mujer y ave

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sábado, 16 de agosto de 2014

Por nuestro amor, deberemos enfrentar dificultad.


En Aras del pasado, capítulo 33.

FLASHBACK

-¿Qué haces acá Anabelle?- exclamo asombrada Rowine- tú no debes estar en este lugar, fui muy clara que todo  ha terminado entre nosotras. El día que aceptaste casarte con él.
-puedes tener razón, Rowine- expuso Anabelle- falle a mi promesa, pero tú me orillaste a ello o ¿se te olvida?



-eso ya no tiene  importancia- replico Rowine- debes irte, está por llegar  Octavio mi esposo.
-ja- exclamo molesta  Anabelle- aunque sea esta tu noche de bodas, jamás estarás con él, ya te lo dije, tú eres mía Rowine y nadie más te tocará.
-sólo vete, Anabelle- rogo Rowine visiblemente conmocionada por la presencia de la persona que más ama en esta vida- lo nuestro no tiene caso. Se acabó.
-¡Eso lo veremos!- bramó la duquesa- ¡Guardias!
En eso entraron tres soldados que acompañaban a la joven Duquesa…
-¿Qué vas a hacer a Anabelle?- inquirió incrédula Rowine- ¡por favor detente!
-Nunca- rabio Anabelle- ustedes sacadla de aquí sin llamar la atención. Dense prisa
Antes que Rowine, pudiese hacer algo. Los soldados la habían apresado y adormecido y le sacaron del lugar sin levantar sospechas…
Horas más tarde…unos ojos esmeraldas se abrían lentamente…estaba aturdida y trato de incorporarse, pero se percato que estaba atada de pies y manos a una cama…buscó con la mirada algún indicio de dónde se encontraba…y en eso recordó que ella se había desposado hace unas horas con Octavio…y que cuando regreso a casa para ponerse más cómoda se encontró con la Duquesa de Calguiere en su dormitorio…
-¿Qué has hecho Anabelle?- exclamó la joven Rowine suspirando - ¿porque no puedes aceptarlo?
-Jamás lo aceptaré- pronunció Anabelle detrás de una cortina- No puedo soportarlo, no consentiré que nadie  me arrebate lo que más amo en esta vida.
-Anabelle- instó Rowine- debes dejarme ir, estarán buscándome y tú lo sabes.
-lo sé muy bien- respondió la joven- aún así no te dejaré ir y por tres días voy a consumar nuestra unión. Seré yo la que  te despose esta noche y estos tres días serán sólo para mí  y después de ello; nadie volverá tocarte. Llevarás mi marca por siempre. Escúchame bien Rowine; Mcraune, cualquiera que ose acercarse a ti lo va a lamentar.
La joven Duquesa cerró con llave la habitación  y regreso a la cama dónde se encontraba Rowine…dejo caer sus ropas  al piso…se sitúo sobre su amada y lentamente fue dejando un camino de fuego y pasión en la joven Mcraune…fue así como hizo suya a la joven que rapto en su noche de bodas…y convirtió esa noche en  su noche de bodas…la de ambas.
“eres mía  y jamás nadie se interpondrá entre nosotras Rowine”
FIN FLASHBACK

Después de una noche cargada de pasión, los ojos esmeralda de Raniel se abren lentamente observando detenidamente el cielo de la alcoba, hasta que siente sobre sí una intensa mirada y voltea a su derecha y se topa con los profundos ojos azules de Anabelle, quién la observa muy detenidamente y al  encuentro de sus miradas, le regala una hermosa sonrisa.
-¡Buenos días amor!- susurro Anabelle- ¿cómo te sientes?
-de maravilla- repuso Raniel- no hay nada más agradable que dormir y amanecer contigo, es una delicia.
-eso es música para mis oídos- acoto muy sensual, mientras se endereza un poco para robarle un beso a su prometida- podría vivir así toda la eternidad, eres lo más hermoso que me ha sucedido en este año, no te imaginas lo feliz que me haces, no cambiaria todo esto que vivo contigo por nada del mundo.
-Anabelle- inquirió la joven tras oír a su novia
-dime- contesto Anabelle apoyada sobre su brazo mientras con su otra mano jugaba con las de su joven prometida.
-amor, nosotras  estamos haciendo una vida normal de pareja- señalo Raniel- muy pronto nos mudaremos juntas y en un poco más estaremos casadas, más no puedo evitar pensar  que tal vez nos adelantamos demasiado y debimos esperar a que regresara Robert y tú pudieses acabar con todo ese compromiso, pues a nadie le gustaría encontrarse con que tu prometida está ligada sentimentalmente con una desconocida y  a punto de contraer matrimonio. No me siento bien del todo con todo esto,  siento que empaña nuestra felicidad y deja un dejo amargo entre nosotras.
Anabelle, no pudo dejar de encontrarle la razón a su prometida y también ella sentía igual, más era muy consciente que lo que sucedió entre ellas fue inevitable, por mucho que hubiesen luchado por ocultarlo o callarlo tarde o temprano iba manifestarse por un razón muy fuerte. Fue el destino que las volvió a juntar, les  estaba brindando una nueva oportunidad para ser felices en esta vida y no iba a desperdiciar esa oportunidad que le brindaban y aunque no le gustase iba a tener que lastimar a Robert, pues no iba a renunciar a Raniel nunca, todo este tiempo le sirvió para darse cuenta que nunca amo a su antiguo prometido y que sólo  fue cariño o costumbre lo que sintió por él,  pues se conocían desde la universidad, además  estaba el hecho que dudaba bastante de que Robert le amase, pues nadie se va  tanto tiempo sin saber de la persona que supuestamente ama, por lo tanto no veía nada malo en su actuar y en su actual relación. Acaricio lentamente el rostro de la mujer que ama y tomo aliento para explicar su verdad.
-Raniel- expreso Anabelle- comprendo tu punto de vista y en parte lo comparto, pero he de serte muy sincera al respecto. No me arrepiento y tampoco  tengo remordimientos por todo lo que he vivido y hecho a tu lado, ya que desde que te  conocí supe lo que era amar de verdad y no puedo decir lo mismo de mi antigua relación y todo este tiempo ha venido a demostrarme la verdad  y a quién le pertenece mi corazón. Sé que Robert no lo va aceptar de buenas a primeras y que puede salir lastimado, pero en cierta forma dudo que él me hubiera amado de lo contrario jamás me hubiese dejado sola y sin saber nada de mí, lo que viene a demostrarme que tampoco hay amor de su parte y eso hace que esté más tranquila con mis acciones. De verdad amor he meditado mucho en todo ello y sus acciones me demostraron esa verdad, por lo tanto él ya no significa nada en mi vida y si he continuado adelante con esto que estamos viviendo es porque en verdad tú eres la persona a quién yo amo con todo mi ser  y es mi deseo sincero de pasar el resto de mi existencia a tu lado, por lo tanto te pido que no te tortures más, nosotras estamos haciendo lo correcto no puede ser de otra forma Raniel.
La joven no aparto en ningún momento sus ojos de los de su novia y pudo apreciar que hablaba  con la verdad, se acerco a ella y busco sus labios, quería sentir esa verdad a través de sus caricias a lo que la Duquesa respondió en el acto y demostró su amor por medio de ese sencillo gesto pues le entrego su alma así como su corazón, haciendo que su prometida sintiera una dicha infinita dentro del suyo…al poco tiempo  rompieron ese contacto y unieron sus frentes entregadas en una sonrisa que era  la muestra del creciente cariño que sentían ambas.
-te amo Anabelle Calguiere- manifestó Raniel- sin  duda venir aquí ha sido la mejor decisión que he tomado y tampoco me arrepiento de lo que he vivido contigo, nunca imagine de niña mientras de te dibujaba que tú pudieras existir, parece un sueño todo esto y del cual no quiero despertar por cierto.
Al  escuchar las palabras de su prometida, Anabelle no pudo evitar pensar en todo lo que había sucedido hace unos días, y todo lo que descubrió al ver a Raniel con ese arco y el halcón y como afloraron sus recuerdos, simplemente no era un sueño o producto de la imaginación todo lo que su novia traía consigo de su vida pasada sino ahora ambas podían recordar cosas de sus vidas anteriores, ese era el lazo que las unía y por el cual el destino las volvió a reunir.
-no es un sueño amor- afirmo Anabelle- es muy real lo que nosotras estamos viviendo. Ahora mi amada vamos a ducharnos juntas y luego desayunamos con los demás.
-no quiero- reprocho Raniel – es muy temprano aún, no tengo pendientes de la universidad y tampoco motivos para levantarme, por lo que voy a disfrutar de la cama un poco más.
-ya veo- dijo Anabelle - quieres que traiga el desayuno a nuestra alcoba.
-no tengo apetito – repuso la joven- además nunca tomo desayuno en cama.
-nada de eso- indico Anabelle- tú vas a desayunar conmigo, espera un minuto. La joven se levanto y se dirigió a su tocador y tomo el teléfono que estaba en el lugar y marco con Odete.
Raniel, no dejaba de contemplar a su novia…ella estaba totalmente desnuda y no pudo evitar sonrojarse al verla…realmente era una mujer hermosa, lentamente la recorrió con la mirada…de hecho Anabelle era más alta que ella…su cuerpo estaba muy tonificado productos de los deportes…sus piernas largas tenían  un pequeño tatuaje en cada  uno de  sus tobillos le daban un apariencia un tanto rebelde…su cintura era estrecha…su busto es normal pero firme…su cabellera dorada estaba más larga de cuando la conoció, ya que ahora rebasaba sus hombros y ese ondeado que tenía le daba un toque muy sensual a su prometida…mientras examinaba cada curva…Raniel no pudo evitar jadear un poco y quedo muy absorta contemplándola que no se dio cuenta de que  Anabelle llevaba un rato viéndola fijamente y sin decir más colgó el teléfono…le miraba divertida pues la había pillado infraganti babeando por ella, por lo que sonrío y regreso de nuevo a la cama.
-¡cielos amor!- bromeo Anabelle- menos mal que no tienes apetito, pues me dio la impresión que pensabas devorarme  con esa mirada tuya, por mí no tengo inconvenientes, cuándo tú quieras.
Raniel , desvió la mirada muy avergonzada, sentía arder sus mejillas al máximo, lo que causo que Anabelle estallara en risas, le gustaba mucho sorprender a su novia, le parecía tan tierno verla sonrojarse de ese modo, esos actos hacían amarla aún más.
-eres adorable vida mía- dijo coqueta Anabelle- ven acá y tiro de Raniel y le acomodo en su pecho rodeándola con sus brazos- Raniel quiero adelantar la fecha de nuestra boda.
-estás hablando en serio- inquirió la muchacha.
-por supuesto que sí- señalo Anabelle- ya te había dicho que deseo casarme cuanto antes, no puedo seguir esperando más, eso cinco meses son eternos para mí. Por este motivo quiero plantearte que lo hagamos dentro de tres meses  a lo sumo,  ¿qué opinas tú?
-Anabelle- repuso su novia- de verdad es tanto tu deseo de casarte conmigo.
-así es Raniel – respondió la joven- ya no deseo esperar más,  compréndeme, tal como lo señalaste nosotras ya hemos comenzado una vida juntas y deseo sellarla con nuestra unión, por lo demás es un deber también  que tengo con las tradiciones de mi familia.
-comprendo tu sentir- repuso Raniel- por mí no hay  objeción pero sin duda estaré un poco ocupada con lo de la universidad, ¿no será un problema?
-ya verás que no habrá inconvenientes- señalo su prometida- y hablando de universidad…
-¿qué sucede con ello? – inquirió Raniel curiosa.
-¿qué sucedió ayer?- inquirió Anabelle fijando sus ojos en los de su novia- no me digas que nada, pues no me creí el cuento que montaron Charles y las demás, ahora tú me vas a decir que paso realmente.
-Mmm- suspiro Raniel- nada de qué preocuparse amor.
-¿en serio?- dijo Anabelle entrecerrando sus ojos maliciosamente y  acercándose  peligrosamente a su novia- en ese  caso….
-no, Anabelle espera- grito Raniel- me haces cosquillas…Jajaja….en serio detente…está bien…tú ganas te diré, pero detente por favor... (Una vez que su novia ceso sus ataques)…verás… (Le narró todo lo que sucedió y los comentarios de Claudine al respecto, dejando un poco pensativa a su novia)
-¿Así que Tracy?- señalo con desprecio Anabelle- será mejor qué no ose a hacer nada, pues no es aconsejable que provoque a un Calguiere, nunca hemos permitido que nos toquen lo que es nuestro y usted mi amada ya tiene mi marca…por lo tanto te aconsejo que te mantengas alejada de ella, no deseo saber que esa tal Tracy ha intentado sobrepasarse o me veré forzada a defender lo que es mío.
- ¿Qué celosa eres mi vida!- acoto Raniel- despreocúpate Anabelle; nada sucederá.
-confío en ti, Raniel –aclaro su novia- pero recuerda, tú eres solamente mía, no lo olvides nunca.
En ese instante tocan a la puerta, por lo que la joven duquesa cubre su cuerpo con una bata azul y se fue hasta la puerta, recibió de parte de una doncella un carrito con el desayuno para ambas, agradeció a la mujer y se dispuso a servirle una bandeja a su prometida.
-ahora voy a alimentarte preciosa- señalo Anabelle, dejando entre medio de las dos la bandeja- ¿Qué deseas jugo o leche? O prefieres otra cosa.
-jugo- respondió Raniel y su prometida le ofreció un vaso de jugo de frutilla- gracias amor.
-te amo- susurro mientras le robaba un beso- por cierto amor, en Kingston estás obligada tomar un electivo o un deportivo por cada año de estudios. Es obligatorio y una tradición dónde todos los alumnos representan los colores de la universidad, por tanto deseo saber qué escogerás tú.
-¿electivo o deportivo? Indago pensativa Raniel- hablando de ello mis compañeros hablaron de ti y Alesia, las  elogiaron mucho académicamente y deportivamente, por lo que me gustaría que   me orientases al respecto, pues no tengo la menor idea de que deportes hay en Kingston.
Anabelle sonrío para sus adentros, pues había tocado el tema justo a tiempo y tenía ventaja por sobre sus hermanos.
-¿así que hablaron de nosotras? – señalo Anabelle
-sí- respondió la joven
-Raniel, en este tiempo he llegado a conocerte bastante- agrego Anabelle- sin duda he visto tu espíritu de lucha en especial en los deportes, por lo que te sugiero que escojas por ese lado, pero deseo dejarte claro que tus estudios son primero que nada, por ello te pido que sólo tomes uno, más adelante tendrás todo el tiempo de practicar todo cuanto amas, me prometes eso amor.
-de acuerdo- respondió ella- siempre y cuando tú me acompañes en ello.
-encantada lo hare- respondió su novia- ahora termina de desayunar, quiero aprovechar los minutos contigo al máximo, antes que los demás quieran apartarte de mi lado.
- Jajaja- bromeo Raniel- eres incorregible amor, pero me encantas tal cual eres, quedémonos un poco más hoy tengo ganas de estar  sólo contigo.
-Mmm- murmuro Anabelle- la idea me seduce mucho y eso haremos, pero después compartiremos con Kat y los demás.
-de acuerdo con una hora me basta- afirmo Raniel.
-ven- demando Anabelle (después de retirar la bandeja) atrajo a su novia y la acomodo sobre su cuerpo para descansar y disfrutar un poco más de tiempo junto a su prometida- te amo y  en verdad  es una delicia estar de este modo, ¿no te parece a ti?
-claro que sí- respondió la joven- es más no podría vivir sin ello.
-como me gusta oírtelo decir- asevero Anabelle- me vuelves loca  preciosa, desde que te conocí no he dejado de verte, nunca me prives de tu amor Raniel.
-no lo h                aré amor- repuso Raniel- siempre lo tendrás, yo sólo te amo a ti.
-así me gusta- señalo robándole un beso- ahora descansa cielo.
La joven pareja permaneció un tiempo disfrutando de la mutua compañía entregadas en un abrazo….una hora más tarde se reunieron con los demás y compartieron junto a kat de un largo paseo a caballo…fue un fin de semana estupendo para ambas…la mayoría de las actividades la hacían juntas…era tanto el cariño que ambas se prodigaban que la familia estaba realmente feliz….sus padres disfrutaban  de ver como su hija había cambiado tanto en poco tiempo…y no hallaban la hora de la llegada de la familia de Raniel para celebrar los votos de compromiso según sus tradiciones.
Fue así que el tiempo fue transcurriendo y comenzó una nueva semana…...cada una volvió a sus actividades. Por un lado Anabelle  volvió a sus negocios y  se encontró con un mail  de Robert avisándole sobre su regreso y cómo deseaba hablar con los padres de ella para fijar una fecha y casarse cuanto antes, todo eso causo mucha indignación en la Duquesa, quien aconsejada por Alesia informo a sus padres de aquel suceso. Éstos por su parte vieron con malos ojos las intenciones de Robert y de una desfachatez tremenda, por lo que hicieron prometer a su hija de que una vez que éste llegase le informase de sus nuevos planes y que ellos también intervendrían en su favor. Anabelle estuvo unos días muy molesta con lo sucedido y tuvo que hacer un esfuerzo enorme para que su prometida no diese cuenta de ello, no deseaba preocuparla y solicito a Marcus que le fuese a buscar después de clases la mayoría de los días, pues necesitaba un tiempo a solas.
Por otro lado Raniel, estaba llena de actividades en la universidad, pero de igual forma extrañaba que su prometida no fuese por ella como habían acordado, se había percatado que Anabelle estaba un poco extraña y su alejamiento la tenía confundida  por lo que no podía evitar de pensar en ella , pero  también comprendía que tenía muchas obligaciones en su trabajo, por lo que se aboco de lleno a sus estudios, en los ratos libres pasaba su tiempo en la biblioteca adelantando trabajos y por las tardes antes de finalizar los demás miembros de la familia Calguiere le esperaban a la salida, evitando que tuviese contacto con Tracy. Sin embargo esta última no dejaba de ver a Raniel en clases, pues la joven había despertado su curiosidad y la tenía la en la mira como una posible conquista, la que no dejaría escapar, no le importaba si ella estaba de novia con alguien más, nunca se detenía en sus afanes y conseguía siempre lo que se proponía, hizo ciertas averiguaciones con respecto a la situación sentimental de la joven Larson y lo que descubrió la dejo más que satisfecha…a partir de ahí comenzarían muy pronto los problemas para Raniel, pues Tracy jamás renunciaba a su presa y sería un obstáculo en la vida de Anabelle.
Un día… después de las clases de  urbanismo y taller…la joven Evans aprovecho la ocasión de que Raniel se encontraba sola…
-oye Raniel- llamo Tracy- necesito hablar contigo, podemos irnos juntas hoy.
-no lo sé Tracy- respondió Raniel dudando un poco- los demás estarán esperando por mí para ir a casa.
-vamos mujer- Exclamo divertida Tracy- al menos platiquemos un rato,  no nos tomará mucho tiempo, además ya es hora que esa familia te deje respirar un poco, no podemos ni acercarnos a ti , anda dime que sí.
-está bien- contesto Raniel un poco cansada- pero has de ser breve.
-por supuesto que sí- respondió ella- ten la seguridad que así será.
Ambas jóvenes se encaminaron con dirección de los jardines del campus, lejos de la familia Calguiere…al llegar al lugar la joven Evans le miro con un dejo de malicia…
-y bien Tracy- inquirió Raniel- ¿de qué deseas hablarme?, para que me has traído a este lugar.
-muy simple mi querida Raniel- dijo coqueta Tracy y se acerco peligrosamente a ella- era la única forma de poder estar  a  solas  y sin la molestia del clan Calguiere. Verás no me gusta que se interpongan en mi camino y mucho menos cuando alguien me gusta y tu preciosa llamaste mi atención desde el primer día y no me creo el cuento que seas cuñada de ellos, ya me entere que no estás de  novia con el idiota de Charles, por lo tanto no hay nada que  impida que tu y yo tengamos algo mucho más que una simple relación de compañeras, por lo que te propongo ser amigas con ventaja, ¿no te parece encanto?
Raniel; quedo muy sorprendida de la actitud de su compañera, no esperaba que fuese tan directa en sus insinuaciones con ella, pero decidió parar ahí mismo todo ello, no quería problemas de ningún tipo y además lo molesto el tono de sus comentarios y que se pusiera en duda su compromiso, pues no tenía ninguna necesidad de mentir al respecto.
-lo siento por ti Tracy- dijo seria  Raniel-  lamento que te hayas formado falsas esperanzas pero debo aclararte que estoy comprometida y  mi noviazgo no es ningún invento.
-no mientas Raniel- acuso  Tracy- tú no tienes nada con charles, así que no tiene  caso que lo niegues, acepta mi propuesta de ser amigas con ventaja  y sin compromiso alguno por parte de ambas, además estoy segura que no te  soy indiferente querida.
-estás loca- dijo  molesta Raniel- déjame advertirte que eso nunca pasara y  por lo demás tú  a mí no me gustas y no sé de dónde sacas que podríamos estar juntas.
-vamos no lo niegues- señalo Tracy acorralando contra la pared a Raniel- sé que  te gusto,  así que porque no mejor disfrutamos el momento tú y yo,  así que déjate llevar  y no te  resistas, ya  verás que lo pasaremos muy bien las dos (trató de besar a la fuerza a Raniel, quién se opuso pero  no consiguió sacársela de encima)
-¡Quita tus sucias manos de mi cuñada!- grito una voz detrás de ellas.
Tracy, se dio vuelta en el acto  soltando de inmediato a Raniel y para toparse de frente con Francis y Alexandra que la miraban con  furia.
-Evans  has ido demasiado lejos esta vez- bramo Francis, acercándose para tomar la mano de Raniel- qué parte te de lo que se te dijo;  fue lo que no entendiste idiota (mostro el anillo de compromiso de su cuñada)- ¿acaso esto no es suficiente prueba?
Tracy, no se intimido ante el comentario de la joven y sólo sonrió socarronamente, por lo que desato la rabia de Francis, quién la tomó del cuello y le amenazó.
-¡Vuelves a acercarte a mi cuñada y lo lamentarás!- dijo furiosa Francis- aprende a respetar lo que es de otros y ten un poco de dignidad. Por tu bien; no me obligues ir más allá o tendrás mucho de qué lamentarte. Quedas advertida, Evans.
La joven dio media vuelta  y tomó de la mano a Raniel y junto a su prima se retiraron del lugar no sin antes  fulminar con la mirada a Tracy.
-lo siento chicas- se disculpo Raniel- no debí aceptar su proposición.
-no te disculpes- exclamo Alex- por suerte Aghata; nos aviso a tiempo. Ahora has podido comprobar las palabras de Claudine y ten la seguridad que no volverá a ocurrir;  pues no vamos a dejar que se acerque más a ti.
-¡Esto no se va a quedar así!- amenazó Francis- aprenderá a que con un Calguiere no se juega.
Minutos más tarde las jóvenes se reunieron con Charles; quien ya estaba con Marcus para llevarles a casa. El camino fue de un silencio incomodo para todos, Raniel no dejaba de sentirse culpable por acceder a los caprichos de su compañera, y se mantuvo pensativa todo el viaje.
Cuando llegaron al castillo, Raniel bajo raudamente y se fue a su antiguo dormitorio dejando sus cosas en la habitación y se fue rumbo a las caballerizas, necesitaba despejarse, no había sido una buena semana para ella y mucho menos con lo sucedido esta tarde. Por su parte; los demás comprendían que la joven deseaba estar sola, por lo que le dejaron tranquila y cada uno continuo con sus actividades  a excepción de Francis, que realmente estaba muy molesta y esperaba la llegada de su hermana.
Al tiempo después llegan juntas a casa Claudine, Alesia y Anabelle. Quiénes al entrar se encontraron con  su hermana menor que les esperaba, muy disgustada y les solicitó que las acompañen a uno de los salones…
-¿Qué sucede Francis?- preguntó Alesia preocupada- ¿por qué esa cara?
-Serán mejor que se sienten- dijo molesta la joven- voy a ir  directo al grano. Tienes graves problemas Anabelle.
 La joven puso al tanto de todo lo ocurrido con Raniel y su compañera de universidad. Las tres quedaron asombradas con lo que Francis les comentó, desatando  la rabia en Anabelle y  la preocupación en las dos restantes.
-¡Maldición!- exclamó furiosa Anabelle- como si no tuviese suficiente con lo de Robert. Ahora tengo una idiota detrás de mi prometida, ¡Lo que me estaba faltando!
-¡Rayos!- expuso Claudine apenada - ha sido mi culpa. No debí descuidarla.
-Tranquilas las dos- repuso Alesia calmada - no hay necesidad de buscar culpables, lo importante ahora es cuidar de ella y no dejar que esa muchacha se vuelva a cercar más a Raniel.
-Francis- demando su hermana- ¿dónde está Raniel ahora?
-la vi que fue a su dormitorio- contestó Francis- por cierto Anabelle. Yo comprendo  a la perfección como te sientes con respecto  a lo de Robert, pero no debiste apartar Raniel de tu lado, ha estado muy triste estos días; y  tú no te has percatado de ello. Hermana habla con ella; estoy segura que sabrá comprender. Confía en ella,  después todo es la mujer que amas no puedes hacerla a un lado por más desagradable que sea este asunto. Por favor recapacita y sé honesta con ella.
-una vez más,  estás en lo cierto- contesto Anabelle- no debí hacerlo. Iré por ella enseguida.
Salió del salón en busca de su prometida, pero no le hallo en el dormitorio y le busco por toda la mansión pero fue en vano, por lo que decidió espera a que ella regresara…estaba inquieta y  a la vez molesta…no iba a permitir bajo ninguna circunstancia que nadie se propasará con su prometida…iba a dejar las cosas muy claras con la dichosa compañera…fueron pasando las horas y Raniel no daba rastros….llego la hora de cenar, pero Anabelle no probo bocado alguno…no tenía apetito y se retiro a su habitación. Tiempo más tarde llego Raniel de su largo paseo…estaba más calmada, pero en su rostro había claros signos de melancolía…se dirigió  a la cocina donde Odete le preparo su platillo favorito y estuvieron platicando de muchas cosas, cuando en eso apareció Anabelle…la joven se acomodo al lado de su novia y le observo detenidamente y tomo una de sus manos entre las suyas.
 -amor, ¿dónde estabas?- indago Anabelle - estaba muy preocupada por ti, ya Francis me conto todo lo ocurrido con tu compañera.
-mi niña,  deseas servirte algo y así acompañas a tu prometida- expuso Odete- y así le subes el ánimo  mira que tiene carita de pena.
-gracias nana, acepto un jugo- respondió Anabelle- ya verás como pondré una linda sonrisa en el rostro de mi novia (tomo su mano y la beso sin apartar los ojos de Raniel), ahora me dirás dónde estabas.
-fui al río con espíritu- contestó su novia- necesitaba estar sola y pensar.
-está bien- señalo Anabelle- Raniel debemos hablar, así que termina para que vayamos a nuestra alcoba.
Una vez que la joven termino de cenar, Anabelle tomo de la mano a su novia y se despidieron de Odete.
En su dormitorio, la duquesa desvistió a su novia e hizo que se acostará, ella hizo lo mismo pero antes de irse a la cama tomo de su cartera un documento el cual entrego a Raniel para que lo leyese…este era de su ex novio….la joven leyó muy despacio todo y su cara lo decía todo…por su parte Anabelle le explico todo y por qué de su actitud ya que no deseaba preocuparla…
-debiste confiar en mí Anabelle- señalo Raniel- pensé muchas cosas en estos días, pues no entendía tu actitud y otra vez volvemos a distanciarnos por culpa de él. No es justo, sabes que te amo, pero me molesta que siempre Robert; sea la sombra que opaca nuestra felicidad. ¿Hasta cuándo él nos apartará Anabelle? Tus temores  me desconciertan mucho, si ya no le amas porque temes decirme las cosas. No voy a reprocharte nada, sólo esperaba que confiarás en mí nada más- agrego esto con mucha tristeza y termino por  arroparse y darle vuelta la espalda a su prometida.
Anabelle,  sintió un nudo en su garganta al ver el gesto de su  novia, otra vez había arruinado las cosas por tratar de evitar malos ratos, aunque Raniel no quisiese saber nada en estos momentos, no iba a dejar las cosas así, pues la amaba y Robert ni nadie iban a empañar su felicidad con su prometida.
-Raniel- susurro Anabelle, abrasándola por la espalda- estuvo mal lo que hice pero no dejes que esto interfiera entre nostras, por favor amor entiende, te amo y no deseo que nada perturbe nuestra dicha.
Raniel se dio vuelta de súbito furiosa….haciendo que Anabelle se sorprendiese.
-¿Esa es tu forma de pensar?- exclamo molesta Raniel- cada vez que tengamos problemas ocultarás las cosas para que así no discutamos, ¿cómo vamos a superar los obstáculos? Si tú impides que vea las cosas como son, ¿por qué rayos no puedes confiar en mí? Tan inútil me hayas como para no saber distinguir o piensas que por ser menor no soy apta para decidir.
-Raniel, escucha por favor- exclamo angustiada Anabelle- me equivoque amor, lo sé, pero no es mi intención ocultarte nada. Siempre te he visto como una mujer muy capaz y de la cual me siento muy orgullosa, sólo han estupideces mías nada más, no volverán a ocurrir te lo puedo asegurar. Créeme;  no volverá a pasar.
Raniel  se dejo caer sobre la almohada y cerro sus ojos, no sabía que pensar, le dolía su falta de confianza. Le disgustaba el tema de su ex, ya estaba harta de él y ver cómo su sólo nombre causaba peleas entre ellas. Por primera vez Raniel; comenzó a sentir temor de fracasar. Era una sombra constante en sus vidas; ¿no sabía qué hacer? No podía controlar sus celos con respecto a Robert. Estuvo varios minutos en silencio; hasta que sintió sobre su pecho como Anabelle,  apoyaba su cabeza y el sentir algo cálido sobre su cuerpo hizo que abriera sus ojos y vio a su prometida con lágrimas en sus ojos. No soportaba verla de ese modo, pero era mucha su molestia. Cerró sus ojos una vez más  para poder calmarse. Segundos después y sin decir nada;  tomo entre sus brazos a su prometida, acomodándola más a su cuerpo…y así se quedaron por un buen rato hasta que Anabelle; rompió el silencio.
-Raniel- susurro Anabelle- voy a borrar de tu mente este mal recuerdo te lo prometo ( y busco los labios de su  novia para demostrarles con hechos cuánto la amaba, la joven fue seda en las manos de su prometida, quién olvido todo su disgusto y se entrego a las caricias de Anabelle sin queja alguna)Tiempo más tarde Raniel dejaba caer su cuerpo sobre el de su novia….estaba exhausta…nunca le iba a negar nada…con el tiempo ambas aprenderían a confiar una en la otra y limarían esas asperezas…tenían mucho que aprender, pues estaban recién comenzando como novias y para afianzar una relación se necesita de tiempo y dedicación…pero estaba segura que juntas podrían lograrlo.
-buenas  noches amor- dijo Anabelle al ver como su novia se quedaba dormida- te prometo que no volverá a suceder. No te permitiré Robert que arruines mi relación con Raniel, ni tú ni nadie me separara de ella, por suerte todo se aclaro, ahora sólo me resta arreglar el otro pendiente, no dejare que nadie moleste a mi novia- se dijo para sí la duquesa…antes de abrazar a su prometida y dormir.
Al día siguiente y  a la mitad de la jornada de clases taller de proyectos…
-¡Hey Raniel!- llamo Aghata- ¿nos acompañas a tomar un café?, ha sido una clase estresante y nos servirá para distraernos un poco.
-vale- dijo Raniel- guardo mis cosas y te acompaño.
Minutos más tarde….en la cafetería…las dos jóvenes hacen su pedido y se reúnen con el resto de compañeros, pero al llegar la joven Larson se topo con Tracy que la miraba maliciosamente con ganas de seguir fastidiando y proseguir con lo que habían dejado pendiente.
-lo siento Aghata- se  excuso Raniel- pero iré a otro lado.
-¡Vaya!- provocó  Tracy- ¿acaso tienes miedo Raniel que te hagamos algo?
-te equivocas Tracy- expuso seria Raniel- pero no deseo tratar contigo,  que es distinto.
-no muerdo, querida- desafío la joven- además; acaba de llegar tu guarda espalda, así que te salvo la campana; cielo.
En eso se acerca Alex,  que mira con mucho disgusto a cierta persona…
-¿todo bien Raniel?- indago Alex mirando con desprecio a Tracy.
-todo está bien, Alex- señalo Aghata- he sido yo la que ha invitado a Raniel un café, pues tuvimos una clase muy agotadora, espero no ocasionarte inconvenientes.
-te lo agradezco mucho – indico Alex- y no quiero ser descortés con ustedes, pero ella estará mejor con nosotros, vamos Raniel, los demás nos esperan.
-de acuerdo- contesto la joven- gracias Aghata, nos vemos al rato.
Amabas se fueron a otro sitio…dónde les esperaban los demás miembros de la familia…tenía todo listo para disfrutar de un pequeño break…
-no te alejes de nostras Raniel- suplico Francis- esa víbora no va renunciar a sus costumbres.
-chicas- acoto Raniel- olvidémonos de ella, no vale la pena, además yo vine a estudiar  a este lugar y  no a tener confrontaciones con nadie y sí eso implica que mantenga una distancia lo hare, a decir verdad me disgusta todo esto, pero tengo la certeza que será por un tiempo nada más.
-pienso igual- aclaro Claudine- será hasta que a Evans se le quite las ganas de molestar, pero hasta que eso suceda, nosotras estaremos junto  a ti, ahora eres de nuestra familia y nosotros velamos por los nuestros.
-gracias- dijo alegre Raniel- en verdad me siento a gusto con ustedes, como si estuviese en casa.
-por cierto Raniel- dijo emocionada Francis- mañana llega tu familia, debes estar nerviosa, por fin conoceremos a tus padres y hermanos.
-estoy contando las horas para volver a verlos a todos - acoto feliz Raniel- en especial a mis hermanos, parece mentira que hayan pasado dos meses desde que salí de casa, el tiempo pasa veloz nos les parece.
-Jajaja- se burlo Alex- si tú estás nerviosa, imagínate como estará mi prima.
-cierto- exclamo pensativa Francis- mi hermana es muy centrada y madura, pero estoy segura que se la comen los nervios de conocer a sus futuros suegros, ese espectáculo no me lo pierdo por nada del mundo.
-Jajaja- fue una estallido de carcajadas de parte de todos antes las ocurrencias de Francis.
Mientras en las empresas Calguiere…
Anabelle después de meditar mucho sobre lo sucedido con su prometida, decide que es la hora de actuar y frente a su computadora personal, envía un mail….
“Robert:
               He recibido tu email y en respuesta a ello, necesito que me aclares la fecha exacta de tu llegada, ya que yo y mis padres necesitamos hablar a la brevedad posible asuntos pendientes contigo.
            Sin más se despide.
Anabelle”
Una vez terminado procedió a enviarlo….en eso entro Alesia a su despacho…
-¿Qué haces Anabelle?- inquirió Alesia.
-revisando unos documentos y unas facturas para despachar un pedido a Francia- contesto Anabelle- además de enviar un mail a Robert, necesito acabar con eso de una vez por todas, ya no deseo tener más inconvenientes con Raniel por su causa, su bienestar es lo que único que me interesa.
-te comprendo- agrego Alesia- eso quiere decir que arreglaste las cosas con ella.
-así  es prima- contesto Anabelle- pero me dolió discutir con ella anoche, siente que no confío y eso no es así, le demostraré todo lo contrario.
-me alegro saber eso- respondió Alesia- verás que  juntas podrán solucionar todo obstáculo que se les presente. (La joven Brigston, mira la hora en su reloj de pulsera y queda viendo a su prima) Por cierto ya es la hora que salga de clases, quieres que llame a Marcus para que la recoja.
-te lo agradezco Alesia- señalo Anabelle- pero esta vez no hace falta, yo iré a recogerla, ese había sido mi compromiso con ella cuando adquirimos nuestro coche. Además; que tengo un asunto pendiente que resolver.
-Jajaja- bromeo Alesia- cielos prima, esa chiquilla no sabe lo que le espera al meterse con un Calguiere, pero en todo los caso yo hubiese hecho exactamente lo mismo.
-¡verdad que sí!- respondió Anabelle guiñando un ojo- nadie toca lo que es mío y se jacta de ello, nos vemos más tarde Alesia. (Dejando a su prima en su despacho mientras ella iba rumbo a su coche en busca de su prometida)
En eso momento suena el celular de Alesia…
-dime Kat- inquirió Alesia- ¿ya llegó? Perfecto. Entonces deseo que arregles todo con David y cuanto antes mejor.
-¿estás segura Alesia?- inquirió Kat por fono - ella se va negar.
-me da igual- repuso seria Alesia- ya ha tenido suficiente libertad en todo este tiempo. Soy la condesa de Brigston y ella es mi esposa y su deber es estar a  mi lado. Llego la hora de parar todas sus andanzas. Busca todos los resquicios legales, pero óyeme bien Kat,  no importa cuánto demores; la quiero devuelta y jamás  le permitiré un divorcio. Ponte de acuerdo con David y ciérrale todas las salidas. Ella ha de volver conmigo; por las buenas o por las malas.
-así se hará; Alesia- repuso Kat- nosotros nos encargaremos de traerte de regreso a tu esposa.
-bien- respondió Alesia- mantenme informada de cualquier novedad…(cortando la llamada) muy pronto volverás a casa te guste o no y te haré sentir  todo estos años de ausencia, dile adiós a tu libertad, es hora que ocupes tu lugar y que asumas tus responsabilidades que conllevan ser la esposa de una condesa y la cual aceptaste hace tres años frente a mis padres…Alesia suspiro muy pensativa pues sabía que su decisión iba causar un gran impacto en la vida de su joven esposa en un breve tiempo más, pero había tenido suficiente con su abandono y había llegado al límite de su paciencia con sus tantos affaire, además ella aún la amaba y nunca dejo de hacerlo, por lo que estaba dispuesta a intentarlo una vez más y esta vez sería la definitiva, no la dejaría escapar otra vez.
Tiempo más tarde…en clases….
-buenos jóvenes,  eso sería todo- dijo el profesor de diseño- no olviden presentar el proyecto dentro de una semana. Hasta luego muchachos. (Retirándose del salón)
-al fin acabo está clase- exclamo Patrick – por cierto chicas alguna me acompaña a la biblioteca.
-yo- dijo Tracy- debo devolver unos libros, vamos Patrick; te acompaño.
Al poco rato después de entregar  sus libros, la joven se despidió de su compañero y justo antes de llegar al estacionamiento donde estaba su coche un grupo de conocidas la detiene y charlan un rato…
-Bueno. Nos vemos Tracy- se despidieron sus amigas.
-¡Vale chicas!- dijo la muchacha.
En eso fue interrumpida por una voz de mujer….que llevaba un tiempo observándola…desde que salió de clases…
-¡Disculpa!- exclamo la voz- ¿Eres tu Tracy Evans?
-Así es- respondió ésta- ¿puedo ayudarte en algo? (viendo fijamente a la joven que tenía frente a ella. Era una rubia alta de ojos azules muy intensos y su rostro le era muy familiar  a la joven Evans)
-soy Anabelle Calguiere- repuso la duquesa-  y justamente es   a  ti   es a quién andaba buscando.
-¡Vaya! ¿Entonces eres hermana  de Francis?- repuso burlonamente Tracy, provocando aún más la molestia en la joven duquesa por su tono- el parecido lo dice todo. En fin, Tú dirás, ¿para qué deseabas verme?
- He venido para esto- contesto molesta Anabelle, dejando caer fuertemente su mano sobre el rostro de Tracy, dejando completamente roja su mejilla - Para tu información no sólo soy la hermana de Francis y de Claudine, sino que además;  soy la prometida de Raniel, (tomándola  de la solapa del abrigo a la joven, amenazó)  Además;  vine para advertirte  de que  no vuelvas a intentar tocar a mi mujer otra vez o te juro que lo lamentarás y no estoy bromeando niña, aléjate de ella por tu propio bien o sabrás de mí, ¿he sido clara?
-ya entendí- contesto abrumada la joven- ahora puedes soltarme.
-perfecto entonces- sentencio Anabelle- porque no volveré a repetírtelo, no oses invadir la propiedad de un Calguiere, no te lo permitiré jamás…Anabelle dio media vuelta y siguió su camino en busca de su prometida.
Tracy,  quedo clavada en el lugar mordiendo la rabia de ser por segunda vez amenazada por un miembro de esa familia y esa bofetada la tenía llena de cólera…un poco más allá sus compañeros habían observado toda la escena y se acercaron donde estaba la joven.
-¡Hey Tracy!- inquirió Patrick. ¿Quién era esa lindura que oso darte una muestra de cariño?
-la muy estúpida se llama Anabelle Calguiere-  rabio Tracy- y  es la hermanita de Francis y compañía.
-pero, ¿qué fue lo que sucedió? – Indago Patrick- para que te halla abofeteado de esa manera, porque no creo que la conozcas mi querida ¿no es así?
-resulta que  la idiota de Francis; le fue con el cuento de que me propase con su novia- siseo Tracy.
-¿novia has dicho?- inquirió incrédula Aghata
-como escuchaste- señalo molesta- resulta que nuestra querida Raniel; es la flamante prometida de esa mujer.
-¡¿Qué?!- exclamaron los dos.
-¿Pero qué  desperdicio?- exclamo Patrick- otra belleza y resulta ser les, así jamás encontrare novia. Olvidándonos de ese detalle. Creo que deberás dejar de lado tus ganas de conquistar a Raniel, si mis apreciaciones no son erradas, esa mujer es la hermana mayor de las chicas Calguiere y significa que estás en problemas querida Tracy.
-¿A qué te refieres?- dijo enojada ésta.
-Lo que quiere decir Patrick- agrego Aghata- que Anabelle Calguiere; es la nueva Duquesa de esa familia.
-¿cómo?- exclamo asombrada- ¿qué no es su madre la actual Duquesa?
-No,  preciosa- dijo burlesco Patrick- entérate de una vez. Como es costumbre en esa familia; la mayor de sus hijas al cumplir los 25 asume como la nueva Duquesa y eso fue hace unos pocos meses, por tanto Tracy; te sugiero que abandones tus planes y lo dejes por la paz, ¿no querrás enfrentarte a ella? Saldrías perdiendo.
-¡Eso está por verse!- sentencio Tracy- no me asusta que sea una Duquesa. Mi objetivo es Raniel y nada más.
-no seas necia- acoto Patrick- vas a salir lastimada.  Hazme caso, déjalo por las buenas. Ahora vamos a tomar unas cervezas;  yo invito.
-acepto- dijo Tracy- creo que necesito olvidarme un rato de este día, he tenido suficiente por hoy, mañana será otro día.
-tú nunca te das por vencida hermosa- bromeo Patrick
-jamás desisto amigo mío- repuso sarcástica- pronto lo verás.
Ambos jóvenes se retiraron del lugar, pasando muy lentamente con su coche  por el lado de Anabelle, cruzando ambas mujeres miradas muy desafiantes y cargadas de amenazas…el ambiente se volvió hostil por unos segundos…el automóvil continuo su camino, mientras que la Duquesa permaneció a la espera de su novia, aunque en su mente procesaba la mirada de aquella joven…
“ni te creas que voy a dejar sola a mi novia para que continúes con tus jueguitos, vas a aprender a respetar a un Calguiere. Voy a enseñarte que con mi prometida nadie se mete”  -sentencio Anabelle.
Ajena a todo esto Raniel…recoge su bolso y queda unos instantes charlando con algunos compañeros, luego de despedirse... va en busca de los demás y se dirige al lugar de costumbre…está absorta en sus pensamientos, pues mañana llega su familia y eso la tiene un poco inquieta, le hubiera gustado ir a recogerlos, pero su obligación son los estudios y no puede permitirse distracciones….tan sumida estaba en sus cavilaciones que no sintió la presencia de alguien más detrás de ella, sino hasta que unos brazos la envuelven por detrás…
-vas a algún lugar preciosa- exclamo una sensual  voz
Raniel molesta por la osadía de ser abrazada de esa forma y creyendo que se podrías tratar de su compañera…giro bruscamente con intenciones claras de abofetear  a su acosadora…cuando al girar abrió tamaños ojos al darse cuenta que era su novia y bajo rápidamente su mano…
-¡Anabelle!- exclamo asombrada- qué susto me has dado.
La duquesa se percato enseguida de lo que iba a ser su prometida  al ser tomada por sorpresa y sonrío muy divertida al comprobar que Raniel no dejaría que nadie se le acercará que no fuese ella, por lo que no disimulo su alegría por la fidelidad que le demostraba…tomo por la cintura a su novia y la beso desesperadamente…
-te amo Raniel- exclamo en un susurro después de besarla- te extrañe no sabes cuánto.
-yo igual amor- sonrió Raniel- siempre me haces mucha falta, y la verdad me has sorprendido, ya que pensaba que Marcus vendría por mí.
-ya no más- agrego Anabelle- sólo yo tendré ese privilegio amor y además te lo había prometido y cumplo mi palabra en especial cuando se trata de consentir a la mujer que amo.
-entonces esperare con ansias que finalicen mis clases- dijo pícara Raniel- y así disfrutar de la compañía de una sexy rubia que se  robo mi corazón.
-Mmm- gruño entre dientes Anabelle- no me provoques o atente a las consecuencias.
-Jajaja- se mofo Raniel acercándose provocativamente a su novia y rodeándole su cuello y apegándose a su cuerpo  y muy próxima a rozar sus labios le desafío- quiero ver hasta dónde eres capaz de llegar con tus amenazas dulzura.
Anabelle respondió en el acto a la provocación de su novia y olvidando todo y el lugar dónde se encontraban, capturo los labios de su amada y los devoro vorazmente, ese beso estaba cargado de deseo y  pasión, dejando claro con ello a Raniel  que debería asumir las consecuencias de sus actos, ya que había encendido la mecha  que desato que la llama se volviera hoguera…pues a la joven duquesa le costó mucho trabajo y esfuerzo volver a  la compostura.
-esto no se va a quedar así cielo- amenazo aún excitada Anabelle- vamos a justar cuentas tú y yo cuando lleguemos a casa, no te dejare pasar esta, no debiste tentarme y dejarme de este modo.
Raniel no pudo evitar sonreír disimuladamente al ver  a su novia descolocada por la pasión y no poder  concluir con lo que había iniciado…le pareció insólito ver cómo podía lograr que su prometida se descontrolará de aquella forma con una mínima insinuación…definitivamente Raniel estaba disfrutando ese momento como nunca…la tenía a su merced…totalmente vulnerable…aquella mujer, que siempre se mostraba serena, centrada e incapaz de dejarse llevar por impulsos, que hicieran que perdiera la compostura y buenos modales…definitivamente su novia era susceptible al toque del amor…como toda mujer…y lo que más le agradaba era saber…que sólo ella, era la causante de todo ello…de ese frenesí ...se sentía bien tener ese poder y saberse dueña del corazón de Anabelle…y pondría todo su empeño y su voluntad en hacerla feliz…complacerla y de hacerla disfrutar como nadie…le haría olvidar con su amor y caricias todo rastro de su antiguo noviazgo…no dejaría ni las huellas…quería ser la única en su vida….le volvió a mirar…y sus ojos esmeraldas brillaron de una manera muy intensa y aún más provocadora…haciendo que la duquesa se estremeciera de pies a cabeza…un escalofrío recorrió toda su espalda…al ver la insinuación de su prometida.
-amor no sigas- susurro a penas Anabelle- no podre controlarme por mucho tiempo, será mejor que nos vayamos a casa o de lo contario vas acabar conmigo.
-verás lo que te espera- provoco Raniel en el oído de su prometida y luego mordió su oreja muy provocativamente- vas a suplicar te lo garantizo (con esto último anabelle sintió derretirse ante sus comentarios y tembló entre los brazos de su novia y sólo gruño al no poder emitir palabra alguna y tiro de ella para llevársela a casa)
A duras penas llego hasta su deportivo y abrió la puerta para que su prometida subiera y luego ella tomo su lugar al volante no sin antes lanzarle una mirada asesina a su novia…provocando la risa en Raniel…pues sabía que había conseguido su objetivo de dejar en jaque a Anabelle…iba a disfrutar mucho del poder que tenía sobre ella…no tendría compasión con ella y la haría padecer de la misma forma que solía hacerlo con ella…la joven Larson era muy buena aprendiz e iba a darle a su prometida…todo su potencial…no pudo evitar sonreír una vez más.
-no juegues conmigo Raniel- amenazo su novia  viéndola por unos segundos- no me gusta perder y te voy a someter a mí quieras o no.
-esta verse amor-desafío Raniel y le devolvió la mirada muy oscurecida por el deseo presente en sus ojos verdes- tendrás que ganarte ese derecho y sí lo haces yo seré tu esclava mi vida.
-dalo por hecho entonces- dijo muy seria Anabelle- y prepárate  a pagar Raniel Larson.
-interesante- provoco aún más Raniel- Jajaja…
Anabelle apretó fuertemente el volante…ante las palabras de su prometida…la amaba con todo su corazón…pero al provocarla de esa manera, sólo consiguió que la deseara intensamente…y le estaba costando mucho contenerse…por eso no perdería jamás…haría suya  a su prometida y le demostraría quién era la dueña de  su corazón…”eres sólo mía Raniel”.
Para la joven Duquesa había algo que nunca cambiaría y era algo que traía consigo de la otra vida, aunque hubiese reencarnado existía una característica muy propia de ella y se había hecho patente otra vez al conocer a Raniel…todo ese sentimiento había estado dormido dentro ella por mucho tiempo a la espera de volver a reencontrarse con su viejo amor…sí bien su familia tenía un rasgo muy propio al ser muy celosos de sus cosas…la primogénita de la familia jamás dio muestra de ello y como tampoco en su antiguo noviazgo…pero la vida prepara cada instante a vivir y fue así como Anabelle Calguiere despertó a su viejo sentimiento de ser muy celosa y posesiva con la mujer que ama…y más ahora que una nueva amenaza se cierne sobre ellas…ella ama y protege con mucho celo sus pertenencias y ahora estaría al pendiente de la joven que estaba detrás de su prometida…
Por otro lado mañana sería un día crucial en la vida de ambas, en especial para Anabelle, ya que mañana llegarían los padres de su prometida y al fin podría legitimar su noviazgo y de paso fijar la fecha para su matrimonio…después de tanto tiempo…podía soñar con estar por siempre al lado de la persona que más ama en este mundo…sintió una dicha enorme en su corazón de reojo observo a su prometida…y una sonrisa se dibujo en sus labios…mientras fija la vista en el camino y el coche sigue su curso….

“mañana será el día que más he esperado” pensaba Anabelle.

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