Una noche más, un día más,
un momento tal en que sientes que todo tu ser le pertenece a la profundidad del
manto de oscuridad.
Llevas en tu sangre un
legado oscuro y siniestro como no puedes imaginar, estás marcada por toda una
eternidad desde el mismo instante en que se te heredó una anatema que inició
con el origen mismo de una estirpe que debe llevar a cuesta su propio destino
con el que fue sellado.
Ahora debes asumir que eres
más que una simple humana sino el portador o recipiente de aquel que esta unido
con este ente y que posee toda autoridad sobre tu esencia.
Lo que no podías imaginar
siquiera que dicha sentencia que recayó por tus crímenes venía atada con una
profecía que hablaba de una eterna y encarnizada disputa entre la bestia y su
poseedor que se desataría cuando éste último asumiera su lugar y posición.
Despertando el encono
absoluto de la bestia como su portador y entrando en una lucha a morir contra
de aquel que subyuga su vida.
Es el relato de una vida de
luchas entre el sucesor de Isklaier y su vasallo.
La anatema de M....
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