mujer y ave

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lunes, 12 de enero de 2015

Una noche y jugo de manzana

Esto no es una historia real es un fanfiction.

Una melodía para el corazón ( O. Sachiko x F. Yumi)

Hola. Chicas. Gracias por sus comentarios >.< fueron breves pero perfectos, ahora se que vamos en buen camino. Bueno técnicamente no son las 00:00 del Martes así que sigue siendo lunes aunque falten 9 minutos para ello.

Espero el capitulo les guste. Nos vemos la próxima semana. Un Beso.

n.n

Capitulo 5

 Una noche y jugo de manzana.

-¿Me… me desmaye?- Dije tratando de recordar lo que había pasado.
-Te desmayaste- Volvió a repetir suavemente Mizuno-san- Sei te trajo a la oficina de Sachiko. Pensamos en llevarte al hospital pero decidimos llamar a mi doctor de cabecera y el te  administró el suero- Dijo dejándome una leve caricia en la frente.
-Yo… gracias, disculpe si he sido una molestia…
-No piense eso Fukuzawa-san. Todas nos preocupamos por ti y esta de mas decir que su equipo de trabajo también. Solo ahora en adelante trate de alimentarse mejor- Mis mejillas se llenaron de un calor que no era agradable, me sentía avergonzada.
-Así es Fukuzawa-san al menos se desmayo aquí y no en la calle- Dijo Matsudaira-san recostándose en la pared- Y para el jueves a primera hora quiero un examen médico completo de usted en mi oficina.
-No me esperaba menos de usted- Dije medio sonriendo- ¡Oh por dios, la alarma de seguridad!- Dije recordando lo que tenía que hacer.
-Tranquila- Dijo Mizuno-Sama recostándome de nuevo- Ya está solucionado
- Pero ¿Cómo?


-Esa conversación está pendiente, faltan un par de personas para poder hablar del tema- Dijo sin más.
Mis cabeza giro hacia lado y mis ojos se toparon con un velador en el cual había varios libros y un par de lentes de lectura y cuando voltee a mi lado izquierdo caí en cuenta que no estaba precisamente en una oficina y menos en la oficina de Sachiko-Sama sino que estaba acostada en una King size de suaves sabanas de color beige pero lo que más me impacto fue darme cuenta que estaba sin mi chaqueta y con varios botones sueltos dejando ver gran parte de mi cuello.
-Mizuno-San… esto es un dormitorio- Dije nerviosa.
-Estas en el último piso del Ogasawara Tower, mejor dicho estas en su suite privada- Abrí la boca de la impresión- No podíamos dejarte en el mueble de la oficina de Sachiko.
-Ahora si es mejor que me levante- Dije tratando de levantarme pero esta vez una punzada fuerte en la espalda me hiso soltar un quejido de dolor.
-¡No se levante!- Dijo Mizuno acomodándome la almohada- Matsudaira-san y yo tenemos una cena de negocios y lamentablemente tenemos que irnos. Noriko-San en breve estará aquí con usted acompañándola hasta que llegue Sachiko. Es mejor que se quede y espere que solución le damos a su reciente covalencia.
-Muchas gracias por la preocupación y por los cuidados- Dije mirando a las dos enigmáticas mujeres que me miraban con preocupación.- Estaré bien y cuando llegue Sachiko-Sama tal vez ya me sienta mejor para levantarme y así poder irme a mi departamento.
-Que optimismo… -Dijo con sarcasmo Matsudaira-san- Usted en verdad no se acuerda de su desmayo… ¡Rodaste un piso entero por las escaleras!  Y ese dolor solo va a bajar con antiinflamatorios y descanso. Es mejor que pases la noche aquí- Dijo bajando la voz.
-Yo… lo pensare- Al parecer Matsudaira-san era una buena persona pero que no sabía cómo demostrar sus sentimientos. La mire y le dedique una sonrisa sincera y ella sorpresivamente se sonrojo y volteo la mirada. Eso sí que fue raro… pero lindo.
-Es mejor que nos vayamos. Touko- Dijo seria Mizuno-San.
-Que les vaya bien en la cena- Dije sonriéndoles hasta que sus siluetas se perdieron por la puerta.

Suspire. Solo había trabajado un día y ya estaba causando problemas y aunque Mizuno-san y Matsudaira-san no mostraron enojo o decepción, yo dentro de mi pecho sentía que había dado una mala impresión en mi primer día.
Acaricie con mi mano libre las sabanas, mi piel se erizo y no por su suavidad sino por imaginar a Rosa Chinensis durmiendo en ella y por si fuera poco una suave fragancia choco mi rostro embriagando mis sentidos… era su aroma.
No sabía cómo sentirme. ¿Era correcto sentir adrenalina por mi venas o que galopara rápidamente mi corazón al oler la fragancia de Sachiko-sama?
Desde que la volví a ver no he podido sacar estas inexplicables emociones que embargan mi cuerpo con su sola presencia y ahora me sentía despreciable al sentir un calor agradable bajar por mi pecho con solo llenarme de su olor.
No había respuesta para mi inquietud, solo miedo de lo que me estaban produciendo…

-Permiso- Asomo Noriko-san  con una sonrisa- Veo que te he asustado.
-Bueno solo estaba enfrascada en mis pensamientos- sonreí correspondiéndole la atención- Disculpa si por mi culpa te has tenido que quedar…
-Oh…No, no es nada. No es la primera vez que me ha tocado quedarme- Me miro con esos ojos negros expresivos y esa sonrisa de la que siempre hacia gala- Pero si es la primera vez que he tenido que quedarme para cuidar de alguien- Dijo alegre.
- Vaya… - Dije sin más que decir y cerré los ojos.
- Nunca había visto a Mizuno-sama tan preocupada con nadie más que no sea Ogasawara-sama o Sei –sama. Al parecer les agradas.
- ¿En serio? Pero si recién me conocen.- Dije sorprendida al escuchar a Noriko-San.
-¡En serio!- comenzó a reír suavemente tapándose ligeramente la boca con la mano- Tal vez sea porque tienes un aura infantil… o tal vez más bien un aura inocente- Comencé a reír sin poder contenerme, ¿Las personas en verdad me miraban así?
-  No me haga reír Noriko-san. Tengo casi 24 años, no puedo tener un aura inocente.
- Solo tengo que mirar su cara para darme cuenta que de inocente tiene mucho.
- ¿Cómo en qué?
-Bueno para profundizar más en el tema tendríamos que tener un grado más de confianza- Dijo juguetona.
- Me agrada Noriko-san…- Sus labios se curvaron en una linda sonrisa.
-Usted también me agrada, es muy ameno hablar con usted pero sabe algo Fukuzawa-san…
- ¿Qué cosa?
-Debe ser ilegal tener ese rostro de ángel tierno e inocente- Cuando termino de hablar, yo solo abrí la boca por lo que había dicho.
-¡No me mal interprete!- Dijo poniendo una cara graciosa- Pero no solo yo pienso eso, algunos que ya la han visto han dicho que tiene un rostro muy dulce. Creo que muchas la van a acechar- Dijo riéndose.
- Me confunde- Dije sin querer entender.
-Bueno digamos que por ese bello rostro inocente va a tener más que un “problema”- Inmediatamente me sonroje-
- Estoy comenzando a pensar que aquí las ejecutivas hablan en clave porque no entiendo nada.
-Es sencillo Fukuzawa-san, desde la primera vez que vino alguien ya le puso el ojo.
-Pues que lastima, tengo un contrato de No pareja- Dije riéndome
-Jajaja usted sí que es divertida Fukuzawa-san
-Jajaja- No pude aguantar la risa por las ocurrencias que decía Noriko-san.
-¿Noriko-san, Fukuzawa-san?- Ahí, interrumpiendo la conversación más surrealista del día, estaba con un traje de alta costura y un bolso de Gucci, Rosa Chinensis- ¿Qué paso?- Dijo mirando a Noriko-san mientras se acercaba a la cama.
- Buenas noches Ogasawara-sama. Fukuzawa-san se desmayo y cayó por las escaleras- Dijo levantándose y entregándole un cuadernillo. Y esto dejo Matsudaira-sama para usted.
-Vaya- Dijo intercalando la mirada entre el cuadernillo y mi persona- ¿Tienes alguien importante esperándote en casa?
-No…-Dije evitando su mirada.
-Entonces hoy vas a quedarte aquí.
-¿Desea que me quede para cuidar de Fukuzawa-san?
- No, Yo me puedo ocupar- Decía mientras se sacaba el saco y se remangaba las mangas de su impoluta camisa blanca- En la mañana vas a acompañar a Yumi-san a su casa y después al hospital. No sé porque no lo han hecho- Mi corazón comenzó a latir rápido al escuchar como había utilizado mi nombre en lugar de mi apellido.
-Como usted ordene Ogasawara-sama.
-  Puedes retirarte… no, espera un momento- Dijo sacando su celular del pantalón- Sakura, mi asistente en este momento va a bajar, quiero que la lleves a su hogar... si te la encargo. Ya puedes irte- Dijo al finalizar la llamada.
-No era necesario, Ogasawara-sama.
- Solo baje, Noriko, que descanse- Dijo dándole un leve apretón en su hombro y con una sonrisa de camarería.
-Igualmente Sachiko-sama.

Sachiko-sama como buena jefa acompaño hasta la puerta a Noriko-san y después de un minuto se asomaba por el dormitorio, dirigiéndose directamente a la cocina sin dirigirme ni una sola mirada. Mi corazón se contrajo con solo pensar que podía ser una molestia para ella. ¿Por qué me atormentaba tanto pensar en lo que pensara Sachiko-sama?
Y si como si me hubiera escuchado, apareció de nuevo en el dormitorio pero esta vez con un vaso en la mano.

-¿Puedes sentarte?- Dijo delicadamente.
-Creo poder hacerlo- Dije mirando como dejaba el vaso en el velador y rodeaba mi espalda, ayudándome a sentar en la cama- Creo que no podre estar por mucho tiempo así- Dije con una mueca de dolor. Al parecer si me he lastimado mucho el lumbar- Dije con indiferencia para no preocuparla.
- Esta bien, mañana temprano iras a ver un especialista- Dijo sonriendo levemente y mi corazón galopo y mis ojos se perdieron en su boca y en sus ojos-
- ¿Estás bien, te has puesto roja?- Dijo inocentemente quien me quitaba el sueño, ¿Cómo decirle que su sonrisa había sido la causante?
-Yo… yo estoy bien- Dije atropelladamente al ver como su larga mano se aferraba a mi cabeza y la pegaba a la suya haciendo que nuestras frentes se juntaran- No tienes fiebre- Dijo alejándose y dejándome con una posible taquicardia.
-Ah se me olvidaba- Dijo volviendo a sus pasos- Bebe este jugo de manzana, te gustara- Dijo dejando el vaso en mi mano para después tomar asiento en la silla tipo sofá y sacar su laptop- Si necesitas algo me avisas, voy a terminar de revisar unos documentos, si no te importa- Dijo poniéndose unos lentes. Lleve el vaso a mis labios probando lo que me había traído. Era natural y dulce. Dulce como este momento.
-Claro, Ogasawara-sama-Dije sin poder apartar la vista de su grácil figura.

Sachiko-sama, de un momento a otro fue absorbida por la ventana de su computador portátil mientras yo me colgaba a mirarla desde la cama, viendo sus gestos, como por ejemplo como  arrugaba ligeramente la nariz de vez en cuando o como torcía levemente la boca que la hacía ver tan tierna. Que pensé “El desmayo y el dolor lumbar han valido más que la pena” pues verla en su mundo o recordar cómo me hablo y me trato como si fuera una frágil flor, me había conmovido el alma. Ni en mis sueños podía haberla imaginado sin esa mirada dura y fría. Al aparecer Sachiko-sama era una mujer muy impredecible y eso extrañamente me encantaba.
Sin querer cerrar los ojos del cansancio para seguir admirando a mi jefa, un celoso Morfeo me acobijo sin poder rechistar haciendo que me sumergiera en un sueño en que la protagonista era Rosa Chinensis


-Fukuzawa-san, despierte por favor- escuche abriendo de apoco mis ojos- ¿Yoshino?
- Sufrió un desmayo y anoche se quedo a dormir en mi suite, si se acuerda de eso, ¿verdad?- Y como si un resorte me impulsase me levante rápidamente.
-Disculpe, Sachiko-sama- Dije toda avergonzada sabiendo que tal vez me habría visto babeando en su almohada o tal vez habría hablado de mas mientras dormía pues sabía de buena fuente que rara veces hablaba mientras dormía pero aun así lo hacía- 
Descuida no ha sido ninguna molestia- Dijo mirándome fijamente haciéndome estremecer y sin poder controlarme recorrí su cuerpo con mi mirada descubriendo que ahora estaba vestida con otro traje de alta costura pero esta vez de color gris y con una sexy pero femenina corbata roja que no se podía admirar enteramente por el saco. Simplemente se veía hermosa. El pantalón marcaba con suma delicadeza sus caderas y piernas- En un momento más va a venir Noriko para llevarte al médico- Dijo descubriendo  como la miraba para después sonreír levemente, dejándome avergonzada al ser descubierta- Tengo varios trajes que te pueden quedar muy  bien pero antes voy a ayudarte a levantar para que vayas al baño y te refresques.
 Me sonroje, solo pensar en Sachiko-sama sacándome la ropa o lavando mi espalda.
-Yo…
- La tina ya te está esperando con agua caliente.
-¿Por qué lo hace?- Dije sin pensar. Rosa Chinensis abrió los ojos sorprendida por mi pregunta. Mirándome y perdiendo después su mirada en un punto  de la pared- No lo sé, solo siento que necesitas ayuda, además eres mi empleada que infortunadamente en su primer día se ha desmayado y ha caído por las escaleras.

No se para que esperaba otra respuesta…

-No sé porque he dicho eso- Dije tratando de sonar normal.

  Con mis pensamientos a mil por hora me senté sintiéndome mejor y de inmediatamente sin poder reaccionar Sachiko-sama tomo mi mano y con delicadeza retiro el catete de mis venas para después con un algodón apretar suavemente. Yo solo me mordí el labio por la impresión.
-Ahora voy a agarra tu cintura y tú me vas ayudar alzándote. Y así lo hicimos pero por haber aplicado mucha fuerza termine levantada y agarrada a la cintura de Sachiko-sama sintiendo como su cuerpo se estremecía… tal vez por la rara situación. No es  que ella pudiera sentir lo mismo que yo. Tal vez fuera mi imaginación. Pero su brazo me rodeo la cintura y un fuerte suspiro salió de sus labios.

Caminamos despacio hacia el baño y con una mirada de inseguridad mire su rostro que se mostraba indescifrable.
-¿Puedes sacarte la ropa sola?
-¡Si!- Dije rápidamente solo imaginar de nuevo esa escena me estremecía pero no solo de placer sino de vergüenza pues no podría soportar una mirada áspera o indiferente si ella miraba mi cuerpo. Sentí inseguridad de mi físico.
- Esta bien- Dijo retirándose cuidadosamente de mi cintura- ¿Puedes mantenerte en pie?- Pregunto preocupada, algo que me emociono.
-Si…- Dije despacio recuperando la postura-

Rápidamente me desvestí y entre a la tina- El agua estaba en un buen término, era caliente pero no demasiado y algo que me hiso gemir de placer fue el sentir el suave aroma de minerales que le había puesto Sachiko-sama al agua. ¿Cómo no sentir este sentimiento sobre cogedor cuando ella me parecía tan perfecta y eso que solo me había topado pocas veces con ella. Sentí que no era precisamente admiración lo que sentía, era algo mucho mayor… y eso solo me estremecía.
-¡Fukuzawa-san! Voy a bajar, Noriko ya está aquí, si tienes problemas al vestirte ella te ayudara. Espero los exámenes médicos salgan bien. He dejado mi número de celular grabado en tu teléfono que por cierto ha sonado toda la noche. Nos vemos.

¿Cómo culpar a mi corazón de latir tan fuerte en mi pecho cuando ella tenía esas atenciones conmigo? ¿Cómo poder olvidar o desterrar este sentimiento si se empeñaba en salir a flote con su voz? Tenía que hacer algo no podía estar ilusionándome con mi jefa, ella era La heredera de las multimillonarias empresas Ogasawara, futura dueña de un imperio empresarial. Portadora de un apellido muy respetado en Japón y sobre todo comprometida con Suguru-san, un hombre que a simple vista no me agrado pero que era físicamente muy atractivo. No tenía posibilidades ni siquiera que me mirase.
-“Corazón por favor no te enamores de imposibles, nosotros no le llegamos ni a los talones”- Dije para mí misma saliendo de la tina y secando lagrimas rebeldes que recorrían mi rostro hasta terminar en la comisura de mis labios. Eran saladas, saladas y amargas como lo que estaba sintiendo en mi pecho.

En volví mi cuerpo con una toalla blanca que de seguro ya había sido preparada para mí por Sachiko-sama.

-Buenos días, Fukuzawa-sama- Dijo Noriko sorprendiéndome- ¿Durmió bien?
-Sí, me siento mucho mejor.
-Me alegro, Fukuzawa-sama
-Por favor dime Yumi, no me acostumbro al sama- Dije con una mueca.
-Está bien pero delante de un superior la llamare por su apellido, usted sabe Yumi- Dijo y yo solo sonreí viendo que no había podido tutearme.
- Entiendo, ¿A qué hora es la consulta?
- En una hora y media. Sachiko sama dejo su vestimenta preparada y el desayuno.
-¿Ogasawara sama? No pude controlar mi voz que había salido alta por la impresión.
-Claro, a mí también me ha parecido raro- Dijo con un dedo en su barbilla- También porque me dijo que ya le había aplicado la crema des inflamatoria en las caderas mientras dormía.
-¿¿EH??
-jajajaja, No sé si sentirme celosa. Ella no tiene esas atenciones con nadie.
-¿Celosa?- Claro no creo que sea la única que le guste Sachiko-sama. ¿Espera dije gustar? Dios…
-Claro, ella es mi jefa  y yo soy su asistente y nunca pensé que haría algo así. Para mi Sachiko sama es como mi amor platónico.
-Ya veo, dije sintiendo un desagradable malestar.
-Mire este es el traje que le dejo- Dijo mostrándome el fino y elegante traje negro que estaba perfectamente puesto en la cama.
- No es necesario que me vista, yo puedo sola.
-La espero en la cocina- Dijo sin más.

¿Me había puesto celosa?

Inmediatamente acaricie mis caderas imaginando el tacto de Sachiko sama, acariciando con algo de fuerza mis caderas para que la crema penetrara y de pronto un calor recorriendo mi sexo me hiso parar las caricias. Agarre la blusa y la acerque a mi nariz y aspirando profundamente me llene de su aroma y me di cuenta que parecía una acosadora pervertida y de inmediato me lo puse, regañándome mentalmente. Tome la corbata rosada que estaba a un lado del saco y me la puse recordando como mi madre le anudaba la corbata a mi padre. Me puse el pantalón y me coloque los tacones que llevaba puestos el día de ayer. Me mire al espejo y abriendo mi bolso tome un cepillo que siempre me acompañaba y comencé a peinar mi largo cabello, dejando un flequillo a un lado.
-Cuando llegue al departamento lavare su traje y se lo devolveré- Me dije a mi misma en voz alta.

Creo que tendrá que comer rápido- Dijo Noriko señalando el reloj de la pared de la cocina, que por cierto era muy elegante como todo lo que había en esa suite.
-Tienes razón, Noriko- Dije con alegría al ver el delicioso desayuno que estaba en la mesa. ¡Lo había hecho Sachiko sama! En verdad la caída había valido más que la pena.

Mientras comía ella me conversaba sobre los templos budistas que le encantaban y de las imágenes que tenia de cada pose de Buda.  Hasta que mi celular sonó inundando la cocina con una canción de David Guetta que había puesto para identificar a Yoshino.
-Disculpa Noriko- Dije descolgando la llamada- Hola…
-¡YUMI! ¿Dónde estás por Dios, no estás en tu departamento, verdad? Te he estado llamando toda la santa noche.
-Sufrí un desmayo y me he quedado a dormir en la empresa.
-¿Cómo? Ahora mismo te voy a ir a recoger no te muevas.
-¡Espera Yoshino! Voy a ir al Hospital con una compañera de trabajo.
-¿Al hospital?
-Me caí cuando me desmaye. Yoshino, estoy bien. Cuando llegue al departamento te contare.
-Dime a que hospital vas, no voy a estar tranquila hasta acompañarte
-Noriko ¿Cómo se llama el hospital?
-Es una clínica. Clinical St Mary Dumes
-Gracias. Yoshino vamos a la clínica…
-Ya escuche, voy para allá te espero en la puerta principal.- Corto la llamada.
- Bueno, vamos- Dije mirando ansiosa la lista de contactos y en la letra O pude encontrar el número de mi jefa. Ogasawara Sachiko.


Continuara…

3 comentarios:

Anónimo dijo...

siiiii!!!!, (corro por todo el cuarto gritando de felicidad) este capítulo alegra mi díaa, jejeje, lo disfruté mucho, saludos, ^^

Delfi Castillo dijo...

Aja!!!!!...el amo y señor inspiración anda por estos laredos....me encanto el capitulo, pero me gustaría saber lo que Sachiko piensa de Yumi..esperare el siguiente...y no es por demás decir pero realmente me encanta tu historia...que estes bien....

Alexander dijo...

Genial!!! Ya se empieza a ver el comienzo entre ellas *7* espero con ansias mas de este hermoso fic! <3

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