mujer y ave

mujer y ave

domingo, 8 de junio de 2025

Espejo II parte

 




Capítulo 29 Espejo II parte

Tras el retiro de aquellas tres mujeres, el silencio fue cayendo tan suave y delicadamente como la garua que cae sobre el paraje y no se sienta pesada, pero si refrescante. Lo peor de esta reunión ya había pasado y zanjado muchas cosas a su haber. Retomado antiguas relaciones, lazos y, sobre todo, la verdad había sido la gran triunfadora en este día.

—¡Al fin! — exclamó una extremadamente cansada Ariana que se desparramó sobre el sofá. — Todo acabó, porque no podría con otra ronda más y créanme que cuando digo que son estas cosas por las que me hice dominante ¡No hay como librarse por lo visto!

—Te creo — secundó Cata apoyando su rostro sobre su mano derecha. — No podemos evadir aquello por lo cual fuimos creados y todo esto que vivimos hoy me hace reflexionar en que estamos aportas del plazo final.

—¡Cierto! —convino Martina al traer a colación un tema pendiente para ellas desde un acuerdo pactado hace mucho.

—Aunque me desagrade el tema, no tenemos escapatoria chicas — coincidió Alexandra rascando su cabeza con un dejo de ansiedad.

—Solo Calixta y Pía ya tienen resuelto aquello— puntualizó Ariana que siguió con la mirada a su amiga como estaba embelesada acariciando los cabellos de su hija junto a su pareja—No sé si es correcto decirlo de este modo Bezanni, siento que te queda bien el rol de madre y verte darle mimos a tu hija es recordar a esa niña del pasado que abrazaba con todas sus fuerzas a su muñequita que era como su propio bebe en aquel entonces.

—Ha pasado mucho tiempo de aquello — rememoró Calixta viendo a sus amigas y regalarle una sonrisa a su sumisa (es algo que está arraigado en su piel) — y les confieso sin tapujos que estoy bien con ello ahora. Son tantas emociones y sentimientos a la vez que no creí poder vivir y ¡Mírenme! Tengo el privilegio de poder disfrutar de tener una hija y poder hacer una vida con la única mujer que realmente ha despertado esas vivencias desde que la vi esa noche. Se nos tilda de ser mujeres frígidas e insensibles, faltas de amor, controladoras entre tanta basura mal infundada, que ni siquiera dimensionan el alcance de sus calumnias porque desconocen nuestra verdad y que nos llevó a estar aquí. Lo único que estoy clara en este momento es que estoy a tope de este sentimiento que calienta mi corazón y el deseo irrefrenable de dar todo de mí por ver a Pri y a mi hija felices a mi lado. Sacarle provecho hasta el último segundo a esta oportunidad y no le consentiré a persona alguna que ponga en tela de juicio nuestra forma de amar y estilo.

—¡Bien dicho Bezanni! — alabó Cata sonriendo a más no poder. — Que no te priven jamás de esa dicha.

—Concuerdo de igual modo contigo, Cali — respaldo y manifestó Ariana. — Es un derecho que vale la pena defender a brazo partido.

—Pienso igual — concordó Alexandra. — La familia significa mucho para mí y todo lo que ello implica.

—Ustedes cuatro tienen el mismo derecho a elegir plenamente su vida — alentó Calixta tomando la mano de su pareja. — nosotras somos la prueba de que se puede, no importa el momento o circunstancia, lo que cuenta es ser fiel y defender aquello que vale la pena proteger y luchar.

—¡Así es! — coincidieron tres de las dominantes.

—Creo que llego la hora de sentar cabeza — asumió una reflexiva Martina. — Es como lo que tú dijiste, Cali, la primera vez que conociste a Patricia. Sabes cuándo estás frente a la persona correcta y que solo ella puede despertar lo que era considerado imposible e impensado para otros.

—¡Martina! — exclamó asombrada Ariana. — ¿acaso estás diciendo que Laura es esa persona para ti?

—Efectivamente Ari — correspondió Farkless y viendo a Bezanni. — Es Laura la que me hace sentir tal cuál ha dicho Cali y voy a dar todo mí para conseguir que ella me acepte y me elija por su compañera.

—¡Muy bien Farkless! — Aceptó la propia Calixta viendo a la vez a su pareja mientras hablaba. — Tendrás tu oportunidad y has de saber que el lazo de hermanas que nos une se intensificará más entre nosotras a causa del vínculo con mi hija. Martina quiero que entiendas bien que es mi deber de madre velar por Laura y nuestro acuerdo anterior queda sujeto a la decisión de ella, si te acepta o no como su compañera de vida. Yo respetaré sus deseos ante todo y en cuanto a lo que mencionó Tania sobre otras sumisas ¡Ahí te tengo malas noticias! No te lo consentiré, aunque tú seas a una dominante, el respeto y lealtad es intransable para mí y lo habíamos tocado en nuestra última plática. ¿qué sucedió para que la hija de Lucía te lo haya sacado a colación?

—¡Uf! — resopló pesadamente nuestra pelirroja domina. — Fue un error mío y lo reconozco. Tenía planeado enseñarle kitesurf aprovechando que estábamos en Totoralillo y como es costumbre en mi gatita se opuso rotundamente y perdí los estribos con ella y me escuchó decir que deseaba que mis sumisas estuvieran en forma haciendo deportes y gimnasio. A partir de ahí, estuvo insufrible al punto de que mis nervios estaban colapsando cuando recibí tu llamada. Supongo que al estar junto a Tania nuevamente deben haber hablado entre ellas y por eso sacó a colación ese punto. Salvo este incidente Cali, quiero que sepas que he respetado nuestro acuerdo y solo Laura es mi única sumisa. No te niego que a veces se pone cuesta arriba nuestra interacción porque tu hija no se dejará someter y aunque me gusta toda ella en todos los aspectos, tiene una vena rebelde que acaba con la paciencia de cualquier santo.

Apenas acabó de hacer sus descargos, se oyó…

—¡Jajaja! — estallaron en carcajadas Catalina como Ariana que no se pudieron contener y terminaron por ceder ante toda la tensión y les pareció sublime lo sucedido con su amiga y compañera.

—¡Oh, Martina! — se compadeció Alexandra que le sobó su espalda a modo de consuelo y la entendía perfectamente.

—Realmente tienes un largo camino para conquistar a mi hija y tendrás que replantearte tus tácticas, es mi consejo Magnolia — manifestó su opinión Bezanni ante la explicación de su amiga. —tienes una ventaja mayor a tu favor.

—¿Cuál sería? — preguntó de inmediato la pelirroja.

—Laura al igual que yo, le encanta la amabilidad, la honestidad y la lealtad. — explicó Calixta observando las facciones de la otra dominante. — explota aquello a tu favor de un modo delicado. Recuerda porque somos dominantes y consigue atraer las corrientes a tu favor ¿entiendes a lo que me refiero?

—Seguiré tu consejo al pie de la letra — accedió Martina y viendo en dirección de la otra dominante, solicitó. — ¿puedo?

—¡Acércate! — instó Calixta.

—Ella es un ángel cuando duerme — confesó una enternecida Farkless, acariciando la mejilla de su joven sumisa. — Te prometo que la cuidaré y lucharé con todo por conquistarla y también me comprometo contigo, Patricia. Ella es muy importante para mí ahora y no me rendiré.

—Solo quiero que me respondas una sola pregunta — fue el turno de hablar de Pati.

—Formula tu pregunta por favor — apremió Martina. — para responderla y sea tu señora testigo de mi afirmación.

—Hace un rato a tras te pregunté sobre la familia — aclaró Patricia viéndola seriamente. — Quiero que me digas ¿cuáles son tus intenciones con Laura en ese sentido?

—Lo respondí hace un rato a tras también Patricia — contestó Farkless. — confesé que deseo sentar cabeza con tu hija y todo cuanto ello implica y lo diré de este modo para que se entienda bien mis palabras, yo Martina Farkless, me comprometo en hacer de Laura mi compañera de vida y si ella acepta mis términos, solicitaré a bioferty inseminar mis óvulos para concebir a nuestros hijos ¿contesta esto a tu pregunta?

—Lo hace Martina — aceptó Patricia y también acompañó esto con— Entonces yo te ayudaré a conquistar a mi hija, nuestra hija (viendo a su señora) conozco lo que Laura necesita y tal cual señaló Cali, debes cambiar de táctica con ella, usa la amabilidad y verás que dejará de combatirte. Sorpréndela con actos simples y pídele siempre su opinión en todo ámbito de cosas y verás que te seguirá hasta el fin del mundo. Ella es leal y muy cariñosa cuando la aprecian por lo que ella es, no cuando le imponen.

—¡Anotado! — convino radiante Martina de esta ayuda inesperada de parte de la madre de Laura. Si bien se llevaron bien en sus comienzos de conocerse, después del despido, la cosa cambio y hubo una tirante y fría interacción cuando la pelirroja visitaba el hotel. — Aprecio mucho tus consejos y los pondré en marcha una vez que mi gatita despierte.

—Solo por hoy deja que mi hija disfrute del tiempo con Cali — solicitó Patricia. — Ellas necesitan fortalecer su vínculo. No estoy pidiéndote que te mantengas al margen si no que le des su espacio y te integres a esa interacción y de este modo ganarás puntos con Laura.

—De acuerdo — accedió Martina sonriendo a ambas madres de su sumisa.

—Siendo así y viendo que ya está todo en una completa tranquilidad aprovecharé para ir a mi cuarto a darme un baño antes que Inés nos llamé a almorzar — indicó Ariana que estaba encaminando sus pasos con ese propósito. — Cali me quedaré con ustedes por unos días, también quiero compartir con las chicas ¿te parece?

—Por supuesto — respondió Bezanni sonriendo ante el gesto de su familiar.

—Te acompaño, mi bruja — acotó Cata que se puso en marcha también. — Y me sumo a la petición de Ari de quedarme una semana. Además, debemos ver cómo ayudamos con la auditoria de Alex. No vamos a dejarte sola con esto. Cuando nos alimentos como es debido nos pondremos a trabajar ¿Están de acuerdo?

—Apoyo — respaldó Martina. — Nos conectaremos desde mi plataforma con tu portátil, Alex.

—Está bien — aceptó Mirelles.

—¿A quién has dejado a cargo del hotel en ausencia de Lucía? —preguntó Calixta.

—Paula — contestó Alexandra.

—¿Esa preciosura está a cargo? — saltó de inmediato en preguntar Minard.

—Sí — respondió con una sonrisa pícara Mirelles. — Esa belleza como tú dices guía mi buque.

—Creo que te visitaré más a menudo amiga mía — soltó suelta de cuerpo Catalina. —Tiene un encanto que me tiene gravitando como polilla hacia ella.

—Lo sé muy bien — aseguró Alex traviesamente.

—Bueno creo que las viejas costumbres no acaban en esta familia — se burló complacida Ariana. — ¿nos vamos encanto?

—Vamos — secundó Cata tomándola de la cintura y descaradamente preguntó. — ¿no te gustaría una ducha compartida?

—No cumples con mis estándares que requiero para dejarme atender por una sirviente — fue la aplastante respuesta de Banzer con total altivez. — Así que, declino tu invitación encanto.

—¡Como eres! — protestó Cata tocando su pecho en forma ofendida. —Y yo que iba a consentirte con un masaje tailandés de cuerpo entero en traje de Eva ¡en fin! Tú te lo pierdes.

—¡Si cómo no! — se mofó divertida Ariana guiñándole un ojo a las demás. — Hasta un rato más.

Ambas mujeres salieron al corredor haciendo de las suyas entre bromas que se gastaban entre sí.

—Ellas nunca han dejado de coquetearse entre si — refirió sonriente Martina. —Siempre me pregunté porque no se hicieron pareja ya que es muy patente la conexión y la química entre ambas desde su adolescencia.

—No lo hicieron porque son familia y ese nexo es intransable — aclaró Calixta viendo a sus otras compañeras. — no tenemos el lazo sanguíneo entre nosotras, pero tenemos una conexión que es la mayor de todas y es el vínculo que forjamos y nos hace una familia en toda regla.

—Podemos bromear y coquetear al igual que nosotras dos Tina — puntualizó Alexandra tocando la mejilla de la pelirroja. — Pero jamás cruzaremos ese límite porque nuestro amor de hermanas es mayor que cualquier situación y lo sabes. El respeto y lealtad es más grande que otros que están unidos por la sangre.

—Siempre lo he sabido — repuso Martina viendo en dirección dónde se encontraba su chica. — viendo que mi gatita no despertará hasta como en una hora más, iré a darme una ducha.

—Aprovecharé para hacer lo mismo — concordó Alex rascando su cabeza. — dudo que Tania quiera hablar conmigo en este momento, así que me enfocaré en avanzar con los balances finales para la auditoria.

—Debes tener un poco más de paciencia — aconsejó Calixta que comprendía la desazón de Mirelles tras la reacción de la joven. — Es mucho lo que deben asimilar ya que nuestras acciones pasadas les afectan directamente y por lo demás, es un tiempo prioritario para Pía, quién debe tornar la corriente de los hechos a su favor y tener la oportunidad de ser reconocida y aceptada por sus hijos ¿no te parece a ti Alex? Es un derecho que le asiste y de igual forma llegará tu momento para solucionar las cosas con Tania.

—Tienes razón en ello, Cali — asumió Alexandra reflexivamente. — a diferencia de mi historia con Brigitte, Tania es un verdadero placer que me he permitido, pasando por encima de mis principios y no me lamento de mi decisión y es como tú dices, es tiempo para Pía. Ella tiene mucho que resolver.

—Celebró escucharte — acotó Bezanni. — Vayan las dos para esa ducha y de paso de desestresarse de tanta tensión ¿no les parece?

—De acuerdo — aceptó Mirelles.

—Nos vemos chicas lindas — adujo Martina y tomando la mano de Mirelles se fueron las dos platicando en el intertanto de su caminata.

Y de este modo quedaron solo Patricia, Calixta y Laura que seguía profundamente dormida en brazos de su madre dominante.

—Pri — llamó Calixta viendo a su compañera.

—Dime — respondió ésta y luego, rectificó de inmediato. — Mi señora, dígame.

—Ahora puedes llamarme como desees cariño — aclaró Calixta tomando su mano y depositando un beso en ella. — No te contengas más y sé tú misma en mi presencia. Ahora eres mi compañera y tienes tus derechos.

—Es algo que me tomará un tiempo acostumbrarme ya que siempre ha sido Cali o señora — expuso su parecer Patricia. — y por mucho que desee hacerlo también estoy consciente que hay un claro rigor de señorío que no debe ser franqueado.

—Es verdad — concordó Calixta volviendo a depositar otro beso en la mano de su sumisa. — En estricto rigor para nuestro círculo tú eres mi sumisa como yo tu señora y de ese modo será delante de los demás. Sin embargo, en nuestro hogar y con la familia seremos nosotras mismas. Pri quiero que entiendas que no es solo acatar mis deseos, es un acuerdo mutuo entre las dos y tu opinión, deseo y sentir es valioso para mí. Tengo obligaciones referentes a tus necesidades y cuidados y las dejé plenamente establecidas en el contrato que has firmado y ahora te asiste el derecho mayor de involucrarte en todo lo referente a nuestra familia y todo lo demás. Quiero que confíes en mí ahora más que nunca, soy y seré tu soporte y a diferencia del pasado no tengo intención alguna de separarme de ti y de nuestras hijas, estoy para quedarme indefinidamente ¿lo entiendes?

—En parte — respondió Pati meditando en lo dicho. — Hay preguntas que necesito hacerte.

—Dilas, cariño — alentó Calixta que continuó besando su mano para infundirle valor.

—¿Es verdad que quieres que Carlina sea tu hija? — primera pregunta de parte de Vidal directo al meollo del asunto. — a pesar de ser Javier su padre.

—Pri — inició su descargo Bezanni dando otro beso a su mano. — Puede que Javier sea el padre, más yo estoy decidida en hacer de Carlina mi segunda hija. No necesito un examen de ADN o algo similar para constatar que ese hombre no es más que un simple donante y tanto Laura como Carlina son tus hijas y ahora por contrato y deseo, asumo esa responsabilidad con el mayor de los honores.

—¿Cómo sabes lo de Javier? — inquirió una sorprendida Patricia.

—Recuerdas lo que mencioné acerca de constatar que no ha habido nadie después de mi — explicó Calixta continuando con sus mimos hacia su pareja.

—Sí — fue la respuesta de parte de Patricia.

—Para ser totalmente honesta, lo supe de inmediato apenas tuve contacto físico contigo anoche— develó Bezanni con altivez. — si hubieras permitido que otro hubiese mantenido relaciones contigo, me hubieses evitado al instante ya sea porque me olvidaste o por vergüenza.

—¡Ya veo! — asumió Patricia. — ¿Así que te percataste de ello?

—Siempre has sido un libro abierto para mí y te conozco como la palma de mi mano — admitió sin vergüenza Calixta. — Temía que hubieras dejado que otro tocase aquello que me pertenecía y más sabiendo que tenías dos hijas. Me devoró por un tiempo ese pensamiento hasta que conseguí domesticar mi emoción y asumí que podría darse esa situación. Por eso cuando tu cuerpo respondió a mi tacto, lo comprobé enseguida y supe de este modo que ese hombre no fue más que un simple donante o ¿me equivoco?

—No estás equivocada, Cali — ratificó Patricia tocando ella la mejilla de su señora. — Javier aceptó ser un donante la primera vez y no quería la responsabilidad que conlleva la paternidad y me ayudó a concretar mi sueño de tener un hijo tuyo. Salvo que tuvimos que casarnos porque mi padre nos obligó.

—¿Y con Carlina fue igual? — preguntó sin rodeos Calixta meditando en lo expuesto por su sumisa.

—Similar — contestó Pati. — él fue donante, pero fecundé mis óvulos y el proceso fue el mismo, inseminación, sin contacto entre los dos.

—Con mayor razón haré de Carlina, mi hija — decretó sin empacho Calixta. — Un padre no es el que engendra sino el que forma el vínculo con su hijo. Me ganaré ese derecho de serlo para ella, no cegaré hasta conseguirlo ¿estás de acuerdo?

—Lo estoy, Cali — aceptó enternecida Patricia, dejando un beso breve en los labios de su señora. — y no sabes lo que me emociona escucharte decirlo. Estoy segura de que Carlina te aceptará y te querrá con el tiempo.

—¿Alguna otra pregunta que desees hacer? — inquirió Calixta después de ser consentida por pequeños piquitos en sus labios.

—¿Estuviste involucrada con otra mujer? — preguntó seria Patricia sin disimular sus emociones.

—¡Oh Pri! — exclamó extasiada Calixta y su sonrisa era dantesca y presumida. — ¡No puedo creer que estés celosa! Y veo que no asimilas mis palabras anteriores y me veo en la obligación de afirmar con hechos este asunto. Así que apenas despierte nuestra hija, vas a recibir en tu cuerpo mi respuesta ¿lo entiendes?

—Sí, mi señora — contestó roja hasta las orejas una Patricia que se hizo a la idea de su error y las consecuencias.

—Cariño — llamó Calixta. — ¡Levanta tu rostro! No debes sentir vergüenza conmigo por tu comportamiento y menos con lo que vamos a hacer en el baño juntas ¿de acuerdo?

—Sí — repuso Pati levantando su rostro sonrojado aún, pero obediente a su señora.

—Además, te aclaro por única vez que solo tuve en todos estos años novatas a las que inicié una noche solamente, nada importante — confesó con total honestidad y sin empacho Bezanni. — y aunque era libre de hacer cuanto se me antojará y no deberte explicación alguna de mis actos, tras tu abandono. Nunca quise a otra mujer en mi vida después de ti. Mi ser entero no me permitía involucrarme emocionalmente con ninguna otra sumisa. Espero no tener que volver a explicarme en este punto y asumas que es debido a tu impertinencia que hubo ese tipo de contacto ínfimo de lo contrario jamás hubiese ocurrido porque tú eras mi sumisa, era tu derecho al cuál renunciaste. Eso forma parte del pasado y ahora es tu deber reclamar tu lugar en mi vida como te corresponde ¿se entiende?

—Sí y lo asumo plenamente — comprometió Patricia sus términos y explicación. — reclamaré mi posición en tu vida.

—¡Excelente! — alabó Calixta y viendo el reloj de pedestal en su sala, agregó. — ¿hay alguna forma de llevarnos a nuestra hija sin que se despierte? Quiero pasar tiempo contigo antes de almorzar.

—Claro que la hay — confirmó Patricia sin revelar mucho. — Laura es un verdadero tronco cuando duerme, puede pasarle un camión por encima, pero no despertará teniendo a su mantita con ella.

—¡Um! — exclamó pensativa Bezanni hasta que encontró una solución. — Necesito tu ayuda para levantarme.

—Ok — acotó Vidal y le ayudó a ponerse de pie.

Una vez conseguido, acomodó bien a Laura en sus brazos y viendo a su pareja, solicitó.

—¡Vamos cariño! — demandó Calixta. — Es hora de reclamar nuestros derechos.

No hubo respuesta de parte de su sumisa y madre de su hija, sino que le acompañó con rumbo al dormitorio principal en que estuvo. Era una alcoba muy grande y una cama impresionante en dónde podrían acomodarse perfectamente las tres y velar por el descanso de su hija.

Esta historia tomaba el curso correspondiente a las decisiones tomadas en el pasado y que hoy fueron un espejo de aquellos acontecimientos. El reflejo de sus hijas…

Tema que acompaña este capítulo es de Teddy Swims "Bad dream"





No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Hijas

  Capítulo 30, Hijas, la otra historia. (Laura y Carlina)      Carlina          Laura Sopló un poco de aire caliente en sus manos para darse...