Resplendor Amatista.

Preludio....un fuego abrazador del cambio.

Se dice que cada cierto tiempo, la humanidad está llamada a cambiar y para ello, ciertos sucesos deben trascender para concretar dicha evolución es por ello, que desde hace mucho que somos continuamente visitado y asistidos por seres con una gran inteligencia que nos dan las herramientas para dicho proceso.


La humanidad debe pasar procesos dolorosos que nos llevan a alcanzar dicho crecimiento y cueste lo que cueste, el hombre está destinado a vivirlos o asumir las consecuencias de su rebelión.

Un grupo de personas que fueron instruidos en todos los tiempos desde que el hombre fue creado ha estado manipulando la vida de cada persona a su entero antojo y cada vivencia a través de la historia, es prueba viviente de que somos un escenario de ensayo y error.

Inglaterra cerca de tres Iones de luz después del emageton.

La bruma espesa de la atardecer envuelve todo y lo que una vez fuese una avenida céntrica londinense, hoy es un bastión de ruinas, de muros a medio derrumbar y prueba de ello es lo que antes fue una prestigiosa universidad y sólo quedan los restos del esqueleto posterior de esa cada de estudio y hablamos de la célebre Oxford.

Han pasado ya tres siglos del desastre que sumió a la humanidad en lamentos y la llevo a casi su aniquilación debido a la utilización de una potente arma química, elaborada por un grupo de desquiciados filantrópicos que deseaban ver cumplirse los tiempos finales bíblicos y para ello, recurrieron a crear el mayor laboratorio de enfermedades y uso de virus que siquiera se pudiesen imaginar.

Como los tiempos eran críticos en todo el mundo, rebeliones religiosas, mala administración de gobiernos débiles, escasez de alimentos, combustibles, explotación del mercado financiero mundial y abusos de los más poderosos, falta de agua y lo más crítico fue el constante caos y descontento de la juventud a nivel mundial.  Llevo a esta élite ancestral a tomar la decisión de intervenir y darle una nueva oportunidad a la humanidad y así, volver a reconstruir la sociedad humana.

Lo que nunca llegaron a imaginar que con aquella decisión envolvieron a los hombres al mayor proceso de cambio que nunca se llevo a concebir y fue así que una vez arrogada la bomba en las siete capitales del G-8 condenaron su propia existencia, por que lo sobrevino fue el peor desastre de toda la historia.

Una dantesca nube tóxica envolvió el planeta entero por más de dos siglos en que la raza humana perdió el 70 % de la población en un lapso de cincuenta años y el otro 10 % fue aniquilándose a sí misma por falta de alimentos.

Los sobrevivientes, fueron gradualmente transformándose en criaturas más mutantes que nada y aunque conservaban su aspecto humanos, habían adquirido muchas capacidades animales que les permitían adaptarse al entorno que estuviesen viviendo. Es así como algunos tenían habilidades felinas, otros anfibias, elasticidad como los monos para vivir en la copa de los árboles. Algunos menos afortunados, perdieron la visión y tuvieron que refugiarse en cavernas, subterráneos hasta vivir muy cerca de volcanes y adquiriendo la resistencia al calor y siendo éste último un arma en sus manos.

Otros hombres fueron desarrollando alas de sus espaldas y vivían el los acantilados u rocas flotantes que surgieron por la falta de relatividad que fue envuelta la tierra ya que afectaron su centro de gravedad y así, los seres humanos se dispersaron en manadas o tributos que no excedían mas que unos cientos con mucha suerte.

Por espacio de un siglo, la paz retornó al planeta, pero ahora, no era el hombre el amo y señor del mundo sino los animales y las mega bestias, quiénes tenían al hombre por platillo básico o menú del día.

Por estas razones, la otrora poderosa raza humana quedo dividida en clanes o reinos, siete en total y cada cuál debía mantener la hegemonía de su estirpe  y mantenerse a salvo de su medio ambiente hostil.

No obstante, mantenían una fuerte conciencia de sus antepasados y su error que los sumieron en un infierno y su desgracia estaba lejos de acabar, ya que los responsables del cataclismo, dejaron una especie de tablilla profética. Grabados en granito que hacían alusión que después que el sol se tiñera de sangre y muriese su luz principal, sobrevendrían tres eclipses de luz en los cuales una pequeña bola de luz amatista asomaría en el firmamentos y sería la señal de que el tesoro de los tiempos debía ser hallado y restablecer el orden en el universo y así, devolverle al hombre su poder y dominio sobre los elementos y creación.

Han pasado muchos años luz  y sólo una bola de fuego amatista había sucedido cuando recién comenzaron los primeros cambios de mutación en los hombres y ninguno estaba en posición de asumir un liderazgo y menos poseían la legendaria tablilla de la vida y el perdón, por lo que les tomó un siglo estelar poder establecer los primeros pasos a seguir para hallar dicha profecía.

En cada uno de los reinos, han comenzado a preparar elegidos que estén a la altura del desafió e ir en pos la gloria para su clan.

El viejo planeta azul, ya estaba próximo a entrar en la face de eclipse y muy luego en todo los cielos se verían destellos de una tonalidad amatistas, señal de que la búsqueda debía comenzar y reclamar la llave que les liberase de su destino final.

La casería estaba por dar inicio y no debía haber contemplaciones con los demás clanes enemigos, porque sólo uno podía obtener el poder absoluto y la redención de sus antepasados.

La luna, que una vez fuese plateada en los cielos, ya nunca más luciría de aquella forma, debido al desastre también afectó su naturaleza y su apariencia era de una tonalidad azulina y cuando entraba en la fase de luna llena, era símbolo de desgracia y casería de las grandes bestias del planeta y los hombres eran mermados unos a otros sin importar mayormente al resto de la creación.

Reino de los Sargazos...

Las corrientes marinas estaban agitadas forma los cambios propios del planeta y sus habitantes estaban al pendiente de cada cambio que trajesen las mareas y su conexión con la luna.

Entre unos troncos hundidos y manto de algas colosales, se hallaban dos jóvenes marinos, expectantes de lo que veían unos metros más allá...Dos nutrias gigantes, sacaban unas pequeñas caracolas para usarlas de alimentos porque los mariscos estaban ocultos en las profundidades de los barrancos marinos y sólo cachalotes gemelos podían acceder a ese lugar.

─ Armus, ¿No deberíamos avisarle a Blogur de este suceso? ─ Convino Epifadios.

─ No será necesario ─ mencionó éste ─ nuestro señor no debe ser molestado y sólo Letrios es el indicado para resolver un asunto como este.
─ Será como tu digas, hermano ─ mencionó Epifadios.
─ Retiremonos y avisemos a Letrios ─ instó Armus.

En el momento en que los dos muchachos, se retiraban en silencio del lugar, un fuerte terremoto sacudió los valles marinos y las aguas se tornaron violentas y brumosas, arrastrando todo a su paso y solo por las ventosas de los jóvenes consiguieron asirse de una roca o de lo contrario hubiesen sido arrastrado torbellino adentro.

Una vez que las aguas se aquietaron en todo el lugar, los jóvenes decidieron emerger y salir a la superficie y ver que estaba sucediendo en tierra y lo que vieron les heló la sangre, pues todo estaba humeando en las orillas de la playa y sólo el aullido de los lobos, indicaban que el caos se habría sucedido y en eso un hecho más llamó poderosamente su atención y es que por sobre esas fumarolas, asomaba un fuerte brillo de luz que comenzaba apoderarse del firmamento y de un sólo golpe ese fulgor,  cubrió todo el cielo y se transformó en resplandor violeta...un resplandor Amatista.

Señal de que comenzaba la mayor lucha por la supremacía humana o de clanes en buscar del poder y el perdón de sus pecados.

La guerra de los 7 clanes estaba por dar inicio y encontrar la llave para su salvación o la de la humanidad.