mujer y ave

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domingo, 28 de enero de 2024

Presente y miedos

 

Capítulo 32, destino implacable




Presente y miedos…

¡Dilo! fue la exigencia de parte de la joven Rangel.

Sabía que era más que una petición, era un anhelo postergado por tanto tiempo y que causó un gran impacto en su vida por la extensa espera que conllevo frustración, desesperación, llanto, tristeza, vacío y tanta soledad.

Ella había sido despojada de lo que había amado tan intensamente que se jugó la vida para poder estar con la mujer que amaba y se fue en contra de su propio padre y lo consiguió pero fue tan efímero que se puede calificar de una ensoñación.

Duro tan poco y la necesidad de amar y ser amada por ella, su romí, le dejo tan fatigada que no hubo un solo día que no buscase a su consorte por toda la región. Contrató a cazadores de fugitivos con tal de poder hallar a su esposa. Fue inútil porque ésta desapareció de la faz de la tierra o de Europa.

Ella se consideraba una mujer fuerte, valiente y perseverante. Jamás había conocido la derrota hasta que fue su propia esposa que le dio la lección más dura de todas. Y desde ese día Arlyn, no tuvo sosiego o descanso y sintió que la vida se ensañaba con ella por haberse atrevido a desafiar reglas y profanar el respeto hacia su familia y pagaba un alto precio.

Sin mencionar que su padre se encolerizó hasta lo infinito al saberse burlado por su hija favorita y heredera de todo cuanto poseía. Después de que la furia y la decepción pasasen, optó por apoyarla y protegerla de lo que podría considerarse un causal de muerte pues sabía que la palabra empeñada significaba la vida o la muerte. El rey buscó todo resquicio legal al igual que con un grupo de consejeros consiguieron revertir la suerte de la joven princesa y aun costó de mucho oro de por medio hasta firmar un acuerdo de marital de apariencias.

Al final fue infructuoso todo este arreglo ya que a la semana de conseguir sus objetivos tanto padre e hija sufrieron en carne propia las consecuencias de no haber tomado en cuenta a la joven Anaí. No solo amenazó de muerte a su heredera si no que desapareció sin dejar rastros y fue testigo del dolor de su primogénita hasta llegó a creer que había visto marchitarse a su flor gitana a un punto indecible.

Fue testigo de años y años de terquedad de su hija por dar con el paradero de su Romí y cada pista renovaba las energías para más tarde aplastarla sin asco y nuevamente el brillo de esos ojos verdes se iba opacando más y más.

¡Quizás! Solo quizás solo un poder mayor pudiera tener compasión de Arlyn y darle un poco de dicha y en otra vida pudiera ser feliz con una nueva persona a quién amar.

Pero ¡Mira! ¿Qué cruel puede ser la vida? Ahí estaba nuevamente la reencarnación de la propia Anaí en la carne y piel de Bianca Rangel. Con el mismo carácter del pasado, impulsividad, amabilidad y pasión.

Esa misma pasión que se estaba cerniendo sobre toda la humanidad de aquella morena, más madura en años y con un temple mucho mayor que antes. No obstante, la misma mujer que estaba dispuesta a perdonar y amar a la que hiriera su corazón casi a muerte. La misma que se moría literalmente en amar con todos los años acumulados en su ser. Aquella que era casi un volcán a punto de entrar en erupción por el deseo y la lujuria que solo podía ser despertada por esa joven de ojos grises, tez pálida y mirada soñadora.

¡Dilo! volvió a retumbar esas palabras en su mente y el escalofrió cubrió todo su cuerpo, dejándola temblorosa y con un nivel de ansiedad  terrible.

Hizo acopio de su fuerza de voluntad para espantar esos…

Bianca Habló Ariza ahora alejándose un poco de la joven y contemplarla de pies a cabeza.

La vista no ayudo en anda a la estanciera que sintió morir de verdad ante no solo la visión del cuerpo de su viejo y nuevo amor, si no que vaciló ante la mirada hambrienta que estaba presente en esos ojos.

¿Qué sucede Ariza? preguntó Bianca confundida por lo que podía ver en el semblante de la mujer.

Sabes muy bien que he esperado tanto por ti y este momento que sería una imbécil si dejará pasar la oportunidad de unirnos al hacer el amor contigo. reveló Ariza que le dificultaba hablar por momentos en la inseguridad que la estaba embargando. Y estoy teniendo una lucha atroz al querer seguir mis instintos  y a mi corazón por consumar nuestro amor y a pesar de esto, no puedo seguir adelante con esto sin estar completamente segura de que después no te arrepentirás y te volverás a ir.

Fue el turno de la joven Rangel de abrir sus ojos ante lo esgrimido por quién fue su amor de la otra vida. Recién pero recién, toma consciencia del daño que su partida le había ocasionado a Ariza. Si bien su nuevo encuentro fue brutal e implacable, lejos estaba de imaginar lo que sus acciones pasadas habían provocado al punto de no poder reconocer a esta nueva mujer, fuerte y altanera pero definitivamente muy vulnerable a volver a vivir un abandono.

La desconocía en estos instantes, pero sabía quién era y fue y no obstante, algo cambió en ella que hizo mella en su seguridad. No es que Ariza fuese una mujer con baja auto estima y problemas psicológicos a cuestas. No ella no era de ese tipo de persona. Sin embargo, no era perfecta como tampoco infalible y tenía ahora consigo ese pequeño pero profuso temor.

¡Oh mierda! exclamó Bianca llevándose una mano a sus labios.

¡No podía ser!  Que ella fuese la responsable de dejarle esa herida a la mujer que dijo amar tanto y aunque también sufrió por el secreto y la confabulación. No estaba del todo exenta de culpa por sus actos.

 “¡Mi Dios! Cómo fui capaz de hacerla llegar a este punto en que Ariza tenga un miedo tan atroz por el abandono. ¡No puedo creerlo! Realmente también he sido una imbécil egoísta”  Fue la crítica más ácida que hizo mentalmente la joven Rangel.

Ahora la verdad estaba delante de ambas mujeres con un pasado convulsionado y doloroso. Lleno de soledad y tristeza.

Ariza murmuró Bianca con un nudo en la garganta y una lágrima se desprendía de sus ojos.

Esa era el anunció de las que vendría a continuación porque nunca nada se deja a medias en esta vida sin que se tenga que enfrentar las consecuencias de actos tan simples y perdurables en el tiempo…

 

(Continuará…)

 

Tema acompañado de esta historia…”A million dreams” De Pink.

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