Revelaciones: Las gemelas.

La Maldición de la Luna, capítulo 14.

─ ¡Madre! ─  exclamó sorprendida Jamiel ─ ¿qué haces acá?, te creía en casa preparando tus asuntos. ¿Ha sucedido algo fuera de lo común?
─ Jamiel ─ expuso Durían pasando hacia la sala de estar ─ no hubiese venido si no fuese de vital importancia para ti y Elizabeth.



─ Por el tono de tu voz, veo que es algo delicado ─ señaló la joven ─ Por favor madre; toma asiento. Voy a preparar algo, debes estar  agotada (fue en dirección del mostrador y tomo un tazón y alisto una bandeja con una variedad de frutas, zumo y una infusión de yerbas y leche de la tierra de alto Escocia)
Durían; observa  a su hija. Cuando de repente siente la presencia de otra persona en el apartamento y al interiorizar en su mente;  descubre de quien se trata y una tenue sonrisa se dibuja en la comisura de sus labios casi imperceptible a los ojos.
─ ¡Veo que no has perdido el tiempo hija mía! ─ señaló Durían.
Jamiel, al escuchar las palabras de su madre se tensó un tanto y sus mejillas adquirieron un suave tono rosáceo, haciendo un gran contraste con el color pálido de su piel. Como pudo terminó de prepararlo todo y llevo la bandeja hasta donde estaba Durían y la depositó sobre la mesita de centro.
 ─ ¿Te refieres a Cristina? ─ inquirió Jamiel, tomando asiento frente a su madre ─ ¡Por favor sírvete! Tu viaje debió ser muy largo y el motivo que te trae acá; tiene relación con Cristina y Kiara ¿no es así Durían?
─ Antes de proceder a lo que venido ─  expuso Durían ─ Deseo saber ¿cuál es  tu situación actual con la joven Loren?  Por lo que me supongo no es de compañeras de trabajo. De lo contrario ella no estaría en tu dormitorio o ¿me equivoco Jamiel?
La joven Atkinson; no pudo evitar ruborizarse ante las palabras de su soberana, pues ella era muy cuidadosa en los asuntos de pareja, pues su tribu tenía un marcado ritual de cortejo hacia sus enamorados y se respetaban las tradiciones ancestrales al pie de la letra. Y ahora; al tener que mantener contacto con la sociedad humana, era inevitable no poder adquirir ciertas características de ellos y el tener a la mujer que amaba dentro de sus aposentos era una situación muy comprometedora a los ojos de los Dinkaire y mucho más si se trataba de su reina y aunque fuese su hija; debía respetar las costumbres.
─ Te pido disculpas madre ─  indicó Jamiel  ─  No ha sido mi intención faltar  a las normas de mi tribu. Puedo explicarte todo lo sucedido…verás (fue así que la joven expuso todo lo ocurrido anoche con Cristina y su decisión de no permitirle regresar a su departamento) fue así como sucedió todo ─ finalizó Jamiel.
─ Comprendo ─ señaló Durían ─ Dime hija: ¿estás consciente que por lo sucedido. Te ves obligada  a vincularte oficialmente a la brevedad posible?  Y que puedes exponerte  a que la joven Loren pueda rechazarte y hacer de ti, la mujer más infeliz si ello llega a ocurrir.
─ Lo sé muy bien,  madre ─  contestó Jamiel ─ aún así no podía dejarla ir. No permitiré que le hagan más daño. La amo demasiado como para permitirlo, ¿qué clase de mujer sería si la dejo a merced de alguien que no la ama?  y aunque ella no sienta lo mismo por mí, al menos he cumplido mi objetivo de velar por  Cristina.
─ ¿Qué vas hacer ahora? ─ inquirió Durían.
─ Seguiré a su lado ─respondió Jamiel  ─ No le abandonaré; suceda lo que suceda. Buscaré el modo de ganarme limpiamente su corazón sin forzarla a comprometerse conmigo por causas de mis tradiciones. Asumiré las consecuencias de mis actos ante  ti y los demás, pero no me obligues a encadenarla a mí a la fuerza. Si ella ha de ser mi consorte en un futuro, deseo que lo haga libremente y por sobre todo;  deseo que me ame de la manera en que yo lo hago con ella. No puede ser de otra forma, ¡por favor entiéndelo!
─  Jamiel─  señaló seria  Durían ─ Tus razones las comprendo perfectamente. Por ello; es que tienes mi apoyo, ya que si hubieses escogido el camino de unirla a ti por medio de una tradición,  terminaría con tus planes en  el acto y yo misma; la hubiera apartado para siempre de ti. Y tu castigo sería el destierro eterno lejos de la tribu y de la mujer que amas.
Jamiel,  quedo petrificada ante el comentario de Durían. Denotaban absoluta determinación de llevar  a cabo todo lo señalado. No podía creer que la soberana de su clan estuviera apoyando; aún cuando iba en contra de los principios de los Dinkaire. Estaba muy aturdida con las palabras. Hasta que…
─ Madre ─  dijo muy dubitativa la joven ─ ¿No me  digas qué…?
─ Así es. Hija mía ─  confirmó la chaman ─ Acabas de pasar tu prueba y tu amor por Cristina demostró ser sincero y puro como debe ser todo sentimiento que se precie de ello. Tienes mi consentimiento para hacer de la joven Loren; tu Khamir (esposa en Dinkaire) Con ella velarás por los nuestro.
─ ¡Madre! ─ exclamó la joven, quién no se contuvo y le abrazó con fuerza ─ ¿No sabes cuan feliz me hacen tus palabras? Pensé por un momento; que me obligarías hacer mi consorte a Cristina por la fuerza y eso me hubiera dolido mucho y aunque seas mi reina; hubiere preferido que me encerrases ante que desgraciar su vida al lado mío.
Durían, un poco sorprendida por la conducta de su hija; que por lo general era reacia a demostrar sus emociones;  la recibió entre sus brazos y acarició sus cabellos como solía hacerlo desde cuando era pequeña. La chamán; estaba gratamente complacida de la madurez y sabiduría de su hija menor. Todo lo indicaba que sería una gran soberana para todo su clan.
─ ¡Jamás te obligaría a ello! ─ respondió con ternura Durían ─ Un amor no puede ser contenido y tampoco forzado. Es tan libre como todo lo que existe en la tierra. Es un sentimiento  puro y sin egoísmos. Ahora hija mía; debemos hablar con respecto a tus presentimientos con respecto a Cristina y Kiara.
Jamiel, quedo sorprendida de sus palabras y presentía que su madre le revelaría un gran misterio que tenían relación con sus sospechas sobre el nexo que une a las dos jóvenes. Deshizo el abrazo y tomó asiento al lado de Durían.
─ Tú dirás; Durían ─ repuso la joven ─ ¿Qué deseas saber madre?
─ ¿Qué sabes o te imaginas con respecto a ellas dos? ─ pregunto Durían, sin rodeos.
─ Te diré, que no creo que haya amor entre Kiara y Cristina. ─  expuso Jamiel ─ No ese tipo de sentimiento que se tiene con respecto a una pareja; lo de ellas es más profundo e intenso. Me atrevería a decir que está en su sangre. Es un lazo tan fuerte el que vi en mis sueños y  aunque Elizabeth y yo hubiésemos querido separarlas; no lo conseguiríamos. Todo lo contrario;  sería el principio de nuestro fin, porque de haberlo hecho implicaría su odio hacia nosotras y es más esa conexión es indisoluble. Están dispuestas a dar su vida una por la otra y eso ha hecho que me replanté muchas cosas al respecto por lo que puso al tanto a Elizabeth, pues sería inútil intentar apartarlas.
- has hecho bien Jamiel- expreso Durían- pues no estás equivocada en tus apreciaciones sobre ellas, todo intento hubiera  estado destinado al fracaso absoluto.
-entonces madre- indago Jamiel -¿qué debemos hacer?, ni Elizabeth  o yo podemos luchar contra eso, aunque nos unamos es imposible.
Durían bebió de su bebida antes de responder la pregunta de su hija…unos segundos después tomo dentro  de sus ropas una alhajero y otra diminuta caja…las abrió y mostro a su hija
-observa bien  hija mía- comento durían- puedes decirme qué ves  en ésta.
-dos cadenas madre- contesto Jamil- cada una con un  dije y un nombre forjado en platino.
-dime que lees en ellos- pregunto la mujer.
-permíteme- señalo Jamiel, tomando en sus manos ambas cadenas – claramente aquí dice Kiara y ésta otra Krastian. Durían sin duda la primera tiene relación con la princesa ¿no es así?
-estás en lo cierto- afirmo Durían- ella pertenece a una de las hijas menores de la luna, cuyo nombre significa Luna Roja, por tanto es de la pareja de Elizabeth. Podrías ahora decirme de quién es la  otra.
Jamiel se quedo muy pensativa al respecto, lentamente paso sus dedos por el nombre impreso, como tratando de percibir las energías que podían manar de la dueña de aquella joya. Sentía algo muy particular y levemente conocido a la vez, pero la imagen en se sí no concordaba con quién ella sospecha, pues eran muy diferentes, sin quererlo toco de igual forma la otra cadena  y quedo más perpleja aún al comprobar que esa energía era idéntica a la otra, pues la imagen que se proyectaba en su mente era similar, por no decir la misma.
-me confundes madre- expreso Jamiel- no puedo decirte a ciencia cierta de quién es esta, cada vez que trato de visualizar a la dueña de ella, viene una imagen muy distinta y que también está presente en la de la princesa.
-Jamiel- inquirió su madre- describe la imagen que viene a tu mente.
-es un poco confuso madre- respondió Jamiel- ya que es la imagen de una mujer de piel muy clara y brillante, sus cabellos son  largos y  azulados al igual que sus ojos, es alta y muy fina, pero lo que me sorprende con sólo tocar esta cadena, es que la energía o aura  que de dejo impresa es muy fría como la noche misma. Lo mismo sucede con la cadena de la princesa kiara y eso me confunde de sobremanera, pues la imagen es exactamente igual a la anterior como si se tratase de la misma mujer.
- ya veo- señalo Durían- por lo visto se te están develando misterios astrales hija mía, tienes la capacidad de percibir el pasado de otros con mucha claridad y déjame decirte que no estás equivocada con respecto a esa imagen.
-¿a qué te refieres con ello Durían?- indago Jamiel- tú acabas de señalar que una de estas cadenas corresponde a  Kiara, pero el aura  que se transfiere es totalmente distinta no es el de la joven princesa.
-bien Jamiel- comento Durían- ha llegado la hora de revelarte el misterio, pon atención ya que después deberé abrir tu conciencia para que puedas ver el pasado con claridad. Por ello he tenido que volver pues es necesario que tomes conciencia de la importancia que tienes en la vida de Cristina.
-tú dirás madre- asevero Jamiel- ¿cuál es ese misterio que envuelve la vida de Cristina y Kiara?
-como te mencione –agrego Durían- Kiara es Luna Roja a quien conoces muy bien, pero Krastian en ese mismo  dialecto significa Luna Nueva.
-¿cómo?- inquirió asombrada Jamiel- eso quiere decir que hay dos princesas de la luna, es eso posible madre.
-por supuesto que lo es- respondió Durían- Kiara Y Krastian son las hijas menores de la luna y no solamente son ellas, sino hay otras siete hermanas más, que conforman la familia de silvermoonlight junto a la soberana. Recuerda bien que en todo el universo existe vida y que no sólo los  seres humanos son pensantes o que son únicos, pero el hombre desconoce este hecho y les llaman seres extraterrestres y se imaginas seres deformes o monstruosos, todos ellos productos de mitos y leyendas antiguas, pero la verdad es muy distinta.
-es increíble- acoto pasmada la joven- todo lo que me cuentas, eso quiere decir entonces, que  a la tierra han venido dos princesas de la  luna. Si una de ellas es Kiara entonces la otra (reflexionando un poco) es Cristina.
Durían asintió y con ello respondió a su hija de la verdad que encerraba el vínculo entre ambas jóvenes y porque ese lazo no podía ser destruido ni alterado por persona alguna, la joven quedo muy conmocionada ante las palabras de su madre, no lograba asimilar todo lo que su madre le revelo en cosa de minutos…el motivo que impulso a las muchachas a venir a este mundo  a buscar a sus respectivas parejas…y el por qué ellas no lograban recordar nada de su pasado y menos aún que no se hubiesen reconocido entre sí….le explico que ellas estaban destinadas a encontrarse…pero que por las circunstancias del lugar donde nacían, había imposibilitado ese hecho…trayéndolas una y otra vez...hasta que coincidieron en un mismo lugar…y aunque no lograban recordar nada  de su vida anterior al momento de conocerse, sólo su corazón despertó en aquel encuentro…entonces se formo un nexo muy grande entre ellas….pues el cariño especial que se tenían una por la otra las unía y creció mucho más con el correr de los años….hasta que Cristina despertó dentro de sí  el verdadero amor que siente por su hermana…la ama con todas sus fuerzas e incluso por sobre su familia…por ese motivo Durían previno a su hija de porque el amor de pareja no podía crecer entre ellas….pues ese amor…es un profundo amor entre hermanas de sangre.
-madre- exclamo Jamiel muy perpleja- hay una cosa que no entiendo, tú bien acabas de decir que son hermanas, más la energía que hay en estas cadenas me hablan de otra mujer muy distintas de ellas dos.
-comprendo tus dudas Jamiel- comento Durían, mientras saco de otra caja un pequeña esfera en forma de estrella- cierra tus ojos ahora, debes volver tu mirada hacia atrás (dicho esto puso la espera en el entrecejo y con la otra mano tomo un papiro antiguo el cual recito en su dialecto)
Jamiel  tras cerrar sus ojos  y tras recitar su madre un poema celta….fue trasladada a un sitio muy distante…un hermoso palacio  fue el que aprecio ante sus ojos…las imágenes iban y venían a la velocidad de la luz…hasta quedar situada en medio de una habitación….te pronto sintió la presencia de otras personas en el mismo sitio…eran imágenes difusas en un principio….hasta que todo quedo iluminado a su alrededor….y entonces pudo apreciar  con claridad de que se trataba…frente a ellas se encontraban una mujer de cabellos plateados muy hermosa, ojos de color purpura, todo su cuerpo tenía un intenso brillo…la mujer estaba recostaba sobre un sobre un pequeño sofá…mientras escuchaba atentamente a otras personas….en eso Jamiel reparo en las otras dos…eran dos jovencitas muy altas…tenían  rostro de una niñas…..pero sin duda lo que más  llamo su atención fue ell reconocer en ellas la imagen que antes llegara  a su mente…sus cabellos eran largos y azulados, sus ojos del color del cielo…muy profundos…eran idénticas ambas muchachas…estaban ataviadas finamente de seda blanca y sobre su torso destacaba las mismas cadenas que durían le mostrase hace poco…fue cuando comprendió de quienes se trataba…y como la mujer se detuvo al verla por unos breves segundos…de sus labios se desprendió unas palabras….en ese preciso instante Jamiel abrió violentamente sus ojos muy asustada con todo lo que vio.
-¿estás bien?- inquirió tranquila durían
-lo estoy- respondió Jamiel después de serenarse unos segundos- pude verlas madre, vi a las dos princesas, ellas son gemelas no es así.
-lo son- respondió Durían
-entonces- inquirió Jamiel- ¿cómo es que son tan distintas ahora una de la otra?, su aspecto es muy distinto al de su pasado.
-ellas debían nacer diferentes- menciono Durían- esa fueron las condiciones de su madre, además debían provenir de distintas familias y venir despojadas de todo recuerdo, para que cuando se volvieran a reunir fuera por medio de su lazo sanguíneo y que a su amor de hermanas despertaría cuando ambas estuviesen en peligro, ese fue el precio que debieron pagar ambas por buscar en este mundo su verdadero amor.
-¿cómo es posible que las hayan sometido a un destierro como ese?- expuso contrariada Jamiel- pues ellas se adoraban demasiado en su otra vida, no puedo entender como su madre les hizo algo semejante.
-todo tiene un porque hija mía- asevero durían- ellas lo quisieron así y debes respetar su decisión, además debes estar muy orgullosa de que la joven Cristina te ame de esa forma como  para renunciar a todo lo que su madre le ofrecía en su reino y a eso debemos agregarle que en esta vida también renuncio a su herencia  con tal de encontrarte. Acaso eso no es un claro signo de amor verdadero y que no fue ningún sacrificio el gesto que ellas hicieron por cada de una de sus parejas.
-tienes razón madre- confirmo Jamiel- soy muy afortunada de que ella me hubiese escogido como su compañera, ahora más que nunca luchare por quedarme  a su lado, su corazón es mío madre y nadie me arrebatar a Cristina de mi lado.
-eso me parece perfecto- señalo durían- ahora si me disculpas tomare un baño y luego iré   a mi habitación a descansar un poco, por cierto Jamiel ninguna palabra de esto a tu pareja, aún no es el momento, espera a que te enlaces con ella para dar a conocer tu verdad.
-lo sabías también madre- indago Jamiel
-por supuesto- afirmo Durían- es tu obligación para con tu pareja, solo mantente a su lado, la luna ya comienza a manifestarse en ellas  debido a  su  proximidad y sus parejas estarán muy receptivas a ustedes.
-claro que lo hare madre- asintió Jamiel sonriente y se fue en dirección de su dormitorio, mientras Durían fue al cuarto de baños.
Lejos de ahí…en la mansión de la marquesa de Cronwell…
-muy bien es otro día- acoto Elizabeth pensativa- es hora de cambiar de estrategia mi querida Kiara….cielos, como quisiera contar en estos minutos con ese don que tiene Cristina para seducirte, si no fuera tan arrogante a veces hubiese aprendido hace mucho tiempo que  no basta con la belleza como único medio  para conquistar a una mujer como tú. En fin, deberé arreglármelas de una forma u otra para y comenzar  la búsqueda de los detalles que gustan de ti.
Elizabeth abandono su cama y tomo el teléfono que estaba en su tocador…
-buenos días Margaret- saludo la marquesa- siento llamar a estas horas a tu casa, pero necesito de tus servicios…gracias por tus cumplidos…sabes muy bien que siempre recurro a ti cuando necesito algo especial…por supuesto que lo es…es muy importante para  mí…estás en lo cierto es una mujer y muy especial…que me puedes sugerir en esta ocasión…me parece perfecto…si hazla llegar a mi empresa…te rogaría que le envíes una cada día…yo te diré hasta cuando, no te preocupes por ello… lo que me interesa es que cada día sea un motivo especial…quedamos en eso entonces….gracias por  Margaret que tengas un buen día.
Después de cortar la llamada la marquesa tomo una breve ducha, busco en su  closet  un traje  para hoy…escogió un traje negro, consistente en pantalón y una chaqueta  corta muy entallada al cuerpo, la combino con una blusa verde esmeralda , zapatos negros y de accesorios un collar de jade y aros  de la misma gema, con un maquillaje muy sutil que resaltaba mucho sus ojos verdes. Una vez que concluyo fue a su despacho a revisar todos los documentos que debería llevar para su reunión con sus socios. Luego reviso en su ordenador los informes de todas sus restantes empresas, chequeo cada una y emitió su respectiva respuesta adjunta con nuevas instrucciones…llamo a unos de sus directores de Manchester para supervisar directamente las nuevas obras que se realizarían un proyecto en dicha ciudad…estuvo media hora afinando detalles hasta que toda duda fue aclarada y solucionados algunos inconvenientes…una vez revisados todos sus pendientes guardo todo en su portafolios y se dispuso a desayunar junto a James y sus otros empleados.
-buenos días- saludo Elizabeth.
-buenos días  Marquesa- respondieron su personal
-¿Qué desea para hoy mi señora?- indago Rani su cocinera.
- algo liviano - contesto Elizabeth- de verdad no tengo mucho apetito, por favor Rani con un jugo de fresas y tostada estará bien.
-como usted mande mi señora- respondió la mujer.
-mi señora- repuso James
-¿qué sucede James?- inquirió Elizabreth.
-hace unos momentos llamo Durían- expuso James- y me pidió que le dijese que desea hablar con usted y si puede llamarla.
-gracias James- contesto Elizabeth- debe ser algo importante pues Durían nunca pide algo así al menos que esté de vuelta en Inglaterra y sí es así, significa que hay algún inconveniente, ya que no debía regresar hasta dentro de dos semanas.
-tal vez tiene relación con su futura esposa- indico James.
-puede ser Jamnes- murmuro un tanto pensativa- como sea deberé llamarle antes de marchar a la empresa, por tanto nos desviaremos de nuestro trayecto mi querido James.
 Mientras en el apartamento de la Joven Atkinson…
Jamiel sentada en su cama, contempla el rostro dormido de Cristina…acaricia con mucha ternura sus labios y sus dedos prosiguen su recorrido hasta detenerse en sus ojos. “es hora de despertarte mi hermosa princesa, soy tan feliz de haberte encontrado, que digo, que tú vengas desde tan lejos por mí, no te dejare ir nunca”.
-Cristina – susurro Jamiel, mientras suavemente movía su cuerpo para despertarla y cuando la joven abrió sus ojos- buenos días, ya es hora de levantarse.
-buenos días Jamiel- saludo Cristina- muchas gracias por tu hospitalidad, he dormido como un bebe todo gracias a ti.
-me alegra que hayas podido descansar- repuso Jamiel- ahora deseas que te prepare un baño y luego puedo prepararte el desayuno.
-gracias Jamiel- expuso la joven mientras se coloca en pie y quedo sorprendida al verse con pijama- pero iré a mi apartamento ya te he importunado demasiado, ¿has sido tú la que cambio mi ropa?
-así es cristina- contesto Jamiel- espero no te molestes, pero no era bueno que durmieses con ese hermoso vestido.
-Jamiel- inquirió Cristina- con respecto a lo que sucedió anoche, me gustaría que lo pudiésemos hablar con calma, ¿quieres almorzar conmigo hoy y así platicar sobre el tema?
 A la  joven Atkinson  le brillaron  sus ojos mirandola  con ternura , luego se aproximo hasta Cristina y clavo su mirada en ella, sin mediar palabras entre ellas le beso, a lo que la joven Loren correspondió instintivamente y la tomo de la cintura acercándolo más a su cuerpo, fue una caricia breve, pero placentera para ambas ,al momento de separarse Jamiel  toco el rostro de su amada y le murmuro.
-acepto Cristina, te acompañaré dónde tú quieras- afirmo Jamiel- pero ahora ve, Kiara debe estar preocupada por ti.
-gracias- contesto la joven- te lo devolveré otro día (refiriéndose al pijama) nos vemos en el trabajo. Momentos después la joven cerraba la puerta tras de sí, dejando unos ojos grises sonrientes  y a la vez preocupados.
Al rato después…
Cristina entre en su departamento dejando sus cosas en su dormitorio y se fue al cuarto a ver a Kiara, muy despacio abrió la puerta de su habitación y vio que dormía plácidamente, se acerco a ella y le contemplo un buen rato…sin poderlo remediar  se aproxima hasta quedar muy cerca de su rostro y entonces una sonrisa maliciosa se dibuja en su rostro y…
-KIARA- grita a todo pulmón haciendo que la joven brinque del susto y sus ojos  desorbitados por no saber  qué sucedía y cuando tomo conciencia de lo que ocurrido su semblante lo dijo todo.
-pero que demonios….-vocifero Kiara- Cristinaaaaaa….
-jajajajajajaj- ría la joven apretada a un cojín- es que debías haberte  visto…jajajaja… tu cara….jajajaja…por Dios kiara….jajajajaja….eres un encanto…estuvo muy bueno…jajajaa
- T I N A – rugio KIARA.
-mierda- exclamo Cristina tirando el cojín a un lado y tratando de salir rápido de la cama y de un brinco ya estaba en pie y se dirigió hacia la puerta….pero una mano tiro de ella con fuerza.
-no te vas escapar- bramo Kiara – pedazo de animal no te enseñaron a no molestar tan temprano (lanzando a Cristina nuevamente a la cama)
-kiarita- gritaba asustada cristina- no hagas nada malo, recuerda tu salu….no alcanzo a terminar cuando le cayó encima una lluvia de golpes de almohadas por todos lados.
-eres una idiota- gritaba kiara- desalmada, imbécil, ególatra, miserable….huyyyyyy…te odio (mientras le propinaba otra serie de cariños con la almohada, mientras Cristina se defendía como podía)
-ya basta- gritaba la joven- estás loca, me vas a  matar si continúas así.
-pues debería- bramo la joven – no tienes derecho alguno a pedir clemencia, eres una estúpida lo sabías.
-no- demando Cristina- soy un encanto y tú me adoras…no puedes negar que te tengo loca, jajajaja.
-bestia- grito Kiara- ésta me la vas a pagar muy caro.
-amorcito- señalaba apenas audible Cristina por la risa y los golpes – sabes que te ves preciosa cuando te enojas y haces que te desee con sólo verte - se mofaba la joven.
-descriteriada - dijo furiosa- más encima te atreves a burlarte, tú estás loca de atar.
-claro tu me tienes así- se mofo cristina – mi tesorito no te enojes más, mira que te saldrán unas lindas arruguitas, jajajajajaja
-te mato Cristina- exclamo kiara- ahora si te mando al otro mundo.
-no- grito Cristina- espera….auch!!!!!...ey duele….mi vida detente…auchhhhhhhh…..está bien…me rindo…me rindooooo….por la paz- jadeaba Cristina tratando de reponerse.
Kiara detuvo sus ataques y le miro con el ceño fruncido….hasta que…
-te rindes ya- inquirió burlesca
Cristina se sentó para tomar un poco de aire y mientras recuperaba su frecuencia cardiaca.
-estás en mala forma dulzura- se jacto Kiara- oye espera….y esa ropa…pero que sexy te ves Cristina Loren…dónde estuviste anoche…pues esa nunca te la había visto antes…me puedes decir con quién pasaste la noche mujer infiel.
-¿celosa acaso?- contesto altiva Cristina- una tiene sus encantos my Darling…además porque debería darte explicaciones lindura…no eres tú lo que siempre dice lo mismo.
-ya en serio- exclamo curiosa Kiara- dónde estuviste anoche y llegas a mí con esas fachas….descarada y sinvergüenza.
-jajajaa- bromeo Cristina- eres de lo peor, no comes ni dejas comer, eres una calamidad Milovic, pero eso tiene solución…
-¿a qué te refieres…-inquirio  Kiara que no alcanzo a terminar pues Cristina le golpeo con un cojín- auchhhhh, idiota eso duele ahora veras.
Ambas chicas se trenzaron en una pequeña batalla campal…muertas de la risa y casi totalmente exhausta por el ejercicio decidieron hacer un alto para poder  respirar…
-eres un fastidio lo sabías- dijo entrecortado Kiara mientras se sentaba en el borde de la cama.
-mira quién habla- contesto apenas Cristina- llevas años engatusándome bruja y ahora resulta que te fastidio, acéptalo no te puedes resistir  a mis encantos, jajajaja.
-te odio- bramo kiara- eres una presumida y caprichosa.
-jajajaja- se burlo Cristina- así que eso piensas de mi personita, después de todos estos años…  (Y una sonrisa malévola se dibujo en su rostro y sus ojos centellaron al instante en que) ahora verás… (Cristina arremetió contra Kiara y juntas cayeron a un costado de la cama)
Las dos muchachas producto de la fuerza del choque terminaron una encima de la otra…con la joven Loren que tenía uno de sus brazos al costado de la cabeza de kiara, evitando que se golpease contra el suelo…mientras que Kiara tenía asida la cintura de Cristina muy fuertemente y sus piernas  estaban enredadas entre sí…la risa ceso entre ambas…sólo hubo silencio…sus rostros estaban a escasos milímetros y podían sentir la respiración acelerada de la otra…sus miradas están hipnotizadas entre sí…un brillo especial asomo en sus iris…se podía sentir la vibración que comenzó a emanar dentro de ellas…sus corazones se dispararon a cien por hora…sus sentidos enloquecieron más allá de la razón…y…
-Kiara- susurro Cristina sin apartar sus ojos de ella, cerro sus ojos y sacudió su cabeza…
-Cristina - demando muy despacio Kiara- no…digas…nada (termino su frase y unió sus labios con los de la joven Loren)
Así en el piso de aquel departamento ambas chicas se perdieron en un beso que les nublo sus sentidos, razón y  dejando en blanco sus mentes por completo…se olvidaron de todo…ya nada más importaba…el tiempo se detuvo en aquella habitación…
En ese mismo momento dentro del coche de la marquesa…Elizabeth tuvo un mal presentimiento….lo mismo ocurría n el departamento de Jamiel  que clavo su mirada en dirección de la puerta…
-Kiara- exclamo Elizabeth
-Cristina – susurro Jamiel
Una doble imagen muestra a ambas mujeres con sus rostros visiblemente preocupados y de pronto…
-¡NO! – fue la respuestas de ambas mujeres, quienes  apretaban con sus manos el sector del corazón, pues el dolor era agudo confirmando de que algo había sucedido…pues ese era el nexo que tenían con sus parejas.