mujer y ave

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lunes, 26 de enero de 2015

La lluvia puede ser tu mejor aliada.

Esto no es una historia original. Es un fanfiction.

Una melodia para el corazon ( O. Sachiko x F. Yumi)


Hola a todos!

Gracias por sus comentarios estoy feliz. cuatro personitas que leen lo que con tanto cariño escribo.Es mucho ¿Lo saben? para mi es suficiente y que se tomen la molestia en dejar un comentario, que lindo.

La semana pasada quería escribir un especial pero pensando en el capitulo de hoy no pude. Así que esta semana si habrá un especial y la narradora sera Sachiko o Youko. Espero les guste. Ya mas o menos se lo que quiero en ese especial que es una mini historia o una anécdota de los personajes dentro de la historia.

Por cierto yo tampoco me espere que Rei me saliera media ¿Hetero? pues quien sabe. Yo ni escribo, mis dedos se mueven solos. Los personajes hacen y deshacen en esta historia. Aunque hay puntos que con ellos no tranzo. Como por ejemplo Yumi ya quiere lanzarsele a la pobre de Sachiko si no la frenara ya la habría violado jajajajaja

Gracias por leer. Nos vemos en esta semana para el especial. Y para la próxima el siguiente capitulo.
Un beso.

n.n

Capitulo 7

La Lluvia puede ser tu mejor aliada.

Una semana después del primer día de trabajo.

-¡Fukuzawa-san! En cinco minutos vamos a encender el circuito de seguridad.-Se escucho una voz femenina desde los parlantes del laboratorio- Ya son las once y media de  la noche, vaya a la casa a descansar.

-Gracias Manami-San. Cuando trabajo me olvido del tiempo-Dije hablándole por un pequeño micrófono.
-¡Se olvida del mundo Fukuzawa-San!- Dijo con voz divertida-

Observando mí trabajo y satisfecha por el avance, moví mi cuerpo para levantarme pero un pequeño dolor recorrió mi espalda.
-Al parecer todavía me queda secuelas de la caída- me dije en voz alta.

Cerré los ojos y me sentí indefensa, vacía y necesitada de la mirada cautivadora de mi jefa. Aunque ella ni siquiera sabía que era la razón de desvelos.

Desde esa mañana que me había ayudado no la había vuelto a ver. Hable con Mizuno sama sobre lo que había pasado ese día y lo único que me decía…

“Sachiko hablara contigo”



¿Había sido tan atroz mi reacción ese día? Se sentiría ahora decepcionada de mí al no haber podido con el problema. Me lamentaba continuamente el haberme desmayado y a la vez lo agradecía.

Por otro lado Yoshino se había vestido de acero por el día y se quitaba su armadura en las noches para darle rienda suelta al insomnio y a las lágrimas. Algunas veces no soportaba su dolor y entraba a su dormitorio a consolarla. Pero ¿Cómo poder consolar un corazón herido cuando el tuyo además de confundido está gravemente herido?

Rei san había ido tres días a saludarnos, después que al día siguiente Yoshino había ido a buscar sus cosas para mudarse a mi departamento y en un solo día tenía todo en mi departamento y en un solo día tenía todo en orden. Simplemente Yoshino es increíble.

Demás esta decir las continúas preguntas que Rei san nos hacía  que nos ponían nerviosas.
 Presentía que Rei san sabia que estábamos mintiendo pero ¿Para qué preguntaba tanto? El ultimo día que nos visito, casi para dejarle en claro que estábamos juntas, casi tuvimos que besarnos pero eso no paso gracias a que el novio de Rei- san, que se llama Benjamín, apareció en nuestro departamento para recoger a su novia que apenas la vio se acerco para comerle boca en nuestras narices y Yoshino del coraje con su mano rompió un vaso, cortándose la mano. Rei ni siquiera se había dado cuenta y yo tome a Yoshino del la mano y la lleve al baño a curarle la mano. Cuando regresamos a la sala, ya se habían ido.

Ahora sabíamos con certeza que Rei, estaba definitivamente enamorada de su novio.  ¿Yoshino lloro? No, solo se le rompió el corazón en fragmentos más pequeños. Pero fue incluso más doloroso.

En cambio yo seguía recordando a la causante de mis desvelos… En Sachiko-sama.

Quería verla, quería preguntarle si en verdad amaba a Kashiwagi-sama. Si estaba anteponiendo los negocios familiares a su corazón. Quería entenderla, quería que su mirada se perdiera en la mía y no sentirme tan asquerosamente mal por desearla.

Con un suspiro comencé a guardar los documentos y ordene el poco desorden que había hecho ese día. Me puse mi largo coat negro y Salí rauda al ascensor. Mi cuerpo se sintió débil por un momento. El ascensor tardaba en bajar. Mire la placa del ascensor y la luz ya se había encendido anunciándome que había llegado. La puerta de acero se abrió y mi corazón latió feroz cuando mis ojos miraron lo que no esperaban ver a tal hora de la noche. Sachiko–Sama estaba ahí, dentro del ascensor, con su bolso y a un lado llevaba su bléiser negro de diseñador. Se había remangado las mangas y desabrochado dos botones de la camisa. Se veía tan rebelde y sexy. Esos simples pensamientos me causaron estragos. Había mirando a mi jefa con deseo.

-Piensa subir o se va a quedar ahí- Me habló Sachiko-Sama, mirándome con una ceja alzada-
-Buenas noches Presidenta- Otra vez me había quedado estoica al verla, sin querer hice una exagerada reverencia y entre torpemente al ascensor-

El silencio inundo la pequeña atmosfera que nos había rodeado. La mire de reojo como aquella primera vez y me puse más nerviosa. Fije la vista al frente y rogaba porque llegáramos al primer piso y a la vez rogaba porque no se terminara mi viaje en el ascensor.

-¿Tuvo un buen día?- Las palabras salieron de mi boca sin quererlo. Sentí mis mejillas arder y mis manos inquietas por cubrir mi boca para que no saliera otra palabra de ella pero me quede ahí estática sin poder creer que le haya preguntado esa idiotez-

Sachiko-Sama sin voltear respondió…

-Tuve un día satisfactorio- Su voz sonó neutral- ¿Se ha sentido mejor?- Me pregunto sorprendiéndome-
-Yo…Yo sí, si claro… me he sentido mucho mejor.- Dije como pude y sentí mis orejas calientes por la vergüenza, al parecer mis palabras no salían fluidas cuando se trataba de Sachiko-Sama-
El silencio reino otra vez en el ascensor. Era tal el silencio que podía escuchar los latidos de mi corazón. Me sentía triste por no poder hablar decentemente con ella.

-¿Fukuzawa-San? Al parecer usted siempre está con la mente en otro lado, ya llegamos a recepción- Dijo sosteniendo con su dedo el botón para que la puerta no se cerrara-
-Disculpe, tengo la mente en el trabajo todavía- Mentí olímpicamente-

 Salimos del ascensor y con una despedida cordial, ella se alejo rumbo para tomar otro ascensor que tenia de recorrido los estacionamientos subterráneos.
Tenía una sonrisa en mi cara, ella me había estrechado la mano, eso me había puesto feliz.

Cuando Salí por la puerta giratoria una fuerte lluvia cayó sobre mí y mi memoria fue azotada por la hora, me había excedido en el trabajo y a esta hora era muy difícil que encontrara un taxi. Tendría que caminar hasta un subterráneo para tomar el último metro. Eso me pasaba por emocionarme con el trabajo.

Asegurándome que tenía bien abrochado el coat y bien cerrado mi bolso de trabajo, camine rápidamente para cruzar la próxima avenida en la que gracias a Dios tenía la intersección con un puente. Al llegar a la acera revise rápidamente mi bolso para cerciorarme que lo había protegido.

Estaba frustrada, me había sumergido tanto en mi trabajo y ahora tenía que sufrir las consecuencias pero aun así con el coraje surgiendo de mi pecho la imagen de Sachiko-Sama apareció de repente en mi mente tranquilizando de inmediato mi enojo. Había valido la pena, sonreí.


Pensado en lo que haría camine hasta uno de los pilares del puente y me recargue en el. Moví mis dedos y los sentí ya entumecidos por el frio, pronto comenzaría a helarar y tenía que apurarme en pensar como haría para llegar al subterráneo.

Bufe mirando como salía el vapor de mi boca y sacudí mi cabeza.

 Si hubiera sabido lo que iba a pasar al venir a trabajar a una empresa que se encontraba lejos de mi departamento me hubiera decidido a pagar un expreso de la compañía.

Mi bolso comenzó a vibrar. No sabía si contestar o no. Era muy de noche así que decidí dejarlo sonar. Solo esperaba que no fuera nada importante.

De repente un vehículo elegante de color negro paso rápidamente frente a mí y freno en seco haciendo rechinar las llantas. De la impresión mi corazón latió a una velocidad vertiginosa ¿Y si era algún maniático que me había visto sola bajo el puente?

El vehículo comenzó a retroceder. Agarre fuertemente mi bolso y corrí, corrí sin mirar al auto, estaba por cruzar la ancha avenida cuando una mano firme tomo mi muñeca haciendo que volteara y me pegara a su cuerpo.

No sentí miedo o pánico, al instante de haber chocado mi cuerpo con el suyo, sentí su aroma, esa fragancia que me volvía torpe y hacia que latiera rápido mi corazón. Era Sachiko sama.

Sus manos acariciaron por un segundo mi espalda y alejándome despacio de su cuerpo, bajo su rostro mirándome indescifrablemente.

-Usted, definitivamente no sabe lo que hace- Dijo duramente haciendo que mi corazón se encogiera- Esta hora es muy peligrosa, su reacción al cruzar la calle fue muy estúpida, pudo un carro atropellarla- Dijo esto último débilmente haciéndome entrar en razón.

-Lo siento, no pensé que fuera usted. Pensé que sería un delincuente.
-Nos estamos mojando, entre a mi vehículo la llevare a su casa y Fukuzawa-san- Dijo y deteniéndose…- Esto se hubiera evitado si usted hubiera tomado un expreso.

Fue lo único que tuvo que decir para sentir una estocada en mi pecho. Es verdad era mi culpa. Por mi culpa su hermosa y elegante figura era bañada por la lluvia, por mi culpa pudo haber patinado su automóvil y se hubiera accidentado por haber frenado de esa forma y por mi culpa podría haberme ganado su antipatía. Y no, no quería eso, mi corazón se retorcía en mi pecho por tales acciones.

-Deme sus cosas las dejare atrás-Dijo estirando la mano y yo de inmediato se las entregue- A traído su computador...
-El maletín es hermético, no le entrara agua- Dije entrando en el vehículo.

 Sachiko-sama encendió el vehículo y con velocidad moderada conducía en la tempestuosa lluvia por las calles de New York. Muchos autos estaban al igual que nosotras esperando que no ocurriera ningún accidente. Las manos de Sachiko sama levemente temblaban en su volante y de vez en cuando alternaba su mirada de la auto pista a mi persona. Su fragancia se concentro en el automóvil y yo creí que me desmayaría de nuevo. ¿Cómo podía una mujer hacer que mi mundo se tambaleara?

Sachiko sama estiro su mano a la parte trasera y saco un buzo de los Chicago Bulls y extendiéndomelo…

-Te vas a resfriar…
-Usted también…
-Hace tiempo no tomo vacaciones- Quise reír de su intento de broma.
-Gracias…

Por un momento su mirada se topo con la mía y volvió a mirar a la autopista. Despacio me saque el coat y lo puse en mi regazo y antes que pudiera ponerme el buzo su mano suave y tersa detuvo mi brazo.
-Sácate también la camisa- Cuando de sus labios salió tan sugerentes palabras mis nervios estuvieron a punto de colapsar- No servirá de nada si no te la sacas, el buzo es lo suficiente abrigador para que no necesites esa blusa mojada.
-No sé como agradecerle…- no sabía  que mas decir, estaba embriagada por su persona.
-Me podrías agradecer trayendo el paraguas o pidiéndome que te llevara a casa. Sabes que las oficinas están en un lugar muy exclusivo y casi no hay delincuencia pero se de buena fuente que algunas personas pudientes gustan de secuestrar  chicas imprudentes que salen a altas horas de la noche de sus oficinas o de sus universidades… por eso cuando te vi frene de esa manera, yo… no quería que te pasara nada- Dijo agarrando fuertemente el volante y creí morir al sentir verdadera preocupación de su parte.
-Yo no lo sabía…- Dije mientras retiraba me retiraba rápidamente la camisa, aprovechando que estaba entretenida con la conversación.
-El dinero lo tapa todo- Dijo revelándome un dato que procese al instante.
-¿Ha algún compañero de la compañía, le ha pasado?
-No, gracias a Dios, a nadie. Por eso integre un sistema de expreso para los empleados. No quiero que nada le pase a mi personal. Muchas veces se quedan como tú hasta esta hora de la noche y corren peligro, sea donde sea, siempre hay personas malas acechando en la noche ¿Ya se te quito el frio?- Pregunto dulcemente al verme con el buzo, que si bien era cálido, me quedaba algo grande.
-Sí, gracias- Dije anonadada, maravillada por lo que me estaba mostrando, que era su humanidad.
-¿Dónde vives?
-En Brooklyn
-Es peligroso-Dijo mirándome.
-Donde vivo hay mucha seguridad
-No lo digo por la delincuencia, sino por la lluvia, las calles se inundan y los autos se averían. Es mejor que te lleve a mi hogar.
-Pero, creo que no sería lo correcto ósea usted… yo.
-¿Qué hay de malo?- Era cierto ¿Qué había de malo? Bueno lo malo sería que no sabía hasta que punto podría mantenerme al margen sin poder besarla. Eso sería un problema.
-Vivo en Manhattan, así que será más fácil salir de este atolladero. Es increíble como el centro de negocios de New York queda desolado a las 10 de la noche y como la zona rosa y todo el centro está abierto hasta el amanecer.

Después de aquellas palabras un silencio bastante cómodo nos inundo. Me sentía preocupada y a la misma vez me sentía protegida. Era una mezcla de sentimiento que no sabría interpretar.

Mire su perfil y es simplemente lo más bello que mis ojos hayan visto. Todo es hermoso en ella, desde su aroma hasta su voz serena, elegante y femenina que al terminar siempre la última silaba de una palabra  una entonación japonesa relucía haciéndola mucho más atractiva

-Ya llegamos- Dijo descubriéndome como me había perdido en su rostro, en su perfil- ¿Por qué algunas veces siento que tu mirada es muy insistente ¿Tengo algo?- Dijo dulcemente tocándose levemente el rostro.

Abrí la boca varias veces no sabía que responder me quede en un estado comatoso. Los japoneses somos reconocidos por pensar antes de hablar pero ella había sido muy directa y sobre todo observadora. ¿Qué le diría?

-Usted es muy bella- Dije sacándome una verdad de adentro. Si ella era directa, yo también lo seria, bueno trataría.

Era muy oscuro pero podía jurar que su rostro había tomado un leve color carmesí y me repetí que había visto lo más tierno de este mundo. Aquella mujer que era sumamente dura con nosotros en el trabajo y heredera de un imperio empresarial. ¿Se había sonrojado?

-Gracias… Es mejor que entremos- Dijo suave y no pude evitar sonreir.

Al bajar del auto ella tomo mi bolso y mi maletín y con soltura y esperando mi reacción, me entrego mis cosas para después encaminarnos  a una puerta.
La puerta se abrió enseguida dejando a la vista dos de sus guardaespaldas.

-Buenas noches Ogasawara- sama- hablo una joven de cabello negro como el carbón y ojos del mismo color

Sachiko- sama la saludo cortésmente y le entrego las llaves de su vehículo.
La otra joven solo hiso una reverencia y nos acompaño hasta la villa de dos plantas que estaba cubierta por hermosos arboles, aunque por lo oscuro no podía observar bien.

-¿Todo ha estado tranquilo?
-Si, Ogasawara-sama.
-¿Ha venido alguien?- Pregunto, más bien parecía una interrogación.
-Kashiwagi-sama estuvo aquí en la mañana pero se marcho a las dos horas con trece minutos.
-Entiendo. Sakura, ella es mi jefe de seguridad informático. Ella es muy importante es “la llave”. No pudo llegar a su casa así que va a pasar conmigo. Cuando regresemos donde ella vaya tu iras.

¿Qué? – me dije internamente-

-Ogasawara-sama, no necesito un guardaespaldas
-Lo que yo digo se hace y punto- Dijo mirándome duramente- Lo que has hecho esta noche solo me viene a decir que no sabes lo importante que eres para la empresa. Si la competencia o cualquier otro quieren atentar contra nosotros tú serás su primer objetivo. Pensé que te había quedado claro cuando firmaste pero me acabo de dar cuenta que aun no te das cuenta del cargo que posees.

-Sachiko-sama…- Dije con la voz quebrada y en ese momento la guardaespaldas, mejor dicho Sakura se fue dejándonos solas.
- Yumi, mejor vamos adentro- Dijo agarrando mi muñeca y abriendo la puerta.

Yo le quede mirando con los ojos cristalinos por las lágrimas que pujaban por salir, mientras ella se sacaba su saco mojado y me pregunte porque sus guardaespaldas no habían ido hoy a escoltarla y porque nadie le pregunto porque estaba empapada.

-Yumi- Dijo pronunciando suavemente mi nombre haciendo enloquecer a mi corazón. Era la tercera vez que decía mi nombre- Lo que paso ese día… no fue normal- Dijo confundiéndome- La alarma se activo sola, nadie le hiso nada al software y Haru Hendrix fue quien ese día me dio un informe detallado donde decía que la alarma había sido activada manualmente. Todo fue corroborado por Youko.
-Pero ¿Por qué?
-No lo sé, no quería aun decírtelo porque el médico nos indico que reposaras del estrés.
- ¡Pero era importante!- Dije acercándome a ella- Soy quien cuida tu información, tenía que haberlo sabido- Dije dándome cuenta que la estaba reprendiendo y de inmediato tape mi boca- Ella suavizo su mirada.
-Me alegra saber que le tienes cariño a tu puesto de trabajo. Ahora sé que puedo confiar en ti- Dijo mirándome intensamente- Yumi no sabemos quién la activo y porque pero la única manera de activarla es con la huella digital de Youko o con la mía.
-¿Me está diciendo que alguien lo hiso intencionalmente?
-Si…- Dijo alejándose de mí y dándome la espalda- Al principio se sospecho de ti...
- Que…- Dije débilmente sintiendo como me mareaba recordando lo que había pasado en Ferguson. Arts. Sentí en ese momento que mi calvario seguía latente. Sachiko-sama giro sobre sus talones me miro para hablarme pero su rostro sereno paso a ser uno de preocupación y dando pasos largos llego a mí y tomándome de la cintura me sentó en su elegante sillón, sillón que no podía ver por que las luces aun no estaban encendidas.
-Fukuzawa-san…
-Yo nunca le traicionaría
-Lo sé, lo sé- Dijo tomando mi mano-  La mayoría de los dirigentes de cada departamento estuvo de acuerdo que usted no podría haberlo causado pero unos dos están en su contra. Yo soy la que mando así que los hice callar ya que no tenían pruebas.
-Lamento tanto darle problemas, desde que llegue a la empresa solo problemas he causado- Dije dejando salir unas lagrimas de tristeza-
-Yumi, no llores…- Sus dedos se posaron en mi rostro y delicadamente secaron mis lagrimas. La mire ahí en la penumbra de su sala, sus ojos brillaban de una manera intensa. Quise acercarme, quise rogar silenciosamente por su boca, por sus labios pero así como ella se había acercado se alejo delicadamente mirándome con curiosidad y yo sentí morir si se enteraba de mis sentimientos. No quería que los supiera, no quería ser rechazada, pero a la misma vez quería decirle que me había enamorado, mejor dicho ese amor que sentía hacia ella en el colegio había despertado con ímpetu, como un aguaje salvaje, devastando mi razón, despertando con locura y sin reparo. Su sola presencia basto para inundarme de ese maravilloso sentimiento. Estaba dulcemente atrapada.

-Creo que es mejor que se vaya a tomar un baño de agua caliente- Dije aclarando mi garganta.
-Fukuzawa-san, solo quiero que sepa que usted no nos ha traído problemas. Desde que me hice cargo de esta matriz, los problemas no han parado. Siempre hay algo que solucionar y yo ya estoy acostumbrada. Su desmayo no fue problema para mí. Su salud para nosotros esta primero.
Y levantándose del sillón, encendió las luces de la sala. Dejándome ver un recibidor elegante, con un decorado exquisito- Usted también necesita tomar un baño y ropa seca. Voy a llevarla donde suele quedarse Youko- Dijo revelándome algo más de su vida. Aunque yo ya estaba más que informada que eran grandes amigas. Yo misma había conocido a Mizuno Youko sama en el colegio. Un día tropecé con ella pero dudaba mucho que me recordara.

-Gracias- Dije mientras abría la boca de la impresión el cuarto de visitas era enorme, era casi todo mi departamento y ni que hablar del baño, era un baño japonés en toda regla. Mi cuerpo se estremeció con el placer de tan solo sumergir mi cuerpo en esas aguas minerales.

-Después de tomar un baño la estaré esperando en la sala
-Eh… claro- Dije sonriendo- Gracias- repetí.
-No tiene que dármelas- Usted haría lo mismo por mí.

Su espalda se perdió por la puerta de su dormitorio y un suspiro del más largo se escapo de mis labios. Estaba enamorada de ella, no había más vueltas que darle.
De repente sonó mi celular sacándome de mi ensoñación.
Abrí mi bolso y me percate que todo estaba seco y sacando varias cosas del bolso, saque mi celular y un número desconocido se veía en la pantalla.

¿Sera quien me llamaba cuando estaba en el puente?-Me dije para mí misma.

Deslizando el dedo por la pantalla descolgué la llamada.

-¿Hola? Buenas tardes

Una respiración agitada se coló por mi oído. Y un ruido de lo más extraño se escuchaba en la lejanía. Haciéndome estremecer. Era la misma persona que me llamaba al departamento. Y rápidamente colgué.
Mi cuerpo se deslizo hasta el piso y observando el celular lo apreté fuertemente.
¿Qué estaba pasando?



Continuara…



4 comentarios:

Anónimo dijo...

aaahh!! drama drama!! o que se yooo, T.T quisiera que fuesen un poco más largos los capítulos, ^.^ en fin, nada mejor que comenzar la semana leyendo un buen capítulo (la semana es un tormentoo) quizá exagero, ^^ jeje, saludos! y que tengas excelente semana

Delfi Castillo dijo...

Oh! dios, esta gripa me esta matando...excelente capitulo...hay un traidor en la compañia? definitivamente esto se esta poniendo bueno.Y más esa llamada misteriosa...nos vemos en el siguiente..que estes bien..

Anrhia dijo...

Un capítulo interesante. Has planteado bien las acciones y aprovechado en forma natural las circunstancias para crear una atmósfera similar a las del anime.
Te felicito tesoro. Excelente.

Alexander dijo...

Ayyyyyyy que sera esa llamada! Me tiene intrigado owo "Yumi ya quiere lanzarsele a la pobre de Sachiko si no la frenara ya la habría violado jajajajaja" Con eso me mataste jajajajaja xD Esperare el sgte capitulo y que tengas una linda semana x3

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