mujer y ave

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viernes, 7 de febrero de 2025

En paralelo

 

Capítulo 25 En paralelo

Mientras nuestra historia se reescribía para estas mujeres especiales con una doble dualidad, pero que sin duda las hace igual de humanas y con las mismas necesidades que todo el resto.

 En otro sector del céntrico Viña del mar, otra historia es la que ahí se vivía o iniciaría a partir de una conversación que estaba por desarrollarse y a la espera de ésta, el ambiente en una suite en particular suscitaba lo siguiente:

—Le aconsejo que se mantenga quieta señorita — solicitó un hombre a cargo del cuidado de dos jóvenes.

En el acto, unos ojos almendrados fulminaron con la mirada aquel sujeto que las tenía vigiladas y no las dejaba fuera de su alcance.

—¿Por qué lo ordena usted? — confrontó la muchacha con claros signos de estar a un paso de sacar su lado más oscuro.

Con un suspiro de cansancio el hombre le quedo viendo a la joven y siendo honesto consigo mismo, le preocupaba lidiar con aquella joven porque estaba asumido que era incontrolable y la prueba de ello quedo manifestada en el momento en que un miembro de la familia de su señora no podía tampoco controlar a dicha jovencita.

Él al igual que sus colegas que estaban al servicio de cada miembro de esta familia sabían que sus patronas tenían un gusto en particular por mujeres y conocedores de lo que ello implicaba al momento de firmar sus contratos, cumplían su cometido sin poner en tela de juicio nada en lo que atañe a sus empleadoras.

Esta demás decir, que solo una de ellas no tiene un chofer en particular por cuestiones de ser independiente y libre, aunque desde niña si estuvo sujeta a ello por órdenes de su padre y hablamos en el caso particular de Mirelles.

—No, es orden de mi señora — contestó el hombre. — Le sugiero que se simplifique la vida y siga el ejemplo de su amiga.

—¿Y quién es su señora para que tenga que darle en el gusto? — inquirió la joven.

—¡Laura! — llamó la otra joven tomándola del brazo. — Deja al pobre hombre en paz.

—No soy como tú, Tania — replicó Laura con molestia. — No dejo que medio mundo me diga lo que tengo que hacer y feliz de la vida. Este hombre es un completo desconocido y suficiente tengo con aguantar a la idiota de Martina como para calarme a toda esta gente.

—¡Oye que soy tu mejor amiga! — reprochó ofendida Briceño, aunque en el sentido figurado. — ¡Consideración!

—No seas idiota — despotricó Tello con fastidio. — Sabes que no lo dije de mala manera, solo me refiero a que no soy tan confiada como tú con desconocidos.

—Corrección, no lo soy amiga mía — rectificó Tania. — sólo que a Alex me pidió que confiará en ella y lo hago. Por eso estoy aquí.

—Ok, asumo que lo que te diga Mirelles es ley para ti — contravino Laura con el ceño fruncido. — es tu dominante y harás todo cuanto ella te ordene.

—Tampoco tan así — rebatió Briceño con diversión por lo peleona que es su amiga. — cuando ella me lo pide del modo amable, le doy en el gusto. Esa es la diferencia.

—¡Aha! Y yo soy santa Claus — siseó Laura con tozudez.

—Jajaja — terminó por reírse Tania porque sabía de sobra que Tello era intratable cuando se ponía de malas o estaba muy insegura de un tema en particular por eso su desconfianza. — eres una viejita navideña muy guapa ¿no lo crees?

—¡Vete al carajo! — bramó más tozuda que nunca Laura. —¡Y vieja tu abuela!

—Jajaja — se volvió a burlar Tania que no podía luchar con lo densa que podía ponerse su amiga, había una razón más profunda y no la culpaba, pero le fascinaba verla pelear tanto casi como un gatito salvaje. — no seas tan durazna (porfiada) mira que no tengo a mano tu mantita para ayudarte.

Eso fue la gota que rebalsó el vaso…

—¡Tania Briceño! — despotricó roja hasta las orejas Laura y con unos ojos saltones por lo dicho. — ¿quién te apretó el cogote?

—Jijiji…Nadie — defendió ésta y de una abrazó a su loca amiga. — Pero estás siendo densa amiga mía y estás desquitándote de este pobre hombre. ¿reconócelo?

—Puede ser — asumió a medias Laura más calmada con ese abrazo. —No me gusta que me hagan encerronas como las que me hizo Martina.

—Lo sé, princesa — repuso Tania reflexionando en lo sucedido. — Debes hacérselo saber a ella y aunque no soporte mucho a esa colorina chupa sangre, se nota que se preocupa por ti.

—¿Preocuparse por mí? Na — contradijo Laura. — Ella lo único que pretende es someterme todo el tiempo y le voy a dar unos cuantos dolores de cabeza hasta que acepte que es mi derecho a elegir.

—No olvides que es una dominante — dijo dudosa Tania. — difícilmente le hagas cambiar de parecer, pero puedes negociar y es más asertivo a mi parecer.

—¡Negociar mi nalga! — espetó Tello con el ceño fruncido. — yo no voy a hacer su santa voluntad, no soy su propiedad ni lo seré.

—Estás involucrada con ella, te guste o no — objetó Briceño sopesando las cosas. — Yo sé que nunca fue tu intención involucrarte con ella a diferencia mía, pero estás con Martina y de cierta forma has aceptado su dominio sobre ti, de lo contrario hubieses terminado con ello hace mucho rato. Hay algo que te gusta de tu dominante y por eso, no has podido cortar ese lazo que te une con Farkless.

¡Zuácate! Ahí está el golpe de gracia directo al corazón de Tello que resintió de una aquella confesión. Quedo viendo a su amiga directamente a los ojos. No pudo evitar reflejar en sus ojos todo su sentir.

—No soy como tú — refirió Laura con dolor. — nunca quise involucrarme con una mujer y menos con el tipo de Martina. Estoy consciente que tengo mis trancas y eso, pero ahora…

—¡¿Ahora qué?! — instó Tania quitando las lágrimas de los ojos de su amiga con cariño y dolor a la vez. — Habla Laura. Dime lo que sientes, no lo guardes para ti.

—Esa bendita mujer es tan asfixiante e insistente que… — confesó asumida Laura. — que terminó por meterse en mi sistema. Ella me venció Tania ¿sabes lo que eso significa para mí?

—Lo sé mejor que nadie — concordó Briceño tomando entre sus brazos a su querida amiga. — Sé lo que significa y aunque en un principio esa mujer no me gustó por razones obvias, se nota que tú también dejaste grabado algo en su corazón por la forma en que se comporta contigo de lo contrario no hubiese insistido tanto.

—No lo sé Tani — repuso Laura insegura de muchas cosas con respecto a su dominante. — creo que puede ser solo un capricho de su parte porque debo ser la única persona que no deja se salga con la suya completamente y eso la debe tener obsesionada. Martina no perdería su tiempo con una mujer como yo teniendo todo el arrastre que tiene. La he visto con mis propios ojos, es una coqueta descarada y sinvergüenza. Es duro para mí asumir que me estoy enamorando de una mujer que nunca se tomará en serio una relación y menos querrá tener un lazo más profundo como es la familia. Somos opuestas…Tania.

Esto dejo completamente dolida a Briceño que entendía los cuestionamientos de parte de su mejor amiga y en parte también era un tema que le tocaba más de una arteria a ella misma porque compartían el mismo sentir y deseo.

—Laura — balbuceo apenas Tania.

—No digas nada — solicitó ésta más mortificada que nada. — no hay nada más que se pueda hacer y por eso voy a luchar por recuperar mi libertad. Quiero apartarme ahora antes que sea demasiado tarde para mí. Ella puede tener a quién se le dé la gana y pronto se le pasará su empacho conmigo te lo aseguro una vez que me haya marchado de su vida.

—¿Segura? — preguntó Tania insegura de eso último.

—Sí — aseguró Laura con algo en mente. — es lo mejor para ambas porque no deseo seguir los pasos de mi madre.

—¿Qué tiene que ver tía Patricia en esto? — inquirió sorprendida de la presunción.

—Martina me confeso que mamá fue en su juventud una sumisa — reveló Laura sin emoción. — No es que deseé reprocharle sus acciones pasadas porque yo soy solo su hija y además también terminé metida en esto y sería hipócrita de mi parte y más, porque no tengo ningún derecho a criticarle sus acciones cuando yo ando por las mismas. No te niego que me dejo sensible un momento y ahora solo quiero hablar con ella y me cuente qué la llevo a estar en este mundo cuando se nota que mamá siempre quiso una familia y cree en el amor más que nadie. Además, tengo curiosidad ¿quién fue su dominante? Si fue un hombre, aunque tengo mis dudas por lo vivido con Javier, nunca la he visto involucrarse con hombre alguno después de su divorcio y eso me lleva plantearme que debe ser una mujer ¿quién? Y ¿lo que significó en la vida de mi madre?

Decir que la mandíbula de Briceño estaba caída era quedarse corta porque sus ojos, semblante hablaban de estar en shock total. Fue un tremendo notición que jamás hubiese siquiera imaginado y de pronto eso la dejo pensando en un hecho.

—Eso quiere decir que mamá también debe saber sobre el pasado de tía Pati — musito Tania y de pronto le tomó sentido la confesión hecha por su hermano por lo de visto en la oficina de su jefa. — ¡mierda! ¿no puede ser?

—¿Qué sucede Tania? — preguntó preocupada Laura por el semblante de su amiga.

—Laura — balbuceó compungida Tania llevando su mano a la boca ante sus deducciones.

—¿Qué tienes? — insistió Laura ahora sí que entrando en pánico. — ¡Habla!

—Creo…creo…que — intentaba decir con dificultad Briceño pálida como cadáver.

—Tania ¿qué pasa? — exigió Tello sujetándola de los brazos. —Dime ¿qué tienes?

—Mamá — atinó en decir a Briceño.

—¿Qué pasa con tía Lucía? — cuestionó Laura.

—¡Oh por Dios! — exclamó Tania aún desconcertada con su descubrimiento.

—Tania habla por favor — insistió Tello que no sabía que pensar ante el comportamiento de su mejor amiga.

—Un minuto — solicitó ésta.

Y se le fue concedido por la otra parte, respiró unas cuantas veces soltando todo en ello hasta recomponerse.

—¿Estás mejor? — preguntó Laura.

—Sí, ahora sí — respondió Briceño.

—¿Y? — apremió Tello.

—Laura estos días que no supe de ti, Álvaro estuvo hablando sobre cosas de su trabajo, de su ascenso y capacitación — inició Tania exposición de sus conjeturas y confesión a la vez. — y entre una de las cosas que me confesó fue encontrar en la oficina de su jefa algunas fotografías de mamá cuando era muy jovencita.

—¿Y eso que tiene de malo? — cuestionó Laura que no entendía el alcance del comportamiento de su amiga. — pueden conocerse con la jefa de tu hermano.

—Dime una cosa ¿tendrías fotografías en tu oficina de una mujer que no es tu familia? sin mencionar que tu estado civil es, soltera — replanteó Tania pasando sus manos sobre la frente de los nervios. —  y que, además, son los únicos retratos existentes que conciernen a esa mujer y para colmo sales abrazada a otra como si fuesen una pareja de enamoradas ¿cómo llamas a eso?

—¡Mierda! — fue todo lo que exclamó Tello anonadada.

—Lo que te dice que si tía Pati fue sumisa en su juventud no quita que mamá también lo haya sido. Ellas han sido inseparables desde hace siglos — enfatizó Tania a la vez que seguía reflexionando y otro cosa le vino a la mente de pronto. —¡que idiota que soy! Ahora tiene sentido todo.

—Tania — llamó Laura intentando distraer a su amiga porque si para ella fue duro en su minuto asumir lo de su mamá cuanto más lo sería para su amiga.

No obstante, fue en vano el intento porque fue ignorada de plano simplemente y es que Briceño hervía en pensamientos.

—Por eso conocía sobre las tendencias de Alex — continuó con sus reflexiones Tania en voz alta sin importar las miradas de Tello como de Samuel (chofer de Calladrie) ¿ironías? No. ¿coincidencias? Tampoco ¿intenciones? Si, definitivamente.

—Tania — volvió a insistir Laura.

—Ellas dos se conocen desde hace mucho y por eso no se soportan — seguía divagando Briceño caminando en el proceso absorta en sus planteamientos solamente. — Y ¡Esa bruja chupa sangre! ¿Cómo no? También está metida en el baile y si no recuerdo mal el haber escuchado decir Alexandra que ellas son un grupo de seis amiguis… ¡Um!... lo que significa una sola cosa…Tenías razón Laura que la parte dominante de tía Patricia debe ser una mujer y es una del grupo de Mirelles (dicho con rabia) y la mujer que está con mamá también es dominante y forma parte de ese grupito… ¡Mierda que la pario! ¿cómo rayos no me di cuenta? Fui una estúpida ¿Qué confiara en ella me pidió? Soy una soquete. Ella sabía de mamá y tuvo el descaro de callárselo sin asco. Voy a cantarles todas sus verdades por manipuladora y mentirosa ¡Ya verás Alexandra Mirelles! Sabrás con qué clase de ¡Niñata! Te fuiste a meter.

¡Rayos y centellas! Como suelen decir las caricaturas animadas, se armó la grande en ese departamento y un infierno acaba de desatarse para dos dominantes o mejor dicho para cuatro de ellas.

—¡Ups! — exclamó Laura que no daba crédito a lo que veía y escuchó. — esto es muy malo (Viendo al hombre que estaba frente a ella y con una mirada altiva, siseó) hacer enojar a Tania nunca ha sido aconsejable, su señora está en problemas amigo mío. Quiero verte intentar detenerla ahora.

¡Suficiente advertencia! Eso le quedo claro al empleado de Calladrie que sopesó de inmediato que esto pintaba mal. Sacó de inmediato de su chaqueta su celular y marcó a un número en particular.

—Te aseguro que no podrás — se mofó Laura que ya estaba encima del hombre.

Unos ojos color marrón quedaron viendo en shock al toparse de lleno con los almendrados de Tello.

—¿Lo tienes? — preguntó Laura sin dejar de ver a los ojos del hombre.

—Sí — fue la respuesta detrás del hombre.

De pronto todo se volvió borroso hasta oscurecerse por completo y la marcación fue detenida. Estaba claro que el escenario había cambiado por completo y estaba por venir lo mejor todavía.

—¿Y? — fue la pregunta.

—Pia Calladrie Defount — contestaron—Von Schroeder 1526.

—Es de la zona — repuso la otra. — Eso la hace del grupo de Mirelles.

—Es guapa la mujer — señaló viendo una fotografía de una rubia. —Realmente lo es y le da un parecido en facciones con Vane.

—Es hora de saldar cuentas — instó su contra parte sacándola de su observación. — ¿no te parece?

—Por supuesto — afirmaron.

—Andando entonces — fue la demanda. —A Reñaca (viendo el GPS de su celular)

La respuesta no se hizo esperar dejando silencio completo en el lugar. Al cabo de unos minutos se abordaba un vehículo particular que se perdería por las calles aledañas al centro mismo de la ciudad jardín.

Mientras en otro lugar y alejado del sitio en cuestión, tres vehículos se abrían paso a través del congestionado transido de la ciudad costera.

Le llevaría casi unos cuarenta minutos exactos salir del taco y dirigirse con rumbo a Reñaca, más precisamente a la residencia de Bezanni en busca de la versión de parte de dos sumisas. Lo que no contaban en que el escenario había cambiado y ellas ni siquiera sospechaban.

Tiempo más tarde y en el interior de la propiedad estaba por gestarse un hito y una conversación trascendental.

—Inés — llamaron.

—Dígame señorita Bezanni —respondió la mujer.

—Por favor, tráelas acá — ordenó Calixta.

—Como usted diga — repuso la empleada y se fue en busca de las personas implicadas.

Unos suaves golpes en la puerta de un despacho se dejaron sentir y al momento salieron abrirle.

—La señorita Bezanni solicita que se reúna con ella — dijo la empleada.

—Gracias — repuso la persona de Lucia.

Dicho esto, la empleada se dirigió a otro lugar del inmueble a cumplir con su cometido.

Por su parte, Lucía se armó de valor y salió del lugar con dirección a la sala de estar.

Nuevamente otros golpes en la puerta de un dormitorio esta vez y a los segundos salían al encuentro.

—Mi señora solicita que se presente ante ella — informó la empleada a sabiendas de quién era la mujer y la disposición que fue solicitada por Bezanni.

—Iré enseguida — fue el turno de Patricia en contestar.

—Le sugiero que no la haga esperar — indicó Inés amablemente. — La señorita Bezanni no es dada en reiterar una orden dos veces.

—Lo entiendo, solo deme un minuto y estaré con su señora — adujo Patricia.

—Bien — fue todo lo que dijo en respuesta la empleada y se marchó del lugar sin más.

—Ni modo — murmuró Patricia tomando su celular y dejando un mensaje a determinada persona.

La hora había llegado para aquellas dos mujeres que habían dejado atrás esta vida hace un tiempo y que por causa de la decisión de sus propias hijas se veían envueltas nuevamente en asumir un papel que traería repercusiones a muy corto plazo personalmente hablando dado que habían dejado un pendiente y que difícilmente pudo ser olvidado por sus dos dominantes y que hoy sería traído a colación dando respuestas al pasado como también traería más sorpresas a sus vidas. Sin mencionar el hecho o desliz que no previnieron ninguna de las partes involucradas y que tiene relación a dos personitas que en paralelo a ellas harían sus propios descubrimientos y tenían mucho que decir en toda esta historia peculiar.

 

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