mujer y ave

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sábado, 20 de enero de 2024

Quién espera

 

Capítulo 28 de Destino implacable


¡Bianca! Llamó nuevamente Ariza frunciendo el sueño.

¡ Eh! Balbuceó ésta intentando centrarse en esa voz.

¡ Qué sucede contigo? Preguntó la estanciera cerniéndose más a la joven, tenía un presentimiento. Estás perdida viendo a la nada.

Esta vez sacudió un poco su cabeza para despejarse de esa bruma que la tenía petrificada.

Creo que me perdí  y quede en blanco fue la sincera explicación de la joven Rangel.

Sin duda que la estanciera no estaba al cien por ciento contenta y a decir verdad, la odiosa sensación no la dejaba en paz. No obstante a ello, no iba a presionar, tenía que dar muestras que no se impondría en algunos asuntos. ¡ojo! No estaba más recalcar que todo tenía un límite para ella y no corría sangre gitana en sus venas por nada.

¡Prosigamos con lo planeada! instó Ariza tomando su mano y entrelazándola con la de ella.

¿Cuál plan? fue una pregunta un tanto estúpida de parte de Bianca, olvidando todo.

Un paso quedo atascado en el pasillo e hizo que la Ariza ladeara su cabeza alzando una ceja inquisitiva. Más claro le quedaba que su joven amor estaba divagando tontamente.

“ De seguro está pensando en esa odiosa mujer” reflexionó Ariza.

Educó sus facciones y simplemente continuó caminando arrastrando a su pareja con ella sin decir nada por el momento. Tenía claro que debía estar calmado o se desataría un nuevo infierno porque era difícil templar de la noche a la mañana su carácter posesivo.

Solo en la retina de sus ojos verdes se podía vislumbrar una tormenta de conflictos que nada dejaba reflejar en sus facciones morenas.

Al rato de andar por ese extenso pasillo de la casona, se detuvo enfrente de dos puertas finamente talladas. Colocó la palma de la mano sobre la manija negra y empujo.

Era la misma alcoba que había mandado a preparar para compartir con su joven esposa pero que no pudo hacerlo antes porque su romí se desmayó y no le quedó más remedio que llevarla a su propia recamara.

Era una habitación extremadamente amplia con grandes ventanales con vistas a las extensas pampas de su estancia. En el centro de ella una cama con dosel estilo antiguo o victoriano. Toda su ropa de cama era de seda con finos adornos de tejidos almidonados, una gran cantidad de cojines y almohadas.

Un hermoso tocador de caoba con las suficientes cremas y perfumes y otros objetos de cuidado y belleza. Esa mujer sabía consentirse en todo desde la elegancia y opulencia en su dormitorio. Hablaba de una mujer con poder y elegancia.

Estaba claro que la reina de las pampas no viviría en una pocilga a mal traer  o de mediano estándar. Eso ni decirlo, el poder se suele asociar a majestuosidad y tantas más al derroche excesivo. Pero en este caso, la mujer más poderosa de las tierras australes de la Patagonia tenía cierto equilibrio de tener lo mejor, elegante, sofisticado pero sin caer en la vulgaridad de ostentar lo último solo para elevar el ego y despertar la envidia de los demás.

Ella era Ariza Pedrales, no cualquier mujer y menos ingenua. Dura como el acero, terca y obstinada como la pasión de su sangre gitana. Fiera hasta la misma medula al punto de rallar en lo despiadada. Arrogante e insolente como ella sola. Apasionada con la fuerza de una tormenta de fuego.  E indomable como las olas del mar.

Toda ella era casi infranqueable y como todo gran titán, había un solo destello de vulnerabilidad, un solo grano de arena en la basta playa…Que hacia mortal a esta morena de estepas milenarias.

Una sola debilidad…

El plan es solucionar nuestras equivocaciones y comenzar una nueva etapa donde tú puedas tener claro tus sentimientos con respecto a mí Concluyo Ariza dejando casi a los pies de la cama a su romí y pararse desde uno de los ventanales para contemplar su dominio y dejar que sus emociones se adormecieran por el bien de las dos.

Aquellos ojos grises se detuvieron en la figura de la estanciera que permanecía inamovible en su lugar a la espera de su respuesta.

“Quién lo diría que es capaz de controlarse al punto ahogar su temperamento aprensivo y controlador. Realmente no pensé que llegaría el día que pudiese ver este nivel de concesión” Meditaba Rangel sin dejar de contemplar a la morena.

Después de unos perdidos minutos de un tosco silencio al fin , se dio valor mental y dar esos pasos decisivos para hallar una solución.

Ariza si bien nosotras tenemos una historia pasada que culminó pésimo y por esto quiero hacerte la siguiente pregunta por ridícula que pueda parecerte inició Bianca el camino de descubrir más.

 Habla fue toda la respuesta de parte de ésta.

Una cosa es lo que sentimos en el pasado, pero hoy cómo puedes esta tan segura de que lo que sientes no es más que una obsesión y no amor porque ¿cómo se puede vivir anhelando algo que no tienes idea si será igual o diferente de lo que se vivó? ¿Puede llamarse amor a algo que no hemos enfrentado? explicó Bianca jugando nerviosamente con sus manos.

Un suspiro pesado se oyó a continuación.

La pregunta ofende a una mujer como yo y sobre todo viniendo de ti aseguró Ariza quién me conoció mejor que nadie y que puede que sean otros tiempos y todo lo que tú quieras poner por excusa. ¡Por el amor de Dios Bianca! ¿Cómo te atreves a dudar de mi capacidad de amar? Cuando tú eres quién tiene conflictos con su propio corazón.

La que una y otra vez se niega a admitir lo que te grita tu propio cuerpo, tus deseos más profundos salen a relucir en cada beso que he recibido de ti. Cada respuesta tuya no es un error para mí y tampoco creo que estés bajo una alucinación inducida por drogas u otra cosa parecida.

No soy yo la que cuestiona su sentir, no la que niega que en esta vida pueda sentir tanto como el pasado. Que le aterra estar nuevamente enamorada de la misma mujer que lastimó su corazón. Puede que esos miedos también se parezcan a los míos al no querer perderte por segunda vez.

No tengo control alguno con lo que siente mi corazón, lo que provocas a mi psiquis y a todo mi cuerpo. A la pasión que estuvo dormida por largos años, la que me hace suspirar y anhelar tus caricias como un condenado a muerte, la que hace que me proyecte positivamente al futuro sin temer a los obstáculos porque eres tú, solo tú la que es capaz de ponerme de rodillas y llegar hasta el límite de la razón.

Aquella persona que me hace crecer, la que me vuelve más fuerte de lo que soy, con la que solo puedo tener paz, aquella que me hace mirar más allá del horizonte. Con la que siento que es correcto proyectar mi camino por la vida.

El tiempo que nos toca vivir no es el mismo que ayer, pero no cambia lo que puedo sentir y entregar. No soy una chiquilla que recién experimenta emociones que te hacen girar alrededor de una persona como el sol. Ya tengo mi trayectoria y puedo discernir claramente lo que quiero y a quién quiero amar.

Te elegí ayer y hoy te elijo nuevamente, libremente a pesar de nuestros votos pasados. Escojo amarte por quién eres y aunque seas la que me hace perder la razón y me impulsa a estar en guardia constantemente. No cambiaría nada de lo que estoy viviendo si eso significa que puedo tener el privilegio de amarte y ser amada por ti finalizó su defensa Ariza que había volteado a verla.

 

Esa tan contundente respuesta dejo sin palabras a Bianca que por unos instantes no dudo en querer interrumpir cuando se sintió ofendida por algunas palabras pero igual que Ariza tuvo que lidiar con su impulsividad.

Tomo aire y lo dejo salir muy despacio para hablar. Era su turno así que…

Coincidirás conmigo que me siento que estoy dando vueltas en el mismo lugar sin avanzar comentó Bianca rascando su frente.

Por supuesto admitió Ariza con los brazos cruzados en su pecho. Desde hace un rato que jugamos a las escondidas para terminar exactamente el mismo lugar de partida ¿no te parece?

Ariza Se quejó Bianca haciendo pucheros como niña pequeña, le picaba que tuviera razón.

¿Qué? preguntó ésta acaso dije alguna mentira.

No respondió Bianca con rostro de pedir más paciencia Tal vez no te costaría ser un poquito más delicada.

 Jajaja soltó Ariza en risa y bajo los brazos de su pecho y se acercó a la joven. Quieres el cielo y la tierra amor mío. Quieres que sea avasalladora como sé que te gusta que lo sea y también quieres una santa de virtudes.

No sería tan malo ¿no crees? cuestionó Bianca con las mejillas rojas como la grana siempre le intimidaría la profundad de esos ojos.

¿Cuánto más debo demostrarte para que me creas cuando te digo que aún me amas? inquirió la estanciera, trazando con sus uñas el contorno de sus labios de la joven Rangel.

¡Ah! fue el susurró casi gemido de la muchacha ante la caricia y esa mirada que la dejaba tan perdida.

Tu elocuencia siempre me deja sin más palabras que decir y solo una cosa en mente Admitió Ariza inclinándose un poco hacia el rostro de Bianca.

¿cuál? preguntó Rangel con la mirada perdida en esos ojos verdes que la abducían a su mente a rendirse.

A… ¡um!...Esto susurró Ariza casi rosando los labios de la muchacha para finalmente cubrirlos con los suyos.

Eso sería todo tal como dijese la dueña de las pampas, no había mucho más que decir y solo actuar para poder reclamar lo que era suyo de un modo no tan violento o intimidante, suave como una pluma y conciso que no deja dudas a lugar de cuáles eran los verdaderos sentimientos de ambas.

Las vueltas una y otra vez pueden parecer agotadoras y quizás desalentadoras y sin embargo, quién es paciente puede recoger su premio al final cuando menos lo esperes.


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