mujer y ave

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miércoles, 12 de febrero de 2014

El comienzo entre tú y yo.


Atada por un testamento, capítulo 5.

Dentro de una habitación, una joven llora abrazada a otra, ya que no tiene consuelo y por más que la otra se empeña, no consigue aplacar ese dolor en su corazón que le causase la partida de su gran amiga  a manos de una desconocida.
 Calma amor  dijo Maritza tratando de confortarla   debes ser fuerte. Recuerda que ella te necesita más que nunca.
  Se la llevó amor   murmuró entre sollozos Ignacia   y no fui capaz de evitarlo.


 Era inevitable   repuso su novia   Karina, sabía que muy pronto debería asumir su destino.
  Yo,  la tonta que creía que esa joven estaba preocupada por ella   mencionó aún más triste Nacha . La muy estúpida llegue a confiar en ella. Cuando llegué a este sitio, ella estaba cuidando de Karina y  pensé que eran amigas. Nunca sospeche que esa supuesta enfermera: era la imbécil de la albacea.
  ¡Amor! no tenías como saber quién era ella en verdad   repuso Maritza.
  Esa mujer, no tiene derecho a tratar a Karina cómo si le perteneciera   reprochó Nacha   yo la muy imbécil, no pude hacer nada para impedirlo.
  ¡Calma  mi vida! No es tu culpa  aclaró Maritza ─. Además, no me agrada que te trates de ese modo.
  ¡Nunca me lo perdonaré   rabió Nacha.

FLASH BACK
 ¡Mierda!   rabió Karina  ¿Qué diantres haces acá?
 Simple   contestó ella ─. He venido a llevarte conmigo, pues tu plazo, acaba de expirar.
  ¡MUÉRETE!   gritó furiosa Karina ─. No iré contigo Akiane, a ninguna parte
  No estás posición de negarte   sentenció ésta ─. Tú vendrás conmigo, te guste o no.

La joven Sotomayor,  llegó al lado de su acérrima enemiga y le volteó la cara de una cachetada y se disponía a propinarle una segunda cuando la mano de Akiane, la contuvo de repetir la agresión.

 ¡No vueltas a intentarlo!   amenazó Akiane ─. Pues no responderé de mis actos, ya he tenido suficientes atropellos de tu parte como seguir permitiéndote que más encima te atrevas agredirme físicamente.
 ¿Atropellos?   bramó Karina ─. Eres una maldita descarada. ¿Cómo te atreves a venir hasta acá con semejante discurso de derechos? Cuando has hechos hasta lo indecible para retenerme en contra de mi voluntad. ¡Eso sí es atropello Rosemberg! Y permíteme recordarte el significado de esa palabra.
  Tú, te lo buscaste   afirmó sin escrúpulos,  Akiane ─. Fui muy clara contigo con respecto a la voluntad de tu hermana y cual eran tus obligaciones en lo tocante a ese tema en particular. Por tanto, no puedes reprocharme nada, ya que te negaste a escucharme.
  ¿Pensaste que  iba aceptar una locura como esa? sólo porque tú y mi hermana así se  les antojó   exclamó iracunda Karina ─. Para tu información, tenía todo el derecho a negarme y pasaste por encima de mi voluntad y te importó muy poco.
  Eso, ya no viene al caso   acotó Akiane ─. Las cosas han cambiado y deberás asumirlas Karina, vivirás conmigo durante un año y después puedes retornar a tu vida.
 ¡¿Asumirlas?!   rabió ésta ─. ¿Qué fácil es decirlo para ti? No eres la que tiene que someterse y dejarlo todo. Como no me has dejado alternativa, pasaré ese año en tu hacienda, pero yo, decido cuando iré.
 ¡Lo siento  mucho, Karina!  contravino sarcástica Akiane ─. Pero eso no será posible, ya que te vendrás conmigo ahora, no hay más plazo para ti. Tus diez días de relajo ya pasaron, así que es hora de cumplir con tus obligaciones.
-¡estás demente!- siseo Karina- no haré tal cosa.
-en ese caso- amenazo Akiane tomándola fuerte del brazo- no me dejas alternativa.
-¿qué haces idiota?- inquirió Karina
-llevándote conmigo como te lo advertí- demando seca akiane (Mientras tomaba en brazos a Karina cargándola como un costal de harina  a sus espaldas) - Pedro.
-dime Akiane- dijo el hombre que asomo con otros dos más, tras oír el llamado de la joven.
-retira todas las pertenencias de Karina y llévalas al jeep-ordeno ésta- luego cancela todos los gasto de su estadía y devuelve esa camioneta a José.
-como tú ordenes- contesto Pedro- ¿deseas que la cargue yo mejor?
-de ninguna manera- respondió Akiane- ella se va conmigo.
-de acuerdo – dijo éste mientras procedía llevar a cabo las órdenes de su patrona.
En cosa de minutos toda la escena paso en cámara lenta para Ignacia que no pudo oponerse, pues quedo aturdida e incrédula ante toda la situación, pues no podía concebir que aquella muchacha fuese la albacea, Akiane Rosemberg. 
Para Ignacia, aquella joven no otra más que la supuesta “enfermera” que conociese el día de su llegada a la ciudad de Puerto Montt, que por lo demás tuvo muchas muestras de cariño y ternura para con su amiga Karina, ya que fue testigo de la preocupación de ésta cuando la sorprendió acariciando su rostro y depositando un fugaz beso cerca de la comisura de sus labios y al momento de irse, la quedo viendo con una mirada arrobada como sólo pueden hacerlo las personas enamoradas. Por ello bromeo bastante a expensas de la joven Sotomayor, pues la creía con una nueva conquista.
 Sin embargo ahora la situación era distinta.  Sí bien la saludo cordialmente y no dijo nada al respecto hasta que Karina apareciera del baño,  para recién ahí comentarle  que ella era su enfermera particular, pero no pudo hacer tal cosa, ya que la reacción violenta de su amiga vino a confirmarle que esa jovencita, era la mujer que acorralo sin ninguna piedad y tuvo que observar todo como una mera espectadora, pues fue incapaz de pronunciar palabra o acto al respecto.
-bájame estúpida- demando furiosa Karina que golpeo fuerte con los puños en la espalda a su captora
-de ninguna manera hare tal cosa- sentenció Akiane- quédate quieta de una vez por todas o me vas a obligar hacer algo que no quiero.
-que me bajes te digo- bramo Karina-de ti puedo esperar cualquier cosa, eres una maldita,  bájame ya de una vez infeliz.
-basta- grito Akiane tras recibir una serie de golpes y de súbito llevo su mano hasta la cabeza de Karina y presiono cierto punto que la hizo perder la conciencia de inmediato.
Una vez que consiguió neutralizarla del todo,  la reacomodo entre sus brazos para largarse de aquella habitación y antes de salir volteo a ver a Ignacia…
-Ignacia ya puedes marchar- señalo Akiane- no te preocupes por los gastos del hotel corren por mi cuenta y tu pasaje de regreso ya está arreglado, es cosa que lo veas en el aeropuerto. En cuanto a Karina estará  protegida a mi lado, yo velare de ahora en adelante por ella. No me resta más que  despedirme de ti y agradecerte por cuidarla.
Tras esas palabras Akiane Rosemberg desapareció de la vista de Ignacia, llevándose en brazos a  su amiga y dejándola sumida en una impotencia tremenda, pues nada pudo hacer y en cosa de minutos los hombres sacaron todas las pertenencias de Karina y nadie en el hotel hizo nada, demostrándole a Ignacia que todos estaban confabulados con la albacea.
FIN DEL FLASH BACK
-vamos Ignacia,  es hora de que también nosotras regresemos- demando Maritza- además debo recordarte que hay mucho por hacer. Esto recién acaba de comenzar o ¿vas a dejar que Karina quede en manos de esa mujer?
-eso nunca- rabio Nacha- tienes razón amor, esto recién empieza, jamás abandonare a Karina.
-así me gusta oírte- repuso su novia- debemos ponernos en marcha de inmediato con el asunto de la sociedad y de buscar a Eloísa Izquierdo y a Majo.
-de acuerdo- convino Ignacia- voy a sacarte de ese lugar Karina, te lo juro y aunque Majo sea la peor opción de todas. Sin duda ella es la única que puede hacerle frente sin asco a una imbécil como Rosemberg.
-pero debemos irnos con cuidado-aclaro Maritza- Majo es muy perspicaz y no debe estar al tanto  de todo lo que nos pidió Karina. Pondría en riesgo nuestros planes y de paso colocaría sobre aviso a Akiane.
-tienes razón- afirmo Nacha- Majo es muy impulsiva y directa con sus cosas, jamás se ha detenido ante nada y eso complicaría todo. Debemos darle garantías a Karina de que sus negocios estarán a salvo de ese abogado y su carcelera.
- Entonces manos a la obra amor- demando ella- salgamos de esta ciudad de inmediato.
-vale-suspira resignada  Nacha- vamos por nuestras cosas.
“no voy abandonarte amiga mía, te lo prometo”  se dijo para sí la joven Salfeti.
Después de empacar todas sus cosas la pareja abandona el hotel con rumbo al aeropuerto y  dos horas después toman un avión con rumbo a Santiago. En dónde deberán agilizar todas y cada una de las instrucciones dejadas  por  Karina, pues el tiempo apremia y entre más demorasen, más larga sería la estadía de la joven Sotomayor a manos de su albacea e Ignacia estaba decidida a truncarle la mano a la joven a como diera lugar y darle una lección que nunca en su vida olvidaría e iba  a llegar hasta la últimas consecuencias con tal de ver libre a su querida amiga.
Mientras camino a Puerto Varas….
Un vehículo transita por la carretera  a  una velocidad inusual, ya que sus ocupantes deben estar lo antes posible en su destino y cuanto menos demoren tanto mejor. El hombre mira por el retrovisor asegurándose que el otro coche que viene con ellos les siga sin inconvenientes, pues es responsable por la seguridad de cada uno de los trabajadores que le acompañan.
En la parte posterior del coche, se encuentra una joven pelirroja, que sostiene en brazos a una muchacha que yace inconsciente. Hubiera querido no llegar a esos extremos, pero no le dejó más alternativa, pues de lo contrario estaba arriesgándose a que sus planes se estropearan por falta de colaboración ésta  última.
La contemplaba en silencio. Mientras su capataz se ocupa de la conducción, ya que ella no quiere estar al pendiente del camino, ya que desea hacerse cargo personalmente de la chica que tiene en su regazo. No permitirá que ninguna persona se interponga en su camino, pues tiene una promesa y obligación para con la joven y no va a renunciar hasta conseguir lo impensable, aunque eso le cueste más de un dolor de cabeza y ciertas agresiones de su parte.
-“no voy a claudicar hasta conseguirlo y jamás  renunciare a ti- se prometió Akiane- cuando llegue el momento sabrás porque de todo esto que te hecho pasar y para cuando eso ocurra, espero haber conseguido mi objetivo”
-¿qué harás ahora con respecto a la amiga de Karina?- inquirió Pedro-  Te aseguro que muy poco le va a durar esa perplejidad y sí Adriana estaba en lo cierto, con respecto al gran cariño que le tiene a Karina, dudo mucho que se vaya a quedar de brazos cruzados.
-Mauricio se encargará de Ignacia- menciono Akiane- aunque es muy poco lo que ya podrán hacer una vez que Karina esté conmigo en la hacienda, pues ahí no permitiré que nadie cercano a ella se acerque.
-entonces deberemos redoblar la vigilancia- indico Pedro- pues ahora tienes a dos mujeres en tú contra y harán hasta lo imposible por liberar a Karina.
-estoy muy consciente  de ello Pedro- afirmo la joven- por eso mismo necesito que te ocupes en aumentar el personal en portería y no se  permita el acceso a ninguna persona extraña sin consultarme antes. Quiero  a esa gente lejos de nuestras vidas, en especial esa joven Rubilar.
-cuenta con ello- señalo Pedro- no te fallare, ya que es una promesa que le hice a tu padre de que velaría por tu bienestar  y por las tierras que tanto amo.
-aprecio mucho tu ayuda amigo mío- acoto ésta.
-ya verás que todo saldrá bien- repuso él- sólo tendrás que ser paciente con ella, pues va estar de un genio horrible cuando se despierte y a decir verdad de sólo imaginar su reacción, siento pesar por ti.
-descuida- expuso en broma Akiane- aparte de recibir unas cuantas bofetadas más, no creo que tenga más muestras de cariño para mí y respecto a ser paciente tendré todo un año para poner en práctica esa faceta . Cuando se cumplan el tiempo estimado de los seis meses, ahí te recordare que me vuelvas a repetir tus palabras, pues ahí se verá su verdadera reacción.
-¿estás segura de lo que estás haciendo?- inquirió Pedro- Ella no es como Adriana y eso se nota a leguas mi querida Akiane, te expones a una seria cornada de su parte.
-jajaja- bromeo ésta- sigues con eso de que Karina es como un toro en una corrida, pues sí ese fuese el caso, créeme, vale la pena el riesgo.  Estoy dispuesta a eso y mucho más por ella.
-vaya  que suertuda es  Karina- bromeo Pedro- cualquier cosa que sea la que te pidió Adriana, se nota que es muy importante para que te expongas de esa forma.
-más de lo que te puedes imaginar Pedro- asevero Akiane- por eso no dejare que nadie interfiera.
-comprendo- contesto éste .
Luego el capataz volvió a ver por el retrovisor  al otro coche y continuo con su vista fija en el camino, no quiso continuar con la plática, ya que las palabras estaban demás. Los gestos de su jefa lo decían todo y él respetaría los deseos de la muchacha y la apoyaría en todo, no dejaría que nadie se interpusiera entre su patrona y la joven Sotomayor.
Por su parte Akiane tenía muy apegada a su pecho a Karina, quería trasmitirle todo su calor y lo que había dentro de sí. La contemplo por un largo tiempo mientras su mente volaba hacia al pasado recordando….
FLASH BACK
-prométeme que harás todo cuanto te he pedido- murmuro un agotada Adriana en su cama.
-es arriesgado Adriana- menciono Akiane- estás pidiéndome algo superior a mi capacidad. Además acabo de perder a mi padre y mi hermano como para hacerme cargo de ella.
-por favor Akiane- menciono ella- sé qué es difícil de creer pero nunca mentiría con una cosa así y lo sabes muy bien.  Ya he hablado con Mauricio y dejado las instrucciones que debe seguir al pie de la letra una vez que ella retorne.
-¿cómo puedes estar tan segura de que todo será cómo has dicho?- inquirió la joven- tal vez tu hermana no venga y todo sea una pérdida de tiempo.
-créeme, ella vendrá- dijo Adriana tratando de levantar su cuerpo para acercarse más a la joven.
-trata de no moverte más Adriana- advirtió Akiane- puedes empeorar más y tu salud es lo que importa ahora. Ya perdí a mi familia como para exponerme a perderte a ti también.
-no te engañes Akiane- aclaro Adriana tomando la mano de su cuñada- tampoco permaneceré mucho tiempo, por ello estoy tratando de dejar todo listo, por favor compréndeme.
-¿cómo puedes decir una cosa así?- reprocho la muchacha- eres la única persona que me está quedando y también quieres abandonarme.
-no lo hago de gusto- murmuro Adriana- pero es un milagro que esté viva tras ese accidente. Por eso te ruego que aceptes mi proposición y firmes ese testamento  que será beneficioso para las dos.  Además que siempre  estuviste al tanto que mientras estuve casada con Michael,   todos mis sueños premonitorios  se cumplieron y fuiste testigo de ello.
-me consta - afirmo Akiane- no podría dudar en ese sentido. Sin embargo esto es  mucho más de lo que cualquier persona en sus facultades puede aceptar.
-puede que tengas razón- menciono ésta- pero no haría tal cosa si no creyera en ello. Pues todo lo que te relate es lo que vi muy claramente y estoy segura que todo saldrá bien. Akiane acepta te lo ruego.
-de acuerdo Adriana- contesto Akiane- haré lo que me pides, pero qué sucederá si ella no quiere cooperar y  se niega hacer tu voluntad.
-descuida- explico Adriana- yo te diré todo lo que tienes que hacer con respecto a mi hermana Karina. Sólo hay un modo de conseguirlo y te voy a decir cuál es.
Fue así como Adriana en su lecho, explico paso a paso lo que debía hacer para someter a su hermana menor a cumplir con lo estipulado en el primer testamento (voluntad), que sería tan sólo una puerta para el verdadero testamento que se leería cumplido un plazo determinado y en ello estaba establecido las obligaciones como la herencia legal que recibiría la joven transcurrido un año de convivencia.
-¿segura que podrá soportar un año conmigo?- inquirió Akiane
-más que seguro que le costará- repuso a duras penas Adriana- pero valdrá la pena, es hora de que le enseñes a mi hermana una lección de vida y estoy segura que lo conseguirás. Es tiempo de que mi hermana siente cabeza de una buena vez.
FIN DEL FLASH BACK
“Karina ya estás conmigo y llego la hora de cumplir con nuestro destino, no hay vuelta  atrás para ninguna de las dos” sus pensamientos inundaban  su mente como su corazón…mientras con cierta ternura acariciaba el rostro apacible de la joven que se encuentra en su regazo.
Después de unas horas,  tras esa larga y angosta carretera, los vehículos llegan hasta la hacienda los Alerces…de inmediato el capataz ordena a un grupo de trabajadores bajar las cosas del jeep y organiza turnos dobles para resguardar la entrada de la hacienda, hace hincapié que nadie puede ingresar sin autorización de la dueña y que las visitas están todas restringidas hasta nuevo aviso.
Mientras su hombre de confianza se ocupa de la seguridad, Akiane llevando en brazos  a su invitada se dirige hasta su hogar y son recibidas por Greta que le abre la puerta y no se detiene hasta depositar a Karina sobre su cama y en la que será su nueva habitación de ahora en adelante. Una vez que todas sus cosas son acomodadas en ese pequeño lugar, procede a desvestirla y cambiarle ropa para que duerma, pues presume que no despertará hasta mañana y una vez que concluye con su labor, da instrucciones a su personal que trabaja en la casa de no molestarla y que el trato con ella queda prohibido a excepción de Greta.
Más tarde la joven Rosemberg tras tomar una breve ducha y ubicada en su despacho, revisa cada una de las cláusulas del contrato que le hará firmar a Karina, pues debe ser muy cautelosa de que nada quede al azar y  sea causal de problemas.  Por lo que hará pasar a la joven como una más de sus trabajadores tal y cual acordaron con su cuñada. Después de revisarlo minuciosamente deja dicho documento sobre su escritorio a la espera de que sea firmado, queda unos minutos reflexionando sobre lo sucedido durante el día e inconscientemente lleva su mano hasta su mejilla y soba delicadamente aquel lugar dónde Karina dejará estampada su mano.
-“hay que ver que tienes la mano bastante pesada, pero yo transformare con el tiempo todas esas agresiones en muestras de cariño de tu parte”- medita la joven.
Recordar esa escena en particular, provoca en la joven Rosemberg un deseo infinito de poner en práctica todo lo que Adriana le enseñara y de sólo imaginárselo, logro sacarle una sonora carcajada, pues era el comienzo de un año lleno de aventuras y de muchas otras cosas más que su corazón estaba aguardando.
Momentos más tarde compartió una grata cena con su capataz y Greta. Charlaron por unas buenas horas hasta que decidió retirarse a descansar no sin antes visitar a su nueva inquilina y como era de suponerse estaba completamente dormida. Luego de ello fue a su dormitorio y se dispuso a dormir guardando en sus pensamientos el nombre de la joven Sotomayor.
Las horas transcurrieron velozmente en esa parte austral del país…el rocío se apreciaba como un tapiz brillante en toda la hacienda con las suaves caricias del sol, que dan un toque especial para la gente que vive en el sector…mientras que en la casa patronal el movimiento comenzó desde hace ya unas horas…Akiane y Pedro revisan que todo esté en orden en la entrada de la hacienda, asignando cuatro trabajadores en el lugar y previsto de seguridad (armas)…después Akiane da las instrucciones  a su capataz para cada uno de sus trabajadores y retorna a la casa…
Mientras todo ello ocurre…en una pequeña e incómoda habitación, una joven aún duerme…sin imaginarse lo que se le viene encima en cosa de segundos…una silueta la contempla por breves segundos y tras llamarla por su nombre y al no tener respuesta…decide buscar un modo más sutil de llamar su atención…y deja caer sobre el cuerpo de la muchacha un jarro completo de agua…
-pero qué rayos- exclamo Karina de golpe al sentir caer sobre su rostro y cuerpo el agua fría que la saco de su profundo estado- maldita sea,  tenías que ser tú.
-buenos días Karina- saludo seria Akiane- ya es hora que te levantes, tienes mucho por hacer.
-idiota  tenías que mojarme para eso- rabio Karina- hubieras gritado por último.
-es tu culpa- exclamo Akiane- estas no son horas para estar durmiendo. Recuerda muy bien que debes trabajar como todos los demás, aquí no tienes privilegios.
-no necesito que me lo recuerdes- dijo exasperada ésta- podrías largarte para cambiarme.
-de acuerdo- señalo Akiane- tienes 10 minutos, te espero en mi despacho o de lo contrario atente a las consecuencias.
-vete al diablo- murmuro entre dientes Karina
Antes de abandonar la habitación, Akiane no pudo evitar regalarle una sonrisa burlona a la joven, gesto que irrito aún más a Karina que lanzo su almohada contra la puerta, pero ya era tarde pues ésta ya se había ido.
Karina trago su rabia mientras tomaba una ducha corta y tras secarse, busco entre sus pertenencias, ropa que había comprado junto a Nacha y que sería apropiada para la zona y su odiosa vida de campo que comenzaba a partir  de ese momento. Una vez lista se fue rumbo al despacho de su “nueva jefa” faltando sólo un minuto para el plazo que le diera, golpeo la puerta del lugar y tras escuchar la respuesta, ingreso ha dicho sitio…
-vaya que puntualidad- alabo burlona Akiane- se nota que eres una persona acostumbrada a la vida de ciudad y de oficina.
-ahórrate tus comentarios- bufo Karina- no tengo intenciones de entablar una relación de amistad contigo y vamos directo al grano, ¿qué deseas de mí?
-toma asiento- demando Akiane- necesito que lo leas y luego lo firmes (entrega el contrato de trabajo)
Karina sin más rodeos tomo dicho documento y leyó cada una de las hojas, no pudo evitar sentir que la rabia la inundaba de pies a cabeza, pues ese contrato era muy humillante para alguien que tenía una profesión y debía de la noche a la mañana convertirse en un simple peón. Sin embargo disimulo al máximo su enojo, ya que si quería sacar a delante sus planes debería cooperar para no levantar sospechas, así que se trago su orgullo, tomo el bolígrafo y con un suspiro de resignación firmo el dichoso contrato.
-aquí tienes- dijo Karina entregándole devuelta los documentos- cumplí con lo que pediste, ahora qué es lo que debo hacer.
-¡cuánta ansiedad Karina!- se mofo la joven- pero si lo quieres así, no hay problema. Bien las reglas son muy claras, entras a las 8 y culminas tu jornada a las 5, con una hora de colación. Trabajarás toda la semana y el sábado media jornada.  En tu día de descanso puedes hacer cuanto quieras, pero no puedes abandonar la hacienda por ningún motivo y en caso de que tuvieras que salir, sólo lo harás en mi compañía. No puedes relacionarte con los trabajadores, estás bajo mis órdenes y tu trato será directo conmigo. Si deseas algo en  especial debes consultarlo antes conmigo y veremos cómo solucionarlo.
Karina se controlaba a duras penas tras escuchar semejante arbitrariedad, se juro así misma cobrarse todas y cada una de sus vejaciones, por lo que clavo su vista en la que ha de ser por un largo año su jefa y su “ama” según los deseos de su querida hermana y sin emoción en su voz le pregunto:
-¿eso es todo o falta algo más que debas agregar a tus mandamientos?- dijo irónica Karina.
-es todo por el momento- acoto ésta- ahora quiero que me acompañes antes de comenzar tu día de trabajo.
-como gustes- respondió ella
Akiane se levanto de su asiento y le indico que la siguiera…salieron del despacho hasta llegar a la cocina….dónde ya las esperaba Greta…que quedo profundamente sorprendida de ver el parecido de la joven con su hermana Adriana…sólo se diferenciaban en sus ojos, el largo del cabello y en que Karina era más alta que su hermana….pero lo profundo de su mirada dejo inquieta a la mujer….podía distinguir de lejos un carácter fuerte como el de la muchacha y no dejo de pensar que traería  más de un dolor de cabeza para su amada niña…
-Karina- dijo Akiane- ella es mi nana,  Greta  y encargada de todo en la casa. Cualquier cosa que necesites se lo pides a ella.
-mucho gusto Karina-saludo Greta, ofreciendo su mano en son de cordialidad.
-el gusto es mío Greta- dijo Karina correspondiendo al gesto.
-les sirvo el desayuno a ambas- inquirió Greta
-por supuesto nana- añadió la joven Rosemberg- para mí lo mismo de siempre  y  tu Karina ¿qué deseas para desayunar?
- con un café me basta- dijo seca ésta- muchas gracias.
Ambas mujeres quedaron impresionadas ante las palabras de la joven Sotomayor, pero evitaron hacer algún comentario….Greta dispuso todo para el desayuno de Akiane y luego sirvió el café para Karina…ninguna palabra más volvieron a cruzar en todo lo que duro ello…una vez que acabaron…Akiane la llevo hasta el sector de los establos y le indico cuáles eran sus obligaciones en el lugar…entre ellas, debía asear los establos, cepillar los caballos y darles de comer…una vez que concluyera, que fuera en su busca para asignarle más trabajo.
Los ojos celestes de Karina contemplaron todo el inmenso lugar y su cuerpo casi se convulsionaba de la cólera que estaba sintiendo…e hizo un esfuerzo supremo para  no dejarse llevar por sus instintos.
-si no sabes cómo hacer esas labores, puedo enseñarte- dijo burlona Akiane que le veía  recargada en el marco de la puerta del establo.
-no hace falta- menciono Karina
Sacando de su bolsillo una pañoleta con la cual cubrió sus cabellos y se remango las mangas de su blusa y se acerco muy lentamente hasta dónde se hallaba Akiane y pego su cuerpo al de ésta y en su oído le susurro:
-“Tú has ganado, ya que estoy en tus manos dulzura, pero hare de tu vida un infierno”  tras proferir su amenaza, se perdió en el pasillo, dejando a una Akiane con sus ojos muy entrecerrados  y un ligero temblor la recorrió completamente…daba inicio a un largo año de convivencia entre ambas y a su vez se cumplía la voluntad de Adriana…sin embargo en 365 días todo puede suceder  y en el campo de batalla estaban todas las piezas en su sitio….y la primera jugada de tan interesante partida las había hecho muy bien Akiane y todo estaba a su favor…pero en un juego de ajedrez, hay dos protagonistas y uno de ellos se estaba reservando para dar su golpe de gracia en su debido momento.
Después de ver marcharse a su carcelera y transcurridos varios minutos…Karina deja salir toda su frustración estrellando una de sus manos contra uno de los postes del establo, el golpe fue directo en los nudillos de su mano empuñada, que al instante se tiño de sangre y un fuerte alarido salió de sus labios más que nada producto de  la rabia que la inundaba.
-diantres- mascullo Karina sacudiendo su mano por lo resentido que quedaron sus dedos, se quito la pañoleta y rasgo un pedazo para vendar su mano que no paraba de sangrar.
-cálmate Karina, no puedes perder así la paz- se recrimino ésta misma- esa imbécil no puede ganarte. Debes pensar con la cabeza fría para poder llevar a cabo tus planes, será mejor que te dediques a observar todo y ver cuáles son los puntos débiles que tiene la señorita Rosemberg.
Luego de hacer una especie de torniquete en su mano. Procedió a realizar sus labores y serían las más ingratas y desagradables de todas, ya que debió sacar el estiércol de 70 caballerizas, lo que la mantuvo ocupada por  cuatro largas horas…dónde el hedor y el asco, hicieron presa de la joven Sotomayor…resintiendo su estomago al punto de devolver varias veces…para cuando pudo controlarse, ya tenía consumida parte de la mañana.
Después de finalizar con el aseo de todo el establo. Un grupo de trabajadores ingresaron los caballos a dicho sitió y uno de ellos le indico dónde se encontraba una cubeta y escobilla para atender a cada uno de los animales. El hombre le mostro el modo de hacerlo y las precauciones que debía tener en caso de asustar a alguno  de esos hermosos ejemplares, tras las explicaciones el trabajador se retiro del establo. Sin duda esta otra tarea iba a dejar a una Karina con el corazón en la mano, ya que uno de los caballos comenzó a dar patadas y coces, producto de que la joven le trasmitiera su nerviosismo y el animal lo percibió al instante y uno de eso golpes por poco le da de lleno en el estomago lo que hizo que cayera de bruces  al suelo y dándose vuelta la cubeta sobre sus pantalones.
Entre lágrimas y temblores se alejo del animal hasta que pudo calmarse del todo. Decidió continuar con el trabajo, fue en busca de otra cubeta con agua y respirando profundamente revirtió la situación a su favor y sin darse cuenta fue cepillando a los 70 caballos del lugar y cuando ya estaba en el último, fue sorpresivamente lengüeteada por éste, dejando a una sudada y sucia Karina que en vez de irritarse con ese acto, termino por soltar la presión en una sonora carcajada. Nunca en su vida había sido besada de ese modo por un animal.
-hay que ver que eres un fresco y patudo- murmuro entre risas Karina limpiándose la cara- lo que me estaba faltando, tremendo recibimiento el tuyo.
Una vez que concluyo de cepillarlo, guardo la cubeta y el cepillo en su respectivo lugar y se fue en busca de otra herramienta para alimentar a los caballos y en eso encontró lo que andaba buscando,  una horqueta y con ella se dispuso a sacar de los fardos de heno, la cantidad que necesitaría por animal. Demoro más de lo que pensaba en dicha labor, pues era cansador hacer viaje tras viaje para dar de comer a todos ellos. Pero su jornada no iba concluir así de fácil y cuando se disponía a dar a su amigo el “besador “su porción, éste se la esparramo toda y arranco unos cuantos para su deguste y para agregarle sabor volvió a lengüetear con heno y todo el rostro de Karina, con la diferencia que ahora estaba toda baboseada y llena de pasto…
-oye tú- chillo Karina-eres el colmo de descarado, mira cómo me has dejado, te advierto  que no soy tu chica eh.
Entre risas y babas, la joven Sotomayor recogió el heno que le habían esparramado y lo dejo en el lugar que le correspondía. Cuando ya se disponía a irse, su nuevo amigo a modo de agradecimiento volvió a besarle, dejando totalmente pegajoso su rostro y tuvo que salir más que rápido del lugar, ya que éste iba a continuar con sus muestras de cariño.
-por todos los cielos- murmuro la joven- un cuadrúpedo me acosa, es el colmo de mi desgracia.
Luego de limpiarse su rostro y recostarse en uno de los postes para tomar un breve descanso. Se fijo en su reloj y éste marca las 5:20 de la tarde…había estado todo el día en el dichoso lugar, paso por alto su colación, estaba mojada, sucia y babeada…era todo un record para su primer día de trabajo…y no quería ni pensar que más le aguardaría en adelante…sacudió sus pantalones del rastro de heno que había en ellos y salió de aquel sitio…
Por su parte…
Akiane llevaba bastante tiempo en la casa, había concluido su jornada muy temprano a la espera de Karina…pero no hubo rastro de ella en todo el santo día…no quiso ir a verla para no incomodarle con su presencia, pues se arriesgaba que le diera con cualquier cosa que tuviese a mano…en vano la espero a almorzar y aunque no quisiera reconocerlo la estaba preocupando el hecho de que no llegase o le hubiese ocurrido algo…parecía un león enjaulado en la cocina y Greta la contemplaba en silencio…pues nunca su niña se comporto en esa forma…Greta no recordaba que nadie hubiese llamado la atención de la niña Akiane para tenerla en ese estado.
-será mejor que vayas a buscarla- dijo Greta- ha estado afuera todo el día y no es conveniente que se vaya a enfermar estando a tu lado.
Aquellas palabras vinieron a sacar a la joven de lo profundo de sus pensamientos y  hacerle comprender que Karina estaba bajo sus cuidados y era netamente su responsabilidad…no podía permitirse que nada malo lo ocurriese en el tiempo que durase su estadía en la hacienda…Por mucho que debiera llevar a cabo al pie de la letra los planes que acordaron con su cuñada y darle una lección de vida…no podía arriesgarse a que ella saliera lastimada…Debía reconocer que desde que tuvieron ese encuentro en Puerto Varas, la joven Sotomayor paso de ser la simple hermana de su cuñada a una persona muy importante….todo cambio con ese fugaz choque….tenía dos razones  ahora muy poderosas para retenerla a su lado…en eso alzo sus ojos hacia Greta y sin más dejo de pasearse y se dispuso a salir en su busca.
-tienes razón nana- afirmo Akiane- iré por ella
-es lo mejor- dijo Greta
Salió rauda del lugar con rumbo  a los establos y en eso se topo con Pedro que venía de los sembradíos…
-¿dónde vas con tanta prisa?- inquirió éste
-voy a buscar a Karina- contesto ella
-no me digas que aún no regresa- pregunto Pedro
-no ha venido en todo el día- menciono Akiane- se salto el almuerzo y eso no es bueno.
A poco de andar divisaron a la joven Sotomayor…el aspecto que ésta tenía los dejo perplejos a ambos…sus ropas estaban mojadas, sucias y su rostro denotaba cansancio…detuvieron sus pasos hasta esperar que ella llegase a su lado para preguntarle…Akiane miro su reloj y eran 5:40…sin embargo la joven Sotomayor no tenía intención alguna de detenerse a charlar con ninguno de los dos y continuo con su camino rumbo a la casa…
-vaya Karina- dijo irónica Akiane- te tomo más de la cuenta terminar tu trabajo hoy, deberás aprender a ser más rápida para la próxima y no sólo eso,  creo que te hace falta un buen baño.
-púdrete- mascullo Karina y continuo su camino
-te espero junto a  Greta- demando Akiane- no demores o iré por ti.
-vete al infierno- siseo Karina
Sus palabras no hicieron más que hacer sonreír  Akiane, le divertía de sobremanera ver en todo su esplendor ese enojo que tenía hacia su persona…como iba a disfrutar domesticando a esa “fierecilla” hasta hacerla dócil y sumisa en sus manos…tales pensamientos hicieron que sus ojos verdes brillaran intensamente, como cuando un animal está al acecho de su presa…
-tienes suerte que no te mato en esta ocasión-murmuro divertido Pedro- pero para la próxima no te salvas.
-jajajaja- bromeo Akiane- sin duda motivos no le faltaran y la estaré esperando. Tú sabes que me gustan los retos y éste en especial es el mejor de todos.
-el potro salvaje y el domador-expuso él- será interesante ver quién vence. Apostare por ti, pero estoy seguro que va a dejarte unas cuantas secuelas de su cariño.
-puede ser- acoto Akiane- ahora vamos con Greta y nuestra joven citadina.
-que mala eres Akiane-dijo Pedro- disfrutas esto.
-claro que sí-dijo sonriente la muchacha.
Junto entraron en la casa patronal y esperaron a que llegase la joven Sotomayor…
Mientras en el cuarto de Karina…una de las jóvenes de la limpieza retiro sus ropas sucias y se las llevo en el acto , justo cuando la joven estaba en la ducha…al salir quedo sorprendida de no encontrar sus cosas y pensó en Greta, que tal vez pudiese ser ella que retirase sus vestimentas…por lo que decidió visitarla…pero antes se cambio un nuevo pantalón negro, camiseta negra y una chamarra verde…envolvió su mano en un pañuelo cubriendo bien las heridas…antes reviso su móvil y al no tener llamadas perdidas…se fue rumbo a la cocina…encontrándose con Greta, Pedro y Akiane…que la quedaron viendo fijamente, pero les resto importancia y se limito a preguntar a Greta por sus ropas…ésta le explico que estaba en la lavandería que no se preocupara…por lo que Karina agradeció y  dio la vuelta para marcharse a su habitación.
-espera- demando Akiane tomándola del brazo- debes comer algo, pasaste por alto el almuerzo y eso no es bueno para tu salud.
-no tengo hambre- contesto seca Karina
-nada de eso, tú vas a probar alimentos aunque yo misma tenga que darte de comer- ordeno Akiane arrastrando a la joven  hasta una silla y se sentó a su lado e hizo señas a su nana para que le sirviera a Karina. Sin embargo la joven no hizo intento alguno por probar bocado.
-¿se puede saber porque no deseas comer?- inquirió Akiane enojada
-ya te dije- acoto Karina- no tengo apetito
-lo siento pero no aceptare eso- sentencio Akiane
Akiane no es de las que acepta un no como respuesta y se  lo iba a demostrar. Tomo la cuchara para darle personalmente de comer…cuando la mano de Karina la detuvo, pero para su desgracia, expuso su mano herida…haciendo que los ojos verdes se clavaran en la herida que nuevamente estaba sangrando…dejo automáticamente de lado el cubierto y alcanzo a retener el brazo de la joven  Sotomayor…
-¿por eso no querías comer?-inquirió seria akiane- me puedes explicar cómo te hiciste esto.
-ocúpate de tus asuntos será mejor-señalo Karina tratando de retirar su mano, pero fue inútil ya que el agarre de la otra era muy fuerte.
-precisamente es lo que estoy haciendo-aclaro ella- no te creas que pasare por alto esto. Ahora dejarás que cure esa herida. Pedro por favor tráeme el botiquín.
-enseguida- respondió él
Al rato regreso Pedro con una pequeña maleta y se la entrego  a su jefa…la joven retiro el pañuelo que envolvía la mano y pudo comprobar que ésta estaba muy hinchada y tenía un corte profundo que no dejaba de sangrar…desinfecto la herida y procedió hacer las curaciones respectivas…por su parte Karina sólo fruncía el ceño, pues el alcohol provoco cierto ardor y no quería que viesen su punto débil por ningún motivo…era muy sensible al dolor desde pequeña y lo disimulaba con su carácter fuerte…sólo tres personas sabían su secreto y dos ya estaban fallecidas (su madre y Adriana)  y sólo Ignacia estaba quedando…pero no estaba dispuesta que nadie más supiera, por lo que se limito a mirar con fiereza a la joven que curaba sus heridas…
-guárdate esas miradas para ti-menciono Akiane que siempre estuvo consciente de sus reacciones-ya está. Vuelves a esconderme un hecho así  y te vas a lamentar (volteo a ver a Greta) Por favor nana vuelve a servirle otro plato.
-como no- respondió al instante Greta sirviendo nuevamente otro- aquí tienes Karina y no lo rechaces niña, repondrás tu energías de este día.
-esta vez no lo hará nana-sentencio Akiane- ¿no es así Karina?
-no-respondió ésta- gracias Greta.
En silencio se sirvió la comida, mientras los demás comentaban sobre la jornada del día y las actividades que se venían para la semana…Karina sólo se limito a escucharlos…reteniendo en su memoria la información…era hora que analizara muy bien el escenario que tenía ante sus ojos para organizar muy bien su jugada…en su fuero interno se sonrío maliciosamente…quizás podía ser una citadina empedernida y verse como una mujer frágil y delicada…pero nada podía estar más lejos de la realidad…las apariencias suelen confundir y engañar a la gente…ella era una mujer luchadora capaz de sobreponerse a cosas muy duras…ese tesón lo heredo de su padre y le había valido conseguir todo cuanto anhelaba…sin embargo dejaría que los demás pensaran todo lo contrario, mostrando una imagen de una mujer de ciudad sumamente delicada.
Cuando termino de cenar por así decirlo, retiro su plato y lavo todo lo que uso. Dejando desconcertados a los demás que la observaban, ya que la joven no dirigió palabra alguna y sólo lo hizo para despedirse.
-Estaba delicioso, muchas gracias Greta- señalo Karina- con su permiso me retiro.
Pronuncio esas palabras sin ver a ninguno en particular y se retiro de la cocina, sus pasos fueron seguidos atentamente por unos ojos verdes que centelleaban con muchas emociones que estaban aflorando…
Una vez que Karina ingreso a su pequeño dormitorio, busco su móvil y llamo a Ignacia…la joven se alegro mucho de escuchar  a su amiga y se pusieron al día de todo lo sucedido…luego Karina dejo con la boca abierta a su amiga con lo que le solicito…
-como me has oído Nacha- informo Karina- necesito que veas a ese concesionario a la brevedad posible y cuando hayas hecho lo que te indique, me avisas.
-madre mía- dijo espantada Nacha- pero hare cuanto me has pedido, cuenta con ello amiga.
-perfecto-señalo Karina- estaré esperando.
Permanecieron mucho rato hablando y cuando concluyo guardo su móvil en su velador con llave. Luego se fue hasta la ventana y observo todo el paisaje…
“ya verás mi querida Adriana, se van a lamentar” amenazo la joven.

1 comentario:

Angela RedBlack dijo...

Vaya, no recordaba este capítulo tan largo, pero eso si, llenó de acción entre las dos protas jejejejejee.

Ángelus Drakul

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