mujer y ave

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viernes, 10 de enero de 2014

Decisiones.


En aras del pasado, capítulo 10.

─ Bien tu qué opinas, David dijo seriamente Anette.
Bueno por lo que he visto, todo es increíble parece un cuento, pero ... ─ exclamó éste.

 ¿Pero qué? ─ preguntó Anette.


¿Qué es lo que usted desea señora Calguiere? indagó David asombrado de los bocetos y en cierta medida, intrigado por el motivo que se le había mandado a llamar.
─ No has contestado mi pregunta sentenció ésta.
Vera, está claro que es asombroso todo, pero no sé, puede ser un engaño ─ comentó David.
¿Engaño?... no lo creo dijo Anette.
¿Por qué lo dice ─ indagó curioso el joven abogado.
─ Escucha con atención lo que te voy a relatar...

Dentro del salón, una impaciente Alesia,  caminaba de un lado a otro, preocupada por la actitud de su prima, sino la conociese tan bien diría que está celosa. 
¿Qué le ha hecho está niña para qué reaccione de este modo? ─ meditaba la joven.
 ¿No puede ser?....Anabelle ¿celosa?, pero cómo, imposible. Ella  tiene a Robert a menos que... ¡podría ser cierto que ella haya comenzado!... no debo estar imaginándome las cosas, pero de que está extraña, lo está.
Además, está el hecho de que mi tía llamó a Raniel....Rowine y palideció  al verla, ¿qué está pasando aquí?...bien, yo voy averiguar qué rayos sucede,  como que soy la hija del Conde Bringston, no dejare esto así.
No permitiré que mi prima incomode de esta manera a Raniel, si fue ella misma la que insistió en conocerle.
 Me siento fatal por Raniel, creo que hablare con mis padres para llevarla a la casa del  campo y así distraerla un poco reflexionó Alesia.
Mientras tanto en el despacho de los Calguiere…
Entonces usted dirá mi señora, ¿qué es lo que desea que haga? ─ inquirió David.
─ Quiero que investigues todo lo relacionado con Raniel, ¿quiénes son sus padres y antepasados?, busca en las embajadas y los registros de identificación de su país, no dejes nada al azar. ─ señaló Anette.
─ Pero Anette.  Eso es una tarea gigantesca, es como buscar una aguja en un pajar. Es armar un árbol genealógico completo dijo estupefacto el abogado.
 Ya te dije David, no quiero pretextos. Además, no es tanto lo que debes buscar, debes precisar que aproximadamente deben ser cinco generaciones a lo sumo. Ella debe haber dejado algún rastro que nos lleve directamente a Raniel, busca en la ciudad donde vive, creo que se llama Punta Arenas ─ comentó Anette.
Tus deseos son órdenes, así se hará ─ terminó por decir David.
Tienes una semana David, nada más. ─enfatizó Anette.
─ Pero señora mía, me  pides un milagro─ protestó éste.
─ Demuéstrame que eres el mejor abogado de todo Londres, querido señaló Anette además, que tú sabes que también en cierta forma puede estar relacionado con tu familia.
─ Por lo que me has comentado puede ser, pero no le veo importancia para mí en el sentido personal ─ refirió éste. ─  disculpa que te lo diga.
─ Te entiendo a la perfección, pero te lo estoy pidiendo como abogado, no lo olvides. ─ aclaró Anette.
─ Está bien, tú ganas Anette. No podría negarte nada dijo este galantemente.
Deja de lado tus adulaciones,  mi querido. ─ expuso Anette.
En ese preciso momento tocaron a la puerta.
Adelante ─ indicó  Anette.
Madre, ya está aquí la señorita Larson dijo muy seca Anabelle.
Anette, miró con incredulidad a su hija, nunca la había visto tan extraña como hoy.
No sabías qué estabas ocupada, madre  señaló Anabelle ¡Buenas noches David!
¡Buenas noches Anabelle ─saludó éste.
David, te presento a Raniel Larson dijo Anette.
El abogado quedo de una pieza y pensó en su fuero interno « en verdad es muy hermosa la joven, con razón está causando estragos en esta familia, pero sus ojos están tristes»
Señorita Larson es un placer para mí en conocerle dijo éste, extendiendo su mano hacia Raniel.
El gusto es mío señaló ella un poco cansada de tanto exceso de formalidades de partes de estos Ingleses, cuál fue su asombro cuándo el abogado beso la mano de Raniel y le miro directamente a los ojos.
La actitud de David, colocó más tensa a la joven y qué decir de Anabelle, que echaba  chispas por los ojos al ver otro más unirse al sequito de los admiradores de Raniel.
Bien les dejo, veo que tienen mucho de que platicar   dijo éste.
─ Espero a la brevedad posible tu informe,  David. ─ demandó Anette.
Te llamaré en cuánto tenga novedades─ indicó éste.
Al salir el abogado del despacho, la señora Calguiere pudo percibir  que Raniel estaba muy incómoda.
¿Qué tal ha sido la visita a la ciudad?, ¿la has disfrutado? ─ preguntó la señora Calguiere.
¡Eh!... disculpe, ¿cómo dijo preguntó Raniel.
─ Si has disfrutado la visita en la ciudad ─ expuso Anette.
respondió la muchacha y bajó su cabeza, pues no quería ver la cara de Anabelle y nuevamente su enfado para con ella.
Al ver esto,  la señora prefirió no seguir con el interrogatorio, ya que veía las actitud de su hija como de la joven y  presentía que algo había pasado… ya vería el modo de saber.
─ Bueno, mi querida niña. Hemos visto todos tus bocetos y hemos quedado muy impresionadas con ellos. Podríamos decir que tú conoces el castillo mejor que toda mi familia ─comentó Anette. ─ Quiero agradecerte tu gentileza de haber venido desde tan lejos y aceptar nuestra invitación, que por lo demás ha sido muy insólita.
Quiero que ahora disfrutes de tu estadía en mi hogar y me permitas conocerte un poco más mi jovencita ─ terminó de decir amablemente la señora Calguiere.
Agradezco toda su gentileza para conmigo, el hospedarme aquí en su hogar y sus atenciones al traerme hasta acá. Pero me es imposible seguir aceptando vuestra hospitalidad, por lo que quiero solicitarle me libere de vuestra invitación por lo que me resta de tiempo. Es preciso que regrese a casa lo antes posible, ya he cumplido con ustedes y no hay nada más que me retenga en este sitio. Por favor perdone mi honestidad dijo seriamente Raniel Hablaré de inmediato con mis padres para solucionar lo de mi viaje.
¿Qué estás diciendo muchacha? ─ preguntó una asombrada Anette
Lo qué usted acaba de oír señora Calguiere sentenció Raniel.
─ Por ningún motivo aceptare este hecho, jovencita. No sé qué ha sucedido en el transcurso de estas horas en tu ausencia, pero tú no te  irás de aquí, guste a quién le guste ─ sentenció Anette ─  por favor acepta mis más sinceras disculpas si alguien te ha ofendido. (Recalco Anette visiblemente molesta porque en el fondo intuía que tenía relación con su hija).
Anabelle, palideció al oír las palabras de la joven, no esperaba qué ella quisiese irse de casa. Nunca fue esa su intención al  llamarle la atención para que tomase ese tipo de determinación. Debía hacer algo al respecto, sino su madre la mataría ahí mismo, pero más que hacerlo por temor a su madre, era por ella….había cometido un error.

Sus palabras dolían como nunca antes nadie lo había hecho, no quería que se fuese, su corazón se contrajo, y se arrepintió  de su actitud….por un motivo que aún no podía comprender no iba a dejar que se fuese, eso era como si le arrancasen una parte de su ser.

2 comentarios:

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Ángelus dijo...

Cuando leí la escena de Anette con David, lo primero que pensé fue que quiera hacerle algo malo a Raniel por ser la reencarnación de Ronwine, pero al final no es así, sino todo lo contrario ^^. Eso si, el peligro todavía no ha desaparecido para las protas.

Ángelus Drakul

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