mujer y ave

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viernes, 14 de marzo de 2014

Confesiones.


La maldición de la Luna, capítulo 7.

El coche de Cristina se detuvo justo en el edificio de apartamentos dónde vive Kiara…
-hemos llegado preciosa- sonrio Cristina- kiara, debemos hablar con respecto a tu trabajo, así que amiga mía tendrás que invitarme a dormir en tu hogar hoy.
-estás demente- respondí – mi integridad estaría en riesgo, no señor.
-jajaja, no será todo lo contrario- dijo pícara Cristina- la que tiene fama de mujer fatal no soy yo, mi cuerpecito sería el que corre peligro.



-idiota- bromee- será mejor que aparques tu auto y caminemos un rato, no tengo ganas de encerrarme en mi apartamento, además que no podrás quedarte puesto que tengo una cita esta noche.
_¿cita?- exclamo incrédula Cristina- Kiara Milovic, con quién me vas a engañar ahora.
-jajaja, desde cuándo debo darte explicaciones de mis actos tontona
- dame dos minutos y estaciono- señalo Cristina, una vez hecho- ahora sí, vamos, acepto tu invitación, me hará bien estirar un poco las piernas.
-no estás en las mejores condiciones- me burle- dónde quedo la atleta de la familia Loren.
-ya para quieres- dijo molesta ella- sabes que con la vida que llevo muy poco práctico deportes ahora.

Kiara la abrazo fuertemente por la espalda y luego se colgó de su brazo y juntas caminaron, mientras un coche se mantenía acierta distancia de ellas, observándolas…

-y bien me vas a decir con quién tienes una cita esta noche- inquirió Cristina
-con Jazmín- dije
-jazmín, vaya- dijo Crisitna- cuídate sí, parece que le gustas, no seas mala no le des falsas esperanzas.
-cómo se te ocurre- brame- vamos a tomar unos tragos nada más, además lo hice por otros motivos, pero no te preocupes no la lastimare y sí quisiese algo serio con ella, tú serías la primera en saberlo. Cristina, yo sé muy bien lo que quiero, por el momento no deseo relacionarme sentimentalmente con nadie.
-ya veo- dijo un poco triste Cristina.

Por primera vez en todos los años que la conozco sentí que algo le sucedía, era como desconocida para mí, por eso me inquiete, sabía que ella siempre se esforzaba para verme sonreír, y fue mi gran apoyo cuándo termine con Mariana, de hecho ellas siempre se llevaron horrible, discutían delante  de mí, pues Cristina siempre supo que mi ex novia me engañaba y no perdía ocasión para decirle en su cara que era una cara dura.

Definitivamente mi amiga estaba muy extraña, era mi turno de levantarle el ánimo, por lo que me puse enfrente de ella y la abrace fuertemente y bese su rostro “no te preocupes más, no hare nada malo, tal vez algún día vuelva abrir mi corazón otra vez”, te quiero mucho cristina, gracias por preocuparte por mí.

Cristina se sonrojo un tanto y una bella sonrisa asomo en su rostro y nuevamente la tome del brazo y proseguimos con nuestra caminata…

-ahora dime- pregunte – de qué deseas hablarme con respecto a mi trabajo
-verás- dijo ella- me arrepiento  mucho en el lío que te involucre, por ello, hoy visite un abogado para ver el modo de poder impugnar el dichoso contrato, puesto que incurre en algunas infracciones en tu caso, puesto que al momento de aceptarte no informaron de la clausula de la duración de este mismo, por lo que se puede interpretar de engaño premeditado de parte de tu empleador.
-no sé si se pueda hacer algo al respecto ya- expuse no muy convencida – la verdad cuando leí el contrato no estaba nada estipulado referente a ello, pero tú sabes que al momento de firmarlo y comenzar a trabajar puedo haber dado pie a que se cumpla esa clausula que señalo esa mujercita.
-el abogado me señalo que es una infracción de todos modos, de la cual te puedes asir kiara para liberarte de esa tipa- dijo con desprecio Cristina.
-jajaja, vaya amiga, cuál  de nosotras dos aborrece más a esa mujer- bromee.
- no te voy a mentir kiara, me desagrada de presencia y es más la estúpida esa  me hace recordar a la imbécil de Mariana y si te vuelve a poner un dedo encima, no dudare en mancharme las manos con una cretina como esa.
-calma Cristina- señale- no gastes tus energías en esa mujer no vale la pena te lo aseguro, tú eres una mujer valiosa y muy importante para mí y no dejaré que te involucres en esto, te agradezco tu ayuda, pero sé arreglármelas muy bien. Además no quiero que por nada del mundo vaya a lastimarte Cristina, algo me dice que puede hacerlo y es algo que deseo evitar.
- kiara, me tiene sin cuidado que ella sea la mismísima reina- rabio cristina- no le tengo miedo y me vale un carajo sus amenazas, no dejare que te vuelvan a lastimar y esa imbécil no se trae nada bueno entre manos.
-mi tina- dije enternecida por su fidelidad y cariño- déjala ya, de ella me ocupo yo, sólo siento repulsión por su persona y yo misma la mantendré a raya, no dejare que se me acerque, además me mantendré muy ocupada como para prestarle atención a sus estupideces y sus jueguitos de seducción no le servirán de nada, además no es mi tipo, es una engreída que se siente superior por su belleza y ese tipo de mujeres me vale un comino.
-kiara- dijo crisitna- me has llamado Tina y no me has agredido, eso sí que es un milagro.
-jajaja, es verdad. En serio Cristina no te preocupes más por mí, yo sé cuidarme muy bien, además los encantos de esa mujercita no me hacen ni cosquillas- le sonreí burlonamente- y si algún día llego a enamorarme de otra mujer, ella no está ni remotamente en mi lista de opciones. Ahora dejemos de hablar tanto de ella, me enferma, te parece que cambiemos de tema.
-por mí está bien- dijo contenta Cristina- dame un segundo… y se fue a dónde estaba un muchacho vendiendo flores y le compro un hermoso buque de Lirios…

-toma- dijo Cristina- es un obsequio para ti… sé que adoras las flores tanto como yo, aunque palidecen ante tu hermosura.
-jajajaja, Cristina- dije muy halagada- eres un encanto, yo debí enamorarme de ti en vez de Mariana, siempre me has sabido conquistar con tus detalles, eres una extraordinaria mujer, ya tengo celos de la que conquiste tu corazón amiga mía, pues me estará robando una parte muy importante de mi vida…
Cristina se volvió a sonrojar…tan sólo me abrazo y acaricio mi cabello…
-sabes que te quiero demasiado kiara- dijo ella un tanto nerviosa- pero…
-Cristina Loren- exclame asustada- no vengas  con que te has puesto sentimental, si es así no te hablo más- expuse mofándome.
-diablos Kiara- dijo molesta ella- nunca se puede hablar en serio contigo, eres una grandísima idiota, te odio, cínica, petulante y descarada…
-jajajaja, volvió mi amiga de siempre- me burle
-pedazo de …- no alcanzo a decirlo porque la bese sutilmente en los labios y quedo de una pieza…
-jajaja- me burle- no me dejaste alternativa,  era la única forma de callarte parecías una lora de tanto atacarme y había que silenciarte,  ya que así estás muy guapa.
-condenada mujer- bramo ella.
- ya tontuela volvamos- rogué- estoy cansada y debo arreglarme para ver a Jazmín.
-vamos preciosa- dijo cristina sonriente- prométeme que no harás travesuras.
-ey, por quién me tomas- bromee un rato más hasta que llegamos a mi apartamento…me despedí de mi amiga y subí a cambiarme, pues había pasado un buen rato desde que llegamos.
A unos metros del lugar un vehículo se puso en marcha…mientras  el rostro de la joven Erlington estaba bañado en lágrimas…pues había visto todo y más aún escucho todo, gracias a su entrenamiento…su corazón dolía tanto…la lastimaban sus palabras y le hería su desprecio.
-dime Elizabeth- inquirió Durían- ¿qué harás ahora?
La joven suspiro y su mirada se volvió fría como el hielo…sus ojos verdes eran terroríficos en esos momentos.
-Soy Elizabeth Erlington,  Marquesa de Cronwell y juro por mi vida que kiara será mi esposa dentro muy poco,  voy a someterla a la fuerza si es necesario, voy atacar su punto vulnerable, esa será mi carta de triunfo. En cuanto a la señorita Loren sus días de pasar junto a mi futura esposa se han acabado. James llévanos a casa, es hora que le enseñe  a kiara a respetarme, voy a arruinar todos y cada uno de sus planes, no se volverá a burlar nunca más de mí.

Durían observo a la joven y sintió compasión, pues sentía el dolor que estaba atravesando la joven marquesa en ese momento, la quería como  a una hija ya con los años, así que la tomo entre sus brazos, aunque Elizabeth quiso mostrarse fuerte no pudo y cedió a la ternura de Durían y dio rienda suelta a su dolor, lloro por un buen rato antes de llegar a la mansión.
Mientras tanto…Cristina había ya guardo su coche ya se disponía a subir a su apartamento cuando choco con alguien más por no fijarse al estar distraída…
-disculpe- dijo Cristina- en verdad lo siento, no me di cuenta, está usted bien.
-si- respondió una voz muy dulce- no hay de qué preocuparse.
En eso Cristina reparo en la persona con que había chocado…era una jovencita que no pasaba de los 18, al mirarle Cristina se percato de que la muchacha se sonrojo al sentirse observada…era una chica no muy alta, muy pálida o más blanca que la  nieve, su cabello era un rubio ceniza y sus ojos grises le daban un aspecto muy angelical…
-vaya juraría que parece un ángel- pensó cristina- vamos no seas pervertida…Loren…es una niña
-lo siento, que mal educada soy- dijo la joven – mi nombre es Cristina Loren, encantada de conocerte y ruego me disculpes una vez más.
- mi nombre es Jamiel Atkinson – dijo la joven y estiro su mano para saludarle- no te ofendas, pero si no dejas de pensar tanto puedes poner en riesgo tu vida.
-¡eh!- exclamo un poco molesta cristina- vaya, no puedo decir que agradezco tus palabras, pues yo veo lo que hago con mi existencia jovencita (no contesto su saludo, de hecho le molesto sus palabras)- te ruego me disculpes por el incidente, pero no te metas en lo que no te incumbe, ahora sí me disculpas tengo mejores cosas que hacer que escuchar los sermones de una niña.
Cristina siguió en dirección a su apartamento…mientras que Jamiel le quedo bien con tristeza…
-no puedo creer que durían, me haya dejado como su guardiana- meditaba la joven- tiene mucho carácter, ahora comprendo porque mi madre quiere ayudar a Elizabeth, será una difícil rival para ella…”¿por qué me dijo niña?, si supiera…los hombres son muy egoístas y engreídos, yo ya no me quiero involucrar con ellos…la verdad tener que relacionarme con ella de ahora en adelante no será fácil”…
En el departamento…kiara buscaba en su closet algo cómodo para llevar esta noche…por lo que eligió como tenida un pantalón negro y una  blusa lila con botines de media caña y una chaqueta negra, se maquilló muy sutilmente y   dispuso su cabello en una cola, y busco unos aros amatistas que tanto le gustaban y combinaban con su blusa, de su tocador tomo su reloj de pulsera y un pequeño bolso de mano…antes de salir…llamo a jazmín para darle las señas dónde se encontrarían…entonces salió de su apartamento rumbo a la calle para tomar un taxi…
Fue así como la joven se encontró a las afueras de su edificio y enfilo a la  cuadra siguiente para buscar un coche, camino unos cuantos pasos, cuando de repente la toman firmemente del brazo arrastrándola hacia atrás, para quedar enfrente de Elizabeth Erlington…la joven empresaria…estaba bellísima esa noche, lucía un vestido azul muy corto y ajustado, con un  escote que dejaba con la boca seca a más de alguno…hasta kiara tuvo dificultades para concentrarse...pero en cosa de segundos...Volvió rápido en sí.
-usted- dijo  cínicamente kiara- ¿qué desea ahora?, no estoy en su empresa como para que tenga que soportarla.
-eres muy insolente Milovic- dijo Elizabeth- pero muy pronto dejaras de ser altanera conmigo.
-¿a qué vino?- inquirió molesta la joven- pues no estoy en horarios de trabajo y lo que menos quiero es tener un contacto con usted fuera de ello.  Ya que está aquí voy a ser bien sincera con usted, puede que sea la mejor empresaria de  este país, admirada y halagada por muchos, pero en lo que a mí respecta, usted como persona me desagrada y mucho, es más no tengo por qué escucharla siquiera.
Kiara se dio media vuelta para continuar su camino, pero Elizabeth la jalo tan fuerte que choco contra su pecho, la tomo entre sus brazos y levanto su mentón
- a mí me vas a respetar de una buena vez oíste- bramo Elizabeth y se apodero de sus labios a la fuerza, por más que kiara lucho, no pude zafarse de su abrazo y entre más luchaba más fuerza imprimía Elizabeth en el abrazo, hasta hacerle doler y sus labios recibían el mismo castigo, ya que la joven apretó sus labios para no responder a ese beso, termino siendo mordía en el labio inferior , lo que facilito que la marquesa introdujese su lengua y la explorase por completo, hasta lograr que la joven correspondiese a sus caricias.
El cuerpo de kiara comenzó a temblar…e hizo un último esfuerzo por zafarse, pero el apriete fue más drástico esta vez, quedando completamente  a merced de Elizabeth, estaba totalmente vulnerable…su cuerpo no le obedecía y estaba muy resentido por la fuerza descomunal a la que fue sometida. Pero  eso no fue todo, algo dentro de ella se activo ante las caricias de su jefa…
Elizabeth, al sentirla vencida, detuvo sus besos y la miro muy desafiante…
-tú te vienes conmigo ahora- ordeno Elizabeth
- no puedo- dijo apenas audible kiara por el dolor de su cuerpo- tengo una cita… y no deseo estar con usted…déjeme ir de una buena vez.
-no lo hare- exclamo Elizabeth- he venido por ti.
-¿qué quiere de mí?- expreso la joven- no puede obligarme a ir con usted si no lo deseo, porque no me deja en paz y busca a alguien más para su diversión (kiara trataba de reponerse, pero no lo consigue)
- a ti es a quién quiero Kiara- exclamo Elizabeth- y vendrás conmigo o de lo contrario tu amiga pagara las consecuencias,  y no es una amenaza, voy a cumplirla, tu escoges kiara…te vienes conmigo o Cristina Loren sabrá quién soy yo.
-no se atreva a tocarla- rugió kiara- el problema  es conmigo, déjela a ella en paz.
-“cómo lo pensé, ella es su punto débil”
-pues bien- inquirió Elizabeth- es tu decisión. En lo que a mí concierne. Tú eres quién me interesa.
-no voy a ser un juguete suyo, puede tener a cualquier mujer que se le venga en gana y no le dirá que no y puede dejarla cuando se aburra de ella, a mí no me interesa ser su diversión.
-quién te dijo a ti, que quiero que seas una aventura- se mofo Elizabeth.
-¿entonces qué busca de mí?- inquirió kiara- ¿para qué me quiere?
-qué bueno que lo preguntas- dijo ella- así me ahorras el trabajo, quiero que seas mi esposa  y cuanto antes mejor.
-¡qué!- aulló kiara- ni loca, simplemente usted está demente, no me caso con usted ni amarrada, primero muerta que su esposa.
-jajaja- se burlo Elizabeth- tú lo has querido así, no me dejas opción, Cristina Loren y su familia van a sufrir las consecuencias de tu decisión, no quiero que me reclames después. De todas formas vendrás conmigo esta noche, saldremos y te daré un tiempo para recapacitar, pues no estoy bromeando Kiara.
Kiara sintió que todo a su alrededor le daba vueltas y perdió la conciencia…pero Elizabeth alcanzo a tomarla entre sus brazos…y la alzo para conducirla a su vehículo.
-mi señora le ayudo- dijo james
-no, James, yo puedo con ella, ten la bondad de abrir la puerta- solicito Elizabeth.
-enseguida.
L a marquesa acomodo a la joven dentro del coche y después se ubico a su lado sosteniéndola muy bien entre sus brazos...su corazón latía tan aprisa, que había olvidado por completo su rabia de hace una horas...le basto volver a besarla para calmar su dolor…
-dónde vamos mi señora- dijo James.
- vamos a casa- repuso ella- quiero disfrutar de su compañía. Por cierto James, luego llame a la otra joven y disculpe a kiara por no asistir, dentro de su bolso hallaras el número y luego déjalo apagado.
-cómo usted ordene mi señora.
Elizabeth acaricio el rostro de la joven, mientras su corazón quería salirse de su pecho, al tenerla en sus brazos otra vez…
-kiara- susurro- si supieras que me estoy enamorando perdidamente de ti…yo conquistare tu corazón…voy ganarme tu amor y ser digna de él…te lo prometo.
La esquiva lucha del amor ha comenzado para cuatro mujeres…que deberán aprender a dar todo de sí para conquistar el máximo premio…El corazón de cada una de sus parejas…o el odio y  la decepción …impedirán alcanzar su máxima aspiración….AMAR.

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