirás que te enviaron a limpiar el buen nombre de Ariza Pedrales, quién gestó esta cacería de brujas.

Es por lo que estoy aquí contestó el hombre.soy funcionario auditor de la empresa a cargo de resolver ciertas anomalías y cómo veo que es muy astuta para sus deducciones, la puse en conocimiento de lo que se hará en Gregorio.

Ahora entiendo porque venías refunfuñando todo el trayecto observó la inspectora. Solo un afuerino no tiene idea de cómo manejarse con el viento y demora lo que tú haces al conducir viendo un GPS.

Es muy observadora señorita Paredes Señaló Román.Pensé que no llamaba la atención al usar la aplicación de caminos.

No por nada soy jefa de inspectores. La observación es lo mío señor investigador indicó Marcela que se reclinó nuevamente en su asiento y con menos deseos de hablar con el hombre.

¿Le desagrado aún más por ser auditor? preguntó el hombre ya entrando en camino hacia Gregorio.

No se trata de que me agrade o no y lo que deba hacer la empresa para aclarar las irregularidades que puedan ocurrir para evitar desgracias explicó Paredes.lo que me fastidia es que le crean a todo el mundo menos a su personal, que se hagan oídos sordos a nuestros reclamos y se mezclen como uno más de nosotros para señalar nuestros errores con P mayúscula. Usted, Román, no es infalible.

Explíquese señaló éste.

Puede usar el uniforme y verse como nosotros pero jamás será uno de los nuestros mencionó Marcela con desprecio en su voz.Usted sentado desde su escritorio nunca podrá saber lo que es un enapino, lo que debemos lidiar cada día, con los abusivos estancieros, el clima, el cansancio y el terreno y la falta de empatía desde la mesa central cuando aquí se parte el lomo contra el viento y la nieve para extraer el gas y el petróleo que ustedes disfrutan sin más. Aquí señor investigador, aprendemos lo que es ser familia, nos protegemos y cuidamos. Nos levantamos en cada caída y siempre hay un trato cordial entre todos, cosa que usted desconoce por completo porque solo un extraño nos trata como lo hizo conmigo.

¡Ya veo! dijo RománTendré presente su observación, pero déjeme aclararle algo antes de que lleguemos.

Usted dirá habló Marcela.

No soy su enemigo como tampoco de sus compañeros solo vengo averiguar que está sucediendo en este lugar Aclaró Román.No tengo intenciones de perjudicar a ningún trabajador si no constatar la realidad tal cual es y tampoco me creo todo lo que se dice en Santiago, yo soy de constatar en terreno de lo que muchos políticos y administrativos  desconocen del funcionamiento de sus empresas estatales. Nunca pretendo ser parcial en mis juicios y si fui directo en hacer preguntas es porque necesito oír su versión de los hechos como de los demás involucrados y verificar lo que se me fue pedido.

Haga su trabajo señaló la inspectora que ya veía las luces del campamento.Solo espero que no se deje influir por los encantos y poder de Ariza Pedrales como el resto lo ha hecho.

Descuide lo tendré presente.respondió éste.

¡Al fin llegamos! agregó Marcela más que feliz de zafarse de ese hombre y se bajó más que rauda del vehículo con rumbo a la casa de mujeres.Nos vemos mañana para su investigación.

Trate de descansar sugirió Román que también bajo del coche y cerró éste.Los malos ratos se pasan cuando nos olvidamos de ellos.

No me diga desafió Marcela que se giró a verle y un tono de burla, añadió.Entonces cuando desaparezca Ariza Pedrales de nuestras vidas podremos volver a la normalidad y trabajar con gusto, si no pregúntele a cualquiera de los enapino y le dirá cuál es su problema. Con su permiso me retiro.

Adelante dijo éste por cortesía porque se percató que a la rubia inspectora le apestaba la existencia de la estanciera hasta decir bastaSe nota que no es sólo un tema laboral. Aquí es muy personal. Ya veremos de qué trata todo esto.

El auditor de Enap no estaba nada equivocado en su primera apreciación y es que algunas cosas son muy difícil de separar.

En todo el lugar la que fuese una llovizna con la que tuvieron que viajar ahora se volvía un aguacero de padre y señor mío.

Eran recién las ocho de la tarde en el reloj de la pared del estudio.

No podremos salir con este aguacero indicó la morena que veía tras la ventana.Será mejor que lo posterguemos para mañana. Es exponernos a una desgracia.

Entiendo que no desees que permanezca allá pero llevó tres días aquí y todo lo mío está allá demandó la joven Rangel.Si no fuera porque mi jeep está hecho un desastre ya lo hubiera ido a buscar.

Eso ha sido descuido tuyo, Romí Amonestó Ariza que se volvió hacia su pareja y la abrazó como si nada con la certeza de que no sería rechazada.Dale unos días al mecánico para que le puedan llegar los repuestos que solicitó y podrás tener tu vehículo funcionando otra vez. No vuelvas arriesgarte de ese modo otra vez ¡Lo prometes?

Tendré más cuidado Ariza aceptó Bianca que le agradó ese abrazo pues encontró consuelo en sus brazos sin peleas entre ellas.

No puedo soportar que algo malo te pase susurró Ariza con un dejo de dolor en su voz.Eres todo para mí.

Ariza murmuró bajito Bianca que se estremeció al escucharla.

Jamás dejaría de impactarla las diferentes facetas que mostraba con ella y aunque algunas las detestaba y no compartía su proceder. Sin embargo, era su forma de ser, le gustase o no los demás.

Ariza Pedrales es y será una mujer intratable y ella, Bianca Rangel, una contradicción hecha mujer.

Los caminos de la vida son insoldables hasta para los más expertos y un enigma para aquellos que se aferran con poder controlarlos.

 

Una actualización acompañada de la cortesía de “tatoo” Loreen.


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