mujer y ave

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miércoles, 27 de agosto de 2014

Un día de desencuentros.


En Aras del pasado, capítulo 37.


Es un día más en las dependencias del castillo de la familia Calguiere. Las actividades han comenzado muy temprano. Anette se dispone a dejar todo listo para su viaje con los miembros de la familia de Raniel que acudirán a casa de su gran amigo Joseph Mcraune.



También el día ha comenzado muy temprano para Claudine, que recopilaba los últimos antecedentes enviados por el jefe de carrera de la universidad de Magallanes. Aunque la joven tenía muchas dudas al respecto, tras la conversación telefónica que sostuviera con él. Éste le hizo saber que la beca a la cual ambas estudiantes postulaban las obligaba a retornar una vez acabado el intercambio. Ese hecho iba a causar serios inconvenientes con sus hermanas, que no estaban dispuestas a que sus novias se alejasen de ellas y mucho menos por un tiempo ilimitado. Claudine respiro pesadamente, pues suponía que esa noticia iba a traer malestar.

Cuando salió de la biblioteca se  cruzo en el camino con su madre y la puso de inmediato en conocimiento de lo que estaba sucediendo. Anette quedo preocupada ante los hechos expuestos por su hija y lo solicito hablar a la brevedad posible con sus hermanas y que solicitara una entrevista con el encargado de intercambio.

-Es necesario que estén al tanto de todo- señalo Anette- ya que son ellas las que más se opondrán a un hecho de esta naturaleza.
-concuerdo contigo madre- agrego la joven- conociendo a mis hermanas, impedirán a toda costa que un hecho así ocurra y en su lugar haría lo mismo, ya que no resulta fácil ver partir a la persona que más amas.
-para nadie es fácil hija mía- acoto Anette- pero en la vida debemos enfrentar situaciones complejas que muchas veces nos llevaran inevitablemente a una separación momentánea con nuestros seres amados y para ello siempre debemos estar preparados.
-comprendo- dijo Claudine un tanto pensativa, ya que ella también tenía en quién pensar.
-dejo en tus manos todo hija mía- señalo ella- ya que estaré tres días fuera de casa y a mi regreso veremos la situación de las chicas. En especial lo concerniente a Sara, ya que tu hermana nos ha solicitado una reunión en dónde quiere presentar oficialmente a Sara como su novia según nuestras costumbres.
-ya veo- contesto Claudine- mi hermana va muy en serio con Sara y más aún que John está igual de interesado en ella.
-estoy al tanto de esa situación- menciono Anette- lamentablemente para mi sobrino, una de mis hijas ha encontrado el amor en esta joven y no va a permitir que se interponga en su relación. Déjame decirte que la entiendo a la perfección.
-es una característica nuestra- comento la joven- no dejar que otros nos arrebaten lo que amamos y de luchar con todas nuestras fuerzas para conquistar al ser amado.
-en efecto Claudine- señalo su madre- es propio de nuestra familia no dejarnos vencer jamás ante la adversidad y menos ante un rival.
-tienes toda la razón madre- agrego ella-lo que ha sucedido entre Francis y Sara es similar a lo de Anabelle.
-si bien hay una diferencia entre ambas relaciones- expuso Anette- Francis me ha sorprendido muchísimo. Siempre ha sido muy reservada en sus relaciones y jamás pensé que terminaría enamorándose de una mujer, pero sin duda el amor es sorprendente, ya que viene a demostrarme que no conoce géneros y tampoco fronteras.
-Francis siempre se jactado que el amor es cosa de locos- bromeo Claudine- y mírala madre, está locamente enamorada de Sara.
-mucha razón tienes en ello hija- menciono Anette- tu hermana no es la excepción a la regla del amor y ha terminado sucumbiendo a los embates de tan noble sentimiento.
-ahora mi hermana debe dejar las cosas claras con John- menciono la joven- de lo contrario mi  primo seguirá insistiendo y puede haber un choque muy fuerte entre ellos.
-es algo que debe resolver por sí misma- aseguro Anette-estoy convencida que lo hará muy pronto. Ahora hija mía debo dejarte aún tengo cosas que resolver antes de marcharnos.
-de acuerdo madre- afirmo Claudine- espero que disfruten su estadía con Joseph, le envías mis saludos.
-en tu nombre hija- aseguro ella- no olvides mi encargo, a mi regreso debe estar todo listo.
-así lo hare madre-enfatizo la joven.

Momentos más tarde, la joven ponía al corriente a sus hermanas de lo conversado con el encargado de la antigua casa de estudios de las chicas y así como lo sugerido por su madre. La noticia sentó fatal a ambas hermanas y convinieron con Claudine asistir a dicha reunión con el decano para solucionar  a la brevedad posible ese inconveniente.

Más tarde en Kingston…

La joven Calguiere se reúne en privado con el decano Williams y presenta los antecedentes que le solicitara. También lo comento sobre lo esgrimido por el encargado de la otra casa de estudio y el hombre se mostro visiblemente afectado, pero argumento que él no tenía injerencia en las reglas internas de otras universidades y menos de otros países. Pero que gustoso les ayudaba en interceder para que ambas jóvenes fuesen aceptadas como alumnas regulares y que la reunión quedaba fijada para el viernes en la tarde para que su hermana pudiese asistir después de terminada sus clases.

Tras finalizar su conversación, la joven Claudine se fue rauda a sus clases y mientras tomaba nota de sus materias, no dejaba de pensar en la situación de sus hermanas como en la suya, ya que muy pronto Nataniel regresaría a su hogar y aunque ella era más cauta e iba despacio con respecto a sus emociones, no quitaba también sentir una cierta desazón. Sin embargo, recordó las palabras de su madre y lo que implicaba un alejamiento con el ser querido. Analizo su situación y se propuso dejar que todo fluyera con normalidad, siguiendo el curso que el destino deparase para ellos.

Mientras en la facultad de Arquitectura…

Sara fue aceptada por votación unánime de los docentes para dar exámenes libres y fue presentada ante sus compañeros y rápidamente se integro de lleno a rendir las pruebas pertinentes para ese día.
El reloj prosigue implacable en su loco correr y los alumnos de dicha carrera llevan varias horas de extenuantes exámenes. Comienzan así el tercer y último de la jornada y tal vez uno de los más duros.
Tanto para Sara y Raniel, aquella prueba han podido responderla sin mayores inconvenientes gracias a la ayuda de Francis, facilitándoles el material que precisaban para prepararse para dicho examen que involucraba un amplio conocimiento de la historia de la construcción Inglesa, métodos de restauración  y conservación en edificios emblemáticos de todo el Reino Unido. Sin duda fue una de las materias más exigentes de todas y dónde el nivel de exigencias dejo claro a ambas chicas que debían poner todo de sí para estar en óptimas e iguales condiciones que sus compañeros.

Por su parte en las empresas Calguiere…

Anabelle, tras una extensa reunión con los directores de los distintos departamentos, dónde trataron el ingreso de sus productos a Suiza y la estrategia a usar. Una vez que aunaron ideas y requerimientos para ello, se dio por finalizada dicha junta.

La Duquesa volvió a su despacho y estuvo revisando unos documentos que debía firmar, cuando suena su intercomunicador y sin tiempo a preguntar a su secretaria de quién se trataba, escucha una voz que la deja helada.

-¡Buenos días mi amor! -dijo aquella voz-¿cómo has estado cielo?

Anabelle guardo un silencio sepulcral y de pronto se volvió a escuchar…

-amor, me dejarás hablando sólo acaso- dijo aquella voz masculina.
-Robert-pronuncio apenas Anabelle
-al fin mi vida decides responder- dijo Robert- ya pensaba que me habías olvidado amor.

Tan sólo escucharlo hablar, dejo una sensación molesta en el corazón de la Duquesa. No podía creer que después de más de dos meses se atreviera a llamarla después de haberse marchado a New York dónde permaneció sumido en sus aventuras. La molestia se hizo sentir de inmediato en el corazón de la joven, que no podía entender cómo fue que se llego a involucrar con un hombre como él, un mentiroso y vividor que lo único que ambicionaba era su dinero.

En ese momento agradeció infinitamente el que se haya marchado y que Dios  pusiera en su camino a Raniel, ya que junto a ella pudo conocer el amor verdadero, pues su prometida es su único y gran amor, la persona más importante en su vida y que la llena plenamente.

Anabelle se armo de paciencia para poder soportar esa conversación y fue de lleno al grano…

-Robert, ¿cuándo regresas?- inquirió ella.
-vaya cielo- dijo éste- acaso no me vas a saludar primero. Pensé que mi sorpresa te daría gusto.
-buenos días Robert- saludo cortante ella- podrías responder mi pregunta por favor.
-preciosa, tan desesperada estás para que regrese a tu lado- dijo en un tono lascivo éste- sólo espera unos días más y te prometo que llenare esas noches de soledad que has tenido que pasar.
-podrías dignarte a responderme la fecha- inquirió asqueada Anabelle tras sus comentarios- tenemos una conversación pendiente como te comente en mi mail.
-mi vida he tenido que posponer una y otra vez mi regreso por trabajo- señalo Robert-ha sido de locos y tú sabes lo importante que son para mí el trabajo y los compromisos que he adquirido con la universidad para dar aquellas charlas.
“embustero” se dijo mentalmente la Duquesa…
-Mira Robert, en estos momentos estoy muy ocupada- acoto ésta- y no tengo el tiempo disponible para perderlo, por lo que te ruego que me indiques cuándo vuelves, ya que mis padres y yo deseamos hablar contigo  a la brevedad posible.
-noto cierta seriedad de tu parte mi vida- señalo él- y sí están tan apresurados con mi regreso, deduzco yo que debe ser para que fijemos la fecha de nuestra boda. Hecho que me haría profundamente feliz, ya que estoy ansioso por convertirme en tu esposo y disfrutar de los placeres junto a mi hermosa Duquesa.

Esas palabras fueron la gota que rebalso en vaso en la paciencia y tolerancia de la joven Anebelle, ya no pudo soportar más su cinismo y descaro e iba a pararlo en seco de una buena vez.

-Escúchame bien Robert lo que te voy a decir, pues no lo volveré a repetir- aclaro una molesta Anabelle- sin duda este no es el medio más apropiado para decirte esto, pero dadas las circunstancias y que además no me has dejado más alternativa. Quiero ponerte en conocimiento que nuestro noviazgo se acabo.
-¿cómo que se acabo?- inquirió éste- ¿de qué rayos está hablando Anabelle?
-lo que has oído- consigno Anabelle- todo entre nosotros termino y para tu información estábamos esperando para decírtelo personalmente, además de otras cosas que deberías estar al tanto y que lamentablemente no podrán ser.
-un momento querida- refuto Robert- a mí no me vas a venir con semejante cuento de que terminamos y punto. Déjame advertirte que jamás aceptare una cosa así, ya que debo recordarte que esto es una relación entre dos y tú a no me has dado un motivo de peso y tampoco consultado en qué tengo que decir al respecto.
-el hecho de que fuésemos novios en su momento, no quiere decir pertenencia Robert- dijo sarcástica Anabelle- además no necesito de tu permiso para dar por terminado una mentira como la nuestra.
-¡mentira!, cómo puedes referirte así a nuestra relación- dijo seco Robert- haber Anabelle, yo puedo entender que ha sido un poco mi culpa por dejarte tanto tiempo sola y comprendo que puedas estar cuestionándote lo que está sucediendo entre nosotros, pero de ahí a dar por terminado con algo tan bello como lo nuestro,  es simplemente absurdo.
-por favor Robert-exclamo cansada Anabelle- deja de de ser tan cínico y hazte  a la idea que se acabo.
-no voy aceptar un hecho así- dijo irritado Robert- mira tratemos de calmarnos un poco. Puedo comprender que estés molesta por mi ausencia y el no haberte llamado. Por ello te pido que no arrojes al tacho de la basura nuestro amor, podemos superar juntos este obstáculo. Te prometo que te compensare por todo una vez que tus padres nos den su bendición para nuestro matrimonio. Verás que ellos serán muy comprensibles en cuanto les exponga mi situación, pues saben que te amo demasiado y eres la mujer más importante en mi vida.
-basta Robert- rabio Anabelle- si vienes a mi hogar te expones a que mis padres tomen represalias contra ti, pues están al tanto de todas tus andanzas y fueron ellos lo que precisamente me dieron su consentimiento para liberarme de una persona como tú y así rehacer mi vida.
-¿rehacer tu vida?- inquirió atónito él- ¿represalias?, podrías explicarte, pues no estoy entendiendo.
-finges no saber- señalo Anabelle- bueno entonces te lo diré con todas sus letras. Mis padres me informaron de tus aventuras amorosas así como tus fraudes, por tanto no dudaran en denunciarte. Con respecto a rehacer mi vida y para que  te enteres de una vez, estoy comprometida para casarme dentro de dos meses.
-¿casarte?-chillo él- un momento eso no puede ser, para que un hecho así llegue a suceder, tendrías que estar en la segunda etapa de las tradiciones de tu familia y que yo sepa no tienes novio más que yo o al menos eso creía.
-no seas tan presuntuoso Robert- exclamo indignada Anabelle- mientras tú estabas divirtiéndote, yo encontré el verdadero amor y con la persona con quién me voy a desposar ya hemos celebrado esos segundos votos y tú sabes muy bien que significa ¿no es así?
-eres una maldita- rugió Robert tras oír sus palabras-veo que no te costo nada desecharme como basura y tienes el descaro refregarme en la cara que no puedo romper el vinculo con tu amante, porque eso es, con quién te acóstate mientras yo estaba de viaje. Eres una perra con aires de grandeza por ser hija de nobles, se cree con el derecho de atropellar la dignidad de otras personas.
-cuida tus palabras-grito furiosa Anabelle- que no eres quién para reprocharme absolutamente nada, ya que eres un vil sinvergüenza y mujeriego. Como dije nunca fue mi intención en que te enteraras por este medio, pero un granuja como tú no merece ningún tipo de consideración. Jamás imagine que me arrepentiría tanto haberte conocido, jamás te importe, lo único que deseabas era el dinero de mi familia y ahora vienes a darme clases de dignidad y moral, precisamente tú, eres un descarado. Una solo cosa te voy advertir, no oses poner un pie en mi hogar pues te vas a lamentar toda la vida.
-acaso me estás amenazando desgraciada- dijo encolerizado éste- crees qué tengo miedo.
-deberías- amenazo Anabelle- pues ya puse en aviso a mi abogado por si te negabas a aceptar los hechos, así que tú escoges si deseas ser libre o ir a la cárcel a tu regreso a Londres. Por mi parte no quiero volver a verte nunca más en vida y si te place puedes quedarte allá con tu  amante en turno y has de tu vida lo que se te dé la gana, pues no tengo más que hablar con un maldito como tú.

Anabelle, llena de coraje corto la llamada sin permitirle decir nada más. Al fin había dado por terminado el mayor y desagradable chascarro amoroso de su vida, en dónde fue engañada y se dejo engañar por un timador como Robert.

Sin embargo, este asunto no concluía del todo para la Duquesa aún le quedaba un asunto por resolver  y salió de su oficina dando un feroz portazo en dirección dónde se encontraba una sus secretarias.

-Mildren- demando furiosa Anabelle-¿se puede saber quién te autorizo a traspasarme una llamada sin mi consentimiento?
-pero señorita Anabelle- dijo Mildren- era una llamada de larga distancia e importante para usted.
-desde cuando decides lo que es importante o no para mí- inquirió molesta- respóndeme.
-el joven Robert quería darle una sorpresa- respondió ella- como él es su novio, no podía negarme a su petición, por ello me atreví hacerlo.
-ésta es la última que te tomas esa libertad- aclaro Anabelle- desde ahora tienes  terminantemente prohibido pasarme llamadas de extraños en especial del señor Robert  Davison.
-como usted ordene- respondió Mlidren
-nunca más vuelvas a faltarme el respeto- indico Anabelle- pues te he dicho hasta el cansancio que ese hombre no es nada en mi vida  y sigues insistiendo en llamarlo “ mi novio”, sabiendo muy bien que Raniel es mi prometida y que muy pronto se convertirá en mi esposa. Además vas a terminar con tus malos tratos y gestos inapropiados para con mi prometida, de lo contrario voy a prescindir de tus servicios.
-pero Duquesa- dijo espantada la mujer
-pero nada- ordeno molesta Anabelle- o acatas mis órdenes o te vas, aunque mi madre te estime y lleves años en esta empresa, la que está al mando soy yo y no dudare ni un segundo en cumplir mi palabra si te quieres pasar de lista conmigo o te propasas con mi pareja. He sido clara Mildren.
-mucho Duquesa- respondió avergonzada ésta- no tendrá más quejas de mi parte. Siento mucho todo lo sucedido.
-más te vale- demando furiosa la joven- ahora continua con tu trabajo.

Anabelle, dio media vuelta a su oficina y otra vez azoto la puerta en señal de clara molestia. Dejando a su personal nervioso ante su reacción y optaron por seguir trabajando en el más absoluto silencio. Sin embargo ellos no eran los únicos que estaba en ese estado, sino también Alesia, que tras  sentir azotarse la puerta en el despacho de su prima fue a ver lo que sucedía y quedo de una pieza al verla como regañaba molesta a Mildren. Por lo que decidió dejar que entrase para ir en su busca y tratar de ayudarla a encontrar un poco de paz.

Tras unos leves golpes en la puerta…

-¿se puede?- inquirió Alesia
-pasa- dijo seria Anabelle
-¿qué fue lo qué sucedió para que estallaras en esa forma contra Mildren?- pregunto de lleno Alesia.
-tuvo la osadía de traspasarme una llamada de Robert- dijo molesta aún Anabelle
- primero que nada sal de ahí y ven a sentarte a mi lado- demando Alesia y que a la vez tomo unos refrescos y le dio uno a su prima.
-gracias- dijo ésta una vez que se acomodo a su lado y recibió la bebida.
-y dime fue solamente esa llamada- pregunto ella-  o hay algo más para haberte hecho reaccionar de ese modo.
-son muchas cosas las que vengo tolerando de su parte- menciono Anabelle- envía cosas de Robert a mi correo personal cuando le dicho reiteradamente que no lo haga y ha tenido ciertas actitudes desagradables para con Raniel y eso no puedo tolerarlo. Nunca permitiré que le falte el respeto a la mujer que amo.
-comprendo- dijo Alesia-¿qué deseaba Robert?
-saludarme y decirme lo mucho que me ama-menciono seria Anabelle- además de… (Procedió a relatarle con lujo y detalles todo lo que sucedió con su ex novio. Las intenciones de éste al querer hablar con sus padres y exponerles su situación. Alesia quedo en shock ante lo referido por su prima)
-vaya- repuso Alesia- ese hombre no conoce la vergüenza como tampoco la palabra dignidad, hay que ver que hay patanes como ese.
-imagínate, pretender pasarse por víctima-señalo ella- además de querer que mis padres respalden sus acciones por su ausencia. Cuando papá está a la espera de que regrese para ajustar cuentas por el desfalco que hiciera en la sociedad que formaron ambos.
-Tío James no le perdonará jamás un hecho así, aun cuando lograse reponer esos dineros-menciono Alesia.
-exacto, mi padre no soporta el engaño como tampoco la mentira- aclaro Anabelle- se siente traicionado por la persona que estimaba y que estaba formando parte de la familia.
-ni que lo digas- expuso Alesia- gracias al cielo ya todo acabo y al fin está libre de semejante imbécil.
-puedo estar tranquila en ese aspecto- contesto ella- esa pesadilla acabo y pensar que llegue a sentirme mal por él, ya que iba a lastimarlo al confesarle mis sentimientos.
-ya no te tortures más, no merece más tu tiempo ni preocupación- señalo Alesia- ahora tu presente es muy distinto. Tienes a tu lado a una mujer que te ama por lo que eres y que jamás le ha importado ni tu dinero como tu posición y te ha dado muestras suficientes de todo ello.
-estás en lo cierto prima- acoto Anabelle con una sonrisa- ella desde un principio me demostró todo eso que tú indicas y es más ahora que está en conocimiento de que soy una Duquesa, no ha dejado de amarme y ese título no es relevante para ella. Sin duda no puedo pedir más a la vida, ya que haberla puesto en tu camino me trajo el verdadero amor.
-motivo suficiente para que seas feliz prima- acoto la joven Brigston- mírate, te brillan los ojos desde que ella está a tu lado. Tu vida ha dado un giro en 180 grados, ya que el destino te está dando una segunda oportunidad de ser feliz con la mujer que fue y es importante en tu vida.
-nuevamente estás en lo correcto Alesia- menciono Anabelle- ella lo es todo para mí, a su lado he conocido el amor y  la mayor dicha.  Por ello no estoy dispuesta a permitir que nadie quiera apartarla de mi lado u ose hacerle daño, ya que no saben lo que soy capaz de hacer por Raniel. Una vez consiguieron ese propósito y  mi corazón trae consigo las secuelas de esa separación, pero esta vez es distinto y les voy a demostrar hasta dónde puedo llegar con tal de impedir un hecho así, pues te juro que hare que se lamenten toda su vida a cualquiera que ose hacerlo.
-caramba prima- dijo espantada Alesia- me das miedo con tal sólo oírte. Sin embargo comprendo tu sentir porque una es capaz de muchas cosas por la persona que ama y puede sacar fuerzas que no suponía tener.
-es muy cierto lo que dices- dijo Anabelle- es tan fuerte el sentimiento que no temes arriesgar tu vida con tal de proteger y hacerle feliz al ser amado.
-la vida nos entrega un bello presente como lo es el amor- expuso Alesia-se presenta en nuestras vidas cuando menos lo esperamos y viene de la mano de quién menos esperas, quién resulta ser tu alma gemela, tu mitad, esa persona que fue destinada para ti y que es la razón de tu existencia.
-cielos Alesia- bromeo Anabelle- cuánta sabiduría de tu parte en cuestiones de amor, me sorprendes en verdad, pero no dejo de hallarte toda la razón. Todo eso me hace pensar que debiste amar mucho a esa persona, para tener aún tales emociones que se reflejan con solo oírte hablar.
-eres sagaz mi querida prima- dijo risueña Alesia.
-tú y yo nos conocemos- menciono Anabelle- siempre estás enseñándonos cosas que nosotras desconocíamos y sin embargo tú has guardado silencio en tu corazón, protegiendo a la persona a la que aún amas. Sólo me pregunto, sí en verdad todo está perdido como para intentar una vez más reconquistar ese amor.
El rostro de Alesia se contrajo ante las palabras de su prima y quedo unos segundos meditando en su esposa y decidió hablar un poco de ello, pues también necesitaba desahogarse tras tantos años de absoluto hermetismo y silencio.
-Anabelle- dijo ella- no estás tan equivocada en lo que has dicho, existen una posibilidad que ella retorne a mi lado.
-¿ella?- inquirió sorprendida Anabelle- estás diciéndome que la persona que amas es una mujer.
-así es-respondió Alesia- ¿Por qué la sorpresa?, acaso tú no te has enamorado también de una mujer.
- sí- asevero Anabelle- pero yo pensé…olvídalo… tienes razón y puedes decirme quién esa mujer, ¿la conozco?
-claro que sí- aclaro ésta- es Misha
-¿qué?- dijo atónita Anabelle- estás bromeando, eso es imposible, ustedes dos se llevan fatal y es más ella es como decirlo…
-bisexual-respondió seria Alesia-lo sé, estoy al tanto de ello.
-si- dijo un tanto apenada Anabelle- ¿en verdad estás enamorada de Misha?
-sí- dijo triste Alesia- prima eso no es todo, hay algo más que debes saber, Misha Dorwen no sólo es la mujer que amo sino mi esposa.
-¡por todos los  cielos!-exclamo asombrada Anabelle-¿tu esposa?, pero porque nunca mencionaste nada y desde cuándo están casadas.
-hace tres años-menciono Alesia- antes de terminar la universidad y sólo mis padres saben la verdad, ya que nos casamos en una ceremonia privada, pero lamentablemente fuimos muy jóvenes al hacerlo y el peso de ser la esposa de una Condesa la paso la cuenta. Anabelle es una larga historia de contar y en este momento prefiero hacerlo lentamente, pues es muy doloroso para mí.
-entiendo- señalo Anabelle-hablaremos cuando así tú lo quieras, pero quiero que sepas que puedes contar con mi apoyo para lo que necesites.
-te lo agradezco- menciono Alesia- ya que dentro de muy poco Misha volverá a mi lado y necesitare de muchas fuerzas para lo que se me viene encima con ella.
-ya lo creo- adujo Anabelle- pero ahora vamos a distraernos un poco, te invito a que vayamos de compras, es más almorzaremos en mi apartamento e iremos por los chicos, ¿qué te parece?
-estupendo- dijo sonriente Alesia, recuperando su habitual forma de ser- nada me darás más gusto que probar tus delicias, de sólo pensarlo se me hace agua la boca.
-jajaja- bromeo Anabelle- pareces una niña.
-pues lo soy- dijo pícara Alesia y guiñando un ojo a su prima.

Ambas estallaron en carcajadas ante el comentario y salieron del despacho. Mientras Alesia iba por sus cosas. Anabelle aprovecho para informarle a Mildren que saldría y no regresaría en la tarde a la compañía  y que no deseaba ser molesta e hizo hincapié en sus advertencias, dejando más asustada a su secretaria…una vez que volvió su prima se fueron con rumbo al coche de su madre, ya que Anette iba con su chofer y no podría recoger a los chicos después de clases, por lo que les solicito que ellas se hicieran cargo de sus hermanos y primos.

El auto con ambas mujeres sale de las instalaciones de la compañía con rumbo a Londres, tomando la autopista de Widmore Rd que las conduciría a dicha ciudad…

-Anabelle- pregunto Alesia- ¿qué harás sobre lo que menciono Claudine esta mañana?
-primero que nada acompañar a mi madre y a Francis para informarnos bien al respecto- señalo Anabelle- dependiendo lo que nos diga el decano. Obviamente anular esa beca a como dé lugar y cancelar lo que se ha utilizado de ella. Por lo tanto me ocupare de la colegiatura de Raniel en lo que le resta de carrera. Como te dije anteriormente prima, no dejare que nada la aparte de mi y haré todo cuanto esté a mi alcance para que ello no ocurra.
-me lo suponía en cierta forma- menciono alesia- pero, ¿crees que Raniel acepte un hecho como ese?, tú sabes lo que piensa al respecto.
-estoy muy consciente de su forma de ser- expuso Anebelle- sin embargo, yo soy su prometida y es un deber para mi velar por su futuro. Por lo tanto deberá aceptar que ese es mi derecho y aunque ya lo hablamos en una ocasión, volveré a insistir para que acepte sin tener mayores inconvenientes.
-será lo mejor- dijo ésta- ya que contemple su rostro cuando Claudine les informo y estoy más que segura que querrá solucionarlo por su cuenta por medio de sus padres.
-también me percate de ello- aclaro Anabelle- créeme por mucho que ame a sus padres, soy yo la que  se hará cargo de sus estudios y no consentiré que me niegue ese privilegio. Esta misma tarde zanjaremos ese asunto.
-eso lo sé-acoto Alesia- un problema menos que solucionar y nos está quedando resolver lo de Sara. Creo sin temor a equivocarme que Francis no dejará que ella se vaya de su lado, además está el hecho que esas dos se aman y es cosa de tiempo para que mi prima haga de Sara su prometida oficial ante toda la familia.
-pienso igual- respondió Anabelle-habrá que ver el modo de ayudarles.
-prima me gustaría saber tu opinión sobre algo que estoy barajando desde esta mañana- comento Alesia- y tiene relación con Sara.
-¿qué sucede con Sara?- indago Anabelle
-Quiero hacerme cargo de sus estudios- expuso la joven Brigston- claro está si ella así lo permite, ya que deberá decidirlo en conjunto con sus padres y también con Francis. Sería una forma de apoyarlas en su relación y permitirles estar juntas. Sé lo difícil que sería para ambas el tener que separarse cuando están recién comenzando como pareja.
-Alesia, gracias por preocuparte por ellas- agrego Anabelle- pero estoy segura que mi madre tiene planeado algo para Sara, de lo contrario no hubiese pedido esa reunión y conociendo a mi hermana debe estar pensando el modo de solucionar ese inconveniente. Por tanto te ruego que esperemos a ver qué sucede de esa reunión.
-de acuerdo- respondió ésta- pero deseo que me permitan asistir, ya que no desistiré en mis planes de ayudar a Sara.
-me parece genial que nos acompañes- acoto ella- ahora olvidémonos de ello y concentrémonos en esas compras y en preparar ese almuerzo para los chicos antes de que salgan de clases.
-vale- dijo Alesia.

Fue así como llegaron al centro comercial dónde estacionaron su coche y se abocaron de lleno a sus compras. Entre risas y plática adquirieron todo lo necesario para la comida y aprovecharon la ocasión de llevarse otros productos que necesitarían para el departamento, ya que en secreto la Duquesa en conjunto con su prima y a su mejor amiga Kat, estuvieron re decorando todo el inmueble para que estuviera listo para cuando ella y su prometida se mudaran ahí, una vez que la familia de Raniel hubiese retornado a su hogar.

Mientras que en Kingston…

El reloj ya marcaba las tres de la tarde y el profesor anunciaba a sus alumnos que el tiempo había concluido y debían entregar sus exámenes… antes de hacerlo tanto Raniel como Sara aprovechan para revisar brevemente sus respuestas y proceden a entregarlo…con ello concluía una jornada muy extenuante, llena de presión y nervios…ambas muchachas se aprestaban abandonar el salón cuando fueron interceptadas por su compañero…que las retuvo con un claro propósito…

-¿porque la prisa chicas?- señalo Patrick-nos privarás Raniel del privilegio de conocer un poco más a Sara. Acaba de llegar y por culpa de tantos exámenes no hemos tenido el gusto de compartir con ella como es debido.
-te aseguro que podrás hacerlo Patrick- menciono Raniel- pero deberás esperar un poco, ya que Sara llegó hace muy poco y debe estar agotada.
-con mayor razón querida- expuso éste- vayamos a divertirnos un rato y luego regresan a casa.

En eso se acercan los demás, entre ellos, Agatha, Tracy y otra joven que llevaba un buen rato contemplando a Sara desde que fue presentada en clases.

-Raniel podrías presentarnos al menos- dijo pícara Tracy
-de acuerdo- dijo ésta un tanto seria- chicos les presento a SaraTaffra, mi mejor amiga y compañera de universidad.
-un gusto en conocerles- saludo Sara a cada uno de ellos.
-el gusto es mío-expuso la otra joven con ojos muy provocadores- mi nombre es Melanie Wilson y sería un honor darte la bienvenida  a nuestra universidad y más aún si acepta acompañarnos.
-en verdad agradezco la invitación- expuso Sara viéndola fijamente- lamentablemente hemos quedado ya en estar con la familia Calguiere. Sin embargo puedo acompañarles otro día sino tienen inconvenientes en ello.
-por supuesto que no- agrego enseguida Melanie con uno ojos muy chispeantes.

Estás palabras hicieron que Tracy sonriera burlona al ver que su mejor amiga conseguía su propósito, pues se había percatado de las miradas furtivas que le diese en clases, ya que ambas compartían lugares una al lado de la otra. Sin duda este hecho le serviría para que también Raniel las acompañara e iba aprovechar dicha instancia, además que algo la tenía intrigada desde hace un rato al observar cierto detalle en la mañana y también ahora.

-por cierto Raniel- exclamo Tracy con cierta ironía- es muy lindo el anillo que tienes, un regalo de tu famosa prometida tal vez.

Sara al fin pudo conocer a la joven que estaba tras su mejor amiga y según le explicara Alesia…la contemplo detenidamente y se hizo una rápida opinión de ella…era todo lo que la joven Taffra destetaba de una mujer…pues se valía de cualquier hecho para conseguir sus propósitos…era incapaz de luchar limpiamente por la persona que le gusta…sus métodos y artimañas le resultaban odiosas a la ojos de Sara…además que había un hecho relevante en todo ese asunto…y era nada más que Raniel amaba profundamente a su prometida y que intentara lo que intentara la joven Evans de nada le serviría…pues ese amor era sólido y verdadero…por lo que se sonrío interiormente y en eso poso sus ojos en su gran amiga…lo que vio en sus ojos la sorprendió…la conocía como la palma de su mano y sabía muy bien lo que esa mirada significaba…nada bueno para Tracy.

-estás en lo cierto Tracy- respondió mordaz Raniel- este es un anillo muy especial para nosotras, ya que es un símbolo de nuestro amor y prueba de mi compromiso con mi amada “Duquesa de Calguiere”, ya que dentro de dos meses me convertiré en su esposa. No se imaginan lo  feliz y orgullosa que me siento de tenerla a mi lado, ya que Anabelle, es la mujer perfecta para mí
-¿te vas a casar Raniel?- se escucho decir a coro a sus compañeros.
-así es- respondió sonriente la joven- dentro de dos meses me caso con Anabelle Calguiere.
-wow-exclamo Aghata- déjame felicitarte entonces amiga.
-gracias- dijo Raniel
-¿de verdad vas a casarte con ella?- dijo perpleja Tracy y muy choqueada ante las palabras de su compañera, ya que se jactaba de poder separarlas antes de que un hecho así ocurriera-me doy cuenta que ya estás en conocimiento de que es una Duquesa y aún así piensas casarte con esa mujer.
-por supuesto que sí- sentencio Raniel viéndola fríamente-el hecho que Anabelle ostente un título no es relevante para mí y nunca me pesará ser su esposa. Para nosotras lo que cuenta es nuestro amor y juntas podremos vencer cualquier obstáculo que se nos presente porque nos tenemos una a la otra y puedo confiarle mi vida plenamente.
-ya veo- dijo escuetamente Tracy.
-entonces tenemos el motivo perfecto para celebrar- acoto Patrick en un intento de calmar el ambiente tenso entre ambas chicas- no se diga más mi querida Raniel y acepta nuestra invitación.
-aprecio tu gesto Patrick- señalo Raniel- pero tú sabes que no puedo, debo reunirme con los demás.
-nosotros comprendemos- menciono Aghata- vayan tranquilas chicas, para otra ocasión será.
-nos vemos chicos- dijeron ambas muchachas y salieron del salón.

Las palabras de la joven Larson retumbaban en todos ellos, ya que fueron sorprendidos con la noticia. Sin embargo para Tracy ese comentario la enardeció muchísimo, le molesto de sobremanera que la Duquesa se saliera con la suya, quedo mordiendo la rabia contra esa mujer por un buen rato.

Por su lado Raniel y Sara iban camino a reunirse con los demás chicos…y no pudieron contenerse por mucho tiempo y estallaron en risas al recordar la cara de espanto de Tracy…aunque Sara la previno de que se cuidara de ella, puesto que una mujer despechada suele ser muy peligrosa…Raniel concordó plenamente con ella y prometió seguir su consejo…

Minutos después llegaron hasta el estacionamiento y quedaron sorprendidas de ver Alesia y Anabelle en el lugar…pues se suponía que Marcus vendría por ellos.

-¡Buenas tardes amor!- saludo Anabelle tomándola por la cintura-¿Por qué esa carita de sorpresa?, no te gusto que viniese a buscarte tan temprano.
-sabes que me encanta que me vengas a recogerme-dijo enérgica Raniel- sólo pensé que vendría Marcus por nosotros.
-pues no-dijo risueña Anabelle- nadie puede hacerlo más que yo. Por cierto amor ¿cómo estuvieron esos exámenes?
-fueron bastante duros- agrego la joven que deposito un beso en los labios de su prometida - pero me fue bastante bien gracias a la ayuda de Francis.
-y en tu caso Sara- pregunto Alesia-¿qué puedes decirme?, ¿cómo ves el nivel de nuestra universidad?, cumplen tus expectativas.
-me fue muy bien Alesia- acoto ésta, que se dirigía hasta donde se encontraba su novia- el nivel de exigencia es muy grande, pero he de confesarte que eso me gusta mucho, pues pone a prueba tus capacidades y el deseo de superarte crece con ello.
-dime Sara- inquirió Alesia-no te gustaría estudiar en una institución como Kignston, dónde contarías con las facilidades y oportunidades de progresar en tu formación como Arquitecta y contar con un mejor futuro aquí en Europa.

Sara detuvo abruptamente sus pasos ante el comentario y se volvió a ver fijamente a la joven Bringston…todas las miradas se clavaron en Sara a la espera de su respuesta…también Francis reacciono ante las palabras de su prima Alesia…pues adivino enseguida sus intenciones y también quiso saber que pensaba al respecto su pareja…fue a su encuentro y rodeo su espalda envolviéndola en un abrazo fuerte contra su pecho.

-me sorprendes tus palabras Alesia-menciono Sara- respondiendo a ellas, puedo decirte que estás en lo cierto, ya que el prestigio y la formación que entrega Kingston son de las mejores y sentaría un precedente importante en mis antecedentes académicos. Sin embargo, debo tener un motivo muy importante para que yo pueda estudiar en un lugar como éste.
-entonces yo te daré ese motivo para que ello ocurra-murmuro Francis mientras besaba la mejilla de su novia (tras escuchar la respuesta que ella diera su prima, quiso apresurar las cosas)-cuando te convierta oficialmente en mi novia frente a mis padres.
Sara quedo muda tras las palabras de su novia, quería saber el significado de todo ello e iba a preguntarle cuando fue interrumpida nuevamente por Alesia.
-según desprendo de tus palabras- agrego Alesia- si llegas a encontrar ese motivo, estarías dispuesta quedarte a estudiar acá Sara.
-es algo que no tengo contemplado- señalo Sara- pero como te mencione, habiendo un motivo, hablaría con mis padres para que me autorizaran a estudiar en Inglaterra, ya que ellos esperan que me perfeccione en Norteamérica al menos un año.
-comprendo-dijo Alesia (tenía la respuesta que deseaba, pero lo último la dejo pensando y en esos mementos vio el rostro de su prima y tuvo la sensación que ésta iba a impedir aquello y decidió postergar un poco el ofrecimiento que tenía para ambas)

Alesia no se equivoco en sus deducciones, pues a Francis no le agrado en absoluto lo que dijese su novia. Buscaría los medios para que ella aceptase quedarse a su lado y estudiar juntas. A pesar de tener  un pensamiento muy libre, no pudo esquivar un sentimiento egoísta al no querer que su novia se alejase de su lado por perfeccionarse en otro sitio, cuando ahí podría hacerlo de igual forma y ella contribuirá con ese propósito.

-tesoro-exclamo Francis- debemos hablar de ello más tarde.
-de acuerdo-respondió Sara-ya que también deseo preguntarte ciertas cosas.
-ya lo harás mi vida- señalo Francis mientras acariciaba su rostro con sus labios.
-bueno chicos es hora de irnos- exclamo Anabelle, enternecida al ver  a su hermana menor- esta vez iremos al apartamento, ya que les tenemos preparado un rico almuerzo.
-genial-acoto feliz Alex-verás Sara que mi prima es muy buena cocinando.
-no me cabe la menor duda de ello- repuso Sara- pues da la impresión de que es una estupenda mujer de hogar, muy querendona, además de ser una buena anfitriona ¿no es así Raniel?
-claro que sí-respondió risueña Raniel- ella es la mejor en todo y será una excelente esposa.
-vaya cumplido-comento sonriente ésta-agradezco el que ambas me halaguen, en especial tu mi vida. Ahora vamos de una vez y disfrutemos de una tarde juntos, ya que regresamos a casa más tarde.
-sí-respondieron los chicos emocionados de pasar un rato en el departamento y olvidarse por un rato de sus estudios.

Subieron más que veloces al coche y en cosa de segundos tomaban calle Penrhyn Rd y luego de unos cuantos minutos llegaban a su destino, aparcando su auto en el estacionamiento que les correspondía y tomaron el elevador que los condujo al sexto piso de ese conjunto de edificios.
Antes de que pudiesen entrar y en un acto rápido por parte de Anabelle, logro tapar los ojos de su prometida e hizo que Alesia hiciera pasar a todos los demás y quedar ellas en último lugar para darle la sorpresa que tenía reservada para su prometida.

Una vez que todos ya estaban adentro, mantuvieron silencio de no poner sobre aviso a Raniel y esperaron a que la Duquesa ingresara con la joven, luego de ubicarse en el centro de su apartamento, Anabelle procedió a retirar sus manos de  los ojos de su pareja, dejándola totalmente sorprendida con lo que descubrió.

El departamento lucía muy diferente de lo que lo viese la última vez. Había sido completamente remodelado. Estaba pintado en tonos claros entre Champagne y Ocre…el mobiliario había sido reemplazo por otros de fina y talladas maderas del gusto de la Duquesa…la cocina también sufrió modificaciones aunque más tecnológicas, pues los muebles contrastaban con el acero de los artefactos y el punto principal era la isla que estaba en su centro…en los dormitorios se utilizo un estilo Barroco para todo el conjunto, tomando como base colores tierra para tal efecto…para la sala de estar como el comedor de mantuvo una misma línea muy similar a la que existe en el castillo…el punto focal y destacado era la mesa de Nogal tallado, que estaba finamente engalanado y dispuesto todo para recibir a los comensales dentro de unos momentos más.

-¿te gusta cómo luce nuestro hogar amor?-inquirió Anabelle.
-luce hermoso cielo-dijo Raniel recuperándose de la impresión-pero debías haberme dicho para ayudarte.
-eso no podía ser amor- menciono Anabele- pues quería que fuese una sorpresa para ti. Además de que no había suficiente para ello, ya que una vez que tu familia retorne, nosotras nos mudaremos de inmediato acá. Tengo muchas ganas de poder disfrutar una vida en familia contigo ¿Qué piensas al respecto?
-encantada acepto tu proposición-dijo coqueta Raniel
-estupenda respuesta-murmuro feliz Anabelle con un brillo en sus ojos- más tarde te mostrare todo. Ahora mi vida, te ruego que me ayudes a servir a los demás pues como dueñas de casa debemos atenderlos como es debido.
-claro-respondió Raniel-me lavo las manos y en un segundo estoy contigo.
-vale-señalo Anabelle.

Mientras los demás compartían de un rato de esparcimiento en la sala de estar. La pareja en compañía de Alesia; que revivía viejas emociones; dispusieron de todo en la mesa, ya que el menú que ideo Anabelle constaba de tres platillos... solomillo de ternera en salsa de vino, una ensalada Bragation, salsa de Whisky y como postre Zuppa Inglesa,  acompañada de un vino tinto para la carne y un Moscatel para el postre. A medida que realizaban todo ello, mantenían una interesante conversación sobre gastronomía Italiana…Raniel no pudo evitar sonreír y ver en dirección de Sara, que se percato enseguida de esa mirada y devolvió esa sonrisa.

-amor, ¿Por qué te has quedado viendo a Sara?- indago curiosa Anabelle
-sucede que los padres de Sara tienen un restaurante de comida Italiana- comento Raniel - y además es una de las especialidades y dones que tiene Sara en su arsenal.
-pero que coincidencias de la vida- agrego Alesia divertida- resulta que a mi querida prima le fascina la comida italiana y apuesto que estará más que encantada que Sara prepare su especialidad ¿no es así Francis?
-claro que sí-respondió ésta (que había escuchado todo)-nada me dará más gusto que mi bella novia cocine para mí y será muy a menudo, ya que no la dejaré tranquila hasta que me complazca en mi deseo.
-¿estás hablando en serio?-pregunto Sara asombrada
-muy en serio mi tesoro- repuso Francis-pues no voy a desistir hasta que me concedas lo que te pido.
-vaya-exclamo ella pensativa-ya veremos.
-un consejo Sara-indico Anabelle- concédele su deseo, pues no te dejará tranquila, mi hermana es muy obstinada cuando desea algo.
-tomare en cuenta tu consejo-contesto Sara (mientras quedaba sumida en sus pensamientos, hecho que no paso desapercibido para su novia, que busco la forma de distraerla con caricias y así relajarla antes de que pudieran conversar ella dos)

Minutos después fueron llamados a tomar sus lugares en la mesa y disfrutaron mucho tiempo del banquete que les preparara Anabelle…entre bromas, anécdotas y brindis disfrutaron de ese almuerzo…una vez finalizado…entre todos compartieron las tareas de limpiar y recoger…lo hicieron en parejas…

-estuvo delicioso hermanita-señalo Charles mientras guardaban las cosas en sus respectivos muebles-habrá que venir más seguido para ser agasajado por ti.
-eres un fresco-señalo Claudine-espera que le diga a nuestra nana y qué piensa ella de tu traición.
-eso no-dijo espantado Charles-me quedare sin mi postre favorito.
-jajajaja-estallaron todos en risas ante el comentario del joven Calguiere.
-tendrás que hacer merito primito-se burlo Alesia-las chicas lo van a usar en tu contra.
-¿no lo creo o sí?-indago confundido éste, mirando a las demás y en eso Claudine y Alex se ven con un dejo de malicia…lo que hace que Charles se abalance sobre ellas y éstas huyan a uno de los dormitorios…sacando más de una carcajada entre los demás…al ver como se divierten con sus travesuras al igual que de pequeños.

Mientras ello ocurre, Francis aprovecha de hablar con Anabelle y solicitarle que le facilite el estudio para poder hablar con Sara…a lo que la joven Duquesa accede de inmediato, pues comprende muy bien que ellas deben tratar ciertos temas…segundos después Francis se retira del lugar llevándose de la mano a su novia…cuando concluyen todas las labores…Alesia se acomoda en la sala de estar para disfrutar de un rato de esparcimiento televisivo, siendo acompañada de Charles que regresa de su infructuosa batalla contra las chicas….ya que éstas prefirieron descansar un rato y dormir antes de regresar…Anabelle se llevo a Raniel a su dormitorio, ya que debían hablar con respecto a la beca y sobre esa desagradable llamada.

En el estudio…

La pareja disfrutaba de su intimidad, sumida en un mar de caricias, ya que anhelaban esos minutos de privacidad. Francis sostenía de la cintura a su novia, mientras apoyaba su espalda  a la pared…sus labios devoraban los de Sara, en un beso que las estaba arrastrando a un torbellino de deseo…ya que deseaba fundir su cuerpo como su corazón con el de su pareja...aunque deseaba llegar más lejos en la intimidad con ella y convertirse una sola…debía sobreponerse y hablar antes que perdieran la razón…después habría mucho tiempo para disfrutarse mutuamente…con mucha renuencia se separo de los labios de su amada y se la llevo hasta el único sillón que había en el lugar…un modelo Victoriano blanco…la sentó a ella primero y luego se dispuso a su lado…con un cierto nerviosismo tomo entre sus manos la de Sara y la vio directo a los ojos…pues quería leer en ellos lo que su corazón ansiaba más que nada en este mundo.

-Sara- exclamo Francis- antes que nada quiero que sepas que te extrañe demasiado este día, no  hallaba las horas de poder estar  juntas.
-lo sé amor- dijo Sara- me sucede igual y aunque es muy poco el tiempo que tenemos juntas, no puedo evitar  sentir esa horrible sensación. Sin embargo el pensar en ti, me dio fuerzas para soportar la jornada de hoy.
-mi tesoro- dijo muy enternecida Francis-sin duda eres el mejor regalo que la vida me ha dado y soy muy feliz por tener esta oportunidad de conocer el amor junto a ti.
-Francis- exclamo Sara- me dirás porque tenías una cara muy sombría cuando te encontrabas en la universidad. ¿Sucede algo?
-cariño- aclaro Francis- no era mi intención preocuparte, ruego me disculpes. Estaba pensando en nosotras en ese momento.
-¿puedes contarme?-indago ella
-Sara- expuso Francis- hace unos días te mencione que no deseaba que tú fueses una aventura para mí y ha llegado la hora demostrar que mis palabras así como mis sentimientos hacia ti son verdaderos.

Francis saco del bolsillo de su chaqueta una pequeña cajita que contenían un par de anillos de compromiso…luego tomo la mano de su novia y busco nuevamente en sus ojos grises, una respuesta que confirmara que lo iba a hacer, era lo correcto y de agrado para la joven Taffra. Sin duda para la menor de las Calguiere todo ello era muy difícil, pues nunca se encontró en una posición similar…ya que no estaba dentro de sus planes pedirle noviazgo a una mujer, se suponía que era al revés…debía ser a ella la que le pidiesen tal cosa.

La joven Calguiere descubrió que nadie puede mandar sobre lo que siente un corazón y a quién  éste escoge amar libremente y sí la vida le estaba dando tan magnífica oportunidad no la iba  a desaprovechar y arriesgaría todo por triunfar en un campo que estaba siendo nuevo para ella, pues nunca se había enamorado como ahora y se dejaría llevar por ese sentimiento al igual como ocurría con su hermana Anabelle.

Claro está que harían la diferencia en su relación y aunque no tenía la misma presión que su hermana mayor, tenían las mismas obligaciones y deberes para con la familia. Sin embargo, Francis, deseaba que lo suyo fuese especial y distinto. Para ello debía primero conocer y comprender a su novia como nadie en este mundo y es por ello que debía presionar un poco más de lo que quisiese, pues el tiempo apremiaba y no deseaba perder a Sara por nada del mundo.

Francis,es una joven que siempre ha sido directa y segura de sí misma, no le teme a los retos y obstáculos que la vida le presente…pero en esta circunstancia es distinta…está nerviosa y no puede evitar sentir un miedo atroz de ser rechazada por Sara cuando sepa de sus intenciones y lo que ello implica…no será fácil pedirle que renuncie a su vida con tal de quedarse a su lado…deberá ser doblemente egoísta al pedirle semejante dimisión…no tiene más opciones, pues sabe que la distancia podría perjudicar seriamente su relación que aún no se afianza del todo…es la hora de arriesgar y que sea lo que Dios quiera.

-Sara- señalo Francis- quiero demostrarte lo mucho que significas en mi vida, es por ello que deseo hacerte la misma pregunta de hace unas noches atrás. ¿Sara Taffra, deseas ser mi novia y  así comprometernos ante mis padres? Prometo dar todo de mí para hacerte feliz y que este amor que sentimos la una por la otra vaya creciendo aún más, hasta hacerse fuerte y sólido. Además de pedirte que me permitas construir a tu lado un futuro para ambas y juntas podamos superar los obstáculos que se nos puedan presentar en el camino. ¿Qué me respondes Sara?

Sara, escucho en silencio cada palabra que su novia le decía, mientras su mente analizaba detenidamente todo ello, ya que su petición involucraban muchas cosas y estaba muy consciente de lo que Francis deseaba. Debía reconocer que le sorprendió gratamente escucharla y más aún quedo atónita cuando le vio sacar el anillo que sostenía en sus manos. Sin embargo debería asegurarse de un detalle antes de responderle.

-Francis- expuso Sara acariciando la mejilla de ésta-no sabes cuánto me halagan tus palabras y aunque no es lo que corresponde hacer en una situación como esta, es mi deseo que me respondas a unas pregunta antes de responder a la tuya.

Francis, la miro sorprendida, eso no se lo esperaba y quedo un poco descolocada con ello, pero de igual manera accedió a su petición.

-¿qué deseas preguntar Sara?-pregunto ella.
-escucha lo que voy preguntar y luego me respondes- explico Sara- ¿estás consciente que dentro de unas semanas debo regresar?, ¿Qué quizás mis padres tengan algo que decir a mi relación contigo?, ¿qué me estas pidiendo que renuncie a mi hogar y familia?, ¿sabes que soy una extraña en un país que no es el mío y que tal vez no pueda acostumbrarme? Por último ¿estás consciente de que soy  la persona que en verdad amas, ya que hasta hace poco tenías una relación con un chico y que puedes sentirte confundida al respecto?
-basta Sara- demando Francis- no sigas te lo ruego, me quedo muy claro que no deseas esta relación y tus preguntas son la prueba de ello. Sin embargo no puedo entender porque aceptaste ser mi novia la otra noche. De verdad puedo comprender tus temores, ya que lo que te estoy pidiendo es mucho para cualquiera. Lo que no puedo aceptar  es que pongas en duda mis sentimientos con respecto a ti, ya que no me conoces lo suficiente como hacer una conjetura de esa índole. Sinceramente me equivoque con esto (guardo el anillo en su sitio) descuida que no te obligare a nada y por mi parte ya no tenemos nada más que hablar, eres libre Sara.

Francis, se levanto muy seria del diván…sentía una profunda desilusión y quería largarse cuanto antes de ahí para desahogar el dolor que oprimía su pecho…cuando ya comenzaba abrir la puerta…fue retenida por una mano que tiro de ella  y volvió a cerrar ésta…

-espera- demando Sara-¿podrías escucharme un poco antes de irte?
-¿qué deseas ahora?- inquirió seca Francis- fuiste muy clara hace un rato, no veo en qué puedan cambiar las cosas, sería darle largas a un asunto ahora sin sentido
-¡sin sentido!- dijo Sara desilusionada de oírla-eso piensas.
-ya de igual lo que piense- dijo seria Francis- no deseas ningún compromiso conmigo y fue muy estúpido de mi parte creer lo contrario.
-vaya-señalo triste Sara- es duro darse cuenta que todo lo que dijiste de vencer los obstáculos eran sólo palabras nada más. En todos los casos yo me lo busque, pues mis preguntas tenían un propósito y no las formule con la intención de humillarte. Debo reconocerte que estás en lo cierto, no vale la pena arreglar algo que no tiene sentido.
-¿acaso estabas probándome Sara?- inquirió atónita Francis.
-olvídalo no tiene caso- respondió cansada Sara.
-¡respóndeme quieres!- demando seca Francis
-la verdad no era esa mi intención- explico Sara- sin embargo debo reconocer que tenía mis  reservas al respecto y deseaba de todo corazón que respondieras todas mis preguntas, para saber que la decisión que había tomado era la correcta. Ahora que ya estás al tanto, ya no tenemos nada más que decirnos tú y yo, así que si me disculpa iré con los demás.
Fue el turno de Francis de impedir que Sara se fuese del estudio, interponiéndose en su camino y arrastrándola nuevamente hasta el diván.
-no vas a ir a ninguna parte sin antes escucharme- exclamo enérgica Francis- te amo Sara y voy a responder cada una de tus preguntas y vamos a dejar claras las cosas entre las dos.

Primero, estoy consciente de que debes regresar a casa con tu familia, no obstante tengo la esperanza de que desees quedarte a mi lado por amor.

Segundo, sobre tus padres están en todo su derecho de preguntar sobre nuestra relación.  Es por ello que tengo pensado acompañarte, teniendo la oportunidad de presentarme y poder pedirles formalmente tu mano como es debido.

Tercero aquí nunca serás una extraña, pues mi familia te adora y están al tanto de mis sentimientos hacia ti.
Referente a  estar segura de lo que siento. Déjame decirte que nunca antes en mi vida he sentido o vivido algo parecido a lo que estoy viviendo contigo. Sara desde el primer minuto que te vi, cautivaste mi corazón y te adueñaste de mis pensamientos. Para mí no existe nadie más que tú y me basta con sólo verte a los ojos para saber que te amo con toda mi alma, ya que mi corazón quiere salirse de mi pecho para irse contigo y cada latido que hay en él te pertenecen solo  a ti Sara. Espero haber respondido a tus preguntas tesoro.

-claro que los has hecho Francis- menciono Sara- podrías haberlo hecho desde un principio y no exponernos a pelear de este modo.
-tienes razón en ello- expuso Francis- pero no puedo negarte que tus palabras me dolieron mucho, ya que he sido sincera desde un comienzo y el que  cuestionaras mi sentimientos gatillo mi reacción. Lamento haberte decepcionado en ese aspecto.
-no te disculpes Francis- acoto Sara- también ha sido culpa mía, ya que me excedí en esa pregunta, por lo tanto he de ser yo la que deba disculparme ante ti.
-Sara que esto nos sirva como lección para no cometer el mismo error más adelante- expuso Francis- ahora tendrías la gentileza de responder mi pregunta, ya que cumplí con lo que me pediste.
-podrías volver a formular la pregunta- exclamo Sara.
-¿es broma?- inquirió estupefacta Francis.
-no- dijo ella.

Francis, sólo podía ver esos ojos con el mayor de los asombros…pues no quería mal interpretar nuevamente las cosas…de sus labios salió un profundo suspiro y se dispuso a darle en el gusto a su futura prometida…
-Sara, ¿quieres ser mi novia?-pregunto un tanto azorada Francis
-señorita Francis Calguiere- dijo risueña Sara- perdona que te lo diga, pero no se te está olvidando algo.

Francis, quedo de piedra ante sus palabras, ya que no sabía qué pensar de todo ello y fue más evidente al ver el rostro burlón de Sara…luego de verla por unos segundos…comprendió todo...le faltaba lo principal para tal petición…”el anillo”…respiro aliviada al ver de qué se trataba de un simple descuido y no era un rechazo de su parte.

-ahora sí,  mi escurridiza señorita Taffra- demando sonriente Francis- ¿aceptas ser mi novia?
-claro que acepto ser tu novia Francis- respondió ésta-te amo con todo mi ser.

Después de oír las palabras que más ansiaba, deslizo por el dedo de Sara el anillo de compromiso (un zafiro amarillo con forma de corazón) y lo sello con un breve beso.

-es tu turno tesoro- expuso Francis entregándole la otra sortija.

Sara, tomo entre sus manos, la de la joven Calguiere y con un brillo especial en sus ojos procedió a formularle su pregunta…

-mi querida Francis Calguiere- pregunto Sara entre risas- ¿quieres ser la novia de esta mujer que te hará rabiar a más no poder y de la cual no te librarás jamás y que sin embargo te ama con todo su corazón?
-¡Vaya!- dijo asombrada Francis- no era precisamente la pregunta que esperaba escuchar, pero acepto encantada tus términos y claro que deseo ser tu novia y mucho más.
-jajaja- estallo en risas Sara
-¿de qué te ríes?- indago Francis más incrédula que nunca.
- de tu rostro amor- dijo risueña Sara- pues es impagable ver tus diferentes expresiones y la verdad mi cielo, he de confesarte que la formalidad no va mucho conmigo que digamos, por eso formule la pregunta del modo que creí y sentí más real para mí.
-ya veo- menciono Francis- eres muy especial mi querida Sara, pensé ingenuamente que te gustaban los detalles.
-por supuesto que me gustan- dijo enérgica Sara-adoro que una persona tenga ese tipo de gestos conmigo y más viniendo de mi novia. De igual forma correspondo a ello, pero eso no tiene nada que ver con la formalidad, siempre he sido de los gestos espontáneos y naturales.
-comprendo-señalo Francis acercándose peligrosamente a su novia- eres una verdadera caja de sorpresas mi vida y voy a descubrir qué más hay.
-Francis- exclamo Sara- ¿qué pretendes hacer?
-nada malo mi tesoro- murmuro Francis sobre los labios de su novia- pero tengo tres horas en este lugar y voy a descubrir cuáles son esos tesoros, así que prepárate mi vida.

Antes que Sara pudiera responder algo, atrapo por completo su boca y en un ágil movimiento la dejo debajo de su cuerpo y sus manos comenzaron a recorrer muy despacio el cuerpo de su prometida…dejando una estela de fuego a su paso…sólo pequeños gemidos se escucharían en ese cuarto.

En el otro dormitorio del departamento…

Anabelle, llevaba mucho rato poniendo al corriente a su prometida de la llamada que el hiciera Robert, ya que era su deseo que todo fuese transparente entre ambas y sin secretos. La joven Larson escucho todo en silencio, más no pudo evitar sentir coraje hacia ese hombre… ¿cómo pudo atreverse a faltarle el respeto a Anabelle?, esas no eran formas de tratar a una mujer...cuando decía amarla…agradeció en cierta forma no tenerle enfrente, pues hubiera hecho que se arrepintiera de sus palabras para con su prometida…jamás consentiría que otra persona volviese a propasarse de ese modo con su mujer y se lo hizo saber de inmediato a Anabelle…la joven tras escucharla quedo admirada aún más de los sentimientos que tiene su prometida y ver lo importante que era en su vida.

Después de acabar de hablar de esa desagradable llamada.  Raniel se dedico a demostrarle su amor a su pareja y estuvieron perdidas entre caricias un buen rato…tiempo más tarde y acomodada entre sus brazos fue su turno de comentarle el incidente con su compañera de universidad y como ésta quedo conmocionada de saber que estaba al tanto de la condición de su prometida y además de que estaban prometidas en matrimonio. Sin duda este hecho dejo sumamente complacida a la Duquesa, pues nada le daba más gusto de saber que su mujer pusiera en su sitio a esa descarada y en especial que  defendiera su amor ante todos ellos.

-amor-menciono Raniel- veo que mi comentario ha sido de tu agrado, por ese rostro tan sonriente que tienes.
-no te lo puedo negar princesa- señalo Anabelle-ha sido la mejor noticia que he podido recibir en este día complejo.
-mi cielo- acoto Raniel- no vale la pena que sigas pensando en ese hombre, no supo valorarte y él se lo perdió por idiota. Ahora no podrá acercarse más a ti, porque no consentiré que nadie me aparte de tu lado, ya que tú eres mi pareja y el amor de mi vida y no estoy dispuesta a compartirte con nadie.
-mmm-murmuro Anabelle- hace mucho que no pienso en él, pero que gratificante me resultan tus palabras mi vida. Te amo y me encanta que seas así de posesiva conmigo y por mi parte tampoco deseo compartirte, así que más le vale a tu compañera que se mantenga lejos de ti o le pesara.
-amor- dijo risueña Raniel- olvídate de ellos y concentrémonos en amarnos y cuidarnos mutuamente.
-muy sabia mi princesa- alabo Anabelle- antes que me olvide. ¿Quiero saber qué piensas con respecto a esa beca?
-esperar a que lleguen mis padres- explico Raniel- hablar con respecto a ello y ver si podemos anularla y cancelar el valor de lo que ya se ha ocupado y poder así costear mi carrera.
-me permites decirte algo-indico Anabelle
-dime amor- señalo Raniel
-primero que nada vamos anular esa beca como bien has dicho-expuso Anabelle-pero quiero que sepas que es mi deseo y mi deber hacerme cargo de tus estudios. Por lo tanto te ruego que no me prives de mis derechos como tu pareja y me dejes cumplir con mis deseos.

Raniel levanto su rostro para verle detenidamente…su ojos verdes buscan en lo de su prometida, que la lleva a realizar tales actos y entrega de amor…pues no es su intención ocasionarle más preocupaciones…y lo que encuentra en la profundidad de esos amados ojos azules, es lo que hace estremecer su corazón…hay tanta ternura en ellos hacia su persona, que le parece irreal que una persona pueda amar de esa forma…deja caer nuevamente su cabeza sobre el torso de su prometida y responde a su pregunta.

-no te privare de nada amor- respondió Raniel- no podría negarte tus derechos y voy aceptar lo que me estás ofreciendo, pero deseo que también me dejes contribuir, ya que tengo un dinero ahorrado y creo que es suficiente para pagar los costos de lo que ya se ha usado de esa beca.
-de acuerdo hermosa- menciono Anebelle-lo haremos de ese modo y lo que falta de tu carrera será mi responsabilidad. Además quiero que vayas haciéndote a la idea que en un tiempo más, me gustaría que te perfeccionaras y quiero que lo hagas acá.
-también he pensado en ello-comento Raniel- pero he de ir por etapas y adquirir una cierta experiencia para luego continuar perfeccionándome.
-tienes todas la razón, de una cosa a la vez- acoto Anebelle- obviamente tus estudios corren por mi cuenta.
-cielos-adujo resignada Raniel-no podre contigo.
-jajaja-bromeo ella- ya me estás conociendo un poco más mi vida.
La joven Larson opto por no decir nada más al respecto, pero a su modo se desquito de ello, haciendo sufrir a su prometida con caricias.

Mientras en la sala de estar…

Un móvil suena en el bolso de Alesia, saca el aparato y queda viendo la panta, un número desconocido.
-diga-contesto Alesia.
-¿se puede saber qué pretendes después de tanto años?-inquirió una voz femenina.

Alesia quedo de piedra ante la pregunta y el tono de voz, pudo reconocerla enseguida, pero no se iba a dejar impresionar nunca más…

-Misha-menciono Alesia-¿a qué debo tu llamada?
-no te hagas la tonta conmigo-indico molesta Misha-¿qué pretendes con esa citación?
-creo es muy obvio querida-expuso seca Alesia-por cierto no me deberías llamarme hasta no reunirnos con el juez, pues yo no seré indulgente contigo si estás buscando llegar a un arreglo.
-no ganaras nada con ello-refuto Misha
-no estés tan segura-replico Alesia-hay cierto documento que ambas firmamos hace un tiempo y qué voy hacerte cumplir mi querida esposa.
-estás loca-aulló Misha-eso no tiene validez ya.
-¿segura?-desafió Alesia-haz memoria cariño y tendrás tu respuesta.
-Alesia-demando Misha-espera, ¿qué deseas de mí?
-ya te dije-señalo Alesia-nos veremos con el juez.
-¿hay alguna forma de evitarlo?-pregunto Misha.
-eso dependerá de ti-expuso Alesia-hasta dónde puedes satisfacer mis requerimientos.
-tú ganas-dijo una resignada Misha-¿dónde y cuándo?
-sólo por esta vez, serás tú la que escoja nuestro lugar de encuentro mi amada esposa-dijo burlona Alesia.
-mañana a las 8 en mi departamento-indico Misha-no vayas a faltar.
-por supuesto que no dulzura-contesto Alesia cortando la llamada.

“vas a llevarte la sorpresa de tu vida mi querida Misha, se acabaron todas tus libertades” pensaba mentalmente la joven Bringston.

Horas más tarde un coche va rumbo a las inmediaciones del castillo…al volante va Alesia en compañía de Charles, puesto que su prima lleva entre sus brazos a su prometida que tiene de costumbre dormirse en los viajes. Sin embargo; no es la única, ya que su amiga de infancia va en las mismas circunstancias en brazos de su ahora flamante novia, sacando sonrisas de parte de las chicas.

-es increíble- expreso Alex- hasta en eso comparten los mismos gustos.
-no alcanzan a durar media hora despierta-bromeo Claudine-cualquiera diría que están agotadísimas. Ustedes dos tendrán que cuidar más de ellas o de lo contrario no podrán llevarlas al altar a ese paso.
-¡Claudine!-se quejaron ambas hermanas.
-jajaja-fue la risa general de los demás.

Hasta Alesia, sonreía burlonamente por el retrovisor viendo lo sonrojada que estaban sus primas. A pesar de las burlas no dejaron de sentir aún más cariño por sus respectivas parejas que yacían en sus brazos, ajenas a todo. Por ellas, estaban dispuestas a todo e  ir en contra de quien sea y desafiar al mismísimo futuro para demostrar que su amor podría soportarlo todo. Al final salieron victoriosas a un día lleno de desencuentros.


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