mujer y ave

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martes, 15 de julio de 2014

Incertidumbre.



Incertidumbre

En aras del pasado, capítulo 28.

Las horas proseguían su curso, mientras en la alcoba dos mujeres se entregaban en cada caricia y el deseo hacía presa de ellas, hasta enloquecerlas.


Anabelle, recorría lentamente el cuerpo de su amada, beso cada sitio, su lengua avanzaba en su camino dejando una estela de frenesí  y gemidos, se detuvo por varios minutos en cada pezón de Raniel , los beso, succiono y mordisqueo hasta dejarlos totalmente erectos y a su merced. Luego, llego hasta su abdomen y beso todo su vientre perfecto y mordisqueo  sus costado hasta sacarle un ronco gemido a su novia, quién se retorcía del placer que su prometida le daba, tenía asida fuertemente las sábana porque estaba al borde de la locura.
Las manos de Anabelle, bajaron hasta la entrepierna de Raniel, estaba tan húmeda y su cuerpo era como la seda en sus manos, moldeaba a su antojo a la joven, aspiro su olor y busco el objeto preferido de su deseo, le hallo fácilmente y muy sensible a sus caricias, su lengua comenzó a atormentarle una y otra vez. A los segundos después introducía sus dentro del interior de Raniel, en lo más profundo de  su ser. Raniel estaba al borde del éxtasis, sus gemidos y suplicas tenían completamente excitada  a Anabelle, necesitaba  poseerla una y otra vez, hasta llegar al cansancio extremo de quedar sin fuerzas.
Raniel, presa del deseo, se las arreglo para sostenerle sus manos y suplicarle:
-Amor- susurro jadeante – ven, quiero sentirte también, disfruta conmigo por favor.
La joven, alzó sus ojos y vio en los ojos esmeraldas el ardiente deseo y también suplica, subió muy despacio y  extendió todo su cuerpo sobre su  novia sin sacar su mano del interior de ella y busco sus labios con desesperación. Mientras que Raniel, abrazó su cintura con sus piernas, obligándola a apegarse a un más a ella y así fundirse  con ella en la pasión.
Anabelle, se dispuso de tal forma que ambos sexos se unían en una perfecta fusión y comenzó lentamente a mover sus caderas rítmicamente embistiendo muy suavemente a su prometida, y  fue aumentándolo cada vez, hasta el punto más álgido del placer.
Sé mía, necesito que lo seas ahora demandó roncamente Anabelle  ¡dímelo Raniel!
Hazme tu mujer  Anabelle repuso jadeante la joven ¡Hazlo ya!
En ese preciso momento, aumentó el ritmo de sus caderas y besó apasionadamente a Raniel, ahogando el grito de placer, que ambas alcanzaron al momento de llegar a l clímax y se desbordaron mutuamente  en el orgasmo que fue más largo de lo inusual.
Lentamente  se separó de sus labios y le susurró…
te amo cómo no tienes idea Raniel- expreso Anabelle, luego dejo caer su cuerpo a un lado de su prometida tratando de recuperar el aliento.
- Yo también te amo mi vida -. Señalo Raniel ,  acariciando su rostro- Ahora debes descansar Anabelle, mañana debes ocuparte de tus negocios y no debes llegar agotada, además esta es la cuarta vez que me haces el amor en lo que va de la noche, creo que por hoy es suficiente, ¿no te parece?.
-mira tú – exclamo Anabelle – y piensas que he de conformarme con eso nada más.
-acaso nunca tienes suficiente  - repuso Raniel – eres insaciable amor mío.
- contigo nunca es suficiente- sentencio ella- cada vez quiero más y no quedare conforme hasta que me des todo.
Raniel, le contemplo  detenidamente y descubrió que en esos ojos azules comenzaba a brillar nuevamente el deseo y entrecerró los suyos y al abrirlos nuevamente,  tenía sobre sí el rostro de Anabelle.
¿qué sucede?- inquirió Anabelle – acaso no me deseas tú también.
-no amor mío – dijo Raniel – yo no sólo te deseo sino te amo con todo mí ser.
-entonces – inquirió sonriente Anabelle – por qué no me dejas amarte como yo quiero, no te has dado cuenta que te necesito más que el aire que respiro, que de ti me alimento, tú eres mi energía, eres mi complemento, mi todo.
-Anabelle- repuso Raniel- me halagas con tus palabras y me haces la mujer más feliz con tu amor, pero me preocupas, debes descansar, sólo quiero tu bien.
- lo sé vida mía – respondió ella- pero estaré bien no te preocupes, además señora  de Calguiere, vendrá conmigo, estarás a mi lado en todo momento, así que ahora si me disculpas…ven acá, (y a la atrajo hacía sí, buscando sus labios) te necesito tanto.
El deseo y la pasión volvieron  a inundar el dormitorio por otras horas más…
El despertador sonó en la mesita de noche y Anabelle, lo busco para apagarlo, una vez hecho, estiro su cuerpo y contemplo a su prometida que yacía plácidamente a su lado, no pudo evitar sonreír.
Cielos, la vida en pareja es mejor de lo uno suele pensar, no renunciaría a nada de esto, ni por todo el oro del mundo. Es increíble lo bien que me haces Raniel, a tu lado soy inmensamente feliz como jamás imagine, contigo me siento completa, sin duda eres mi alma gemela, mi mitad y no te dejare por nada ni por nadie- se dijo Anabelle.
Se levanto y se fue en dirección del baño…tras una breve ducha… seco  su cuerpo y busco dentro de su closet un traje blanco de dos piezas que combinaría con una blusa de una suave tonalidad celeste, acompañada de zapatos blanco, y aros turquesa… realmente la combinación acentuaba mucho el talle de su figura, quería lucir hermosa para su prometida.
Tras vestirse, termino de maquillarse, luego se dispuso buscarle un conjunto a Raniel, dentro de las cosas que ella tenía y que había ido a buscar cuando en la noche dijo que iría a descansar, ya que quería trasladar todo a la brevedad posible a su alcoba  y una vez que lo hizo le espero junto a su dormitorio, ya que tenía la corazonada de que se iría directo a su habitación y así resulto ser.
Saco unos pantalones negros, y los combino con un suéter verde de cuello alto y zapatos negros, busco dentro de su joyero y encontró unos aros esmeraldas que combinarían a la perfección, dejo todo sobre una silla y salió de la habitación rumbo a la cocina.
buenos días mi niña- dijo Odete, la cocinera de la familia y a quién Anabelle adoraba desde niña y que también la había crecido por así decirlo.
¡buenos días nana- dijo sonriente Anabelle.
sí, es un muy lindo día mi niña – dijo con ternura la señora- en especial para ti, estás más radiante que nunca, se nota que el amor te sienta de maravilla.
¡eh! , Jajaja - sonrió Anabelle – a ti no te puedo engañar verdad.
así es mi niña- repuso ella- se nota que amas mucho a la señorita Raniel.
tanto se me nota- inquirió curiosa ésta.
a decir verdad, mi niña- expreso Odete – tú me disculparas, pero jamás te vi así con el joven Robert, sólo el verdadero amor hace resplandecer a los enamorados, es como la flor que se abre al beso tibio del sol, mostrando toda su hermosura y es una entrega perfecta, una comunión plena entre ambos y tú no la tenías antes mi niña, y ahora te estás abriendo al más hermoso sentimiento que un ser humano puede experimentar en su vida.
dime nana- inquirió Anabelle – cómo fue que supiste que era ella.
Jajaja, mi niña – repuso ella- ninguna persona en estos 25 años trastorno tanto tu vida desde la llegada de la joven, al principio te vi molesta  muchas veces con ella, luego muy confundida y sombría y ahora estás radiante, esos mi niña son claros signos del poder del amor que tiene para transformar  la vida de una persona, o me equivoco.
Jajaja, no nana – dijo risueña Anabelle – estás en lo cierto, yo amo a Raniel con toda mi alma, es más ahora es mi prometida oficial, mis papás ya saben lo nuestro y nos apoyan, tú sabes, que en la familia debemos formalizar todo, nada es a la ligera y no podría ser de otra manera, pues mis sentimientos hacia ella son verdaderos y muy pronto quiero desposarla.
Que alegría mi niña- señalo Odete y abrazo a la joven – te ves tan feliz y eso me pone muy contenta, dime mi niña, que deseas para desayunar hoy.
pues, a eso he venido nana – agrego Anabelle – verás, tú sabes que es lo que gusta a Raniel.
a ver déjame pensar- señalo la señora – a ella le encanta mucho el jugo de piña y una taza caliente de cocoa y tostadas con quesillo. ¿Quieres prepararle el desayuno a tu prometida o me equivoco?
estás en lo correcto nana – adujo ella- ya es hora que me vaya acostumbrando a sus gustos y a cocinarle, tú sabes conquistar su corazón por medio del estomago, no crees.
Jajaja – reía la señora – bien, hazlo entonces, mientras tanto yo prepare el tuyo, lo mismo de siempre verdad.
claro nana –dijo ella- eso no ha cambiado ni cambiara.
Al rato después…
le pediré a Albert que me corte una orquídea para Raniel y que la coloque en su bandeja.
vaya – señalo Odete – el toque romántico.
así es- repuso ella- toda mujer debe ser tratada como una flor con detalles y quiero darle a ella todo lo mejor de mí.
eso es maravilloso mi niña.
bien, ahora  iré a despertarla. Acoto Anabelle- debemos salir lo más pronto posible.
A los minutos después en l dormitorio….
Anabelle observa por unos instantes a su prometida y suspira, le gustaría quedarse con ella en la cama todo el día, pero los deberes le llamaban y además que ambas debían ocuparse de ver el asunto de los estudios de Raniel, aunque ella ya tuviese casi todo listo, quería darle la oportunidad de que ella escogiera por sí misma, lo que era más de su agrado.
Raniel- susurro en su oído y le beso en la mejilla – despierta mi dulce princesa.
La joven abrió muy despacio sus ojos y se topo con el hermoso rostro de su novia y levanto un poco su rostro y la beso suavemente
buenos días amor- dijo Raniel-
Buen día mi cielo- contesto Anabelle y beso a la joven brevemente – es hora de levantarse, debemos ir a la ciudad.
está bien- repuso Raniel- dame unos minutos y estoy contigo.
bien te espero en el comedor- señalo Anabelle – no demores mucho, será mejor que me  vaya o de lo contrario podríamos demorarnos mucho- repuso esto último muy pícara y cerro tras de sí.
válgame el cielo – suspiro Raniel – aún le quedan energías para más y a mí me faltan horas para reponerme, con dos horas por día no aguantare el ritmo, si supieras mi querida Sara que me tienen por las cuerdas, te reirías de mí a más no poder.  Se ducho y vistió a la brevedad posible con lo que Anabelle le había dejado, lo que sí dudo de esos zarcillos esmeraldas, cuando estuviera con ella le preguntaría, por lo que los guardo en el bolsillo de su pantalón y procedió reunirse con ella en el comedor.
Ya casi toda la familia estaba reunida en el comedor, ya que debían ocuparse en distintas labores, los hermanos menores Calguiere estaban listos para irse cada uno a la universidad, mientras que Alesia iría con Anabelle a la ciudad por asuntos de negocios, en esos mementos se le une Raniel.
Al verla Charles se le queda viendo fijo y Anabelle se percata de ello inmediatamente. El joven se levanta de su asiento y se dirige hasta dónde se encuentra la joven, que luce muy hermosa esta mañana en ese conjunto.
Raniel- dijo Charles  muy serio  y de súbito la abraza fuertemente y le susurra:
seas muy bienvenida a la familia mi querida cuñadita- dijo el joven- deseo que seas muy feliz al lado de mi hermana, cuida de ella te lo ruego y te suplico que tengas paciencia hasta que ella pueda disolver su antiguo compromiso, no dejes que los obstáculos se interpongan entre las dos, ella te ama demasiado.
Raniel quedo asombrada con las palabras del joven y de cómo éste ya sabía de su relación con Anabelle, por lo que le respondió con sinceridad.
sabré ser paciente- dijo Raniel- y confiar en ella, te doy mi palabra, también yo amo demasiado a tu hermana.
Eso me alegra escuchártelo – repuso él – ahora te invito a desayunar o de lo contrario nos van a interrogar mucho, ¿no te parece?
ni que lo digas- sonrió Raniel y tomo su lugar junto a su prometida, quién no dejaba de observarla con cierta curiosidad.
buenos días a todos- saludo Raniel.
buenos días – fue la respuesta de toda la familia.
En eso entro Odete con el desayuno para Raniel y dispuso todo ante ella, incluso la orquídea que había sido mandada a cortar para ella.
de su prometida- agrego Odete  muy despacio- que lo disfrute señorita Raniel.
Mm, gracias Odete- dijo Raniel, sintió sobre sí todas las miradas y aún más la de su prometida, iba a comentar algo pero se abstuvo de hacerlo.
te gustan las orquídeas Raniel- inquirió John muy burlón
sí, toda flor es bella – repuso la joven- cuándo obsequias una flor, es entregar una parte de tu ser, es un detalle muy hermoso para una mujer.
vaya- dijo éste- ustedes las mujeres son demasiado sensibles a los detalles.
esa es la diferencia entre un hombre y una mujer- sentencio ella- la mujer se deja llevar por sus sentimientos y el corazón, mientras que el hombre en su mayoría usa la razón nada más, olvidando por completo la esencia del amor.
El joven palideció ante las palabras de Raniel y todos los demás miembros sonreían, incluso James y Michael.
al fin, alguien le ha dicho sus verdades a este insensible de hermano que tengo- exclamo Alexandra.
apoyo esa moción – repuso Francis.
Jajaja- se burlo Alesia- de verdad te pegaron duro hermano, veras que Raniel es muy directa en sus puntos de vista.
así veo- señalo el joven- entonces la persona que conquiste tu corazón tendrá que tener en cuenta ese tipo de detalles contigo Raniel.
no solamente eso – esgrimió  Raniel- también es importante que la persona  sea ella misma, y sobre todo sincera y honesta, para mí son de suma importancia en una relación, son las bases  para construir una relación perdurable, el engaño y la traición son cosas que no tolero y tampoco podría perdonar.
Las hermanas Calguiere se miraron entre sí muy preocupadas tras las palabras de Raniel, lo mismo sucedía con Alesia,  y con discreción observaron el rostro de Anabelle, quién estaba pensativa.  Sin duda era conocida para ella lo directa que era su prometida en muchas cosas, pero quedo inquieta tras sus palabras, ya que tenía pendiente el asunto de confesarle quien era ella y sintió temor de que le fuese a rechazar por ocultárselo.
Su madre, también observaba a su hija y pudo percibir la inquietud de ésta, por lo que decidió intervenir y así distraerla antes que su novia se diese cuenta que Anabelle estaba asustada.
mi niña- dijo dulcemente Anette- hay veces en la vida, que una debe tolerar  tantas cosas, y muchas otras en las que debemos ceder por el  bienestar de quienes más amamos, no puedes  permitirte que ciertos obstáculos empañen tu felicidad o la de tu pareja o pongan en riesgo el  amor que se tienen, Raniel no siempre es engaño, hay veces en que las circunstancias nos obligan por uno u otro motivo a callar ciertas sucesos por un tiempo, para que se encuentre el momento apropiado y vayas preparando a tu ser amado para dar a conocerles ciertas cosas de su vida, que tal vez podrían llegar a molestar en un principio, pero si realmente amas sabrás comprender sus razones y aceptar ese tipo de hechos, verás que nunca fueron engaños o mentiras.
Raniel que sorprendida ante las palabras de Anette y elogio internamente la sabiduría de esta mujer, por compartir un poco de su experiencia a través de su vida.
lo tendré en cuenta- dijo sonriente Raniel y jugo por unos momentos con su orquídea mientras reflexionaba de  las palabras antes mencionadas, hasta que sintió sobre sí una intensa mirada, volvió su rostro a su izquierda y vio como los ojos azules no dejaban de verle intensamente como deseando decirle algo.
gracias amor- susurro Raniel cerca de ella - es muy lindo tu detalle y el desayuno estaba delicioso.
 me alegro que te gustase- señalo ella tímidamente- Madre tu saldrás con Marcus o me llevo yo el coche hoy.
 saldremos con tu padre y tus tíos a ver los viñedos, por lo que nos llevara Marcus, pero puedes utilizar mi auto.
Yo te llevo- dijo Alesia- hace tiempo que no conduzco, así que saldremos en tu carro tía.
Por mí no hay inconveniente- señalo Anette.
Una vez finalizado el desayuno, todos tomaron distintos rumbos…Alesia conducía el mercedes  de su tía y la parte posterior iban Raniel y Anabelle, ésta última sólo observaba distraídamente, no se podía reponer aún a las palabras de su novia y estaba muy inquieta, no quería perderla por nada del mundo y  el hecho de  que ella fuese la Duquesa de Calguiere le pesaba mucho en estos momentos, pues no sabía cómo reaccionaría ella y sí la aceptaría bajo esas circunstancias. Sabía o intuía muy bien que su prometida no era del tipo de personas trepadoras socialmente o ambiciosa, pues su carácter independiente se lo había demostrado ya muchas veces, pero percibía un cierto desdén de su parte por la gente de mayor posición tras haberla escuchado ese día en el parque hablando con su amiga Sara.
¿sucede algo amor?- inquirió Raniel, tomando las manos de su novia- desde hace rato que estás muy pensativa, ¿qué es lo que te preocupa tanto?, tal vez no debí venir contigo podría incomodarte.
 no digas eso- repuso Anabelle- ahora más que nunca deseo que estés a mi lado y  sí hay algo que me preocupa y eres tú. Raniel, hay algo de lo que debo hablarte que es un tanto delicado, por el momento no podemos hacerlo hasta solucionar definitivamente mi situación con Robert, entonces ahí tú y yo hablaremos de ello y deseo con todo mi ser que puedas comprenderme.
 cielos, me asustas Anabelle- comentó Raniel- ¿por qué no ahora?
a decir verdad, aún no es el momento indicado- sentencio ella resueltamente.
Alesia, que miraba por el retrovisor a su prima movió su cabeza…creo que has dejado pasar una gran oportunidad Anabelle, ojalá no te equivoques- pensó ella.
Raniel, no quedo satisfecha con la respuesta, al contrario despertó una cierta inquietud en su interior, presentía que algo no andaba bien y que su novia no quisiese decirle le dejo una sensación molesta en su ser y se alejo cuidadosamente de su lado y observo por la ventanilla del coche. Ambas estaban distanciadas y eso no les ayudaba, el temor de una y  la incertidumbre de la otra no iba a ser una buena mezcla.
Horas más tarde en las oficinas Calguiere….
buenos días señorita Anabelle, señorita Alesia – dijo su secretaria.
Buenos días – respondieron ambas.
señorita Anabelle, el joven Robert dejo un mensaje para usted en su email, además las están esperando para una junta con los accionistas de Clospetwood y Cía.
-está bien- señalo Anabelle, quién observo de reojo a Raniel – por favor avísales que estaremos con ellos en unos minutos- Mildren, te presento a Raniel, estará conmigo en mi despacho de ahora en adelante.
como usted diga.
Alesia, fue directo a su oficina, mientras que Anabelle se dirigió a su despacho e hizo pasar a Raniel. La acomodó en unos de los sillones y fue a su escritorio a revisar su computadora. Mientras que Raniel, le observaba silenciosamente, algo no estaba bien con ella, por más que tratase de ocultarlo el sólo pronunciar ese nombre hacía que se le revolviese el estomago y sentía apretarse  su corazón, siempre fue una persona tranquila, pero esta vez comenzaba a molestarse, serían estos celos…rayos, no puedo perder la calma prometí que tendría paciencia…medita la joven- maldita sea no puedo evitar sentirme así.
Anabelle, reviso el mail y palideció un poco, pero prefería ver las cosas en privado y le resto importancia, acomodo su cartera y reviso otros mensajes y citas para este día, sin siquiera voltear a mirar  a Raniel. Llamó a su secretaria y le pidió los informes para hoy, luego busco en su computadora el listado de universidades para que su prometida pudiese escoger, se preocupo de detallar al menos tres alternativas, entre las cuales estaba en la que había sido aceptada ya Raniel.
Raniel, acércate por favor- solicito Anabelle- mira aquí hay un listado con las universidades que imparten Arquitectura, mientras estoy en la junta por favor revísalas y ve cuál es más de tu agrado.
está bien- dijo Raniel- le revisare.
bien nos vemos hasta un momento más- señalo Anabelle y se fue del despacho.
vaya, que prisa tenías por irte- pensó Raniel- por lo visto, tampoco confías en mí, no será nada fácil esto, es más duro de lo que creí, no quiero sentir así, no deja de ser importante para ella. Termino de observar la lista y decidió por una, pero antes lo iba a meditar, ya que no  se sentía cómoda en ese lugar y menos con la reacción de Anabelle, estaba extraña desde el desayuno y su falta de confianza la daban que pensar, ya que también quería participar en su vida  y conocerla un poco más. Por lo que decidió salir de aquel despacho y recorrer las instalaciones para no pensar  más y evitar algún tipo de discusión con ella, ya que  perdía con facilidad la paciencia.
¿puedo recorrer un poco?- preguntó a la secretaría.
espere, tome este pase le servirá sí el preguntan algo- señalo ella
gracias- sonrió Raniel-
Tres horas más tarde y finaliza la junta….
Cielos al fin acabo- repuso Alesia – vayamos a comer algo junto a Raniel.
me parece bien- agrego Anabelle, ya más tranquila – está en el despacho, debe estar aburrida
Al llegar al lugar no le encontraron, preguntaron a su secretaria y ésta le informo que salió a recorrer las dependencias. Con ayudas de cámaras de seguridad pudieron dar con ella.
Raniel – señalo Anabelle – por qué dejaste la oficina, revisaste el listado que te deje.
vaya, ahora es Raniel solamente- pensó la joven- quería un poco de aire fresco y ya revise todas las universidades, pero no decidiré nada por ahora- repuso un tanto seca la joven.
Anabelle y Alesia, se miraron entre sí y quedaron un poco pasmadas ante la respuesta de la joven.
pensé que era importante que decidieras hoy, para presentar tus antecedentes- repuso Anabelle confundida.
como dije antes no es de mi interés por ahora- señalo desganada Raniel.
Anabelle, quedo más aturdida aún; ¿qué sucede con ella, debemos asegurar su cupo y ahora no quiere nada más?, no estará pensando en arrepentirse de la palabra que me dio.
Alesia, sintió la tensión al instante entre las dos, pero al igual que su prima quedo un tanto pasmada por la reacción de Raniel, y dedujo que la respuesta que Anabelle le diese en el coche tenía que ver.
¿Qué les parece si vamos a comer comentó Alesia ya es tarde.
Ambas asintieron y se fueron al despacho a buscar sus cosas. Alesia se las arreglo para enviar un mensaje al móvil de su prima sin que nadie se diese cuenta.
Mientras iba  rumbo a su despacho, sonó el móvil de Anabelle con un mensaje de texto de Alesia:
“Anabelle , has hecho enojar a tu prometida con tu respuesta que le diste en el coche, trata de enmendarlo o estará de mal humor el resto del día, creo que es muy obvio por su cara”
La joven guardo su móvil y espero llegar hasta su despacho. Una vez adentro y tomo por la cintura a Raniel y beso su mejilla y le susurro
amor, perdóname- señaló  Anabelle – no quiero que estés molesta conmigo, por lo de esta mañana, es un tema importante pero aún no es el momento.
si tú lo dices,  será respondió seca Raniel y se soltó de su abrazo y fue en busca de sus cosas.- y con respecto a lo de la universidad no te preocupes que no tiene importancia para mí (la joven dijo esto totalmente irritada por las palabras de su novia, si ella no deseaba hacerle partícipe de su vida, estaba bien, pero que no le reclamase nada a ella más adelante)
Anabelle, tragó saliva, pues eso significaba que no pensaba estudiar en Londres, ¿qué sucedía con ella?
Raniel, ¿qué es lo que quieres decir con ello?
lo que has oído, no es importante para mi estudiar acá- repuso ella contrariada- nos vamos ya
Anabelle, quedo estupefacta con sus palabras…
no vamos a ningún lado- repuso molesta  y tomo el teléfono y cancelo la salida con Alesia – ahora vas a explicarme el por qué no quieres y qué está sucediendo contigo para qué estés de este modo.
pues veras, a mi no me pasa nada, no soy yo la que está extraña desde esta mañana.
ya te he explique que no es el momento, no puedes comprender eso.
está bien, dejémoslo  así- señalo Raniel- ahora me gustaría volver  a casa sino te es mucha la molestia, podrías indicarme las señas y  poder así pedir un taxi.
estás loca, ya basta Raniel- siseo Anabelle- no te comportes como una niña malcriada
No lo soy, sólo que me aburrí de ver como mi novia me pide confianza y no es capaz de otorgarla en la misma forma que la pide, después llegas a correr para ver el mail de tu ex novio   y  haces como si nada ocurriese y por último me tratas a secas como si nada, luego vienes a mí porque  Alesia  te previno de que podría estar molesta o me equivoco.
Anabelle palideció, en todo momento su prometida estuvo consciente de cada una de sus acciones y por más que trato de ocultar sus actos para no preocuparla termino arruinándolo más.
Raniel, lo siento, no quería preocuparte, no era mi intención- dijo en su defensa- no te enfades por favor.  Y fue a su lado quería abrazarla, se sentía estúpida por haber actuado de ese modo.
La joven suspiró y reflexionó un poco, de que tampoco ella estaba facilitando las cosas, por su comentario sobre sus estudios, en eso recordó las palabras de Anette y concordó con ella.
Tomó  a Anabelle de la mano y la llevó hasta el sillón, la atrajo hacia sí y recostó el rostro de su novia sobre su pecho y guardo silencio por unos minutos, hasta poder calmarse. Una vez que lo consiguió levanto el rostro de Anabelle y buscó sus labios con ansiedad, la joven correspondió de inmediato al beso de Raniel, devolviendo cada caricia que le daba, sus bocas se anhelaban más de lo que ellas mismas imaginaban, y todo se prolongo hasta que cayeron en cuenta que estaban en el despacho. Ambas sonreían al darse cuenta de que si hubiesen entrado las hubiesen visto totalmente entregadas a la pasión, ya que  no siempre se podían contener como ahora. Acomodaron sus ropas y  se quedaron abrazadas, disfrutando de la mutua  compañía, hasta que Raniel rompió el silencio.
estudiare en Kingston, por lo que vi es la mejor y ya pedí una entrevista con el decano vía mail, solo me resta esperar.
Anabelle levanto su rostro hacia ella y le sonrío, estaba feliz, además porque era la misma universidad en las que sus hermanas habían consultado y que Raniel ya había sido aceptada.
Gracias amor- repuso ella- pensé por unos momentos  que no deseabas estudiar acá y me angustie por ello, por  qué mencionaste aquello  Raniel, de verdad me asustaste.
porque también soy necia  y para serte sincera lo dije de picada por lo de Robert, de solo mencionarlo me molesta.
tontita, me has salido muy celosa después de todo- agrego Anabelle – acaso no te he dicho más de una vez que soy tu prometida, tu mujer y de nadie más. Por lo demás, ese mail, es un aviso de que regresara pronto y será lo mejor para nosotras dos.
 es inevitable que ustedes dos se vuelvan a encontrar, ya que debes terminar con él, pero no puedo evitar sentirme mal, no pensé que fuese celosa a decir verdad, creo  estamos en igualdad de condiciones- repuso la joven- si hablas de celos, mi vida me llevas la delantera.
es algo que no voy a discutir y reprochártelo, pero que quede claro, que el amor de mi vida eres tú.
De acuerdo, hacemos las paces- dijo sonriente Raniel
está bien señora de Calguiere, ahora vayamos de compras con Alesia, ya termine con todo aquí, así que puedo ausentarme en la tarde.
Ambas fueron en busca de Alesia y salieron rumbo al centro de la ciudad, Anabelle las llevo a comer a un local de comida oriental y luego fueron a distintas tiendas en busca de ropa para Raniel, pues ese era el objetivo de Anabelle y su novia la complació en ese punto.
Entre las tres escogieron varios conjuntos, que a la joven le gustaron mucho por ser ropa muy a su estilo, algunas eran deportivas y otras de ocasiones especiales, porque Anabelle como Duquesa debía prepararla para  fiestas y ceremonias a las cuales debía concurrir y era importante que la acompañase a ese tipo de eventos sociales.
Entre tantos cambios de vestuario, Raniel choco con una vendedora,  que la quedo viendo fijamente y se ruborizo por la sonrisa de la joven que era a  modo de disculpa.
lo siento-  dijo Raniel.
  Anabelle, de inmediato la tomó del brazo y entrelazo su mano con la de ella y la saco del lugar.
no me provoques- amenazo celosa Anabelle- a este ritmo deberé desposarte lo antes posible para ejercer todos mis derechos.
¡eh!, casarnos- exclamo la joven – amor, no seas tan celosita quieres, no me interesa aquella joven.
Alesia no paraba de reír unos pasos más allá, era increíble lo posesiva que era su prima con su novia
de verdad no tendrás respiro mi querida Raniel, es una Calguiere sin duda alguna y además tú tampoco te quedas atrás, vaya par, son tal para cual.
Las jóvenes terminaron de hacer las compras y se dispusieron seguir recorriendo otros sitios, Anabelle, mantuvo entrelazada su mano con la de su prometida todo el tiempo y resto importancia a una que otra persona que se les quedaba viendo y murmuraban cosas.
Por otro lado Raniel, estaba complacida al ver que Anabelle estaba dando pasos importantes en su relación  al demostrarle su amor en público sin temor y nada de prejuicios, pero eso no fue todo, de improviso la tomo de la cintura y le beso por unos largos segundos, dejando a la joven totalmente embobada.
necesitaba  ese beso- dijo Anabelle- necesito que sepas que te amo demasiado.
Lo sé amor- repuso Raniel- también te amo mucho.
chicas- llamo Alesia- saben quiero pedirles un favor.
¿cuál sería ese favor? – pregunto Anabelle.
Que me dejen ser la madrina de una de ustedes para su casamiento- señalo pícara Alesia.
¿qué dices tú amor?- inquirió Anabelle- deseas que ella sea nuestra madrina.
Um, déjame pensar- dijo Raniel y se tomo unos segundos- veras…por mí está bien.
Alesia, abrazó a Raniel, pues sabía que ellas dos se amaban como nunca antes había visto y que deseaba apoyarlas en todo y esto era muy importante para ella, quería a su prima mucho y le tenía un gran cariño a Raniel.
gracias chicas- señalo Alesia.
de nada- respondieron las dos.
Amor en verdad quieres que sea tu esposa, lo digo por el poco tiempo que nos conocemos y que llevamos como novias- señalo Raniel
es lo que más deseo en la vida, en que te conviertas en mi esposa- afirmo Anabelle tú estabas destinada para mí como yo para ti, el tiempo sólo ha venido a confirmar lo que mi corazón ha pensado desde que te conocí, Raniel,  podría acaso dejar escapar  al amor de mi vida.
No – dijo sonriente la muchacha- vas a tener que acompañarme  a mi país a pedirme en matrimonio a mis padres.
eso me parece perfecto princesa- repuso Anabelle- cuanto antes mejor.
Alesia, les miraba en silencio y seguía atenta su conversación,  ver la felicidad de ambas, le hizo pensar un poco en la propia y lo tonta que había sido al renunciar al amor de su vida, ojalá también el tiempo le ayudase a olvidarla, pues bien sabía que no podía volver el tiempo atrás y obligarla a que volviese a su lado.
Chicas, porque no regresamos a casa – pregunto Alesia.

vámonos ya prima – señaló Anabelle y abrazó fuertemente a su prometida., deseaba estar con ella en privado, ya había alcanzado sus objetivos de que Raniel, decidiese estudiar en Londres y que le permitiese ocuparse de ella y ahora más que aceptaba comprometerse a una relación estable, como es el matrimonio, aunque tuviesen que hacerlo en otro sitio, pero lo que más la emocionaba era que por la tradición  de su familia podía hacerlo con toda libertad y era válida ante la ley.

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