mujer y ave

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sábado, 19 de julio de 2014

Forjando un futuro junto a ti.


En aras del pasado, capítulo 29.

Los días fueron pasando y muy pronto Raniel se encontró con la fecha de regreso muy encima, debía tomar una decisión con respecto  a sus padres y a sus estudios, por lo que se levanto muy temprano sin que Anabelle se diese cuenta de ello. Se ducho, tomo su móvil y bajo a la cocina topándose con Odete…
¡Buenos días, señorita Raniel! Saludo ella ¿Qué dese para desayunar?
¡Buenos días Odete! respondió Raniel ¿podrías darme algo para llevar? Debo salir enseguida y no alcanzo a desayunar.
Enseguida  respondió ella.



Una vez hecho ello, Raniel le pidió a Marcus que la llevara  a la ciudad, ya  que debía entrevistarse con el decano de la casa de estudios  y no tenía tiempo de avisarle a los demás, pues él demandaba su presencia a primera hora.

Claro que sí, señorita  respondió él  será un placer
─  ¡Vayámonos enseguida, por favor!  imploró Raniel.
¿Dónde debo llevarla? inquirió él
─  A Londres  Marcus, es indispensable que esté a las 9:30 para una entrevista.
¿En qué parte señorita? ─ Preguntó Marcus.
─  En la universidad de Kingston, en la facultad de Arquitectura señaló ella ¿Podríamos ir un poco más rápido?
─  Haré  todo lo posible dijo Marcus  pero, deberé avisarles a los señores más adelante, ¿le parece?
─ Por mí está bien ─  afirmó ella, mientras miró su reloj y vio que era una hora propicia para hacer una llamada y saco su móvil y llamó y al otro lado de la línea…
Familia Larson…
─  Madre ─  Saludó Raniel ─  ¡Buenos  días!
─ Hija mía. ¡Qué alegría!, ¿A qué debo el honor de tu llamada mi cielo? ─  inquirió Fabiola.
─  ¡Verás, madre! ─  comenzó por decir  Raniel ─ ¿leíste el mail que te envié?
Sí, hija  respondió Fabiola ─ La verdad todo lo que nos contaste me parece increíble y más aún saber que tú; mi princesita; esté enamorada y nada más que de la mujer de tus retratos.
─  Lo sé, mamá  señaló Raniel ─  Yo sé que no era el modo y me hubiese gustado ir para allá y hablarlo personalmente. Pero el tiempo apremiaba. Además hay otro asunto que debo hablarte.
─ ¡Dime hija!  inquirió Fabiola  ¿Qué sucede mi cielo?
─  Verás  prosiguió Raniel  no podre regresar a casa aún…

Fue así como Raniel; fue comentándole a su madre todo lo que había sucedido y cómo era su deseo de continuar con sus estudios en Inglaterra por un semestre. Además, que estaba el hecho que ella estaba ahora de novia con Anabelle y no deseaba alejarse de su lado. Pero que terminaría su carrera en Chile y buscaría la forma de que Anabelle le acompañase unos meses mientras ella terminaba con sus estudios. Era su deseo de que ellos conociesen a la familia de su prometida y así formalizar la relación ante ambas familias.

La conversación prosiguió por más de una hora.

─  ¿Estás segura Raniel?  preguntó su madre  de que deseas ir más allá en tu compromiso.
─  Claro que sí, madre  respondió Raniel  muy segura, por eso te llamaba, quería me dieces tu aprobación, pues voy rumbo a una entrevista con el decano y para mí es fundamental contar con tú respaldo.
─  Claro que te apoyaremos en todo  señaló Fabiola  tu padre y tus hermanos estarán felices. Además Nataniel, ya nos estaba advirtiendo que no regresarías y que ibas a encontrar el amor por ese país y mira que acertado nos salió.
─  Jajaja. Debería ser adivino  acotó la joven  le iría mejor que Constructor.
─ ¡Puede ser, hija mía!  Señaló ella  No olvides, que tú hermano está ansioso de que tú trabajes con él. Dice que harán grandes cosas juntos;  y sabes que él te ama muchísimo y todos nosotros.
─  Lo sé madre. Yo igual  señalo la joven ─ Por favor explícales por mí. Ahora debo despedirme. Te amo.
─ Te deseo suerte, hija mía  respondió Fabiola  llámame cuando termines, por favor.
─ Así lo haré  dijo Raniel, y se despidió de ella y cortando la llamada. Se apoyó en el respaldo del coche y suspiró.
─ Señorita señaló Marcus ─ Coma algo por favor, ya estamos próximo a llegar y así no es recomendable presentarse con el estomago vacío, podría pasar un mal rato.
Jajaja, tienes toda la razón y se dispuso a degustar los bocadillos que Odete, le preparó.

Mientras en el castillo comenzaban los primeros movimientos, pues era viernes y debían dejar listo muchas cosas antes de disfrutar el fin de semana entre las dos familias, pues tendría un día de campestre.

En la alcoba de Anabelle, sonó el despertador  y como de costumbre le buscó a tientas para apagarle. Luego de hacerlo, giró su cuerpo para abrazar a su novia y abrió tamaños ojos al no encontrarle.

Raniel  le llamó creyendo que podría estar duchándose, pero no tuvo respuesta.

 De prisa se levantó y fue a verle, pero nada. Entonces se duchó y vistió a prisa.

seguro ya debe estar en pie y desayunando con los demás  pensó ella  pero es extraño, no suele hacerlo a menos que yo le despierte.

En el comedor, ya casi toda la familia estaba reunida, cuando llegó Anabelle y miró en dirección del lugar que su novia solía ocupar y al no verle frunció el ceño.

─ ¿Sucede algo hija mía?  inquirió Anette.
¿Han visto a Raniel? preguntó Anabelle.
─ No  respondió Anette.
─ Nosotros tampoco aseguraron sus hermanos.
─ Yo menos señaló Alesia.

Anabelle; tomó el teléfono del mostrador y marcó el móvil de su novia, pero éste estaba apagado. Colgó y quedo muy pensativa.

¿Dónde estás Raniel?  Se cuestionó la joven.
─ Tal vez fue a cabalgar hermanita- dijo Charles- tú sabes que ama estar con espíritu.
─ Tan temprano,  no lo creo dijo ella seria.
En esos instantes entraba Albert; con el desayuno junto a Odete.
Albert  inquirió Anabelle ─ ¿Ha visto a Raniel por casualidad?
─ No, señorita respondió éste.
─ Ella salió muy temprano esta mañana. Tenía mucha prisa que no desayunó ─ Comentó Odete, tras oír la pregunta que hiciere la Duquesa.
─ ¿No dijo dónde iba? preguntó Anette.
─ No respondió Odete.

Anabelle, se preocupó de no saber a dónde se había dirigido Raniel.

─ ¡Ten calma hija! ─ instó James le preguntaremos a Marcus, si la ha visto.
Marcus no está, mi señor Señaló Albert ─ También salió temprano.
¿Cómo? inquirió Anabelle.

Anette; se levantó y marcó directo al teléfono que se encontraba en el coche.

Marcus inquirió Anette ¿dónde estás?, ¿has visto  a Raniel?…Entiendo (afirmó después de escuchar las explicaciones)…Ten la bondad de no dejarla sola. Nosotras iremos para allá. Nos vemos (y colgó el fono)
¿Qué sucede madre? indagó Anabelle ¿dónde está Raniel?
─ ¡Calma hija! Señaló la señora Raniel; está en Londres.
¿Qué hace allá? preguntó la joven.
─ ¡Cierto! Lo olvide totalmente  expresó Claudine horrorizada, cosa poco usual en ella. Raniel;  tiene una entrevista hoy con el decano, así que ella está en Kingston en estos momentos, ¿no es así madre?
Estás en lo cierto  respondió Anette.
─ Pues veras, hermanita dijo Claudine  debíamos pasar todo como algo circunstancial, tú sabes cómo es Raniel en sus asuntos y el decano nos ayudó mucho en ese aspecto.
─ Comprendo, pero, ¿por qué no me menciono nada? ─ adujo ella.
─ Porque deseaba sorprenderte ─ expuso Francis ─ No la puedes culpar. Ella es muy independiente y sí todo sale bien, en unos días más estará estudiando junto a nosotros. Sin mencionar que  así Claudine; la vigilara por ti si se porta mal.
─ ¡Déjate de payasada Francis! ─ bramó Anabelle confío en ella, sólo que deseaba acompañarla en este proceso eso era todo.
─ ¡Uy! ¡Pero qué genio! refuto Francis ¿cuándo le dejarás hacer algo por ella misma? Acaso no te das cuenta que necesita su espacio y tomar sus propias decisiones al respecto. Es su vida y no puedes controlarla  a tu antojo, aunque tus intenciones sean las mejores. Acepta los hechos Anabelle, tu novia es muy capaz de lograr cualquier cosa que se proponga, respeta su voluntad y acéptala tal como es.
Francis, tiene razón expresó Claudine ─ Por mucho que la ames y quieras poner el mundo a sus pies. Ella debe ser libre de escoger su propio camino. Ten por seguro que ella te hará participe de sus cosas, pero debes aprender a respetar sus decisiones. Eres su pareja como tal debes apoyarla en lo que ella decida y sólo así; podrás ir integrándote a su mundo.

Anabelle, quedo muy sorprendida de las palabras de sus hermanas, que estaban llenas de sensatez…

─ Tienen razón suspiró ella   Sé que debo aprender, sólo que me cuesta asumirlo un poco. No es fácil para mí. Por alguna razón que es superior a mi entendimiento, necesito desesperadamente estar junto a ella. No quiero agobiarla con mi presencia, pero no puedo evitarlo, trato  de no hacerlo ¡créanme! Hermanos, siento mucho temor de perderla, algo en mí no me permite que pueda alejarme de ella por mucho tiempo, es como sí la hubiese perdido antes.
─ Ya lo harás, hija mía señaló Anette, muy pensativa en las últimas palabras de Anabelle ahora vamos en su busca, para que podamos salir a festejar su triunfo… ¡porque eso será así! no tengas dudas.
Hermanita ─ mencionó Charles para conocerla mejor, sólo obsérvala en silencio y deja que tu corazón te guíe y cómo tu misma has dicho une el tuyo  al de ella y verás que muy pronto serás una con ella como lo han sido nuestros padres.
─ Vaya, sabias palabras primo murmuró asombrada Alesia.
─ ¿Quién lo diría?  dijo Francis ─ Has cambiado tu también; Charles, si sigue así la cosa se tornara muy sería para nosotras dos hermanita, dijo ello guiñándole un ojo a Claudine.
─ La cosa es grave  se burló Claudine.
─ ¡Ya niñas!  exclamó su madre dejen de lado sus travesuras y vayamos juntas a Londres, vamos por Raniel y poder celebrara con ella, más tarde veremos lo de la empresa chicas.
─ ¡Verás madre! expuso Claudine no será tan fácil para Raniel
¿A qué te refieres hermana? inquirió Anabelle ¿Por qué no? Sí tú misma me confirmaste que fue aceptada.
─ Estás en lo cierto indico ésta   ella fue aceptada por el decano, pero Raniel, ahora debe presentarse ante una comisión evaluadora que medirá el nivel académico que posee Raniel. No olvides que ella es un caso excepcional solamente por que el decano intercedió por ella. No debes olvidar que todo alumno de intercambio viene respaldado por su respectiva universidad y en el caso de ella no es así, está sola en estos momentos por sus propios medios y que su único respaldo eres tú Anabelle, como Duquesa en el aspecto económico.
─ Eso es verdad hermana  aseveró Francis  Raniel, deberá demostrar por sí misma que es lo suficientemente buena y necesaria para una institución como Kingston. Los evaluadores no aceptan a cualquiera que venga sin recomendaciones y que además esté sin respaldo, aunque nosotras pedimos información a la universidad dónde estudia Raniel y nos entregaron poca, ya que ella debe contar con la aprobación del jefe de la Facultad de Arquitectura y eso no pudimos conseguirlo.
¡Rayos! dijo exasperada Anabelle ─ No debió presentarse sola entonces.
¡Ey! protestó en el acto Alesia ¿eres su prometida no? Confía en ella, algo me dice que sabrá arreglárselas sola.
─ ¡Cálmense! No sacamos nada con preocuparnos ─ manifestó Anette ─ No sé ustedes, pero yo saldré en estos momentos, ¿desean acompañarme?
─ Sí respondieron todos…
Mientras tanto en Kingston… en la oficina del decano Williams…
Y bien; señorita Larson expresó éste he leído una y otra vez sus antecedentes y créame, he quedado gratamente satisfecho por sus calificaciones y antecedentes.
Gracias exclamó Raniel.
─ Pero tenemos un inconveniente dijo el hombre.
¿Cuál? inquirió ella
─ Usted ha postulado por sus propios medios, sin contar con el respaldo de su universidad y al ser esa la situación la vemos como algo particular, por lo que deberíamos tomarla como una alumna más y no de intercambio.  ─ explicó el decano ─Que quiero decir con esto, que usted debe hacerse cargo del costo económico del semestre o año que decida estar en nuestra casa de estudio al no contar con el apoyo de su universidad, pero por ese lado no hay problema, ya que la Señorita Anabelle Calguiere estaría respaldándola.
─ ¿Anabelle?  exclamó Raniel.
─ Así es, la señorita Calguiere vela por usted expresó él pero he querido de igual forma integrarla como alumna de intercambio, pero para ello hay un requisito más que debe realizar, hasta que consigamos el permiso de su universidad. Aunque como ya le dije, no están relevante por el momento, pues usted cuenta con el apoyo y el prestigio de la familia Calguiere.
─ Entiendo señaló ella ─ Dígame, qué es lo que debo hacer para ser aceptada
Me da gusto oírle decir  eso expuso el hombre si tiene la gentileza de acompañarme, usted será evaluada por una de las mejores comisiones de nuestra casa de estudio.
─ Entonces debo pasar por un examen mencionó Raniel.
─ Así  es jovencita repuso éste sí logra aprobar, comenzara este mismo lunes junto a nosotros. Tenga la bondad de ingresar. Señores, les presento a Señorita Raniel Larson, es de quién les he  hablado y que ahora ustedes, tendrán la responsabilidad de tomar una decisión con respecto a su postulación en nuestra universidad.
─ ¡Buenos días! ─  Saludó un tanto seria Raniel  ¡Mucho gusto!
─  ¡Buenos días!  respondieron ellos  bien comencemos (dijo uno de ellos) Usted deberá exponer un trabajo ante nosotros, por lo que le daremos tres horas para hacerlo y defenderlo y esto es de la siguiente forma…
─  ¡Aquí vamos Raniel! se dijo para sí misma─  Da lo mejor de ti y no dejes que te intimiden. Demuestra porque amas la Arquitectura.
Al cabo de una hora…

Claudine, se reunía con los demás miembros de su familia, excepto por su hermana Francis y Charles; que habían asistido a sus respectivas clases.

─  ¡Ya es muy tarde!  exclamó Claudine  Raniel, ya está con la comisión y lo peor de todo, es que son los más exigentes. Son la élite de la universidad, los que siempre están en los doctorados. Lo lamento Anabelle, ahora sólo depende de ella.
─  ¡Maldición!  rugió Alesia  esos tienen muy mala fama, aún les recuerdo. Va ser muy difícil para ella. Muchos estudiantes que se deben someterse a evaluación con ellos terminan mal, Anabelle; aún para nosotras fue muy difícil. Ojalá Raniel;  tuerza la mano a esos maniáticos.
¡Está bien!  suspiró resignada  Anabelle─  Gracias Claudine. Confiaré en ella, es una mujer muy inteligente y le demostrara de lo que es capaz y claro que les recuerdo muy bien Alesia, pero confío en las capacidades de Raniel, algo me dice que lo conseguirá.
─  ¡Así me gusta oírte hablar, hermana!  señaló contenta  Claudine otra cosa. Si ella aprueba, yo seré su  tutora, me lo acaba de confirmar el decano. Eso te dice que él está dando por sentado que Raniel, triunfará.
─ ¡Eso es fantástico! ─  alabó Anette ─ ¿no te parece, hija mía?
─  Claro que sí, ahora vete hermana o llegaras tarde a tu clase  repuso Anabelle.
─ Nos vemos en  dos horas más  dijo la joven.

Las horas fueron pasando lentamente para los Calguiere, mientras estaban  reunidos en una de las cafeterías de la universidad…

Mientras tanto en la sala. Raniel, comienza a finalizar su trabajo, para en unos momentos más defenderlo.

─ Me parece extraño eso sí ─ expuso Alesia, después de un rato ─ Que hayan escogido a Claudine y no a Charles, como tutor de Raniel, ya que es el mayor y estar próximo a terminar.
─  Es verdad ─ Admitió Anabelle  pero Claudine es mucho más madura y aplicada que Charles, de hecho diría que es la mejor de nosotros.
─ ¡Eso no es así, hija mía!  señaló Anette ─ Tu hermana,  siempre ha dicho que tu eres la mejor y su modelo a seguir. Por eso se esfuerza tanto para seguir tus pasos, pero con su sello personal.
─  No sabía eso, madre  dijo admirada Anabelle.
─  Tu hermana, te adora  señaló la mujer.

La charla proseguía;  mientras transcurría el tiempo…

En otra parte…

Raniel,  defendía su proyecto ante la comisión. Una vez expuesto todo   ante ellos. Vinieron las preguntas de rigor; .fueron en verdad aplastante; nunca había enfrentados a unas personas tan insoportables. Eran verdaderos verdugos; deseosos de hacer trizas a su víctima. No obstante,  ella, tenía algo a su favor; .también allá tenía un tirano de esa calaña, por lo que no se inmutó con sus actitudes. Sabía que en el mundo laboral encontraría personas como esas. Así que les resto importancia y se limitó a responder cada duda, según el proyecto expuesto.

Después de cuatro horas. La familia esperaba a las afueras del campus un tanto impaciente, ya habían llegado Claudine, Francis y Charles que fue el último y aún no había rastro de Raniel.
Otros 30 minutos más y sale el decano junto a Raniel, visiblemente cansada y con una cara un poco sombría, la joven miró el cielo y suspiró, parecía un tanto abatida. Anabelle, se angustió al instante y fueron todos al encuentro de la joven Larson.

─  ¡Bien, señores! dijo el decano  ya que esta toda la familia Calguiere reunida, es para mí un agrado comunicarles que la señorita Larson,  ha sido aceptada en nuestra Universidad y que aprobó el examen con excelencia y muchos elogios de parte de los miembros  de la comisión. Quiénes, han manifestado su consentimiento para que ella entre cuanto antes a nuestra institución. Ahora; nos queda pendiente el asunto del respaldo de su antigua Universidad  o  quedará como alumna regular, de cualquier forma, la señorita Larson ya es un miembro estudiantil más de Kingston.
¡sí!  gritó Charles entusiasmado  lo sabía, sí alguien podía esa era Raniel. Mi querida cuñadita seas bienvenida a nuestra casa de estudios, ya verás que saldrá como de una de las mejores Arquitectos de todo Londres.
-¡Wow!  exclamó  Francis, sumamente impresionada ¡Con excelencia!,  yo  no me lo puedo creer. Es fenomenal,  mi cuñadita; es toda una genio, Jajaja.
─ Así es. Señorita Francis repuso el hombre a contar de este lunes ella se integra a clases. Su hermana Claudine; será su tutora.  Por mi parte; no me resta más que señalar que es un honor tenerla en nuestra casa de estudios señorita Larson. Ahora si me disculpan, aún debo ver el asunto de su universidad. Con su permiso (se retiró el hombre)
─ Ven acá, niñita  exclamó sonriente Alesia  déjame abrazarte, no puedo creer que hayas sacado honores con esa manada de buitres. Me saco el sombrero  ante ti.

Los hermanos Calguiere; uno a uno fueron felicitándola, también fue el turno de Anette y James, hasta que finalmente llegó Anabelle, no cabía en sí de la dicha, tan sólo sonreía nada más, cuando todo lo que deseaba era abrazarla para poder calmar sus nervios por la espera.

Anabelle, la tomó por la cintura y le abrazó fuertemente y susurró…
─ Estaba tan nerviosa ─ expuso ella sabía que darías lo mejor, aún así no podía dejar de preocuparme. Te felicito mi amor, eres una gran mujer y me siento muy orgullosa de ti.
─ Gracias amor  dijo apenas audible Raniel y muy afectada la verdad me siento muy cansada, pero feliz de haberlo conseguido y de contar con su apoyo, muchas gracias a todos.
Raniel  señaló James ─ Has demostrado ser una mujer muy fuerte y luchadora, esto es  tu merito y de nadie más, por lo que a mí respecta; es un honor que formes parte de nuestra familia al lado de Anabelle. Ahora, les invito a que vayamos a celebrar tu triunfo y por cierto (saco un móvil de su chaqueta), llama a tus padres para darles la noticia, tu madre nos llamó hace un rato atrás.
─ Gracias dijo Raniel y marco a su madre…le comunicó la noticia y de lejos alcanzó a escuchar los gritos de sus hermanos eufóricos con el triunfo de la menor de los Larson. Al rato después se despidió y cortó la llamada.
─ Muchas gracias  Dijo ella, devolviendo el aparato ─ Mi familia está feliz y les agradece todo el apoyo que me han brindado.
─ Para nosotros ha sido un placer y ha sido lo mínimo ─ mencionó Anette ─ Ahora nos iremos en ambos coches; Marcus por favor; lleve a Anabelle, Raniel y Alesia, nosotros iremos en el mío.
Como usted diga, mi señora. ─ respondió éste.

En el auto Anabelle, abrazo a su novia y  buscó los labios de su amada una y otra vez, deseaba sentirla cerca, estaba  inmensamente feliz de que todo haya salido bien, ahora podía hablar con ella sobre la compra de un apartamento.

─ Amor dijo Anabelle.
─ Dime.
─  ¿Te gustaría que viviésemos en nuestro propio departamento?  inquirió Anabelle  verás, he visto algunos y deseo que me des tu opinión, siempre que tú estés de acuerdo claro está.
¡Eh!... no me gustaría que incurrieses  en más gastos por mí, ya  estoy enterada de tu respaldo económico en caso de fallar el intercambio expresó Raniel pero si es tú deseo y podemos disfrutar el  estar más tiempo juntas mientras estoy estudiando, por mi está bien.
Raniel, nada me haría más feliz que vivir contigo acoto ésta quiero estar junto a ti la mayor parte del tiempo que sea posible. Aprovechando que estamos acá;  te mostrare los que tengo en mente y tú me dirás cual es de tu agrado.
Está bien Anabelle lo que tú quieras  repuso ella yo casi ya no puedo separarme de ti, me hiciste mucha falta esta mañana, pero al pensar en ti, saque más fuerzas.
─ Amor mío…fue lo último que pronuncio, ya que Raniel la silencio con un beso. Mientras Alesia y Marcus sonreían al ver a la pareja.
Nunca antes había visto tan feliz a mi lady dijo muy bajito Marcus para no ser oído más que por Alesia Sabe, mi hermana apenas la vio, dijo que era el gran amor de la joven Duquesa, al segundo día de haber llegado.
¿En serio? inquirió pensativa Alesia dime Marcus, tu hermana sabe si Raniel, tiene algo con ella, me refiero a… ¡Bueno tú sabes!…lo que ella ve…
─ Sé a lo que se refiere explico él  y se lo comente  a mi lady sobre eso, pero lo que no le dije es que la jovencita Raniel, viene con la energía de otra mujer y no lo hice para no preocuparla.
¿Mujer has dicho? –Preguntó ella ¿cómo es?, ¿cómo la ve?  Y tu hermana, ¿la puede ver?
 afirmo éste  pero por favor,  no diga a nadie lo que le voy a decir.
─ Dime Marcus ─ preguntó de lleno Alesia ─  ¿Quién es?
─  La mujer  que acompaña a la joven Raniel, es idéntica a ella  respondió el hombre  mi hermana dice que es la reencarnación de la otra mujer.
─  ¡Mierda!  dijo fuerte Alesia, haciendo que ambas chicas se fijasen en ella
─  ¿Sucede algo Alesia?  inquirió Anabelle
─  No, nada  mintió ella ─ Es que me pase a llevar. Eso es todo (Y miró de soslayo a Marcus para que guardase silencio)
─  ¡Entonces mis sospechas son ciertas! ─  se dijo para sí, Alesia  Raniel, tiene relación con Rowine Mcraune.

Al cabo de unos momentos todos entraban a un lujoso restaurante, le buscaron un buen sitio y se dispusieron a escoger dentro de la carta del menú.

─ Amor, me dijo Odete que no desayunaste- comento su novia-ahora te vas alimentar como es debido.
─ Está bien repuso ella con una condición
¿Cuál? inquirió Anabelle
─ Qué tú escojas para mí, el platillo que sea de tu agrado señaló alegre la joven.
¡A no!  se burló Francis  ¡esto es el colmo! el amor es enfermizo, así  yo no quiero estar. Primero muerta, que llegar a esos niveles.
Jajaja bromeaban en la mesa
esto es mucho más grave de lo que pensé  expresó Claudine  apoyo tu moción hermanita, yo menos quiero verme así, ¡es patético!
─ ¡¿así?!  exclamó Alesia ─ ¡Ya verán  el parcito! cuándo les llegue su hora (cerrándole un ojo a su prima Anabelle) andarán por los suelos.
─ ¡Na!  bromeó Francis ─  Nunca tan cursi, querida mía. A mí no me lavan el cerebro o me dejo de llamar Francis Calguiere.
─ ¡Hija más respeto! ─ demandó su madre mira que puedes tragarte tus palabras por ser altiva.
─ Lo siento dijo avergonzada ─ Con todo respeto, pero el amor es bello y todo eso, pero estar tan embobadas me parece absurdo.
─ Sucede querida mía ─ refutó Anabelle ─ Que no te has enamorado aún y cuándo lo vivas, ya veremos qué haces tú y cómo te comportas.
─  Puede ser  dijo altiva Francis ─ ¡está por verse! ¡ya veremos!

Los padres movían su cabeza, pues conocían un tanto la rebeldía de la menor de sus hijas y estaban consciente que a veces tendría que aprender de la forma dolorosa. Cuando les llego su pedido a cada uno, brindaron por el éxito de Raniel, Anabelle  tomo la mano de su prometida y la entrelazo con la de ella.

─ Padres dijo ella quiero informarles que hemos decidido junto a Raniel y por motivos de sus estudios, adquirir un pequeño apartamento aquí en Londres, por lo cual nos encantaría que nos acompañasen a escoger dentro de tres que ya han sido previamente seleccionados por Kat, por  estar cerca de la universidad.
─ Me parece perfecto señaló James así Raniel estará más cerca y con más tiempo para sus estudios. Por otro lado, el que tú le acompañes, les servirá a ambas para irlas preparando para lo que se vendrá más adelante.
¿Qué quieres decir Padre? preguntó Anabelle.
─  Muy bien jovencitas. Es mi turno ahora de hablar expresó él ─ Con tu madre hemos hablado al respecto y según nuestras costumbres y tu obligación, es nuestro deber exigirles a ambas la fecha de su unión. Por lo tanto; hemos decidido hacer venir a la familia de Raniel a la brevedad posible y ellos han aceptado. Queridas mías,  a partir de hoy tienen un plazo de cinco meses para fijar la fecha de la boda y cuanto antes mejor.

Todos quedaron viendo a la pareja, Charles; aún con un poco de congoja, pues le hubiese gustado ser él de quién se enamorase Raniel, pero no podía seguir con eso más, le bastaba con verla feliz al lado de su hermana. El resto de las hermanas no se asombraron, ya que era conocido para ellas,  el  hecho de  que su hermana tenía una obligación por ser la Duquesa y sí sus padres estaban acelerando las cosas es porque habían motivos muy importantes para ello.

Por otro lado; la pareja se miró entre sí. Cuál de las dos estaba más asombrada y guardaron silencio por unos minutos…hasta que Raniel, rompió el silencio.

¿Vendrán mis padres? preguntó la joven pero ellos no me dijeron nada al respecto cuando les hable hoy.
─ Así es querida Raniel explicó Anette─ Era una sorpresa.  Hemos hablado con tus padres hace una semana y ya hemos hechos todos los arreglos para que ellos arriben dentro de esta semana. Nosotros nos encargaremos de ir a recogerles, ya que usted señorita deberá ocuparse de sus estudios,  aquí son muy exigente, niña mía.

Mientras las jóvenes, escuchaban atentas todo lo que les decía Anette.  En otra ciudad, una pareja de amantes disfrutaba del momento…

 ─ ¡Entonces! ¿Qué vas a  hacer Robert? inquirió una mujer ─ ¿las dejarás que sigan jugando?
Verdaderamente me da igual, aún no deseo regresar indico éste pero que no te quepa dudas; ella no terminara conmigo. Seré su esposo y me quedare con todo. Entonces tu y yo vamos a estar más juntos  que nunca, pero debes seguir ayudándome hermosa (Robert se levantó de la cama y fue en dirección del baño)
─ Claro que lo haré  dijo burlesca ella pero tú no te quedarás con Anabelle; idiota, ya la perdí una vez hace muchos años, pero esta vez no. (La mujer sonrió perversamente)
En ese mismo momento,  una fuerte puntada atraviesa el corazón de Raniel y hace que se desvanezca por completo. Causando la preocupación de todos…
Raniel gritó desesperada Anabelle….

“He vuelto Rowine. No te permitiré que lleves a cabo tu sueño. Volveré a truncar tu vida, jamás te dejaré ser feliz con ella. Voy a sacarte de mi camino muy pronto. Ya verás, ganaré una vez más”   Jajaja, Jajaja…  rió diabólicamente aquella mujer.


2 comentarios:

Mari Carmen dijo...

Anrhia espero que estés bien y sigas continuando tus historias que me encantan, hace tiempo que no me paso a comentarte, he estado liada con los estudios, demasiado diría yo, se ve que ha habido un pequeño fallo a subir la continuación de una de tus historias, solo sale el titulo pero no el texto de Forjando un futuro junto a ti, espero que veas pronto este mensaje y puedas arreglarlo pronto. Eres una fantástica escritora, aquí estaré esperando pacientemente la continuación de tus historias, una abrazo desde mi tierra y cuídate.

Anrhia dijo...

Mil gracias por avisarme, Mari Carmen. Tuve complicaciones ese día al subir y por lo visto no lo grabo bien. Ya está resuelto.
Reitero mi agradecimiento al igual que tú compañía en este mundo de líneas que amo, pero que muchas veces soy absorbida por otras necesidades que me alejan un tanto. Ruego disculpen mis atraso y como le dije a una amiga, no dejaré de escribir hasta concluir mis historias, ya que es algo que se los debo y que a la vez me permitirá cerrar un ciclo que comencé en la universidad por el simple hecho de dejar volar mi imaginación y ver de qué era capaz de plasmar.
Hasta el momento estoy conforme con lo que hago aunque deseo pulir este arte y mejorar mis falencias. Teniendo presente el consejo de Pollito de nunca olvidar que escribo por diversión y pasión. Y créeme que no lo haré por diversas razones y una de ellas es muy loca...Y es que en este mundo de líneas expreso muchas cosas y lo que no consigo materializarlo, simplemente lo pongo en pequeñas líneas.
Tal vez, solo tal vez, me gustaría escribir la trama para una película de ficción. El tiempo lo dirá, jejeje.
Desde mi Chile amado, un abrazo a la distancia.

Anrhia

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