mujer y ave

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domingo, 28 de septiembre de 2014

La revancha del ave cautiva


Atada por un testamento, capítulo 15.

─ ¿Qué demonios está pasando aquí? ─ rugió encolerizada una voz muy conocida.

Úrsula, volteó a ver y de lleno se encontró con el rostro desencajado de Akiane y su mirada irradiaba la absoluta molestia, casi un mirar asesino.

Aviso...


Estimadas lectoras y compañeras de viaje, tal como lo anunciara este fin de semana me toca subir una nueva actualización y es por ello que dentro de poco subiré uno mas y  dentro de mi alcance iré haciéndolo una vez por semana y sean estos los fines de semana que cuento con un poquito más de tiempo extra.

Si por alguna razón no pudiese publicar, yo les estaré avisando antes y por cualquier eventualidad y es que dentro de muy poco debo prepararme  para un examen y obtener una nueva licencia que estoy requiriendo y ello demanda tiempo extra para mí.

En todos lo casos yo les avisaré si no pudiese publicar y desde ya les agradezco su comprensión.

Desde mi amada tierra morena y austral, les deseo una excelente semana y como dicen un clan muy antiguo...Que nada detenga tu caminar y transites por el basto firmamento en busca de tus sueños porque tú eres una estrella que vino a brillar y ser luz.

Un abrazo a la distancia.

Anrhia

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Reunión familiar.


Un nuevo amanecer, capítulo 9.


Faltando 15 minutos exacto para que el reloj de péndulo ubicado en la sala principal, marcase las ocho de la noche.

En ese preciso momento, un coche se abría paso por el largo sendero de jardines coloniales que formaban parte de la propiedad de la familia Almagro Subercaseaux y que estaban completamente iluminados por faroles de fierro forjado.  Por donde se mirase, podía apreciarse incontables estatuas de mármol que adornaban los hermosos jardines que estaban inspirados en lo que se hallaban en Versalles.

Catarsia, el conjuro del espíritu.


La Maldición de la Luna, capítulo 26.

Equinoccio lunar y el conjuro.

Glasgow…

El Tuermo…

Un silencio casi sepulcral se oía a su alrededor y despacio comenzó a abrir sus ojos. Sin embargo, fue infructuoso ya que sus pupilas se toparon de lleno  con la oscuridad.
Y es que solo penumbras envolvían a Alexander Loren; que no se resignó a ello y restregó nuevamente sus ojos como para ahuyentar la oscuridad. No obstante, nada cambio y todo seguía estando tan oscuro como hace un momento atrás.

Doble impacto.


Atada por un testamento, capítulo 14.



El tiempo trascurre velozmente en la hacienda los Alerces y ya van dos semanas desde el lamentable impasse amoroso entre nuestras protagonistas. Las arenas del reloj, no detienen su constante caída por lo que cada vez más se van acercando a la fecha límite en que la responsable de atar a dos mujeres a su voluntad; dejará sentir su último y más egoísta deseo en vida antes de su deceso.

El legado de Rowine.



En Aras del pasado, capítulo 43.


El sol comenzaba asomar tímidamente en el horizonte austral de Chile, la Patagonia, dónde el frío y el viento son los actores principales de la vida cotidiana de cada ser vivo en esa parte del mundo.

Aquellos rayos, ya penetraban en la ventana de la habitación de Raniel, invadiendo lentamente el lugar, dejando ver en el centro de la habitación, una cama, desnuda sin su morador de la noche anterior.

La hora de la verdad


Estimadas lectoras y amigas;  la hora de la verdad ha llegado y lo prometido es deuda y ahora comenzaré a subir las actualizaciones de Atada, Aras, la Maldición y un nuevo amanecer.
Espero de todo corazón lo disfruten ya que están hechas por el simple deseo de hacerles gratos este momento de relajación. Ese es mi motivación como escritora, pasearte por un viaje en dónde podrás ser tu mismo a través de un personaje cualquiera y vivir sus vivencias como sus emociones.
Les invito a sumergirse en estas historias que podrían quizás ser parte de tu vida o de tus sueños.

Desde mi tierra les saludo y les envío un abraza a la distancia de su compañera de líneas...

Anrhia

domingo, 7 de septiembre de 2014

aviso sobre un nuevo amanecer


A todas aquellas que siguen un nuevo amanecer, lamentablemente les debo aclarar que mientras hoy terminaba el capítulo perdí por completo todo lo que tenía ya avanzado por lo que deberé postergar esta actualización y comenzar de nuevo y me tomará algunos días.
Por favor ruego me disculpen, de verdad no ha sido mi intención seguir dilatando esto, pero en mi defensa ya es la tercera vez que pierdo un capítulo que estaba por concluir. Estoy a punto de colapsar y en honor a la verdad necesito disfrutar lo que hago pues ese siempre fue mi objetivo. Entregar un escrito que me divierta y sea grato a ustedes.

Con mi más profundo sentir, les ruego que esperen un  poco más esta historia, desde ya muchas gracias...

Anrhia

Aviso.


Estimadas lectoras, ya he concluido de subir todos y cada una de las historias que estaban pendientes en este blog, por lo tanto, ya será tiempo de actualizar mis historias.
Gracias por su compañía, tiempo y opiniones vertidas en esta página que no busca otra cosa más que hacerles pasar un rato agradable y dsitraerles de su ajetreada rutina.
En la vida solo tres cosas deben importar: Su cuerpo,mente y tiempo...Son personas valiosas ante la creación y les deseo que utilicen bien aquellos dones que tienen y disfruten de la vida como nunca, puesto que después de la que tenemos no vendrá otra con la misma esencia que son ustedes.
En la montaña crecen pocas flores pero las que allí crecen son únicas porque se destacan por sobre las demás por su entereza y voluntad en prevalecer ante la adversidad. Sean las más bellas y únicas flores de montaña, amigas y compañeras de viaje.
Desde mi amada ciudad a la que he retornado, les envío un abrazo y les deseo éxito en todo...Desde mi lugar entre líneas, les saluda....

Anrhia (A.L.E)

Vida y muerte, el eclipse de la luna llena.


La Maldición de la Luna, capítulo 25.

En la habitación, un sonoro estruendo se alcanzó a escuchar y luego de ello, se oyó…

─ Detente Kiara─ ordenó Elizabeth, cuyas manos impedían que el báculo se enterrase en el cuerpo de Alexander.
─ ¿Qué me detenga? ─ masculló ésta. ─ no voy a escucharte, hija de Durían.

El desafío de Krastian.


La Maldición de la luna, capítulo 24.

Londres…

En el edificio de Hyde de Park, el guardia, tomó nota del nombre del padre de Cristina Loren y tras un chequeo juntos al departamento de la joven, pudieron comprobar que ésta no se encontraba en el edificio, por lo que dicho señor, abandonó el edificio un tanto mal humorado, ya que ha tenido una serie de retrasos e inconvenientes para encontrarse con la menor de sus hijas.
El guardia quedo un tanto sorprendido con la reacción del hombre, puesto que se noto enseguida su molestia en su voz como lo rígido de sus facciones al descubrir que la joven no estaba en su departamento. Sin embargo, le resto importancia al asunto, ya que estaba acostumbrado a lidiar con personas un poco «alteradas» ya que el estrés de la ciudad suele tener ese efecto en muchas personas de ponerlos de mal humor en un parpadear de ojos.

El verdadero enemigo...Una eterna (Ikarus)



La Maldición de la Luna, capítulo 23

Luego de que las chicas compartieran un grato almuerzo en familia. Retornaron a su rutina de trabajo, tras ser avisadas por Jules que los requerimientos de la Marquesa habían sido cumplidos a cabalidad.
Fue la propia Elizabeth, quien se ocupó personalmente de acompañar a su hermana y presentarla con las respectivas personas que trabajarían codo a codo con ella y estás  eran: el director de finanzas y Stephanie, su secretaria.

jueves, 4 de septiembre de 2014

Mantrus, el espectro del lobo de la luna.



La Maldición de la Luna, capítulo 22

El sol asoma tímidamente sobre Londres, disipando de a poco, el manto de bruma que suele acompañar las estivales mañanas en la ciudad. El movimiento, ya se percibe casi por todas sus calles, miles de personas, yendo a sus trabajos, a sus constantes y a veces, demoledoras rutinas.

martes, 2 de septiembre de 2014

La fuerza del amor.


La Maldición de la Luna, capítulo 21

En los Jardines de palacio, tres mujeres se encuentran reunidas desde hace un buen tiempo. El silencio, es la antesala que precede a la tempestad que está por desatarse en medio de este páramo de serenidad.
-¡Madre! –Murmuró Balderius-  -aterrada por lo que leía en los ojos carmesí de su madre-. -¿desde cuándo estás en este lugar?
-lo suficiente –dijo ella- déjanos solas Balderius.
-como tú digas –expresó la joven.                    

El secreto del anillo de la Luna.


La Maldición de la Luna, capítulo 20

Como suele suceder tras un excitante y singular festejo hay que volver a  la realidad y a una jornada marcada por nuevos cambios. Así concluyó el breve tiempo de  festividades esponsales para las gemelas de la luna.
Cada una de ellas asumió su verdad junto a su respectiva pareja, se prometieron a sí mismas dar lo mejor de sí para que su relación fuera creciendo y fortaleciéndose como es debido. Dónde el amor y el respeto ocupasen un sitio privilegiado en sus vidas junto a aquellas mujeres que formaban parte de ésta. Sin embargo para las gemelas eran desconocidos ciertos hechos que podrían ser el principio del caos y que se cumpliera con ello, las palabras de su madre, Ankerius.

lunes, 1 de septiembre de 2014

Una mala decisión.


Atada por un testamento, capítulo 13.

Un suspiro, salió lento y agobiante de la garganta de una joven, que no conseguía entender muchas cosas por más que se esforzará, todo resultaba infructuoso y a esas alturas ya estaba enloqueciendo, nada era suficientemente bueno para conquistar el corazón de la mujer que amaba.

Nota...


Estimadas lectoras y compañeras de viaje, acabo de finalizar de subir todos los capítulos de En Aras del pasado y ahora me dispondré en subir los restantes de la maldición y atada y con ello, recién actualizaré.
Gracias por su comprensión y espera.

En estos momentos me encuentro fuera de mi ciudad en viejas tierras sureñas y hasta mi regreso subiré las actualizaciones,
Un abrazo a la distancia,

Anrhia

Huellas del pasado.


En Aras del pasado, capítulo 42.

El avión toco la loza del aeropuerto Carlos Ibáñez del Campo, en la ciudad de Punta Arenas y después que dieran el visto bueno para desabrochar cinturones, muchos pasajeros comenzaron a buscar en los porta maletas del avión sus pertenencias.

Entre ellos, cinco mujeres, esperaban que se desocupara un poco para realizar ellas también lo mismo.

El despertar de un corazón II parte.


En Aras del pasado, capítulo 41.

En la cubierta del barco y con el viento soplando sobre su rostro. Una muchacha trigueña veía como la costa de su amada tierra se perdía ante sus ojos y las lágrimas brotaban a raudales en sus ojos esmeraldas.

«Adiós amor mío, que seas muy feliz junto a tu esposo» susurró con un nudo en su garganta.

El despertar del pasado I parte.


En Aras del pasado, capítulo 40

A pesar de estar cerca de la época estival en el hemisferio norte, se siente aún, algo de frío en las mañanas. Es muy temprano en las inmediaciones del castillo de la familia Calguieri y a pesar de ello, ya hay una joven levantada desde hace mucho y está pronta a salir a dar un paseo en su caballo.

Las sombras que se aproximan y un pasado que retorna.


En Aras del pasado, capítulo 39.

La luz de un nuevo día, asoma por el cristal de la ventana del dormitorio de aquel departamento. Mientras que sus moradoras aún descansan abrazadas a sus cuerpos.

Los ojos grises de Sara, comienzan a abrirse paulatinamente, y al mover un poco su cuerpo, choca con el torso de su novia. Que por cierto, lleva mucho tiempo observándola.

El inicio de las intrigas


En Aras del pasado, capítulo 38

New York…

Una joven entraba a su departamento y al momento de abrir la puerta, se encontró con un espectáculo que la dejó totalmente enmudecida. Todo estaba hecho un desastre, las cosas habían sido volteadas, otras tantas estaban rotas y en medio de todo ese caos, se encontraba tirado el cuerpo de un hombre en un estado deplorable de embriaguez y otras cosas no aptas para un estomago delicado.

Una verdad del pasado

  Capítulo 24, atada por un testamento. —Amor — murmuró quedamente sopesando cada letra de esa palabra. Mientras que a la distancia era ...