mujer y ave

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jueves, 20 de marzo de 2014

Esta noche serás mía, parte I


En aras del pasado, capítulo 20

Las chicas había llegado a la ciudad de Brendwood  y detuvieron el automóvil, frente a un restaurante Francés que era muy concurrido por jóvenes, Kat, entregó las llaves a un encargado e ingresaron al local, dónde fueron atendidas por una joven camarera.

Una vez acomodadas en el mejor de los sitios, la joven les entregó la carpeta con el menú…


- ¡Bien chicas! ¿Qué van a pedir para beber? – preguntó Kat.
-A mí,  deme un coñac seco – dijo Claudine.
-Yo un mojito cubano – Francis.
-Para mí, un whisky – dijo Alesia
-Un caipiriha para mí – acotó Anabelle.
- ¿Y tú Raniel? – indagó Kat.

Dudó unos momentos y luego, señaló...

- ¿Tienes un refresco? – preguntó ésta con toda la naturalidad del mundo.
-¡Shhhht!  –chilló Alesia- ¡¿Estás de broma?!
- No – fue la respuesta de la joven.
-¡Entonces! ¿Eres monja o qué? – inquirió una consternada,  Francis.
– Nada de eso, pero no bebo eso es todo – defendió Raniel.

La camarera no pudo evitar sonreír ante el comentario de la joven, entonces se inclinó junto a ella y muy cerca de su oído, le susurró:

– La casa tiene una variedad de jugos naturales y si me permites podría sugerirte algunos – dijo esta seductoramente.
– ¡Vale! ¿Cuál tu me recomendarías? – respondió sonriente Raniel.

Alesia y Kat, se miraron al ver lo osado de la camarera, y discretamente vieron a Anabelle;  miraba todo en silencio; ¡pero si las miradas matasen! La joven ya lo estaría, así que optó por mostrarse lo más indiferente posible ante la situación.

Ella le indicó una variedad de jugos y optó por el que más era del agrado de la camarera. Dejando un mal sabor de boca en la persona de Anabelle.

– Gracias por tu sugerencia – mencionó Raniel, devolviendo una vez más una dulce sonrisa a modo de agradecimiento.
–  Encantada de servirle – acotó la mesera, guiñando un ojo a la guapa morena.

Kat, para salvar un momento incómodo, solicitó su trago. Además, solicitar las mejores tablas para picar de entre una serie que la muchacha les recomendó.

– ¡Vaya Raniel!...Tienes lo tuyo – bromeó Francis.
– ¿Se puede saber a qué te refieres? – indagó ésta.
– Nada – se apresuró en responder Claudine –. Lo que pasa es que mi hermanita supones cosas que no son, pero tú no le hagas caso.
– ¡Sí tú lo dices, Claudine! – arremetió Francis.

Después de que les trajeran su pedido, se dispusieron a comer  con una buena charla dónde se habló de todo un poco y   de trivialidades.

Anabelle entre risas, que le producía los comentarios de su hermana menor; no podía evitar mirar hacia el mostrador y ver como esa camarera tenía clavada la vista en Raniel; lo que le molestaba en demasía. Pero ella era muy digna y sabía comportarse con serenidad, aunque por dentro estuviese por reventar de la rabia.

«Hay que ver que es una fresca – pensó Anabelle – mira que coquetearle en mis narices»

─ No le prestes atención – le susurró Alesia ─. Si no te has dado cuenta, Raniel no está interesada.

En eso volvió sus ojos hacia Raniel y pudo comprobar que su prima tenía razón. Ella disfrutaba charlando con Claudine y cuando sintió la mirada de Anabelle,  sus miradas se encontraron, regalándole una bella sonrisa.

─ ¡Cielos!  de verdad me muero por ella  se dijo para sus adentros.

Luego de finalizar con su banquete, y pagar el consumo. Las muchachas procedieron a retirarse del local, pero cuando pasaban junto al mostrador Anabelle, se detuvo justo enfrente de la camarera y le miro fríamente; y luego;  giro dándole la espalda evitando que Raniel, tuviese algún tipo de contacto con la joven del local y una vez que ella pasó,  continuó con su camino.

Una vez en la calle, Kat,  les informó que iría  una discoteca nueva que estaba llamando mucho la atención por lo genial de sus ambientes.

Cuando ya estaban por llegar dónde se encontraba aparcado su coche...
─ ¡¿Qué fue eso?! – preguntó Alesia ─ No te creía tan territorial prima, ¡Cómo has cambiado!.
─ Soy una Calguiere después de todo ─  dijo ésta rotundamente –. No permito que se metan con lo mío.
─ Estabas que matabas a esa chica – dijo burlesca Kat – No te negaré que estábamos asustadas con Alesia, al respecto.
En su defensa hay que reconocer que Raniel está preciosa esta noche y tendrás que acostumbrarte a que llamará mucho la atención – señalo Alesia .
-Lo sé, pero eso no impide que espante a cualquiera que se le acerque. Ya les dije no comparto lo mío –refutó Anabelle.

En eso las chicas siguieron platicando y estaban por llegar, cuándo oyeron una voz que les heló el cuerpo a las tres…

Raniel, que estaba muy a gusto charlando con Francis y por unos momentos se detuvo a ver algo; mientras Francis avanzaba rumbo a donde estaban las demás; y entonces oyó como alguien le llamaba…

─ Raniel, preciosa – dijo una seductora voz.

Raniel, se dio vuelta a ver de quién se trataba, cuando se le vino encima una rubia, que se le colgó al cuello y la beso apasionadamente, sin darle tiempo a reaccionar….Provocando la ira de Anabelle y la molestia de Kat y Alesia.
Una vez que la muchacha la dejo libre para respirar, pudo ver de quién se trataba…
-Misha – dijo estupefacta Raniel- que gusto verte, aunque de esa forma, no suele saludarse.
-jajaja- bromeo Misha- querida, no me dirás que te disgusto.
-acaso acá todas son así de liberales, besándose sin más – inquirió una risueña Raniel.
-jajaja, eres un encanto- dijo misha- no me pude resistir a ello, además que ya te había dicho que nos volveríamos a encontrar.
-te creía en uno de tus tantos viajes por el mundo – dijo burlesca Raniel.
- veras, estoy de descanso por lo que me vine a mi apartamento y trate de contactarme contigo para ver si salíamos una de estas noches, pero me avisaron que no podías.
- lo siento – se disculpo Raniel, que sabía perfectamente que sucedió.
-  no importa, ya eso es historia, lo que cuenta es que te encontré- puntualizo Misha, e iba a decir algo más cuando se acerco Alesia.
- cariño, porque demoras tanto, sabes que soy impaciente y no me gusta que te me pierdas de vista – dijo Alesia, agarrando por el cuello a Raniel y entrelazando su mano con la de ella. -¡hola Misha!, no te había visto – dijo sarcásticamente.
_hola Alesia – expreso esta con disgusto, al ser interrumpidas – Raniel, toma (y le entrego una tarjeta) luego nos pones de acuerdo, ¿te parece?, nos vemos dulzura y se marcho del lugar.
Raniel sintió muy tenso el ambiente entre esas dos, pero sin duda no era lo único que estaba tenso en aquel lugar, ya que más atrás alguien estaba de mal humor.
-ya van dos Raniel, una mas y te matan – dijo secamente Alesia.
La joven se limito a guardar silencio, ya se hacía una idea de lo que quería decir Alesia.
Cuando llegaron al coche, Raniel se sentó junto a Francis, ya que Anabelle se fue junto a su hermana  Claudine y no deseaba estar junto a ella, así cuando subió le miro fríamente.
A los minutos después, estacionaban su vehículo en un lujoso parque de estacionamientos.
-bien chicas hemos llegado- dijo Kat.
Momentos más tarde dentro de la discoteque… estaba atiborrada de gente y la música era ensordecedora.
-tenías razón Kat, esto está genial, buena música, buenos ambientes, será una noche inolvidable- dijo Francis.
-opino lo mismo que mi hermana - dijo Claudine-  tienes muy buen gusto amiga.
-gracias por los cumplidos chicas, vengan vamos a escoger un buen sitio y después, a divertirnos en grande.
Kat hablo con alguien del lugar y ésta les llamo para que el acompañasen.
-ya está lista nuestras reservación de una mesa, así que vamos – dijo la muchacha.
-ok – respondieron todas.
Se acomodaron en dónde le indico una joven, dejaron sus chaquetas sobres sus asientos y observaron las pistas, ya que ellas se encontraban en un segundo piso y tenía una mejor vista de todo el lugar.
-voy a la barra – dijo Alesia – que van a beber chicas.
La mayoría pidió vodka tónico y Anabelle un wisky… excepto Raniel
-vamos niña – dijo Alesia – que no quieres nada, ¡oH!, ya entendí.
Al rato llego con las bebidas…
-aquí tienen mis bellas damas y para ti, bebé, tú refresco – dijo burlonamente.
-jajajaja – rieron todas a expensas de Raniel.
- ya veo, cuándo dijiste que te desquitarías – menciono la muchacha.
-en el amor y en la guerra todo se vale – dijo mofándose Alesia.
-eso depende – argumento Raniel – de quién sea la presa  que vas a elegir
-¡uy! – dijo Francis, que alabo la actitud confrontacional de Raniel – quién lo diría, tienes unas garras muy afiladas querida.
- tal vez – respondió esta, mirando desafiante a Alesia.
-cuidado niña, podrías salir quemada si juegas con fuego – respondió una descolocada Alesia.
Anabelle , la observaba en silencio y pudo comprobar que la muchacha podías ser muy altiva cuándo la provocaban y eso la dejo pensando unos minutos.
-ya basta de platicas – dijo Francis y tomo de la mano a Raniel – vamos a divertirnos que a eso hemos venido y se fueron a la pista de baile.
-oye Raniel, sabes me gusta tu forma de ser y cómo dejas sin habla a esas dos, jajaja, nunca había visto quedarse callada a mi hermana y tampoco a Alesia – le señalo Francis.
- la verdad no es tener confrontaciones, pero no siempre tienen la razón – dijo ella.
-Raniel.
-dime.
-hagamos arder este lugar, tú sabes, démosle  vida, ¿qué me dices?, te animas – inquirió una provocativa Francis, que ya estaba casi pegada a Raniel.
-¿estás segura?- respondió ésta risueña-  tal vez nos  echen del lugar.
-jajjaa, pues veamos qué sucede y se acerco casi rozando a Raniel y seductoramente movió sus caderas al compás de la otra joven, al ritmo de una canción de  Katy Perry, las dos parecían una pareja que se estaban seduciendo mientras bailaban, dejando a varios con la boca abierta y muchos de los presente hicieron un circulo ante las dos jóvenes.
Mientras en el segundo nivel, las demás observaban  el desenfado y la actitud osada de ambas chicas que había llamado la atención de la mayoría de los presentes, por la sensualidad y provocación que ambas se prodigaban.
-se acabo – dijo Alesia – yo no me voy a quedar mirando, vine a disfrutar y eso hare, me acompañas Claudine.
-claro, ya estabas demorando mucho – dijo risueña esta – no vamos a dejarle toda la diversión a esas dos.
-vamos Anabelle  - dijo kat – la noche está hecha para nosotras
-vamos – dijo Anabelle – (quien sólo quería ponerle las manos encima a Raniel, por hacerla sufrir como lo  estaba haciendo, se estaba muriendo de celos, primero la camarera, luego la odiosa de Misha y ahora ese baile con su hermana, ya había agotado su paciencia y todo tenía un límite)
Así el grupo se reunión con las dos chicas y ambas se colocaron aún costado de las más jóvenes, Raniel sintió una mirada clavada en ella y levanto la vista y se topo con esos azules que parecían asesinarle, (creo que esta es la tercera y a juzgar por su mirada no va a terminar bien para mí) se dijo para sí.
Entonces las luces enfocaron a Raniel y Francis y el Dj les anunció que ellas eran las ganadoras como la pareja más hot y sensual de la noche,  y que tenía bar abierto en la barra para ellas, esto puso muy feliz a Francis no por el premio sino por haber conseguido su objetivo de llamar la atención.
-vaya chicas hot – se burlo Alesia – las felicito.
-gracias primita- respondió Francis.
La noche continuaba su curso y parecía ir todo más relajado, cada cual estaba disfrutando del baile, hasta que a una señal de Alesia, está tomo de la cintura a su prima Francis y Kat se intercambio con Claudine, dejando solas  a Raniel y Anabelle, quienes se quedaron sorprendidas y estáticas en medio de la pista, fue ahí que Raniel reacciono.
-te ánimas – dijo ella.
-porque no – sonrío Anabelle y miro de reojo a su prima quién le guiñaba un ojo.
 Raniel se aproximo un poco a la joven y pregunto.
-estás molesta conmigo  - inquirió ella.
-un poco – dijo Anabelle.
- ya veo
-¿tenías que bailar de ese modo? –pregunto Anabelle.
- con que era eso – dijo Raniel – la verdad no era con ella, con quién yo quería bailar así.
-entonces porque no lo impediste- esgrimió Anabelle.
- ya te dije que no   era con tu hermana con quién yo quería estar, sino contigo – replico Raniel un poco exasperada.
Anabelle se  quedo mirándola fijo  y se acerco a ella tanto que rozaba su rostro con el de ella.
-entonces demuéstramelo – exigió Anabelle.
- eso es lo que voy  hacer - dijo Raniel- la tomo del brazo y la hizo girar quedando de tras de ella, pego su cuerpo con el de Anabelle y su boca comenzó a subir lentamente por su cuello, respirando lentamente su olor mientras suavemente movían sus cuerpo en una absoluta sincronía.
Anabelle, estaba jadeando por la cercanía de la joven, su cuerpo ardía, Raniel tenía el poder de enloquecerla sin siquiera tocarla, eran solo suaves roces que la tenían al borde de la locura, se acoplaban tan bien al son de la música y de un momento a otro se vio frente al rostro de  su amada , coloco sus manos alrededor de su cuello, mientras Raniel la tomaba de la cintura atrayéndola más hacia sí, hasta que sus labios se unieron en un beso que añoraban desde hace tiempo.
-¿qué? – Fue la exclamación de Francis- a lo que Alesia le hizo señas con un dedo en la boca que guardara silencio
- ya era hora – expreso Claudine.
-¿cómo? – decía aún más incrédula Francis.
- esas dos se gustaron desde que se  conocieron y la verdad ya estaban demorando mucho – explico una calmada Claudine.
-estás diciendo que ellas ya tenían una relación – exclamo Francis asombrada – pero Anabelle está comprometida.
-cielos hermanita, tú no entiendes nada – murmuro Claudine – dije muy claro que ellas dos se sintieron atraídas desde el principio y eso se notaba mi querida, hasta un ciego lo podía ver, pero no habían hecho nada hasta hoy y referente al compromiso, eso es algo que sólo Anabelle debe resolver.
-vaya, al parecer todos estaban al tanto – suspiro Francis- en todos los casos hacen una linda pareja, nunca imagine a mi hermana mayor con una mujer (dijo esto mientras las observaba y veía lo complementadas que ambas estaban)
- yo tampoco – comento Claudine – pero el amor se te presenta y contra eso nadie puede luchar. Papá tenía razón.
-así es – dijo Alesia – el amor es un sentimiento muy fuerte, contra el cual no podemos luchar por más que lo intentemos, se puede decir queridas mías, que el amor y el destino junto a esas dos.
-hasta que un Calguiere al fin atrapo a Raniel – dijo burlesca Claudine y todas rieron.
Mientras tanto, la pareja de enamoradas estaba ajena a la conversación de las demás. Estaban inmersas en las caricias que ambas se prodigaban, disfrutando intensamente del momento.
Raniel tenía asida con una mano la cintura de Anabelle, mientas que la otra recorría lentamente su espalda, acariciando toda su piel, ya que sentía el calor que de ella emanaba bajo esa delgada prenda que las separaba de un contacto más profundo. Ésta por su parte, acariciaba su nuca enredando sus manos en su larga cabellera y presionándola más contra sí, para que no terminase nunca ese beso.
Sus bocas se devoraban entre sí, sus lenguas exploraban cada sitio, bebiendo una de la otra como si hubiesen sido sometidas a una gran agonía, sus cuerpos  ardían en deseo con cada movimiento, necesitaban explorarse más y más, alcanzar el máximo placer que se pueden dar los amantes, pero no era el lugar para ello. De a poco sus labios se separaron y se juntaron sus frentes  y una agitada Anabelle, acaricio con su mano el rostro de la joven.
-Raniel – dijo susurrando– ya no puedo más, quiero hacer el amor contigo.
-lo sé, pero este no es el lugar apropiado cariño – dijo Raniel maravillada de todo lo que experimentaba con Anabelle , pero también estaba inquieta, ya que nunca antes había intimado con alguien.
-sucede algo – pregunto Anabelle , al apreciar cómo la joven se tensaba por algo.
-veras –le dijo al oído- sólo cuida de mí, esta será  mi primera vez.
Anabelle la miro con ternura y se sentía complacida de ser ella, quién fuese  la que le  haga mujer, su mujer.
-todo estará bien mi vida, te lo aseguro – dijo Anabelle besando sus labios.
-¡ey! Ustedes dos tortolitas, dejen de contar dinero entre los pobres – se mofo Alesia.
Las chicas reaccionaron y se fijaron en las demás como se reían a expensas de ellas.
-en hora buena – dijo kat .
-felicidades – manifestó Claudine a su hermana abrazándola fuertemente.
-oye tú, Casanova – dijo Francis – cuida bien de mi hermana, sino te las veras conmigo.
-por supuesto que lo hare, pierde cuidado – dijo sonriente Raniel y admirada de que las hermanas le aceptasen.
-esto merece un brindis, volvamos a nuestra mesa – dijo kat, que estaba visiblemente feliz de haber contribuido en algo a juntar a esas dos.
Mientras caminaban hacia el segundo nivel, Alesia se acerca por detrás y abraza a Raniel para susurrarle al oído:
-te dije que jugar con fuego haría que te quemaras – bromeo ésta.
Anabelle que escucho lo que su prima le dijo, se anticipo a Raniel.
-soy feliz de ser la presa de Raniel – dijo sonriente y abrazo a su amada- no me dejaría atrapar por nadie más.
 Raniel la miro feliz y le saco la lengua a Alesia, provocando la risa de Anabelle e  incredulidad de Alesia.
-mira cómo eres niña mala – bromeo Alesia.
-déjalas ya – le reprocho Kat.
Reunidas en la mesa, la joven anotaba sus pedidos…
-bien, ya estamos casi todas lista a excepción de …. – expreso Alesia con una mueca en dirección de Raniel.
Entonces Anabelle, tomo de la mano a Raniel  y le miro fijamente.
-amor, acompáñanos esta vez – le súplico-  Yo te recomendare algo suave para ti, además quiero brindar contigo.
-está bien – dijo Raniel pausadamente- que me sugieres.
-por favor tráigale un caipiriña a la señorita – solicito Anabelle.
-wow – dijo admirada Francis- de verdad que el amor cambia, jajajaja
Todas las presentes rieron ante el comentario de Francis, pero Anabelle tomo el mentón de Raniel y deposito un suave beso en sus labios, lo que hizo feliz a la muchacha y al resto en la mesa.

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